9 jul 2009

Pensar juntos para que el futuro sea posible

El Diario de Villa María (09/07/2009)
Pensar juntos para que el futuro sea posible






Crescimbeni, Etchegaray, Fernández y Tuninetti durante el extenso diálogo con EL DIARIO
Esta es la tercera entrega de nuestros Apuntes para el Bicentenario desde el centro del país.
La primera, para el 25 de Mayo, partió del diálogo entre exponentes locales de la Educación.
La segunda, para el 20 de Junio, fue tras el diálogo con referentes de la Industria.
Y esta tercera, para la fecha patria que hoy celebramos, contiene la charla con referentes del Ambientalismo.
Creemos que en este ámbito también hay una serie de temas que merecen ser incluidos en la agenda nacional de cara al Bicentenario.
Y los invitados, a través del diálogo, abordaron varias cuestiones merecedoras del análisis colectivo: los desmontes, la sojización y los transgénicos, las fumigaciones y el glifosato, el agua que ya no baja al subsuelo, el agua contaminada y malgastada, la minería descontrolada, el tratamiento de los residuos sólidos, los hielos continentales, la producción petroquímica...
Se trata de dos ingenieros y una abogada con titulación en temas ambientales
y un ecologista.
Cada uno tomó su lugar. Y en un momento dado, se encendió el grabador.

Marina Crescimbeni: Creo que a nivel nacional no hay una política que sea clara y concreta, que se aplique y que baje después a cada región y se pueda implementar. Los municipios, en forma individual, tal vez tengan algunas políticas propias, en forma aislada. Y en lo ambiental las políticas aisladas no sirven, porque el ambiente trasciende lo local. Por otra parte, a cada municipio se le hace muy difícil implementar una política cuando hay problemas básicos por resolver. Es difícil hablar del tema ambiental cuando no se ha resulto la pobreza. Uno diseña una política ambiental, pero después se encuentra con que no lo puede desarrollar porque faltan recursos. Siempre existen otras cuestiones que hay que resolver primero. Es muy difícil hacer tomar conciencia a la gente cuando hay cuestiones básicas que no se tienen resultas. Y repito que a nivel local hay políticas que se están desarrollando, por ejemplo con el tema del agua, de su importancia, de lo que significan los desmontes cuando sabemos que los árboles son los que proveen el agua subterránea; lo mismo con el tema de los residuos sólidos, pero también es fundamental que se baje una línea a nivel nacional, porque creo que todos tenemos la buena intención al hacer las cosas, pero después encontramos ese freno que significa la desconexión entre los estados, con la consecuente falta de financiación para proyectos de acá que no se conciben o no se entienden allá, porque a su vez tienen otras prioridades. Una gestión de residuos tiene costos muy altos y, como recién decía, en Villa María nos hace falta mucho apoyo para poder educar en la separación de los residuos, que es algo que se torna muy difícil de comprender cuando el nivel social te desvía la atención hacia otras necesidades e inquietudes anteriores a la cuestión ambiental.

Georgina Etchegaray Suárez: Yo coincido con respecto a que no hay política ambiental a nivel nacional, que está todo muy disperso. Paulatinamente noto que la gente tiene mayor conciencia ambiental, incluso lo noto más en los niños y en los jóvenes, algo que puede venir también de la labor que están efectuando las escuelas, pero realmente lo ideal sería que todos tuviéramos una misma línea. Por ejemplo, yo noto que hay muchas ganas de hacer cosas, pero están todas muy sueltas y lamentablemente hay cuestiones en las que tenemos ciertas normativas, leyes ambientales que no están reglamentadas y al no estarlas no se pueden aplicar… Y bueno, a nivel municipal hay ordenanzas que no se cumplen, no sólo en Villa María, sino en muchas municipalidades. Lo que noto es que el poder de policía que tendría que aplicar cada municipio, quizás por la falta de recursos o porque hay otras prioridades, no se efectúa como debería realizarse.

Periodista: ¿Están previstas las multas en las normas, o a veces no está siquiera estipulada la sanción?

