22 abr 2011
Baja el consumo de agua en Capital
8:49 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (22/04/2011)
En 2010, bajó 9,6% el consumo de agua en Capital
Con 292 litros por habitante y por día, fue el año con la cifra más baja de la última década. Las razones: la instalación de medidores, los aumentos en la factura y el efecto de la crisis de 2009.
Con una reducción en el gasto diario de agua potable por habitante del 9,6 por ciento respecto del año anterior, 2010 fue el de menor consumo de la década en la ciudad de Córdoba.
El año pasado, cada cordobés utilizó 292 litros de agua por día, mientras que en 2009 fueron 323 litros. El consumo de agua viene cayendo desde 2004, cuando se alcanzó el récord de 353 litros por habitante y por día, según datos que maneja la empresa Aguas Cordobesas.
La empresa entiende que esta baja se debe a tres motivos. El primero es la colocación de medidores en los usuarios que más consumen. El segundo, el cambio en el régimen tarifario que recién este año comenzó a incidir en el comportamiento de los consumidores.
“Ahora, hay una relación más directa entre el precio de facturación y el consumo”, comentó Marcela Dávila, vocera de Aguas Cordobesas.
El efecto mayor se vio en los zonales 4, 5 y 6 que consumen un tercio del agua de la ciudad. Allí se incluyen barrios como Cerro de las Rosas, Urca, Nuevo Poeta Lugones, Colinas de Vélez Sársfield, General Paz y Centro, entre otros.
En general, son usuarios que viven en viviendas y que pueden moderar el consumo al reducir el riego, el llenado de piletas o el lavado de autos. “Los usuarios de countries y barrios cerrado (zonal 7) tienen un consumo más independiente. No redujeron tanto su consumo”, dijo Dávila.
En el otro extremo (zonales 1 y 2) están los barrios más populares como Villa El Libertador, Villa Bustos, San Vicente, Santa Isabel y Centro América. Este numeroso grupo consume cerca de la mitad del agua de toda la ciudad, pero no son grandes demandantes por lo que su margen de ahorro es más acotado. Lo mismo ocurre con los departamentos, que tienen un consumo promedio de 300 litros por día, casi igual que el consumo de una persona.
La tercera variable que influyó en la reducción del consumo de 2010 fue la crisis hídrica de 2009. “El efecto de la crisis hídrica influyó fuertemente en la conducta consumo. Perduró la conciencia de ahorro en la gente”, comentó Dávila.
De a poco, más medidores. En diciembre de 2010, Ersep autorizó a Aguas Cordobeses a colocar seis mil medidores. Hasta el año pasado había 56.150 viviendas con este dispositivo y mil edificios con medidores globales para todo el consorcio.
La empresa ya colocó entre 2.000 y 2.500, aseguraron desde el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep). La empresa informó que el 22 por ciento de los usuarios medibles ya cuentan con su dispositivo.
Cabe recordar que el 32 por ciento de los 393 mil frentistas con el servicio no pueden ser medidos porque son departamentos o baldíos.
Se está terminando la licitación del resto de los seis mil dispositivos correspondientes a esta etapa y pronto se abrirá una licitación internacional para la compra de 64 mil aparatos, informaron desde el Ersep.
El dinero para la compra e instalación de estos medidores proviene del cargo fijo que Aguas Cordobesas comenzó a cobrar desde septiembre pasado y que regirá por tres años. El monto es de 16,5 por ciento de la tarifa para el zonal 2 y del 18 por ciento para los zonales 3 al 7. El zonal 1, jubilados, pensionados y beneficiados con la tarifa social están exceptuados.
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Lección aprendida, lección no olvidada
El mejor ejercicio para que políticos y ciudadanos no olvidemos que tenemos que cuidar el agua potable es repasar todos los años que Córdoba, por ser una provincia semiárida, siempre estará en crisis hídrica. Lucas Viano.
Cuidar el agua debería ser una de las primeras lecciones de ciudadanía aprendidas por los cordobeses. Pero en ésta como en otras asignaturas parece que la letra con sangre entra.
Debió ocurrir una crisis hídrica, la de 2009, para que políticos y habitantes tomáramos conciencia del problema.
Con ella, aumentaron las campañas de concientización, se generaron mecanismos para castigar a los que derrochan y se aceleró la colocación de los medidores. Los dirigentes estuvieron obligados a hablar de política hídrica e inventar soluciones sobre la marcha.
Algunos habitantes aprendimos que no debemos lavar el auto con manguera, arrojar agua a la vía pública ni vaciar y llenar la pileta cuando se nos ocurre.
Lo aprendimos porque tomamos conciencia del problema cuando ya lo teníamos sobre nuestros hombros y también porque nos colocaron el medidor y el consumo excesivo comenzó a sentirse a fin de mes, cuando hay que pagar la factura.
Todo parece indicar que aprendimos la lección de 2009 y que, al menos durante 2010, no la hemos olvidado. Sin embargo, ya el año pasado nos tomamos el tema más relajados. Hace falta acelerar la colocación de medidores en deuda y seguir concientizando.
El mejor ejercicio para no olvidarnos de esta asignatura es repasar todos los años que Córdoba, por ser una provincia semiárida, siempre estará en crisis hídrica. Como el chiste rápido, el ferné y el cuarteto, cuidar el agua debería formar parte de la identidad cordobesa.
