19 ago 2009
Las pilas no vendrán a Bouwer
2:28 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (19/08/2009)
Capital Federal no enviará sus pilas viejas al predio de Taym
Las 10 toneladas de baterías usadas no vendrán a Córdoba. Alegría en Bouwer.
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires desistió enviar 10 toneladas de pilas viejas a una planta de tratamiento de residuos peligrosos en Córdoba, tras el rechazo de los pobladores de Bouwer.
Los vecinos de esa localidad cordobesa ubicada a pocos kilómetros del predio de Taym, donde se planeaba enviar las baterías, habían amenazado con impedir la llegada del material.
A raíz de ese rechazo, el gobierno porteño desistió de la medida. “No queremos entrar en conflicto en otra provincia por más que el predio estaba perfectamente habilitado para recibir las pilas”, dijo Andrés Grippo, vocero de Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires (Apra).
Grippo indicó además que las 10 toneladas de baterías “permanecerán en contenedores, con todas las medidas de seguridad correspondientes, hasta que se resuelvan acuerdos con la provincia de Buenos Aires, donde hay otros tres rellenos de máxima seguridad autorizados para recibir este tipo de cargamentos”.
Un “éxito”. Los vecinos de Bouwer y la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) calificaron a la decisión de Buenos Aires como un “éxito”. “El rotundo rechazo de los ciudadanos cordobeses a recibir los residuos porteños determinó que Apra abandonara su idea”, manifestaron a través de un comunicado de prensa.
Además, Funam presentó ayer en la Legislatura provincial un proyecto de ley por el que se prohíbe el ingreso a Córdoba de los residuos peligrosos provenientes de otras jurisdicciones. Raúl Montenegro, titular de Funam, explicó que “el proyecto también apunta a solucionar el problema de las pilas y baterías usadas generadas en la Provincia.
Cabe aclarar que la iniciativa de Funam no tiene validez formal, ya que para que siga el trámite parlamentario debe ser tomada por algún legislador, o ser presentada bajo la figura de iniciativa popular.
De todos modos, la Legislatura aprobará hoy un proyecto de declaración por el que se rechaza el ingreso de residuos peligrosos de otras jurisdicciones.
El legislador Marcelo Falo explicó que en la iniciativa se adelanta la posición de la Unicameral sobre el tema, y adelantó que se trabajará en una normativa. Además valoró el aporte de Funam, aunque afirmó que se tomará como “sugerencia”.
Finalmente, desde la Secretaría de Ambiente de la Provincia informaron que se está trabajando en un programa para el tratamiento de pilas y residuos electrónicos.
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Día a Día (19/08/2009)
Marcha atrás en el envío de pilas a Bouwer
La Agencia de Protección Ambiental de la ciudad de Buenos Aires anunció hoy que decidió volver atrás con el envío de 10 mil kilos de pilas de desecho a la planta de Taym, en la localidad cordobesa de Bouwer.
"No tenemos ningún interés en generarle un conflicto ni al intendente ni a los vecinos. No hay ninguna restricción legal, pero si genera estas complicaciones no lo vamos a hacer", dijo el vocero de APRA, Andrés Grippo.
Según el funcionario, la decisión del gobierno porteño es "seguir acopiando en los galpones de la ciudad las pilas" hasta que se defina adonde pueda trasladarse la carga.
Las pilas iban a ser enviadas al relleno sanitario de seguridad de Córdoba, porque de los cuatro que existen en el país, tres están en la provincia de Buenos Aires donde, por ley, esos cargamentos no pueden ser almacenados.
Vecinos de Bouwer, a 20 kilómetros de la ciudad de Córdoba, y la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) rechazaron que las 10 toneladas de pilas procedentes de Buenos Aires fueran enterradas en su zona.
Los manifestantes denunciaron que la Agencia de Protección Ambiental porteña pretendía trasladar 50 contenedores con el cargamento de pilas usadas al depósito de residuos peligrosos de Taym, en el paraje cordobesa de Potrero del Estado, lindante con Bouwer.
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Basura nueva, males de siempre
Por su cuantía, el alud de pilas que Capital Federal planeaba enviar provocó rechazo inmediato en los hastiados vecinos de Bouwer.