Georgina Etchegaray Suárez: Hay ordenanzas en las que sí están previstas las sanciones, pero el problema es que surgen otras prioridades, otras cuestiones, y no le dan la importancia que deberían darle a la parte ambiental.

Periodista: Vamos a los temas que deberían estar en la agenda del país. Se viene el Bicentenario…

Georgina Etchegaray Suárez: A nivel nacional a mí me preocupa muchísimo el tema de la minería, porque si bien en Villa María no pasa directamente, porque no tenemos minas, a nivel nacional sí y están haciendo estragos. Cerca de la cordillera y en el sur, por ejemplo. Otro tema que no podemos dejar de lado en la agenda es el de los residuos, es un tema muy preocupante.

Periodista: Si los desmontes también traen aparejado el problema de la voladura de suelos, la escasez de agua, el mal uso del agua… No tener un plan sobre el uso del agua se parece mucho a la desidia; como que ya no importa más nada…

Huber Fernández: Para agregar algo sobre el tema de los desmontes, casualmente hoy estaba leyendo un informe y veía que en el Chaco el desmonte ya abarca el 70% de la superficie del bosque autóctono, y en zonas de Misiones, por ejemplo, solamente queda un 7% de las regiones de bosque autóctono, lo cual da para pensarlo bastante. A nivel nacional se habla de un 30% la disminución del verde, digamos, del monte autóctono, así que entendamos que es un tema más que importante en este momento y no se le está dando la valoración que tiene. No sólo debería hablarse y debatirse en la Nación el tema del agua, el del desmonte, el de la minería; hay que meter también en el análisis el tema de los recursos naturales y minerales, los hielos del sur, y bueno... hay bastante para charlar de este último tema.

Luis Tuninetti: Bueno, a los ejes del debate a nivel nacional creo que ya los han mencionado casi a todos. Coincido con ellos, pero con respecto al tema desmonte yo lo analizaría desde otra perspectiva, la del modelo agrario que se quiere imponer, porque el desmonte es una sola de las facetas muy graves de ese modelo, como la contaminación con agroquímicos, la exclusión de familias campesinas, la violación de derechos humanos en el norte y varios temas más, como los transgénicos, sobre los que hay un debate absolutamente prohibido en la política Argentina. La siembra de la soja transgénica se aprobó con un expediente de 150 fojas, de las cuales 126 estaban escritas por Monsanto. Eran informes de Monsanto. Y hoy somos uno de los cinco países en los que se siembra transgénicos de manera excesiva. Por otra parte, coincido plenamente con el tema del agua, el tema minero y yo le agregaría también los grandes centros de producción petroquímicos… Esos serían un poco los temas que habría que abordar sí o sí.

Periodista: Están más o menos de acuerdo con los temas que se han enunciado. ¿Les parece que ahora vayamos tirando ideas sobre cada uno de ellos y ver si podemos coincidir en algunas políticas, algunas acciones que crean necesarias desplegar respecto de cada problema?

Huber Fernández: A mí me gustaría reforzar un poquito lo que dijo Marina con respecto a la falta de noción que tiene la sociedad sobre los problemas ambientales, y nosotros como país inmaduro que somos, todavía en proceso de desarrollo, me parece que tenemos la idea fija de que siempre los gobiernos nos van a venir a salvar y estamos esperando políticas y leyes y yo acá traje para que veamos este cuadernillo con decenas de leyes de la Nación y de la provincia de Córdoba, tengo otro cuadernillo similar con las disposiciones locales. Enseguida vamos a ver qué leyes y normativas no faltan. Lo que falta es la implementación. Yo insistiría un poco en lo que sí han logrado los países desarrollados. Y ellos, que han corregido determinadas cuestiones, ahora nos achacan a nosotros que no somos responsables con el ambiente. Y en realidad ellos lo que ahora han cambiado es el punto de vista; ellos han llegado a un grado de desarrollo en el que han establecido cierto número de políticas y pueden pararse ante las cuestiones de otro modo, de otra forma.

Periodista: ¿Ellos han corregido mandando las plantas contaminantes a otra parte? ¿Botnia, por ejemplo?