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En 2010, bajó 9,6% el consumo de agua en Capital
Con 292 litros por habitante y por día, fue el año con la cifra más baja de la última década. Las razones: la instalación de medidores, los aumentos en la factura y el efecto de la crisis de 2009.
Con una reducción en el gasto diario de agua potable por habitante del 9,6 por ciento respecto del año anterior, 2010 fue el de menor consumo de la década en la ciudad de Córdoba.
El año pasado, cada cordobés utilizó 292 litros de agua por día, mientras que en 2009 fueron 323 litros. El consumo de agua viene cayendo desde 2004, cuando se alcanzó el récord de 353 litros por habitante y por día, según datos que maneja la empresa Aguas Cordobesas.
La empresa entiende que esta baja se debe a tres motivos. El primero es la colocación de medidores en los usuarios que más consumen. El segundo, el cambio en el régimen tarifario que recién este año comenzó a incidir en el comportamiento de los consumidores.
“Ahora, hay una relación más directa entre el precio de facturación y el consumo”, comentó Marcela Dávila, vocera de Aguas Cordobesas.
El efecto mayor se vio en los zonales 4, 5 y 6 que consumen un tercio del agua de la ciudad. Allí se incluyen barrios como Cerro de las Rosas, Urca, Nuevo Poeta Lugones, Colinas de Vélez Sársfield, General Paz y Centro, entre otros.
En general, son usuarios que viven en viviendas y que pueden moderar el consumo al reducir el riego, el llenado de piletas o el lavado de autos. “Los usuarios de countries y barrios cerrado (zonal 7) tienen un consumo más independiente. No redujeron tanto su consumo”, dijo Dávila.
En el otro extremo (zonales 1 y 2) están los barrios más populares como Villa El Libertador, Villa Bustos, San Vicente, Santa Isabel y Centro América. Este numeroso grupo consume cerca de la mitad del agua de toda la ciudad, pero no son grandes demandantes por lo que su margen de ahorro es más acotado. Lo mismo ocurre con los departamentos, que tienen un consumo promedio de 300 litros por día, casi igual que el consumo de una persona.
La tercera variable que influyó en la reducción del consumo de 2010 fue la crisis hídrica de 2009. “El efecto de la crisis hídrica influyó fuertemente en la conducta consumo. Perduró la conciencia de ahorro en la gente”, comentó Dávila.
De a poco, más medidores. En diciembre de 2010, Ersep autorizó a Aguas Cordobeses a colocar seis mil medidores. Hasta el año pasado había 56.150 viviendas con este dispositivo y mil edificios con medidores globales para todo el consorcio.
La empresa ya colocó entre 2.000 y 2.500, aseguraron desde el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep). La empresa informó que el 22 por ciento de los usuarios medibles ya cuentan con su dispositivo.
Cabe recordar que el 32 por ciento de los 393 mil frentistas con el servicio no pueden ser medidos porque son departamentos o baldíos.
Se está terminando la licitación del resto de los seis mil dispositivos correspondientes a esta etapa y pronto se abrirá una licitación internacional para la compra de 64 mil aparatos, informaron desde el Ersep.
El dinero para la compra e instalación de estos medidores proviene del cargo fijo que Aguas Cordobesas comenzó a cobrar desde septiembre pasado y que regirá por tres años. El monto es de 16,5 por ciento de la tarifa para el zonal 2 y del 18 por ciento para los zonales 3 al 7. El zonal 1, jubilados, pensionados y beneficiados con la tarifa social están exceptuados.
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El mejor ejercicio para que políticos y ciudadanos no olvidemos que tenemos que cuidar el agua potable es repasar todos los años que Córdoba, por ser una provincia semiárida, siempre estará en crisis hídrica. Lucas Viano.
Cuidar el agua debería ser una de las primeras lecciones de ciudadanía aprendidas por los cordobeses. Pero en ésta como en otras asignaturas parece que la letra con sangre entra.
Debió ocurrir una crisis hídrica, la de 2009, para que políticos y habitantes tomáramos conciencia del problema.
Con ella, aumentaron las campañas de concientización, se generaron mecanismos para castigar a los que derrochan y se aceleró la colocación de los medidores. Los dirigentes estuvieron obligados a hablar de política hídrica e inventar soluciones sobre la marcha.
Algunos habitantes aprendimos que no debemos lavar el auto con manguera, arrojar agua a la vía pública ni vaciar y llenar la pileta cuando se nos ocurre.
Lo aprendimos porque tomamos conciencia del problema cuando ya lo teníamos sobre nuestros hombros y también porque nos colocaron el medidor y el consumo excesivo comenzó a sentirse a fin de mes, cuando hay que pagar la factura.
Todo parece indicar que aprendimos la lección de 2009 y que, al menos durante 2010, no la hemos olvidado. Sin embargo, ya el año pasado nos tomamos el tema más relajados. Hace falta acelerar la colocación de medidores en deuda y seguir concientizando.
El mejor ejercicio para no olvidarnos de esta asignatura es repasar todos los años que Córdoba, por ser una provincia semiárida, siempre estará en crisis hídrica. Como el chiste rápido, el ferné y el cuarteto, cuidar el agua debería formar parte de la identidad cordobesa.
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