Pero la triste realidad es que miles de esos desechos, altamente contaminantes, a diario se entierran a metros de esa localidad, en Potrero del Estado: todos “camuflados” en las bolsas de basura que Crese levanta de cada hogar cordobés y lleva al predio. Para peor, en ese relleno no tienen el tratamiento diferencial que, se supone, se les da en el complejo de Taym, habilitado por las autoridades de Ambiente para esa clase de tarea.
Sin embargo, si ese es el caso, ¿por qué esa Secretaría, que habilita y controla el predio de Roggio, no tranquilizó a los vecinos aclarando que ése es el mejor lugar de destino de esa clase de residuos? Además, si la peligrosidad de las pilas está reconocida por ley desde hace al menos una década, ¿por qué Córdoba no tiene aún un sistema armado para su recolección y tratamiento?
El affaire de las pilas reactivó males que ya parecen crónicos en esta materia: fiscalizadores que vacilan o miran para otro lado a la hora de explicar como controlan, leyes desactualizadas o que llevan años sin llevarse a la práctica y falta de conciencia general en materia de residuos.
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Córdoba “zafó” de pilas ajenas pero sigue sufriendo las propias
Buenos Aires no mandará las 10 toneladas de pilas a Taym, pero la ciudad tampoco trata las suyas.
Los vecinos de Bouwer sumaron ayer otro “éxito” a su forzosa historia de reclamos: con su protesta lograron hacer desistir a los funcionarios de la ciudad de Buenos Aires de enviar un cargamento de 10 toneladas de pilas y baterías usadas al predio de Taym. Esa firma, propiedad del Grupo Roggio, tiene un predio a 1.500 metros del de Potrero del Estado y 4.000 metros de Bouwer, donde trata y entierra residuos peligrosos e industriales.
El proyecto del Gobierno porteño –vale aclarar que no violaba ninguna normativa vigente– trascendió por los medios el fin de semana, e inmediatamente detonó la reacción vecinal en Bouwer, con el apoyo de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam). El rechazo se fundamentaba en el carácter contaminante de esos residuos, reservorio de metales pesados (como mercurio) nocivos para el ambiente y el ser humano.
El eco creció con la repercusión mediática, y las autoridades capitalinas, al menos de palabra, acusaron recibo. “No queremos agregar a la gente en Bouwer un problema más, por eso desistimos. Aunque el relleno de seguridad está perfectamente habilitado para tratar bien ese material”, dijo ayer Graciela Gerola, directora de la Agencia de Protección Ambiental (Apra) porteña, asegurando que no se enviará el material a Taym.
Fuera de eso, el episodio puso sobre el tapete la cuestión de fondo: al igual que otros residuos contaminantes, no existe en Córdoba un sistema organizado para que las pilas reciban el tratamiento especial que merecen. Y eso a pesar de que se desechan por miles en la ciudad.
Raúl Costa, secretario de Ambiente de la Provincia, reconoció que no existe sistema organizado a ese nivel para lidiar correctamente con esa clase de desechos. Su par en la ciudad, Fernando Cámara, trazó el mismo panorama: las pilas integran la lista de basura peligrosa sobre la que aún no se ha organizado un sistema de tratamiento masivo, al igual que como sucede con los residuos electrónicos, por ejemplo. Según Cámara, el problema es que “legalmente no existe un marco específico para las pilas, debería haber uno a nivel provincial que haga responsable del tratamiento a quien las fabrica o quien las introduce al mercado”.
Sin embargo, por las sustancias que contienen, en la normativa de residuos peligrosos nacional y provincial que hasta ahora existe las pilas sí pueden ser asimiladas a esa categoría de basura. También la ordenanza municipal 9.612, de 1997, las menciona: las califica como “residuo domiciliario especial” y señala que deben enterrarse en forma especial, en bloques de hormigón (con mayor seguridad que la basura domiciliaria común).
Para atrás. Al lidiar con esta clase de residuos, la ciudad no sólo no avanzó en los últimos años, sino que parece haber retrocedido. Aunque nunca llegó a articular un sistema a gran escala, tiempo atrás sí contó con una mayor mayor cantidad de sitios (estatales y privados) de “acopio” de pilas: lugares donde cualquier persona podía dejar las suyas usadas. De allí los levantada Cliba, y eran llevadas a Taym para su tratamiento. Todo eso, claro está, era pagado por el municipio.
