4 ago 2009

Río Tercero: un tesoro bajo tierra, en riesgo

La Voz del Interior (04/08/2009)
Río Tercero: un tesoro bajo tierra, en riesgo

Es de las pocas zonas cordobesas con napas de agua de calidad para potabilizar. Pero de la última reserva que queda, toman los 48 mil habitantes y, en similar cantidad, las tres principales industrias. Ahora, la Provincia dice que cambiará el esquema.
Río Tercero. La ciudad de Río Tercero tiene un privilegio que la mayoría de las localidades cordobesas seguramente envidia: bajo su suelo hay napas de agua de alta calidad que requieren escaso tratamiento para ser distribuidas como potables. Sin embargo, como toda fuente de agua subterránea, se trata de un recurso agotable, sobre todo cuando la demanda supera la capacidad de recarga. El dilema en Río Tercero es que casi la misma cantidad de agua de esas napas que consumen sus 48 mil habitantes, utilizan las tres grandes industrias aquí radicadas para sus procesos.
Con este esquema, se derrocha una enorme cantidad de agua de fácil potabilización, para refrigerar plantas industriales que podrían obtener el recurso de otro sitio, como del río que pasa a metros de sus instalaciones.
Este diario planteó la cuestión en una serie de notas, desde marzo de 2008. Ahora, desde la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia (ex Dipas) aseguran que tienen la decisión tomada de exigir a las empresas que para uso industrial extraigan el agua de un sitio diferente, como el río cercano. Lo que falta definir son los modos y plazos de aplicación de esa medida.
Las grandes químicas de Río Tercero (Fábrica Militar, Atanor y Petroquímica) toman el agua del subsuelo porque esa propia repartición provincial las ha obligado, hasta ahora, a recurrir a esa fuente y no a otras.
De concretarse este paso, para los habitantes de Río Tercero será un reaseguro de que tendrán por muchos más años la posibilidad de acceder a una reserva de agua potable, al pasar a ahorrarse la mitad de lo que se saca hoy de esas napas.
De persistir la actual situación, se correría el riesgo de que en algún momento, tanto la ciudad como las industrias deban recurrir al río. Pero potabilizar el agua de su cauce será más costoso y con menor calidad final.

Respuesta oficial
Jorge Masih, subsecretario de Recursos Hídricos de Córdoba, admitió que desde la publicación del caso por este diario, se empezaron a analizar alternativas y reconoció como "ilógico" que la ciudad y las industrias compitan por el uso de una reserva de agua de ese tipo.
"Este tema está en estudio; desde que salió empezamos a analizar alternativas, a ver los caudales del río y del subálveo (la corriente que corre por debajo del río) y la demanda de agua para uso industrial, para tener una magnitud del problema. Lo lógico sería, por cierto, que se puedan reservar las napas para agua potable de la gente y que para uso industrial accedan a otras fuentes", señaló Masih.
El funcionario recordó que a todas las industrias, en Córdoba, se les empezó a exigir caudalímetros para supervisar el agua que consumían. "Por un lado eso nos permite controlar mejor la cantidad que usan y además se la podemos cobrar de acuerdo a eso", indicó Masih.
La exigencia de los caudalímetros es reciente: hasta ahora los grandes consumidores, con perforaciones propias, pagaban por agua según la declaración jurada sobre uso que elevaban.

Definiciones
–Para el caso Río Tercero, ¿está en estudio si se exigirá o no a las empresas dejar de usar las napas o la manera en que se aplicará esa decisión?
–Está en estudio el modo, pero es una decisión política ya tomada que se avance en ese cambio. Lo que estamos evaluando ahora son las cuestiones técnicas y las legales, por ejemplo, sobre los plazos que deberíamos imponer o acordar para que dejen de tomar agua de las napas y pasen a otro sistema.
–Las empresas decían estar de acuerdo con tomar agua del río, pero que era la propia Provincia la que no les permitía hacerlo...
–Puede ser, pero se trata de cambios conceptuales. Ahora se observa esta necesidad y van cambiando los paradigmas.

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De la toma de conciencia a las medidas concretas

En marzo de 2008, un informe de este diario planteó el dilema que hacia el futuro del servicio de agua potable en Río Tercero representa el actual ritmo de extracción desde las mismas napas subterráneas, para abastecer la ciudad y las industrias.
En abril, sobre la base de ese informe, se presentó en la Legislatura un pedido de informes a la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia. Mientras, el Concejo Deliberante local convocó a una reunión a sectores ligados al tema para empezar a analizarlo.
En mayo de 2008, la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos (concesionaria de la prestación de agua en la ciudad), anunció que encargaría un estudio a la UNC, que determine cantidad y calidad del agua de las napas, entre otros aspectos. Un estudio similar se había hecho 25 años antes.
En octubre de 2008, la Cooperativa firmó con la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC el convenio para realizar ese estudio, que demandaría un año y un costo de unos 100 mil pesos. En esa oportunidad, funcionarios de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de Córdoba señalaron por primera vez que podría analizarse que las industrias extraigan agua para sus procesos de otra fuente que no sean las mismas napas profundas que usa la ciudad.
En noviembre de 2008, el subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia respondió el pedido de informes en la Legislatura: aseguró que se encargó un estudio para buscar alternativas de extracción de agua para las industrias radicadas en Río Tercero.
En agosto de 2009, el mismo funcionario le aseguró a este diario que está tomada la decisión de hacer cambiar a las industrias el punto de extracción del agua que utilizan en sus procesos.

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Ocho mil millones de litros por año

En dos semanas, la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Río Tercero presentará los primeros resultados del estudio que encargó al Centro de Geología Aplicada de la UNC para determinar cantidad, calidad, movimientos y modo de recarga de las aguas subterráneas de esta ciudad y zona. En la entidad admiten la inquietud que genera hacia el futuro el dato de que similar consumo al de los 48 mil habitantes (unos cuatro mil millones de litros por año) tengan las tres principales empresas (lo que haría unos ocho mil millones de litros).
Ciudad y empresas la extraen de la tercera napa –última reserva– ubicada a unos 200 metros, luego de que la primera y segunda capa estén ya degradadas o sobreexplotadas.
La Cooperativa logró reducir el consumo residencial desde que instaló medidores domiciliarios: de 30 mil litros mensuales promedio por vivienda bajó a 20 mil en una década. Ese ahorro no se compara con la extracción de las industrias.
Un dato clave que el estudio de la UNC tratará de revelar es la diferencia entre el ritmo de recarga de la napas y el de extracción.

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