Huber Fernández: Un poco como tirar la basura debajo de la alfombra. Pero lo que no hay que dejar de ver, que yo siempre se lo digo a los chicos en la Universidad, es el hecho de que los seres humanos tenemos una carga de hipocresía enorme. En realidad me parece que la mejor política es la que pasa por cada uno. Estaba escuchando recién el hecho de los residuos sólidos. Y la mejor forma de preservar el ambiente respecto de los residuos sólidos es no generarlos. Ahora, cuántos de nosotros estamos dispuestos a hacer lo posible por generar la menor cantidad de residuos sólidos en nuestras casas, separarlos sin necesidad de que existan leyes normativas; no ir a comprar con bolsas de plástico...

Periodista: Comprar aquella bebida con el envase retornable, de vidrio...

Huber Fernández: Sí, ir a comprar con la bolsita de tela, como se está promoviendo ahora. Yo creo que es cierto que falta estructurar a nivel nacional la política como en tantos otros órdenes. Pero lo fundamental es que maduremos como personas, terminar con la hipocresía y decir “bueno, voy a resignar un poco de comodidad en algunas cosas y tratar de beneficiar al medio ambiente”, sin olvidar que el medio ambiente de hoy no es una herencia de antes, sino que lo hemos tomado prestado de nuestro hijos, de nuestros nietos y de las sucesivas generaciones que vengan.

Marina Crescimbeni: Recién me refería a la política que a nivel nacional falta. Pero quiero decir que hay leyes, tenemos normativas de todo tipo, que se pueden usar. El tema es que una política no se conforma solamente con leyes, que son indispensables, pero hay un montón de otras cosas y variables que hacen a la política y que no se llevan adelante. O sea que faltan las otras variables. Además, lamentablemente, siempre está el presupuesto. Nos encontramos con la pared que dice que no hay presupuesto.

Luis Tuninetti: En ese sentido, digamos que el área Ambiente en los niveles gubernamentales ha ido creciendo, o sea, no es más como antes, que era una delegación de otra delegación de una secretaría. Los especialistas políticos ya vislumbran que en un futuro va ha ser tan esencial cuidar los recursos, que el titular de Ambiente va a ser más importante que el ministro de Economía. Ahora, lo que estamos haciendo nosotros es poco. Porque todo pasa por cuestiones presupuestarias a la hora de llevar a cabo los planes. Falta la visión de futuro sobre los problemas que acarrea un medio ambiente contaminado, sin monte… Y por supuesto que tiene que haber una decisión política de ir en contra de estos desastres.

Periodista: Yo quería comentar algo respecto de lo social y lo cultural en relación con el medio ambiente. Tuve la oportunidad de recorrer Famatina y en cada paredón libre de sus cuatro cuadras de ancho por sus veinte cuadras de largo, pude ver dibujos y leer frases que hablaban de una gran conciencia de los lugareños en contra de la explotación minera. Una de esas pintadas decía: “Podemos vivir sin oro, no podemos vivir sin agua”. También pude ir a Tartagal después del desastre y sus habitantes conocen perfectamente las causas de los aludes y en las calles te las explican y en la otra esquina te advierten que pasará lo mismo dentro de algún tiempo. Es decir, creo que la gente, a pesar de que su condición pueda ser humilde, tiene más conciencia que los poderosos que se sirven de la tierra, más decencia que aquellos que no tienen conciencia ni vergüenza.

Georgina Etchegaray Suárez: Hablando de la conciencia, hay mucha gente que cree que nunca le va a llegar o que es problema de otro, y resulta que cuando se trata de medio ambiente, el problema de un día para el otro es de todos, de nuestro hijos o de nuestros nietos; es un problema de todos el agua, es un problema de todos la contaminación, es un problema de todos el tema del famoso desmonte para la sojización… y es una falta de conciencia considerar que ese problema no es mío también, aunque en el momento no me toque…

Luis Tuninetti: Es un problema de cosmovisión. Es muy distinta la visión nuestra a la que tenían los pueblos originarios de América. Ellos entendían en cierta manera que uno estaba integrado a la Tierra. Más allá de que eran seres individuales, cada uno tenía una responsabilidad sobre el otro. Y hoy, como dice Georgina, hasta que no nos pasa, son pocos los que actúan de manera consciente. Como decía Huber, ¿hasta cuánto estamos dispuestos a dejar de consumir, por ejemplo, porque el sistema mismo te retroalimenta a seguir consumiendo? Yo creo que el punto básico en el problema ambiental es la cosmovisión que el ser humano tiene, y que hoy pasa por creerse el centro del Universo y por sentir que está por sobre cualquier otra especie, incluso sobre sus semejantes.