Con la crisis del servicio de higiene urbana que obligó al nacimiento de Crese, por “razones presupuestarias” la nueva prestataria se concentró en lo básico: barrido y limpieza de la ciudad y recolección domiciliaria. Así, redujo a su mínima prestación la recolección y tratamiento de las viejas baterías. De hecho, en algunos sitios comerciales se dejó de recolectar el material porque Crese advirtió que no podría retirarlas más. Cámara señaló ayer que en breve comenzarán a recibirse en el punto verde de la firma, a la par que se impulsará un cambio normativo que implique al fabricante.
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La Mañana de Córdoba (19/08/2009)
Dio marcha atrás proyecto de trasladar pilas a Bouwer
Un cargamento de 10 toneladas de pilas recolectadas por el gobierno porteño que iban a ser enterradas en la localidad de Bouwer, motivó una enérgica oposición de vecinos, ambientalistas y autoridades de esa comuna, por lo que se desistió de esa iniciativa.
El traslado y posterior entierro en un relleno de máxima seguridad situado en el predio de una empresa privada en Bouwer, era la última etapa de un programa de recolección de pilas en desuso que realizó la Agencia de Protección Ambiental (Apra) durante los últimos ocho meses.
Ante la fuerte oposición vecinal, que tuvo como protagonistas además a la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) y al jefe comunal de esa localidad, Juan Lupi. El gobierno porteño desistió de esta acción “porque no queremos entrar en conflicto en otra provincia por más que el predio estaba perfectamente habilitado para recibir las pilas”, dijo a Télam Andrés Grippo, vocero de Apra.
Indicó además que las 10 toneladas de baterías “permanecerán en contenedores, con todas las medidas de seguridad correspondientes, hasta que se resuelvan acuerdos con la provincia de Buenos Aires, donde hay otros tres rellenos de máxima seguridad autorizados para recibir este tipo de cargamentos”.
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Hoy Día (19/08/2009)
Las pilas se quedan en Buenos Aires
El gobierno porteño finalmente desistió de enviar 10.000 kilos de pilas a Córdoba para enterrarlas en Bouwer.
Andrés Grippo, vocero de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), manifestó ayer que Buenos Aires decidió hacer marcha atrás porque "no queremos entrar en conflicto en otra provincia por más que el predio estaba perfectamente habilitado para recibir las pilas". Grippo hizo referencia a las protestas desatadas el lunes por el inminente entierro de las pilas, un elemento altamente contaminante, en Bouwer. Al respecto, la organización ambientalista Funam celebró la medida porque "la movilización popular en Bouwer" desactivó un acuerdo entre Capital Federal y la firma Taym.
Sin embargo, para muchos la decisión no fue un triunfo. "Estamos cansados que nos traigan basura de todas partes y que nadie se informe sobre cómo vive la gente de este pueblo antes de tomar una decisión", indicó Isabel Pires, integrante del grupo Bouwer sin Basura. "Este es un pueblo que tiene más de cien años de historia y luchamos durante muchos años para erradicar el basural a cielo abierto que había. Aquí sigue llegando basura y la siguen amontonando sin tratamiento, estamos en esa lucha. Y que ahora traigan pilas de Buenos Aires es algo insólito", añadió.
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Comercio y Justicia (19/08/2009)
“El Estado debe hacerse cargo de la recaptura de las pilas y baterías usadas”
Tras la polémica desatada en la localidad cordobesa de Bouwer por el posible enterramiento de 10 mil kilos de pilas provenientes de la Capital Federal (del que ya se dio marcha atrás), creció la preocupación de las personas acerca de qué hacer con los residuos altamente contaminantes como los mencionados.
En este contexto, el presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), Raúl Montenegro, presentó ayer en la Legislatura cordobesa un proyecto de ley que prohíbe la entrada de pilas y baterías usadas a la provincia.
“También propone que se impida el ingreso de todos los residuos peligrosos procedentes de otras provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, precisó Montenegro a Comercio y Justicia.
El proyecto, según el especialista, cuenta con seis capítulos y 17 artículos y “busca solucionar el problema de las pilas y baterías usadas que se generan en la provincia de Córdoba”. Crea así el Programa Provincial Córdoba Libre de Pilas Usadas y establece un registro de fabricantes e importadores.
“Está claro que las empresas fabricantes e importadoras deben hacerse cargo del tratamiento de las pilas y baterías usadas y el Estado de su ‘recaptura’ y envío a las empresas para que las traten”, agregó.
