15 abr 2013
El agua de lluvia es utilizable, se podría acopiar
8:03 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (15/04/2013)
El agua de lluvia es apta para consumo humano
Una investigación que duró tres años detectó que la presencia de metales pesados está por debajo de lo admitido por la OMS. No cae lluvia ácida en la Capital.
Un grupo de investigadores del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la Facultad de Matemática Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba estudió la calidad de la lluvia caída en la Capital provincial. Los resultados arrojaron que el agua es utilizable y, si se toman ciertos recaudos, hasta podría consumirse.
Entre 2009 y 2012, los investigadores María Laura López, María Lila Asar y Eldo Ávila recolectaron muestras de las precipitaciones en tres puntos de Córdoba: en barrio Argüello, en la zona del Patio Olmos y en la Ciudad Universitaria.
Esas muestras se analizaron en un sincrotrón ubicado en el Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS), en Campinas, Brasil. El sincrotrón es una especie de acelerador de partículas, que hace circular electrones en una especie de anillo de varios metros de diámetro.
“El laboratorio permite detectar concentraciones bien bajas de elementos. Además de muestrear el agua de lluvia total, lo hicimos secuencial –luego de los primeros cuatro milímetros– para ver cómo se va lavando secuencialmente la atmósfera, tanto de gases como de material particulado”, explicó María Lila Asar.
“Encontramos varios elementos, como calcio y titanio, considerando que una fuente importante de esos elementos es el mismo suelo. También encontramos algo de níquel, cobalto o cinc, que son metales pesados, pero en concentraciones mucho más bajas que la permitida para agua de consumo humano”, afirmó Asar.
El listado completo de lo hallado en el agua de lluvia está compuesto por el azufre, cloro, potasio, vanadio, cromo, manganeso, hierro, cobre, arsénico, selenio, rubidio, estroncio y plomo, en muy bajas concentraciones.
Tan baja que los investigadores aseguraron que, desde el punto de vista físico-químico, el agua es apta para consumo humano. “Está por debajo del límite admitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, sostuvo López.
Por ejemplo, la OMS admite la presencia de hasta 50 microgramos por litro de cromo, y en la lluvia se encontró 0.75. En el caso del cobre, lo admitido es de dos mil microgramos por litro, y en las muestras se halló cuatro, y de plomo es de 10 microgramos por litro, y lo encontrado estuvo por debajo de los límites de detección.
Sin lluvia ácida. En la investigación también se midió el PH, indicador de la acidez de los elementos. “Cuando una ciudad está muy contaminada por emisiones gaseosas, la lluvia se acidifica. Le controlamos el PH y la conductividad, y el PH dio cerca del neutro”, indicó María Laura López.
“Córdoba no está tan mal, está lejos de otras ciudades donde la lluvia ácida ya daña los cultivos”, explica.
No obstante, los investigadores advierten que no se analizó el contenido orgánico de las precipitaciones ni lo bacteriológico. Por lo tanto, si se quisiera utilizar para consumo humano, se debe hervir y evitar el uso de los primeros 10 milímetros de lluvia de la temporada.
La razón de no utilizar los primeros 10 milímetros de lluvia es porque arrastra el mayor contenido de particulado presente en la atmósfera. Dicho de otra manera, es el agua que “limpia” el smog presente en el cielo de la Capital.
“Cuando uno ve que hay smog, en los primeros cinco o 10 milímetros se limpia todo”, indicó Eldo Ávila.
En detalle
Los investigadores. Los investigadores María Laura López, María Lila Asar y Eldo Ávila recolectaron el agua de lluvia durante tres años en diferentes sitios de la ciudad de Córdoba. Las muestras se analizaron en un laboratorio de Brasil.
Bajas concentraciones. En las muestras, se encontraron: azufre, cloro, potasio, vanadio, cromo, manganeso, hierro, cobre, arsénico, selenio, rubidio, estroncio y plomo, en muy bajas concentraciones.
Acidez. Los resultados de las mediciones de acidez de las precipitaciones dieron como resultado un valor neutro. Esto quiere decir que no cae lluvia ácida sobre la ciudad de Córdoba.