Periodista: Cuando vos, Huber, hablabas antes de los hielos continentales, ¿a qué te estabas refiriendo concretamente?

Huber Fernández: Me refería al hecho de no valorizar el marco del bien público. Por ser de todos, yo saco un poquito total no se va a notar. Y la suma de todos los poquitos deterioros, termina siendo una debacle. Con el tema de los hielos pasa lo mismo. Los científicos te van marcando el calentamiento global y un montón de factores que los van deteriorando, no tomamos conciencia y nos parece que medio grado de temperatura no influye, y sí influye, y ahí sí hay un problema normativo del Gobierno, de no reconocer la importancia que tienen y no hacer uso de la normativa para protegerlos.

Luis Tuninetti: Ahí justamente se integra un poco lo que pasó meses atrás, cuando se presentó la Ley de Protección a los Ambientes Periglaciares y Glaciares y la señora presidenta la vetó justamente porque impedía cierta explotación minera en áreas claves. Entonces ahí estamos comprendiendo un poco lo que es la política respecto de la minería, aun cuando está muy cerca el agua de los hielos continentales, que representan el 75% del agua dulce de la Argentina, que no es poco ¿no?

Marina Crescimbeni: Yo iba a decir que hay como una disonancia muy grande entre lo político, lo técnico y lo científico. Es como que lo político no escucha las definiciones, los conceptos y el fundamento científico y técnico que se le da. ¿Cuánto hace que se está hablando de la necesidad de un ordenamiento territorial? Claro, sabríamos qué zonas se pueden desmontar y cuáles no. Para todo hay estudios ya realizados, como en el tema mismo de los hielos; hasta dónde se pueden hacer determinadas cosas y hasta dónde no. Entonces, digamos que cuando llega el punto de la definición, lo político hace caso omiso.

Periodista: La pregunta es, entonces, ¿se antepone el negocio?

Marina Crescimbeni, Luis Tuninetti, Georgina Etchegaray Suárez: Sí, claro.

Huber Fernández: Claro, lo que pasa es que los recursos son de alto valor y por ende involucran intereses de otro tipo. La discusión en cátedras ambientales siempre termina en la pregunta sobre qué lado pesa más, si la naturaleza o lo económico, y las respuestas se inclinan como la balanza, para el lado de lo financiero, lo económico.

Luis Tuninetti: El mismo problema se ve en las fumigaciones. Hay estudios científicos de acá -y el caso Carrasco lo demostró hace poco-, y hay estudios incluso en Francia, que señalan la mutación genética que promueve el Glifosato, pero aparecen los intereses de las empresas multinacionales poderosas como es Monsanto y tristemente, como dice Huber, siempre se inclina la balanza para el lado de la parte económica y no para la ambiental. Pero se va a llegar a un límite, como ocurrió en Europa, donde ya no les queda casi nada, y acá también van a tener que empezar a priorizar el impacto ambiental al económico.

Georgina Etchegaray Suárez: Cuando se den cuenta de eso no vaya a ser que sea tarde, porque vamos a tener grandes extensiones de tierra donde no se ha hecho rotación de cultivos. A fines de 1700, cuando vino Manuel Belgrano de España, tenía 24 años y no hablaba de ambiente, pero trajo semillas, trajo un calendario, y habló sobre la importancia de la rotación de cultivos. Y yo me acuerdo cuando era chica, que íbamos a charlar con las personas del INTA y nos explicaban la importancia que tenía para el suelo la rotación de cultivos…

Huber Fernández: Con respecto a la rotación de cultivos, ahora te acomodan los tantos con la justificación de la tecnología para no hacer lo que se debe.