- ¿Qué costos económicos y ambientales genera el uso de pilas?
- Para la sociedad hay varios costos. Primero, las pilas agotadas se transforman en residuo peligroso en una sociedad que no ha resuelto su “recaptura” y tratamiento. Segundo, ese residuo peligroso, una vez descargado a la basura o al ambiente, se transforma en una importante fuente de contaminación de agua y suelo. Tercero, el exceso de uso de pilas alimenta el exceso de producción, lo que magnifica aún más el problema. Esto sucede porque el Estado no le exige a las empresas importadoras y fabricantes que se hagan cargo de las pilas y baterías usadas. Semejante incumplimiento aumenta sus ganancias y traslada los costos negativos a la sociedad.
- ¿Hay tipos de pilas que contaminan más que otras?
- Todos los distintos tipos de pilas contaminan, desde las más simples, las pilas secas de zinc-carbono, hasta las pilas de botón de mercurio y las baterías de cadmio-níquel. Incluso las pilas que, según el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, “pueden descargarse a la basura por ser menos contaminantes”, contaminan.
- ¿Qué opciones existen para reducir el consumo de pilas?
- Solamente deberían ser utilizadas para operaciones o funciones que no puedan ser solucionadas con la red eléctrica ni con fuentes fotovoltaicas y, aun en estos casos, preferir las pilas recargables. Aclaro, sin embargo, que las pilas recargables son extremadamente tóxicas. También hay una cuestión económica. En términos de costo la energía eléctrica que proporcionan las pilas cuesta 450 veces más que la energía eléctrica de red.
- ¿En qué medida podrían haber contaminado las 10 toneladas de pilas usadas?
- Hubieran agregado 10 toneladas más de riesgo a uno de los lugares más contaminados de Argentina. No importa que su destino fuera la inclusión en bloques de cemento y su colocación en una fosa de seguridad. Bouwer habría “incorporado” 10 toneladas de residuos traídos desde afuera, con mercurio y otros metales pesados.
- ¿Qué cantidad de agua puede ser contaminada por una pila?
- Una pila seca de zinc-carbono puede contaminar hasta tres mil litros de agua y una pila alcalina de mercurio, unos 167 mil litros.
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Capital Federal no enviará sus pilas viejas al predio de Taym
Las 10 toneladas de baterías usadas no vendrán a Córdoba. Alegría en Bouwer.
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires desistió enviar 10 toneladas de pilas viejas a una planta de tratamiento de residuos peligrosos en Córdoba, tras el rechazo de los pobladores de Bouwer.
Los vecinos de esa localidad cordobesa ubicada a pocos kilómetros del predio de Taym, donde se planeaba enviar las baterías, habían amenazado con impedir la llegada del material.
A raíz de ese rechazo, el gobierno porteño desistió de la medida. “No queremos entrar en conflicto en otra provincia por más que el predio estaba perfectamente habilitado para recibir las pilas”, dijo Andrés Grippo, vocero de Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires (Apra).
Grippo indicó además que las 10 toneladas de baterías “permanecerán en contenedores, con todas las medidas de seguridad correspondientes, hasta que se resuelvan acuerdos con la provincia de Buenos Aires, donde hay otros tres rellenos de máxima seguridad autorizados para recibir este tipo de cargamentos”.
Un “éxito”. Los vecinos de Bouwer y la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) calificaron a la decisión de Buenos Aires como un “éxito”. “El rotundo rechazo de los ciudadanos cordobeses a recibir los residuos porteños determinó que Apra abandonara su idea”, manifestaron a través de un comunicado de prensa.
Además, Funam presentó ayer en la Legislatura provincial un proyecto de ley por el que se prohíbe el ingreso a Córdoba de los residuos peligrosos provenientes de otras jurisdicciones. Raúl Montenegro, titular de Funam, explicó que “el proyecto también apunta a solucionar el problema de las pilas y baterías usadas generadas en la Provincia.
Cabe aclarar que la iniciativa de Funam no tiene validez formal, ya que para que siga el trámite parlamentario debe ser tomada por algún legislador, o ser presentada bajo la figura de iniciativa popular.
De todos modos, la Legislatura aprobará hoy un proyecto de declaración por el que se rechaza el ingreso de residuos peligrosos de otras jurisdicciones.
