28 abr 2011
Los diques, en su nivel más bajo
10:00 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
Día a Día (28/04/2011)
Los diques, en su nivel más bajo
Los embalses cordobeses registran los niveles de agua más bajos de los últimos cinco años. Y recién larga la época de “seca”.
El lunes, la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia decidió interrumpir la alimentación de agua del dique San Roque a los canales de riego del cinturón verde del Gran Córdoba, y se encendió la alarma. Cuando recién comienza la temporada de “seca”, varios diques cordobeses presentan un volumen de agua muy inferior a los valores históricos, lo que abre un gran interrogante de cara a los meses por venir. Día a Día comparó los niveles actuales de los principales embalses provinciales con los registros de hace cinco años, y en todos los casos la merma de agua cruda es significativa, llegando incluso a una baja del 20 por ciento en los dique más comprometidos.
En La Quebrada, el embalse que alimenta de agua a Río Ceballos, la bajante de agua entre abril de 2006 y abril de este año llega a los 7,40 metros, un nivel demasiado pobre para el inicio de la temporada sin lluvias. “A pesar de los cortes rotativos y la independencia de Unquillo y Mendiolaza, la situación de nuestro dique sigue siendo muy complicada. El faltante de lluvias en los últimos seis meses es de 250 milímetros, y eso se nota en el nivel del lago”, señaló con preocupación Marcelo Fassi, presidente de la Cooperativa de Agua Potable de Río Ceballos. El directivo adelantó que ante este panorama, los cortes preventivos en el suministro seguirán, y no descartó ampliarlos (hoy se hacen dos por semana) si la situación empeora.
El nivel del lago San Roque, principal proveedor de agua de la ciudad de Córdoba, está hoy en 32,26 metros, 2,75 metros por debajo de los 35,01 que registraba en abril de 2006, lo que representa una merma en el volumen de líquido de casi el 8 por ciento en apenas cinco años. Enrique Sargiotto, titular de Aguas Cordobesas, concesionaria del servicio de agua potable en la capital provincial, dijo ayer que “no llovió suficiente” en los meses de verano, y reconoció que “el nivel del dique San Roque es bajo”. No obstante ello, desde la empresa señalaron como dato positivo una baja del 9,6 por ciento en el consumo de agua en el último año, reducción que atribuyen a la incipiente colocación de medidores en los barrios de mayor nivel adquisitivo, y a las campañas de concientización que se vienen llevando adelante.
Aunque menor, el dique Los Molinos, el otro aportante del vital líquido para la prestación del servicio a los habitantes de la ciudad de Córdoba, también exhibe una baja en su volumen de agua, pasando de un registro de 52,63 metros en 2006, a otro de 51,80 metros en la actualidad. En 2009 llegó a tocar un piso de 50,34 metros, aunque luego pudo recuperar parcialmente su caudal.
Alejandro Eguiguren, gerente general de la Cooperativa de Agua de Carlos Paz (Coopi), también se mostró preocupado por la actual situación en los ríos y lagos cordobeses. “Nosotros nos abastecemos del San Antonio, y año tras año notamos que los módulos de agua en la naciente del río vienen disminuyendo. Hoy el río tiene un caudal menor que el del año pasado, y no sólo eso: el agua que traslada es de mucha menor calidad”, aseguró el cooperativista.
Eguiguren pidió detener de manera “urgente” el avance de la frontera agrícola en Córdoba y la autorización de nuevos desarrollos urbanos en el valle de Punilla. “Si no cuidamos nuestra cuenca de agua, el panorama a futuro es muy sombrío”, pronosticó.
Acuerdo por los canales
Finalmente, ayer hubo “humo blanco” en la reunión que mantuvieron los quinteros del cinturón verde de la ciudad con funcionarios de Recursos Hídricos y Agricultura de la Provincia por las restricciones en los cupos de agua para riego.