Periodista: Sólo se trata de seguir exprimiendo la tierra…

Marina Crescimbeni: Es como que los recursos naturales son inagotables, hasta que llegue un momento en que tengamos extensiones impresionantes de desierto.

Periodista: Pero supongamos por un momento que se lanza el Gran Acuerdo Nacional al que aludieron otras personas que aceptaron ponerse a pensar el país desde esta misma mesa. Ustedes, que tienen en claro lo que es el medio ambiente y cómo cuidarlo, ¿qué es lo que se propondrían en ese escenario del consenso?

Marina Crescimbeni: Yo propondría un ordenamiento territorial, ya que no se puede trazar ninguna política ambiental si no hay un ordenamiento del territorio. Después irían surgiendo cosas que se pueden hacer; cómo se puede hacer un uso sustentable de cada recurso. Hoy no puedo hablar de un uso sustentable si no está claramente determinado cuál es el ordenamiento territorial.

Huber Fernández: Hay algo tan básico que la mayoría de la gente no ve, y es eso que dice Marina. Es el punto cero, el punto de partida... En el 2004 fui a Dinamarca a lo de un amigo y resulta que hacía poquito tiempo se le había muerto el papá, que tenía una explotación forestal planificada a 25 años. Y entonces ese uso del suelo era intocable, porque estaba puesto al servicio de la explotación forestal de un determinado tipo. Había heredado un capital pero no podía hacer otra cosa que mantener la explotación forestal, porque el Estado bajo ningún punto de vista le permitía usar esa tierra para otra cosa, porque contaba con que el uso de ese suelo era forestal y por 25 años. Acá es imposible que una técnica de desarrollo como esa funcione.

Luis Tuninetti: como decían Huber y Marina, si existe una política de recursos naturales sustentable, pero por sobre todas las cosas si hay control y hay una política fuerte del Estado en cuanto a las directivas ambientales, entonces tendremos la base y de allí vamos a empezar a decir bueno, si avanzó más la tecnología en tal campo, habrá que hacer nuevas leyes y derogar otras, pero la base es esa. Si no hay política podemos tener un Ministerio de Ambiente en la Argentina, pero si no tiene fuerza o si está supeditado a ciertos poderes económicos, no servirá de nada.

Georgina Etchegaray Suárez: Creo que los niños y los jóvenes tienen mayor conciencia que las personas mayores con estos temas ambientales. Eso se puede aprovechar, pero en esa mesa del Gran Acuerdo se podría plantear la educación en todos los niveles, en el primario, en el secundario, con materias obligatorias; eso ayudaría a ir creando conciencia a futuras generaciones.

Marina Crescimbeni: Eso sería lo ideal. Se está haciendo algo, hay una tendencia, hay contenidos ambientales en ciertas materias... Uno ve que se van dando los temas, pero no hay una materia concreta que se desarrolle, digamos, integralmente. Haría falta insertarla dentro de la currícula de la educación formal y que también se pueda tratar dentro de la educación no formal.

Huber Fernández: Hay que apuntar fuertemente a eso, a la educación y concientización sobre todo lo que es ambiente. Yo observo a través de mis hijos, por ejemplo, que en la escuela se está tocando bastante el tema y se observa en los chicos el procesamiento distinto de la realidad. Ellos saben observar y extraer datos y explicarte las cosas; qué es lo que es bueno y qué es lo que es malo, ellos saben.

Luis Tuninetti: De todas maneras yo creo que hay que replantear el tema de la educación absolutamente. Yo hace quince años más o menos que estoy en ONGs ambientalistas como Funeca, antes; como EcoSitio ahora, y siempre estamos viendo que el discurso es el siguiente: “Las generaciones que vienen van a ser más conscientes”, pero la realidad es que en lo general estamos cada vez peor. A lo mejor son más conscientes, el problema concretamente es que a la educación ambiental hay que replantearla con materias concretas; así como están Geografía, Historia… tendría que estar el Medio Ambiente como mínimo dos o tres años de la secundaria, con contenidos concretos, no como se está dando ahora en la mayoría de los colegios, que es asociado a la materia Tecnología, en la que un día ven arte, otro cómo fabricar una pila y al otro el cambio climático. Tiene que haber una materia concreta.

