24 abr 2011
La contaminación de los ríos en la provincia
9:27 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (24/04/2011)
La contaminación amenaza a la fauna ictícola de arroyos y ríos
A la propia degradación que sufren los cauces por causas naturales se suman los desechos cloacales, los restos de agroquímicos y los incendios. Los vecinos reclaman más controles de parte de la Provincia
La fauna ictícola de gran parte de los arroyos y ríos que atraviesan la zona está a punto de desaparecer. Ante la falta de controles de órganos conservacionistas, las aguas registran índices de contaminación cada vez más altos, a raíz de la presencia de agroquímicos y de la depredación de pescadores que con sus redes extraen mojarras y alevinos en proceso de crecimiento.
Se suma la contaminación humana, como en el caso del río Chocancharava en Reducción, en cuyas aguas se observa una alta presencia de bacterias y moléculas muy nocivas tanto para la salud como para el medio ambiente en general.
Estas son las principales causas del flagelo que hoy padecen los principales ríos y arroyos de la zona.
Asimismo, un estudio recientemente difundido por profesionales advirtió sobre la degradación que está sufriendo el río De los Sauces.
Hace años, aquellos cursos de agua del llano eran muy ricos en peces tales como bagres, palometas, mojarras y moncholos. También eran comunes garzas, nutrias y biguás que con su presencia formaban parte del paisaje autóctono de los cursos hídricos. Además se podían observar ranas y una amplia variedad de aves que se alimentaban de los peces.
La realidad de hoy demuestra que si no hay una mano salvadora, la fauna regional se perderá y todo será muy difícil de recuperar.
“En las excursiones al arroyo Sampacho solíamos pescar gran cantidad de palometas y bagres. Nadie dañaba nada. La fauna se recuperaba totalmente en forma natural. Hoy los chicos con mucha suerte apenas si sacan unas pocas mojarras”, dijo un vecino del barrio Sur de esa localidad.
Los residuos de los agroquímicos conspiran con la vida natural de los peces y cuando llueve los sedimentos provocan una masiva mortandad.
“No solamente eso. Cualquiera desde la ruta suele ver cómo los pescadores preparan sus carnadas con las mojarras que indiscriminadamente extraen de los arroyos y nadie dice nada. Los vemos siempre con esas redes y sabemos que eso provoca una daño muy grande”, dijo el hombre.
Por lo general, los arroyos de la zona presentaban una fauna diversa y notable, como por ejemplo en El Gato, Sampacho, el Ají o el Chaján. El arroyo Chico de Holmberg fue muy conocido por la cantidad de ranas que tenía y que hoy son solamente un recuerdo. Más al norte de Río Cuarto, el arroyo Tegua era una fuente inagotable de especies y el Mosso también era muy conocido por sus peces.
Asimismo, los ríos serranos han visto muy reducida la población de peces como consecuencia de los incendios, que fueron contaminando los cauces, al igual que los agrotóxicos que decantan en sus cuencas.
Efluentes cloacales
Otro de los factores contaminantes que aumenta su incidencia a la par del crecimiento de los pueblos por donde pasan ríos y arroyos, son los efluentes cloacales.
Hace unos días, desde la Municipalidad de Reducción se denunció un alto nivel de contaminación en el río Cuarto.
De acuerdo a los análisis realizados, hay gran cantidad de bacterias perjudiciales para la salud humana y que también afectan la vida ictícola.
Por tal razón, las autoridades piden a los vecinos que eviten bañarse o pescar en el lugar ante el riesgo de contraer enfermedades.
Por otra parte, también se menciona que la disminución de la fauna ictícola en este curso de agua estaría relacionada con la incorporación de obras de infraestructura -como los azudes- que impedirían la circulación de las poblaciones de peces y que por tal razón terminan desapareciendo.
Mortandad en Embalse
Por otra parte, a mediados de marzo aparecieron cientos de peces muertos en un tramo de costa de más de cinco kilómetros del lago de Embalse, en cercanías a las desembocaduras del arroyo de Amboy y del río Grande.
Este problema se reitera periódicamente y de los análisis surgió que el arrastre de sustancias tóxicas o fósforos al agua es la principal causa de la mortandad.
Así, la degradación de las cuencas de la zona preocupa a los vecinos, que ya no usan ni disfrutan de estos ambientes naturales ante el temor por la contaminación.
Preocupación
“Soy simplemente un amante de la naturaleza y veo con preocupación que los arroyos ya casi no tienen peces. Tampoco quiero poner en tela de juicio si elementos usados por el agro conspiran contra la vida natural de los ríos y arroyos porque ése es un debate interminable que no llevará a nada. Lo que sí le puedo decir es que en la mayoría de los casos, la mano del hombre actúa en forma negativa”, señaló Raúl Gregorat, un vecino que hace tiempo viene advirtiendo sobre temas relacionados a la degradación del medio ambiente.
Tiempo atrás, funcionarios de la Agencia Córdoba Ambiente que visitaron las regiones aledañas al arroyo Sampacho tras conocerse un estudio ambiental realizado por estudiantes universitarios, dejaron en claro la prohibición de todo tipo de acción que perjudique la calidad de las aguas de la región y la extracción indiscriminada de alevinos y pequeños peces.
“Hay que denunciar estos casos”, se dijo, pero la falta de políticas de preservación no ha hecho otra cosa que perjudicar la vida natural que durante años exhibieron lagunas, arroyos y esteros de nuestra región.
Cabe recordar que sobre los cursos de agua tiene poder de policía la Provincia, a través de sus áreas de Recursos Hídricos y Ambiente (en este último caso cuando se refiere a problemas de contaminación).
No obstante, hasta el momento es muy limitado el control que se ejecuta, y sólo se actúa cuando el daño es evidente y las consecuencias ya no pueden revertirse.