Según confiaron a Día a Día fuentes oficiales, el entendimiento se basó en cuatro puntos. El más importante, reclamado por los quinteros, es un incremento transitorio en el cupo de agua, que pasará de 1,18 a 1,50 metro cúbico por segundo para los próximos 10 días. También se acordó la realización de 10 nuevas perforaciones, un mayor control del líquido y la posibilidad de decretar la emergencia agropecuaria para el sector frutihortícola del cinturón verde.
Control de plaguicidas. Pronto podrá conocerse en sólo dos días el nivel de residuos de plaguicidas de las verduras del Mercado de Abasto. Es que la Municipalidad de Córdoba recibió ayer un nuevo aparato que agilizará notablemente el control de los vegetales que se consumen en la ciudad.
El nuevo equipo es un cromatógrafo de gases con detector de masas, y permite evaluar una mayor cantidad de moléculas en los alimentos y aislar todo tipo de residuo de plaguicida tóxico para la salud. El artefacto llegó de Estados Unidos y costó 410 mil pesos. Será puesto en marcha en 45 ó 60 días.
“Vamos a agilizar la toma de muestras y la obtención de resultados. Hoy los análisis demoran una semana, porque enviamos las muestras a otro laboratorio. Con este equipo tendremos resultados en 48 horas”, afirmó José Manuel Casado, titular de Calidad Alimentaria.
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La Voz del Interior (28/04/2011)
Situación “desastrosa” en el noroeste
Productores pedirán a la Provincia que declare al departamento de Cruz del Eje como zona de desastre.
A través de Federación Agraria, Sociedad Rural, Cooperativa La Regional, Cámara Olivícola y otras instituciones, los productores han cerrado filas para solicitar a la Provincia la declaración de “desastre agropecuario” para el departamento debido a la sequía que padece la región.
Los productores señalan que ya hay una pérdida del 90 por ciento de la cosecha y del ganado. Aseguran que la falta de agua se arrastra desde 2009. El aporte para riego de los diques de Cruz del Eje, a 13 mil hectáreas, y Pichanas, a 2.500, disminuyó notoriamente desde hace dos años. Ambos embalses no pudieron recuperar desde entonces un nivel adecuado.
También piden la urgente reparación de los canales de riego, pues por su mal estado se pierde el 50 por ciento del caudal transportado. Apuntan que desde 1944 no se han efectuado obras serias en el sector.
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Alerta temprana color amarillo
La historia pinta similar a la vivida en 2009. Sólo que esta vez se anticipó en tres meses. Ayer el dique San Roque tenía 2,20 metros menos que en igual fecha de 2010, un año mejor en materia hídrica pero también mezquino. Lo más preocupante es que esos 32,18 metros son apenas 30 centímetros más que los 31,90 que el embalse tenía el 23 de julio de 2009, cuando la Provincia decretó la alerta amarilla.
El dique es una alcancía de agua. Esos 30 centímetros deberían alcanzarnos para proveer de agua por tres meses a la mitad de la ciudad de Córdoba y otras ciudades y para regar el norte del cinturón verde. Ocurre que, salvo años excepcionales, en mayo, junio y julio no llueve casi nada. Y las lluvias son las únicas monedas que ingresan a la alcancía.
Pero, aunque lográramos sobrevivir, este 23 de julio nos encontraría en igual situación que hace dos años. Es una alerta amarilla, pero más temprano. Además, 2011 también es diferente a 2009 en otro aspecto: es un año electoral. Lanzar una alerta por crisis hídrica no es una medida que sume votos. No es popular y quizá también hable de que faltó previsión y obras de infraestructura, un mal que se arrastra de varias gestiones.
Sin embargo, el problema hídrico es más complejo porque, además de los funcionarios, también es responsabilidad de productores rurales y de todos los ciudadanos. A su vez, depende del clima, que en los últimos años no ha sido generoso con las precipitaciones.
Nada podemos hacer por las lluvias, pero sí podemos moderar nuestro consumo de agua. Los habitantes de Córdoba usamos 292 litros diarios por persona, en promedio, en 2010. Logramos reducir en un 10 por ciento este valor en un año, pero hace falta un esfuerzo mayor. También hace falta más previsión de los funcionarios y obras de saneamiento en el San Roque y en los canales. Comencemos a ahorrar agua.