Marina Crescimbeni: Es decir que hay que hacer un proyecto global, incorporarlo en la currícula, porque en esto actualmente hay docentes más comprometidos que van a brindar mayores conocimientos a los alumnos, pero hay que establecerlo en la formación del docente.

Luis Tuninetti: La educación y los medios de comunicación son esenciales. Y en este sentido, yo debo hacer una observación y es que nuestra institución tiene un blog en el que se registran todas las noticias ambientales de la provincia de Córdoba. Está en línea desde hace más de tres años y, si uno toma la cantidad de información que está disponible en los principales diarios de la provincia, de hecho que a partir del año 2008 es prácticamente imposible que cada día no se produzca una noticia del tipo ambiental. En este sentido, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de informar a la población y son un poco los que alertan, los que mueven a la clase política para poder realizar acciones que de otro modo a lo mejor no se harían. Es indudable que a nivel provincial la aparición, por ejemplo, en un medio importante, pesa bastante y de ahí en más se ve cómo se van tomando acciones a partir de la aparición de la noticia.

Marina Crescimbeni: Yo coincido con Luis en que los medios cumplen una función más que importante en este desarrollo, en el avance de los temas. Y después me parece que con la formación de un tejido social bien consolidado es mucho más fácil solicitar determinada acción o fijar algún objetivo que se quiera lograr con la sociedad, porque las acciones aisladas no dan resultado.

Georgina Etchegaray Suárez: Yo creo que la gente está más consciente en algunos temas y que los medios deben ayudar a que el poder entienda lo que la gente está planteando, lo que la gente quiere.

Periodista: Nosotros hace unos años, y ustedes lo recordarán, acompañamos el reclamo de los vecinos de barrio Santa Ana, que por innumerables casos de cáncer reclamaron el recambio de los transformadores de EPEC que tenían PCB y los terminaron cambiando a todos. Ahora acompañamos el reclamo de los vecinos de barrio Rivadavia y de otros sectores que se unen por el alto contenido de arsénico que tiene el agua de la red. Y en lugar de actuar, como con el caso del PCB, se dedican a realizar acusaciones falaces, en el sentido de que tenemos intereses con Aguas Cordobesas y otras estupideces. Buscan hacer dudosos análisis que respalden la violación de disposiciones de la Organización Mundial de la Salud y del propio Código Alimentario Argentino “porque la Dipas lo permite”. Es como decir: “Salud, bebamos, festejemos alegremente, la Dipas lo permite”. ¿No sería más adecuado preguntar: “Cuánto cuesta el sistema para separar el arsénico del agua” y salir a buscar apoyo estatal para instalarlo; es decir, seguir los pasos acertados que se dieron cuando se atendió el reclamo y se cambiaron los transformadores?

Georgina Etchegaray Suárez: Cuando se empezó con el tema éste del arsénico, cuyo disparador fue un estudio que realizaron dos estudiantes que ahora ya son licenciadas en nutrición, mucha gente se sintió llamada a participar y comenzaron individualmente a realizar estudios sobre el agua de sus casas y terminaron reuniéndose por el estado de alarma en el que se hallaban. Yo fui a esas reuniones y tuve la oportunidad de ver análisis y el nivel de arsénico es alto para lo que indican la OMS y el Código Alimentario Argentino, que es 0,01. Lo que pasa es que tenemos una resolución que permite a la Dipas mantener el nivel de arsénico hasta 2012 en el 0,05. Lo que pretende la gente es que se vayan tomando los recaudos para que cuando se llegue a 2012, se pueda contar con un agua con un nivel de 0,01. No esperar a 2012 para empezar con las obras.

Marina Crescimbeni: El mapa muestra ese contaminante en Córdoba, en parte de Santa Fe; también se da en parte de Chile… Esto es debido a la formación geológica.

Huber Fernández: Hay un tema que se toca con esto. Si nosotros seguimos haciendo un uso indiscriminado del agua, el problema se va a intensificar. Es lo mismo que si vos tenés una cubeta con agua y sal y vas dejando que la sal se deposite abajo y vas sacando agua de arriba; la cubeta va a estar cada vez más salada. Es lo que está pasando con el arsénico. Nosotros tenemos un reservorio natural, un acuífero, donde vos tenés una concentración de arsénico. Si nosotros seguimos haciendo uso indiscriminado de esa agua, la concentración de arsénico va a evolucionar para peor.