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El agua de lluvia es apta para consumo humano
Una investigación que duró tres años detectó que la presencia de metales pesados está por debajo de lo admitido por la OMS. No cae lluvia ácida en la Capital.
Un grupo de investigadores del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la Facultad de Matemática Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba estudió la calidad de la lluvia caída en la Capital provincial. Los resultados arrojaron que el agua es utilizable y, si se toman ciertos recaudos, hasta podría consumirse.
Entre 2009 y 2012, los investigadores María Laura López, María Lila Asar y Eldo Ávila recolectaron muestras de las precipitaciones en tres puntos de Córdoba: en barrio Argüello, en la zona del Patio Olmos y en la Ciudad Universitaria.
Esas muestras se analizaron en un sincrotrón ubicado en el Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS), en Campinas, Brasil. El sincrotrón es una especie de acelerador de partículas, que hace circular electrones en una especie de anillo de varios metros de diámetro.
“El laboratorio permite detectar concentraciones bien bajas de elementos. Además de muestrear el agua de lluvia total, lo hicimos secuencial –luego de los primeros cuatro milímetros– para ver cómo se va lavando secuencialmente la atmósfera, tanto de gases como de material particulado”, explicó María Lila Asar.
“Encontramos varios elementos, como calcio y titanio, considerando que una fuente importante de esos elementos es el mismo suelo. También encontramos algo de níquel, cobalto o cinc, que son metales pesados, pero en concentraciones mucho más bajas que la permitida para agua de consumo humano”, afirmó Asar.
El listado completo de lo hallado en el agua de lluvia está compuesto por el azufre, cloro, potasio, vanadio, cromo, manganeso, hierro, cobre, arsénico, selenio, rubidio, estroncio y plomo, en muy bajas concentraciones.
Tan baja que los investigadores aseguraron que, desde el punto de vista físico-químico, el agua es apta para consumo humano. “Está por debajo del límite admitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, sostuvo López.
Por ejemplo, la OMS admite la presencia de hasta 50 microgramos por litro de cromo, y en la lluvia se encontró 0.75. En el caso del cobre, lo admitido es de dos mil microgramos por litro, y en las muestras se halló cuatro, y de plomo es de 10 microgramos por litro, y lo encontrado estuvo por debajo de los límites de detección.
Sin lluvia ácida. En la investigación también se midió el PH, indicador de la acidez de los elementos. “Cuando una ciudad está muy contaminada por emisiones gaseosas, la lluvia se acidifica. Le controlamos el PH y la conductividad, y el PH dio cerca del neutro”, indicó María Laura López.
“Córdoba no está tan mal, está lejos de otras ciudades donde la lluvia ácida ya daña los cultivos”, explica.
No obstante, los investigadores advierten que no se analizó el contenido orgánico de las precipitaciones ni lo bacteriológico. Por lo tanto, si se quisiera utilizar para consumo humano, se debe hervir y evitar el uso de los primeros 10 milímetros de lluvia de la temporada.
La razón de no utilizar los primeros 10 milímetros de lluvia es porque arrastra el mayor contenido de particulado presente en la atmósfera. Dicho de otra manera, es el agua que “limpia” el smog presente en el cielo de la Capital.
“Cuando uno ve que hay smog, en los primeros cinco o 10 milímetros se limpia todo”, indicó Eldo Ávila.
En detalle
Los investigadores. Los investigadores María Laura López, María Lila Asar y Eldo Ávila recolectaron el agua de lluvia durante tres años en diferentes sitios de la ciudad de Córdoba. Las muestras se analizaron en un laboratorio de Brasil.
Bajas concentraciones. En las muestras, se encontraron: azufre, cloro, potasio, vanadio, cromo, manganeso, hierro, cobre, arsénico, selenio, rubidio, estroncio y plomo, en muy bajas concentraciones.
Acidez. Los resultados de las mediciones de acidez de las precipitaciones dieron como resultado un valor neutro. Esto quiere decir que no cae lluvia ácida sobre la ciudad de Córdoba.
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