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La contaminación amenaza a la fauna ictícola de arroyos y ríos
A la propia degradación que sufren los cauces por causas naturales se suman los desechos cloacales, los restos de agroquímicos y los incendios. Los vecinos reclaman más controles de parte de la Provincia
La fauna ictícola de gran parte de los arroyos y ríos que atraviesan la zona está a punto de desaparecer. Ante la falta de controles de órganos conservacionistas, las aguas registran índices de contaminación cada vez más altos, a raíz de la presencia de agroquímicos y de la depredación de pescadores que con sus redes extraen mojarras y alevinos en proceso de crecimiento.
Se suma la contaminación humana, como en el caso del río Chocancharava en Reducción, en cuyas aguas se observa una alta presencia de bacterias y moléculas muy nocivas tanto para la salud como para el medio ambiente en general.
Estas son las principales causas del flagelo que hoy padecen los principales ríos y arroyos de la zona.
Asimismo, un estudio recientemente difundido por profesionales advirtió sobre la degradación que está sufriendo el río De los Sauces.
Hace años, aquellos cursos de agua del llano eran muy ricos en peces tales como bagres, palometas, mojarras y moncholos. También eran comunes garzas, nutrias y biguás que con su presencia formaban parte del paisaje autóctono de los cursos hídricos. Además se podían observar ranas y una amplia variedad de aves que se alimentaban de los peces.
La realidad de hoy demuestra que si no hay una mano salvadora, la fauna regional se perderá y todo será muy difícil de recuperar.
“En las excursiones al arroyo Sampacho solíamos pescar gran cantidad de palometas y bagres. Nadie dañaba nada. La fauna se recuperaba totalmente en forma natural. Hoy los chicos con mucha suerte apenas si sacan unas pocas mojarras”, dijo un vecino del barrio Sur de esa localidad.
Los residuos de los agroquímicos conspiran con la vida natural de los peces y cuando llueve los sedimentos provocan una masiva mortandad.
“No solamente eso. Cualquiera desde la ruta suele ver cómo los pescadores preparan sus carnadas con las mojarras que indiscriminadamente extraen de los arroyos y nadie dice nada. Los vemos siempre con esas redes y sabemos que eso provoca una daño muy grande”, dijo el hombre.
Por lo general, los arroyos de la zona presentaban una fauna diversa y notable, como por ejemplo en El Gato, Sampacho, el Ají o el Chaján. El arroyo Chico de Holmberg fue muy conocido por la cantidad de ranas que tenía y que hoy son solamente un recuerdo. Más al norte de Río Cuarto, el arroyo Tegua era una fuente inagotable de especies y el Mosso también era muy conocido por sus peces.
Asimismo, los ríos serranos han visto muy reducida la población de peces como consecuencia de los incendios, que fueron contaminando los cauces, al igual que los agrotóxicos que decantan en sus cuencas.
Efluentes cloacales
Otro de los factores contaminantes que aumenta su incidencia a la par del crecimiento de los pueblos por donde pasan ríos y arroyos, son los efluentes cloacales.
Hace unos días, desde la Municipalidad de Reducción se denunció un alto nivel de contaminación en el río Cuarto.
De acuerdo a los análisis realizados, hay gran cantidad de bacterias perjudiciales para la salud humana y que también afectan la vida ictícola.
Por tal razón, las autoridades piden a los vecinos que eviten bañarse o pescar en el lugar ante el riesgo de contraer enfermedades.
Por otra parte, también se menciona que la disminución de la fauna ictícola en este curso de agua estaría relacionada con la incorporación de obras de infraestructura -como los azudes- que impedirían la circulación de las poblaciones de peces y que por tal razón terminan desapareciendo.
Mortandad en Embalse
Por otra parte, a mediados de marzo aparecieron cientos de peces muertos en un tramo de costa de más de cinco kilómetros del lago de Embalse, en cercanías a las desembocaduras del arroyo de Amboy y del río Grande.
Este problema se reitera periódicamente y de los análisis surgió que el arrastre de sustancias tóxicas o fósforos al agua es la principal causa de la mortandad.
Así, la degradación de las cuencas de la zona preocupa a los vecinos, que ya no usan ni disfrutan de estos ambientes naturales ante el temor por la contaminación.
Preocupación
“Soy simplemente un amante de la naturaleza y veo con preocupación que los arroyos ya casi no tienen peces. Tampoco quiero poner en tela de juicio si elementos usados por el agro conspiran contra la vida natural de los ríos y arroyos porque ése es un debate interminable que no llevará a nada. Lo que sí le puedo decir es que en la mayoría de los casos, la mano del hombre actúa en forma negativa”, señaló Raúl Gregorat, un vecino que hace tiempo viene advirtiendo sobre temas relacionados a la degradación del medio ambiente.
Tiempo atrás, funcionarios de la Agencia Córdoba Ambiente que visitaron las regiones aledañas al arroyo Sampacho tras conocerse un estudio ambiental realizado por estudiantes universitarios, dejaron en claro la prohibición de todo tipo de acción que perjudique la calidad de las aguas de la región y la extracción indiscriminada de alevinos y pequeños peces.
“Hay que denunciar estos casos”, se dijo, pero la falta de políticas de preservación no ha hecho otra cosa que perjudicar la vida natural que durante años exhibieron lagunas, arroyos y esteros de nuestra región.
Cabe recordar que sobre los cursos de agua tiene poder de policía la Provincia, a través de sus áreas de Recursos Hídricos y Ambiente (en este último caso cuando se refiere a problemas de contaminación).
No obstante, hasta el momento es muy limitado el control que se ejecuta, y sólo se actúa cuando el daño es evidente y las consecuencias ya no pueden revertirse.
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