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Los diques, en su nivel más bajo
Los embalses cordobeses registran los niveles de agua más bajos de los últimos cinco años. Y recién larga la época de “seca”.
El lunes, la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia decidió interrumpir la alimentación de agua del dique San Roque a los canales de riego del cinturón verde del Gran Córdoba, y se encendió la alarma. Cuando recién comienza la temporada de “seca”, varios diques cordobeses presentan un volumen de agua muy inferior a los valores históricos, lo que abre un gran interrogante de cara a los meses por venir. Día a Día comparó los niveles actuales de los principales embalses provinciales con los registros de hace cinco años, y en todos los casos la merma de agua cruda es significativa, llegando incluso a una baja del 20 por ciento en los dique más comprometidos.
En La Quebrada, el embalse que alimenta de agua a Río Ceballos, la bajante de agua entre abril de 2006 y abril de este año llega a los 7,40 metros, un nivel demasiado pobre para el inicio de la temporada sin lluvias. “A pesar de los cortes rotativos y la independencia de Unquillo y Mendiolaza, la situación de nuestro dique sigue siendo muy complicada. El faltante de lluvias en los últimos seis meses es de 250 milímetros, y eso se nota en el nivel del lago”, señaló con preocupación Marcelo Fassi, presidente de la Cooperativa de Agua Potable de Río Ceballos. El directivo adelantó que ante este panorama, los cortes preventivos en el suministro seguirán, y no descartó ampliarlos (hoy se hacen dos por semana) si la situación empeora.
El nivel del lago San Roque, principal proveedor de agua de la ciudad de Córdoba, está hoy en 32,26 metros, 2,75 metros por debajo de los 35,01 que registraba en abril de 2006, lo que representa una merma en el volumen de líquido de casi el 8 por ciento en apenas cinco años. Enrique Sargiotto, titular de Aguas Cordobesas, concesionaria del servicio de agua potable en la capital provincial, dijo ayer que “no llovió suficiente” en los meses de verano, y reconoció que “el nivel del dique San Roque es bajo”. No obstante ello, desde la empresa señalaron como dato positivo una baja del 9,6 por ciento en el consumo de agua en el último año, reducción que atribuyen a la incipiente colocación de medidores en los barrios de mayor nivel adquisitivo, y a las campañas de concientización que se vienen llevando adelante.
Aunque menor, el dique Los Molinos, el otro aportante del vital líquido para la prestación del servicio a los habitantes de la ciudad de Córdoba, también exhibe una baja en su volumen de agua, pasando de un registro de 52,63 metros en 2006, a otro de 51,80 metros en la actualidad. En 2009 llegó a tocar un piso de 50,34 metros, aunque luego pudo recuperar parcialmente su caudal.
Alejandro Eguiguren, gerente general de la Cooperativa de Agua de Carlos Paz (Coopi), también se mostró preocupado por la actual situación en los ríos y lagos cordobeses. “Nosotros nos abastecemos del San Antonio, y año tras año notamos que los módulos de agua en la naciente del río vienen disminuyendo. Hoy el río tiene un caudal menor que el del año pasado, y no sólo eso: el agua que traslada es de mucha menor calidad”, aseguró el cooperativista.
Eguiguren pidió detener de manera “urgente” el avance de la frontera agrícola en Córdoba y la autorización de nuevos desarrollos urbanos en el valle de Punilla. “Si no cuidamos nuestra cuenca de agua, el panorama a futuro es muy sombrío”, pronosticó.
Acuerdo por los canales
Finalmente, ayer hubo “humo blanco” en la reunión que mantuvieron los quinteros del cinturón verde de la ciudad con funcionarios de Recursos Hídricos y Agricultura de la Provincia por las restricciones en los cupos de agua para riego.
Según confiaron a Día a Día fuentes oficiales, el entendimiento se basó en cuatro puntos. El más importante, reclamado por los quinteros, es un incremento transitorio en el cupo de agua, que pasará de 1,18 a 1,50 metro cúbico por segundo para los próximos 10 días. También se acordó la realización de 10 nuevas perforaciones, un mayor control del líquido y la posibilidad de decretar la emergencia agropecuaria para el sector frutihortícola del cinturón verde.