El legislador Marcelo Falo explicó que en la iniciativa se adelanta la posición de la Unicameral sobre el tema, y adelantó que se trabajará en una normativa. Además valoró el aporte de Funam, aunque afirmó que se tomará como “sugerencia”.
Finalmente, desde la Secretaría de Ambiente de la Provincia informaron que se está trabajando en un programa para el tratamiento de pilas y residuos electrónicos.
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Día a Día (19/08/2009)
Marcha atrás en el envío de pilas a Bouwer
La Agencia de Protección Ambiental de la ciudad de Buenos Aires anunció hoy que decidió volver atrás con el envío de 10 mil kilos de pilas de desecho a la planta de Taym, en la localidad cordobesa de Bouwer.
"No tenemos ningún interés en generarle un conflicto ni al intendente ni a los vecinos. No hay ninguna restricción legal, pero si genera estas complicaciones no lo vamos a hacer", dijo el vocero de APRA, Andrés Grippo.
Según el funcionario, la decisión del gobierno porteño es "seguir acopiando en los galpones de la ciudad las pilas" hasta que se defina adonde pueda trasladarse la carga.
Las pilas iban a ser enviadas al relleno sanitario de seguridad de Córdoba, porque de los cuatro que existen en el país, tres están en la provincia de Buenos Aires donde, por ley, esos cargamentos no pueden ser almacenados.
Vecinos de Bouwer, a 20 kilómetros de la ciudad de Córdoba, y la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) rechazaron que las 10 toneladas de pilas procedentes de Buenos Aires fueran enterradas en su zona.
Los manifestantes denunciaron que la Agencia de Protección Ambiental porteña pretendía trasladar 50 contenedores con el cargamento de pilas usadas al depósito de residuos peligrosos de Taym, en el paraje cordobesa de Potrero del Estado, lindante con Bouwer.
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Basura nueva, males de siempre
Por su cuantía, el alud de pilas que Capital Federal planeaba enviar provocó rechazo inmediato en los hastiados vecinos de Bouwer.
Pero la triste realidad es que miles de esos desechos, altamente contaminantes, a diario se entierran a metros de esa localidad, en Potrero del Estado: todos “camuflados” en las bolsas de basura que Crese levanta de cada hogar cordobés y lleva al predio. Para peor, en ese relleno no tienen el tratamiento diferencial que, se supone, se les da en el complejo de Taym, habilitado por las autoridades de Ambiente para esa clase de tarea.
Sin embargo, si ese es el caso, ¿por qué esa Secretaría, que habilita y controla el predio de Roggio, no tranquilizó a los vecinos aclarando que ése es el mejor lugar de destino de esa clase de residuos? Además, si la peligrosidad de las pilas está reconocida por ley desde hace al menos una década, ¿por qué Córdoba no tiene aún un sistema armado para su recolección y tratamiento?
El affaire de las pilas reactivó males que ya parecen crónicos en esta materia: fiscalizadores que vacilan o miran para otro lado a la hora de explicar como controlan, leyes desactualizadas o que llevan años sin llevarse a la práctica y falta de conciencia general en materia de residuos.
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Córdoba “zafó” de pilas ajenas pero sigue sufriendo las propias
Buenos Aires no mandará las 10 toneladas de pilas a Taym, pero la ciudad tampoco trata las suyas.
Los vecinos de Bouwer sumaron ayer otro “éxito” a su forzosa historia de reclamos: con su protesta lograron hacer desistir a los funcionarios de la ciudad de Buenos Aires de enviar un cargamento de 10 toneladas de pilas y baterías usadas al predio de Taym. Esa firma, propiedad del Grupo Roggio, tiene un predio a 1.500 metros del de Potrero del Estado y 4.000 metros de Bouwer, donde trata y entierra residuos peligrosos e industriales.
El proyecto del Gobierno porteño –vale aclarar que no violaba ninguna normativa vigente– trascendió por los medios el fin de semana, e inmediatamente detonó la reacción vecinal en Bouwer, con el apoyo de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam). El rechazo se fundamentaba en el carácter contaminante de esos residuos, reservorio de metales pesados (como mercurio) nocivos para el ambiente y el ser humano.