Periodista: ¿Uso indiscriminado sería, por ejemplo, mandar agua a tanta cantidad de poblaciones como se está haciendo?

Huber Fernández: Se argumenta, por una cuestión de federalismo, que el agua es de todos. Y es cierto. Pero es de todos, mientras uno no comprometa el recurso natural…

Luis Tuninetti: Hay una cuestión económica ahí, porque como todos los recursos naturales, se ha privatizado. Porque de hecho, quien extrae agua acá es una empresa que obtiene sus ganancias, no es el Estado. Hay que tener mucho ojo con esto de la sobreexplotación. Nosotros, como institución, lo estamos planteando, para ver qué recursos verdaderos hay. Y respecto del arsénico, quiero señalar que solamente faltan dos años y medio para 2012 -para cuando deberíamos tener niveles de 0,01- y me planteo qué está haciendo la Dipas para no quedar fuera del Código Alimentario Argentino.

Georgina Etchegaray Suárez: Cada municipio debe tomar conciencia de que no corresponde solamente a la Dipas, o ex Dipas -porque hoy se llama Subsecretaría de Recursos Hídricos-, sino que cada municipio, incluido el nuestro, tiene su grado de responsabilidad como poder de policía en este tema, como en muchos otros temas, como en lo referido al uso de los agroquímicos.

Luis Tuninetti: Qué bueno este encuentro… Porque me permite ver que distintos actores, desde el punto de vista académico, desde el profesional, desde una ONG, coinciden en casi todos los temas en torno a la cuestión ambiental, que es tan controvertida a veces en cuanto a las políticas, y más todavía en cuanto a las metodologías existentes para mejorar y cuidar el ambiente.

Periodista: Desde el Ambientalismo han dejado una agenda cargada para el Bicentenario: Los desmontes, la sojización y los transgénicos, las fumigaciones y el glifosato, el agua que ya no baja al subsuelo, el agua contaminada y malgastada, la minería descontrolada, el tratamiento de los residuos sólidos, los hielos continentales, la producción petroquímica…

Huber Fernández: Y eso que solo hablamos del agua y el suelo, y se nos pasó la contaminación de la atmósfera y el calentamiento global…

Después de los Apuntes para el Bicentenario que realizamos para el 25 de Mayo desde la Educación, el 20 de Junio desde la Industria y hoy 9 de Julio desde el Ambientalismo, les planteamos la próxima cita para el 17 de agosto, otra fecha patria. La idea será la misma: pensar juntos y seriamente en el país que amamos, a pesar de que a veces duele.

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Uno por uno, los cuatro entrevistados

Marina Crescimbeni
Es ingeniera química. Además es Magíster en Tecnología de los Alimentos y especialista en Ingeniería Ambiental. También es docente y diplomada en Gestión Pública y funcionaria municipal de Villa María desde el año 1999. Actualmente se desempeña al frente del área de Ambiente de esta ciudad.

Huber Fernández
Tiene tres títulos en Ingeniería. Es ingeniero Mecánico, ingeniero Especialista en Higiene y Seguridad en el Trabajo e Ingeniero Especializado en Ingeniería Ambiental. Actualmente se desempeña como docente de la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional.

Georgina Etchegaray
Abogada, docente, escribana y mediadora. Está diplomada en Responsabilidad por daños ambientales. Ha participado en congresos nacionales e internaciones y ha sido disertante en el Octavo y en el Noveno Simposio Internacional sobre Derecho Ambiental realizados en Madrid y Cuenca, bajo organización de la Universidad Menéndez Pelayo.

Luis Tuninetti
Es magíster en Evaluación de Impactos Ambientales. Participa desde hace 15 años en actividades ambientales. Actualmente dirige la ONG local EcoSitio. Y participa en la Universidad Nacional de Villa María como miembro de la Comisión de creación de la Licenciatura en Medio Ambiente.

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