Control de plaguicidas. Pronto podrá conocerse en sólo dos días el nivel de residuos de plaguicidas de las verduras del Mercado de Abasto. Es que la Municipalidad de Córdoba recibió ayer un nuevo aparato que agilizará notablemente el control de los vegetales que se consumen en la ciudad.
El nuevo equipo es un cromatógrafo de gases con detector de masas, y permite evaluar una mayor cantidad de moléculas en los alimentos y aislar todo tipo de residuo de plaguicida tóxico para la salud. El artefacto llegó de Estados Unidos y costó 410 mil pesos. Será puesto en marcha en 45 ó 60 días.
“Vamos a agilizar la toma de muestras y la obtención de resultados. Hoy los análisis demoran una semana, porque enviamos las muestras a otro laboratorio. Con este equipo tendremos resultados en 48 horas”, afirmó José Manuel Casado, titular de Calidad Alimentaria.
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La Voz del Interior (28/04/2011)
Situación “desastrosa” en el noroeste
Productores pedirán a la Provincia que declare al departamento de Cruz del Eje como zona de desastre.
A través de Federación Agraria, Sociedad Rural, Cooperativa La Regional, Cámara Olivícola y otras instituciones, los productores han cerrado filas para solicitar a la Provincia la declaración de “desastre agropecuario” para el departamento debido a la sequía que padece la región.
Los productores señalan que ya hay una pérdida del 90 por ciento de la cosecha y del ganado. Aseguran que la falta de agua se arrastra desde 2009. El aporte para riego de los diques de Cruz del Eje, a 13 mil hectáreas, y Pichanas, a 2.500, disminuyó notoriamente desde hace dos años. Ambos embalses no pudieron recuperar desde entonces un nivel adecuado.
También piden la urgente reparación de los canales de riego, pues por su mal estado se pierde el 50 por ciento del caudal transportado. Apuntan que desde 1944 no se han efectuado obras serias en el sector.
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Alerta temprana color amarillo
La historia pinta similar a la vivida en 2009. Sólo que esta vez se anticipó en tres meses. Ayer el dique San Roque tenía 2,20 metros menos que en igual fecha de 2010, un año mejor en materia hídrica pero también mezquino. Lo más preocupante es que esos 32,18 metros son apenas 30 centímetros más que los 31,90 que el embalse tenía el 23 de julio de 2009, cuando la Provincia decretó la alerta amarilla.
El dique es una alcancía de agua. Esos 30 centímetros deberían alcanzarnos para proveer de agua por tres meses a la mitad de la ciudad de Córdoba y otras ciudades y para regar el norte del cinturón verde. Ocurre que, salvo años excepcionales, en mayo, junio y julio no llueve casi nada. Y las lluvias son las únicas monedas que ingresan a la alcancía.
Pero, aunque lográramos sobrevivir, este 23 de julio nos encontraría en igual situación que hace dos años. Es una alerta amarilla, pero más temprano. Además, 2011 también es diferente a 2009 en otro aspecto: es un año electoral. Lanzar una alerta por crisis hídrica no es una medida que sume votos. No es popular y quizá también hable de que faltó previsión y obras de infraestructura, un mal que se arrastra de varias gestiones.
Sin embargo, el problema hídrico es más complejo porque, además de los funcionarios, también es responsabilidad de productores rurales y de todos los ciudadanos. A su vez, depende del clima, que en los últimos años no ha sido generoso con las precipitaciones.
Nada podemos hacer por las lluvias, pero sí podemos moderar nuestro consumo de agua. Los habitantes de Córdoba usamos 292 litros diarios por persona, en promedio, en 2010. Logramos reducir en un 10 por ciento este valor en un año, pero hace falta un esfuerzo mayor. También hace falta más previsión de los funcionarios y obras de saneamiento en el San Roque y en los canales. Comencemos a ahorrar agua.
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