El eco creció con la repercusión mediática, y las autoridades capitalinas, al menos de palabra, acusaron recibo. “No queremos agregar a la gente en Bouwer un problema más, por eso desistimos. Aunque el relleno de seguridad está perfectamente habilitado para tratar bien ese material”, dijo ayer Graciela Gerola, directora de la Agencia de Protección Ambiental (Apra) porteña, asegurando que no se enviará el material a Taym.
Fuera de eso, el episodio puso sobre el tapete la cuestión de fondo: al igual que otros residuos contaminantes, no existe en Córdoba un sistema organizado para que las pilas reciban el tratamiento especial que merecen. Y eso a pesar de que se desechan por miles en la ciudad.
Raúl Costa, secretario de Ambiente de la Provincia, reconoció que no existe sistema organizado a ese nivel para lidiar correctamente con esa clase de desechos. Su par en la ciudad, Fernando Cámara, trazó el mismo panorama: las pilas integran la lista de basura peligrosa sobre la que aún no se ha organizado un sistema de tratamiento masivo, al igual que como sucede con los residuos electrónicos, por ejemplo. Según Cámara, el problema es que “legalmente no existe un marco específico para las pilas, debería haber uno a nivel provincial que haga responsable del tratamiento a quien las fabrica o quien las introduce al mercado”.
Sin embargo, por las sustancias que contienen, en la normativa de residuos peligrosos nacional y provincial que hasta ahora existe las pilas sí pueden ser asimiladas a esa categoría de basura. También la ordenanza municipal 9.612, de 1997, las menciona: las califica como “residuo domiciliario especial” y señala que deben enterrarse en forma especial, en bloques de hormigón (con mayor seguridad que la basura domiciliaria común).
Para atrás. Al lidiar con esta clase de residuos, la ciudad no sólo no avanzó en los últimos años, sino que parece haber retrocedido. Aunque nunca llegó a articular un sistema a gran escala, tiempo atrás sí contó con una mayor mayor cantidad de sitios (estatales y privados) de “acopio” de pilas: lugares donde cualquier persona podía dejar las suyas usadas. De allí los levantada Cliba, y eran llevadas a Taym para su tratamiento. Todo eso, claro está, era pagado por el municipio.
Con la crisis del servicio de higiene urbana que obligó al nacimiento de Crese, por “razones presupuestarias” la nueva prestataria se concentró en lo básico: barrido y limpieza de la ciudad y recolección domiciliaria. Así, redujo a su mínima prestación la recolección y tratamiento de las viejas baterías. De hecho, en algunos sitios comerciales se dejó de recolectar el material porque Crese advirtió que no podría retirarlas más. Cámara señaló ayer que en breve comenzarán a recibirse en el punto verde de la firma, a la par que se impulsará un cambio normativo que implique al fabricante.
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La Mañana de Córdoba (19/08/2009)
Dio marcha atrás proyecto de trasladar pilas a Bouwer
Un cargamento de 10 toneladas de pilas recolectadas por el gobierno porteño que iban a ser enterradas en la localidad de Bouwer, motivó una enérgica oposición de vecinos, ambientalistas y autoridades de esa comuna, por lo que se desistió de esa iniciativa.
El traslado y posterior entierro en un relleno de máxima seguridad situado en el predio de una empresa privada en Bouwer, era la última etapa de un programa de recolección de pilas en desuso que realizó la Agencia de Protección Ambiental (Apra) durante los últimos ocho meses.
Ante la fuerte oposición vecinal, que tuvo como protagonistas además a la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) y al jefe comunal de esa localidad, Juan Lupi. El gobierno porteño desistió de esta acción “porque no queremos entrar en conflicto en otra provincia por más que el predio estaba perfectamente habilitado para recibir las pilas”, dijo a Télam Andrés Grippo, vocero de Apra.
Indicó además que las 10 toneladas de baterías “permanecerán en contenedores, con todas las medidas de seguridad correspondientes, hasta que se resuelvan acuerdos con la provincia de Buenos Aires, donde hay otros tres rellenos de máxima seguridad autorizados para recibir este tipo de cargamentos”.
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Las pilas se quedan en Buenos Aires
El gobierno porteño finalmente desistió de enviar 10.000 kilos de pilas a Córdoba para enterrarlas en Bouwer.
