6 mar 2007

Monos carayá

La Voz del Interior (06/03/2007)
Segunda muestra de sangre de los monos carayá a EE.UU.

Un comunicado de la legisladora provincial Mónica Prato en relación a la situación del Centro de Reeducación del Mono Aullador Negro (carayá) -en el límite de los departamentos Colón y Punilla y a 11 kilómetros de La Cumbre- volvió a encender la alarma sobre un eventual virus que podría afectar a seres humanos.
Prato afirmó que "la confirmación, por parte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Castelar de la existencia de Herpesvirus simiae (Herpesvirus B), en los monos carayá muertos en abril del año pasado en una reserva del Valle de Punilla, alerta sobre la posibilidad del contagio a los humanos que tomen contacto con los ejemplares, y las fatales consecuencias que este virus puede traer aparejadas".
La legisladora se mostró preocupada, enfatizando que "Córdoba puede transformarse así en un foco de una enfermedad exótica, que, transmitida al hombre, causa una encefalitis generalmente fatal". Paralelamente ha solicitado informes a la Agencia Córdoba Ambiente y al Ministerio de Salud de la Provincia.
De esta forma, vuelve a tomar notoriedad este alejado reservorio de 84 monos carayá, atractivo visitado por miles de turistas anualmente. La profesora y fundadora del proyecto hace 14 años atrás, María Alejandra Juárez, rechazó de plano los análisis del Inta Castelar: "No existen laboratorios con infraestructura en el país para analizar el herpes viral B, solo existen en Estados Unidos e Inglaterra".
El Senasa Córdoba (único organismo nacional que tiene el poder de decisión sobre la situación), ordenó el cierre hasta nuevo aviso del lugar, por intermedio de su director Ernesto Oscar Ferrarese. "Actuamos en su momento bajo la Resolución 422/03, que nos faculta a interdictar cualquier predio", determinó el funcionario en diálogo con La Voz del Interior, justificando la clausura total del reservorio.
Ilustrando el cuadro de situación, afirmó que "hicimos un segundo muestreo de sangre con 20 animales y lo remitimos a nuestro laboratorio en Buenos Aires, donde fue derivado a Inta Castelar. Ese organismo nos informó que, a su vez, los remitió a Estados Unidos para que sean investigados: debemos aguardar los resultados".
Ferrarese fue prudente, pero optimista. "Adoptamos todas las medidas de seguridad correspondientes, pero debemos saber esto con total precisión, a pesar que no se ha registrado ningún caso ni afectado.

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