La Voz del Interior (24/01/2024)
El problema de los socavones en Córdoba

Hace más de una década la naturaleza nos viene advirtiendo. Siguen los incendios, sigue la desforestación, siguen las urbanizaciones regulares e irregulares. Urge la necesidad de un plan maestro de gestión de los excedentes hídricos para el área Metropolitana de la Ciudad.
Estamos a casi nueve años del fatídico “15 F”; el 15 de febrero de 2015, las ciudades de Salsipuedes, Río Ceballos, Unquillo, Mendiolaza y Villa Allende, luego de que cayeran 250 milímetros de lluvia en 15 horas, asistían a su mayor inundación histórica, con un lamentable saldo de ocho muertos, 250 viviendas destruidas y daños millonarios.
Entre las causas de tamaño desastre se determinó la desforestación producida por incendios, los emprendimientos agrícola-ganaderos y las urbanizaciones irregulares, como así también la falta de planificación e infraestructura para manejar los excedentes hídricos.
Hace unos días, en la Ciudad de Córdoba, una lluvia de mediana intensidad (70 milímetros) casi hace colapsar la ciudad, con la aparición de ocho socavones en distintos lugares, con algunas viviendas inundadas, con el arroyo La Cañada desbordando de su cauce, lo que trajo antiguos recuerdos de cuando, el 15 de enero de 1939, se producía la última gran inundación de este arroyo, cuyas aguas llegaron hasta la Plaza San Martín, arrastrando en su avance personas, árboles, puentes y autos, lo que motivó la construcción de la actual canalización, entre los años 1944 y 1948.
Los socavones que se formaron, oquedades producidas por deficiencias constructivas, ya que las grandes obras de infraestructuras (gasoductos, desagües, cloacas, etcétera) en la mitad sur de nuestra ciudad se ejecutan en suelos colapsables (loess), por lo tanto el relleno de zanjas debe hacerse con otro material (tipo 0-20) o suelo cemento debidamente compactado, cosa que evidentemente no se hizo.
De todas formas, estas son las señales menos preocupantes, ya que las obras se reparan en poco tiempo.

Un plan necesario
Lo verdaderamente preocupante es lo sucedido con el arroyo La Cañada. Con una precipitación mediana llegó a niveles históricos, producto de la impermeabilización de suelos producida por las urbanizaciones aguas arriba. El problema se agrava además porque la Municipalidad comenzó tareas de urbanización en el Parque de la Vida, acción que los vecinos reunidos lograron detener, exigiendo planificación y estudios serios, en un lugar tan sensible y vital…
Seguimos sin escuchar el mensaje que nos dejó el “15 F” y, más peor aún, la Municipalidad acaba de aprobar más de 40 convenios urbanísticos incorporando más de 2.500 hectáreas a la zona urbanizable de la ciudad.
Hablamos de más de 10 mil lotes, de más de 40 mil habitantes, sin el debido estudio profundo de la correspondiente regulación de los excedentes hídricos, que debería sumar la necesaria intervención de la Administración Provincial de Recursos Hídricos (Aprhi), para confeccionar proyectos que incluyan no sólo lagunas de retención, sino que la medidas de mitigación contemplen obras de gran magnitud, como canales aliviadores, conductos de descarga, etcétera, acordes con la escala de ciudad que habitamos.
Vaya como ejemplo uno de los convenios aprobados el llamado “Distrito Aeropuerto”, 231 hectáreas, en zona inundable, que en el “15 F” fue totalmente anegado, y sus efectos llegaron al ingreso mismo del aeropuerto.
El Colegio de Ingenieros Civiles de la provincia hizo una seria advertencia al respecto como así también prestigiosos geólogos y profesionales.
Hace más de una década la naturaleza nos viene advirtiendo. Siguen los incendios, sigue la desforestación, siguen las urbanizaciones regulares e irregulares que evidentemente no han resuelto su evacuación de excedentes hídricos, ya que triplican dichos excedentes al impermeabilizar los suelos urbanizados.
Los fenómenos meteorológicos atípicos en el mundo debido al cambio climático se repiten, por lo que una precipitación de intensidad extrema en nuestra ciudad no es una fantasía.
Urge la necesidad de un máster plan de gestión de los excedentes hídricos para el área Metropolitana de la Ciudad.
¿Qué otra señal se debe dar para tomar seriamente el problema, qué otra tragedia debe producirse para comenzar a implementar las soluciones?

Guillermo Assandri - Ingeniero, exdirector de Obras Viales de la Municipalidad de Córdoba.
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