Andrés Grippo, vocero de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), manifestó ayer que Buenos Aires decidió hacer marcha atrás porque "no queremos entrar en conflicto en otra provincia por más que el predio estaba perfectamente habilitado para recibir las pilas". Grippo hizo referencia a las protestas desatadas el lunes por el inminente entierro de las pilas, un elemento altamente contaminante, en Bouwer. Al respecto, la organización ambientalista Funam celebró la medida porque "la movilización popular en Bouwer" desactivó un acuerdo entre Capital Federal y la firma Taym.
Sin embargo, para muchos la decisión no fue un triunfo. "Estamos cansados que nos traigan basura de todas partes y que nadie se informe sobre cómo vive la gente de este pueblo antes de tomar una decisión", indicó Isabel Pires, integrante del grupo Bouwer sin Basura. "Este es un pueblo que tiene más de cien años de historia y luchamos durante muchos años para erradicar el basural a cielo abierto que había. Aquí sigue llegando basura y la siguen amontonando sin tratamiento, estamos en esa lucha. Y que ahora traigan pilas de Buenos Aires es algo insólito", añadió.
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Comercio y Justicia (19/08/2009)
“El Estado debe hacerse cargo de la recaptura de las pilas y baterías usadas”
Tras la polémica desatada en la localidad cordobesa de Bouwer por el posible enterramiento de 10 mil kilos de pilas provenientes de la Capital Federal (del que ya se dio marcha atrás), creció la preocupación de las personas acerca de qué hacer con los residuos altamente contaminantes como los mencionados.
En este contexto, el presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), Raúl Montenegro, presentó ayer en la Legislatura cordobesa un proyecto de ley que prohíbe la entrada de pilas y baterías usadas a la provincia.
“También propone que se impida el ingreso de todos los residuos peligrosos procedentes de otras provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, precisó Montenegro a Comercio y Justicia.
El proyecto, según el especialista, cuenta con seis capítulos y 17 artículos y “busca solucionar el problema de las pilas y baterías usadas que se generan en la provincia de Córdoba”. Crea así el Programa Provincial Córdoba Libre de Pilas Usadas y establece un registro de fabricantes e importadores.
“Está claro que las empresas fabricantes e importadoras deben hacerse cargo del tratamiento de las pilas y baterías usadas y el Estado de su ‘recaptura’ y envío a las empresas para que las traten”, agregó.
- ¿Qué costos económicos y ambientales genera el uso de pilas?
- Para la sociedad hay varios costos. Primero, las pilas agotadas se transforman en residuo peligroso en una sociedad que no ha resuelto su “recaptura” y tratamiento. Segundo, ese residuo peligroso, una vez descargado a la basura o al ambiente, se transforma en una importante fuente de contaminación de agua y suelo. Tercero, el exceso de uso de pilas alimenta el exceso de producción, lo que magnifica aún más el problema. Esto sucede porque el Estado no le exige a las empresas importadoras y fabricantes que se hagan cargo de las pilas y baterías usadas. Semejante incumplimiento aumenta sus ganancias y traslada los costos negativos a la sociedad.
- ¿Hay tipos de pilas que contaminan más que otras?
- Todos los distintos tipos de pilas contaminan, desde las más simples, las pilas secas de zinc-carbono, hasta las pilas de botón de mercurio y las baterías de cadmio-níquel. Incluso las pilas que, según el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, “pueden descargarse a la basura por ser menos contaminantes”, contaminan.
- ¿Qué opciones existen para reducir el consumo de pilas?
- Solamente deberían ser utilizadas para operaciones o funciones que no puedan ser solucionadas con la red eléctrica ni con fuentes fotovoltaicas y, aun en estos casos, preferir las pilas recargables. Aclaro, sin embargo, que las pilas recargables son extremadamente tóxicas. También hay una cuestión económica. En términos de costo la energía eléctrica que proporcionan las pilas cuesta 450 veces más que la energía eléctrica de red.
- ¿En qué medida podrían haber contaminado las 10 toneladas de pilas usadas?
- Hubieran agregado 10 toneladas más de riesgo a uno de los lugares más contaminados de Argentina. No importa que su destino fuera la inclusión en bloques de cemento y su colocación en una fosa de seguridad. Bouwer habría “incorporado” 10 toneladas de residuos traídos desde afuera, con mercurio y otros metales pesados.
- ¿Qué cantidad de agua puede ser contaminada por una pila?
- Una pila seca de zinc-carbono puede contaminar hasta tres mil litros de agua y una pila alcalina de mercurio, unos 167 mil litros.
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