3 may 2021

Las “brigadas forestales” siguen creciendo

 


La Voz del Interior - Edición Electrónica (03/05/2021)
Crecen las “brigadas forestales” comunitarias para ayudar en incendios en Córdoba

Tras un 2020 muy complicado por el fuego, crece el número de grupos de vecinos que se organizan, sin ser bomberos. En la provincia ya son más de 30, entre las agrupaciones creadas y las que están en proceso. Falta una ley que las contemple.
La temporada de incendios forestales de 2020 será recordada como la peor que sufrió Córdoba en las últimas décadas, con unas 350 mil hectáreas quemadas.
Ante la urgencia y la desesperación de las llamas avanzando cerca de sus propiedades, o sobre los entornos en que viven, muchos vecinos que no son bomberos ni personal de seguridad, salieron a combatir los fuegos. En ese marco, incluso, murió un joven alcanzado por las llamas en un foco sobre el río Pinto, cerca de La Cumbre.
El peor año de incendios aceleró el debate sobre las brigadas de vecinos que, sin ser bomberos voluntarios, pudieran organizarse para ayudar cuando el fuego amenaza. Algunas brigadas forestales de ese tipo ya existían en la provincia, pero en los últimos meses parecen irse multiplicando, como nuevo fenómeno.
En toda la provincia hay más de 30, entre las formadas y las que están en proceso de creación. De ellas, siete están autorizadas por la Provincia.

Comunidades protagonistas
La región de Sierras Chicas es una de las que registra mayor movida en esta línea.
Jesica Villafañe, que pertenece a la brigada en conformación “Kamchira”, de Villa Cerro Azul, apunta que se organizaron tras lo visto en 2020. “Después de que varios combatimos como voluntarios y otros llevando donaciones”, señala.
La brigadista considera que para ayudar es imprescindible recibir capacitaciones. Por eso asisten a entrenamientos. Y opina que cada localidad serrana debería tener una brigada para el fuego, para sumar ayuda a los cuarteles de bomberos que tienen múltiples rubros de acción.
“Creo que podemos ser actores fundamentales por el conocimiento del territorio y para el aviso temprano de focos”, dice Jesica.
Otra brigadas en formación es la “Saldán- Inchín”, con 18 integrantes, y vinculada al cuartel de bomberos de Saldán.
Natalia Roca, una de las integrantes, destaca que su participación surgió ante la impotencia de ver como se quemaban las sierras. “Por eso nos organizamos y estamos contentos de colaborar”, marca.
Para constituirse como brigada forestal, además de recibir capacitación y de sumar equipamiento básico, se debe contar con seguro personal, examen médico, herramientas adecuadas y, en lo legal, crear una asociación civil.
En Sierras Chicas hay dos brigadas que están habilitadas: la Colibrí, formada en septiembre de 2020 en La Granja, y la Chavascate, de Agua de Oro, que lleva dos años en acción. Ambas trabajan en relación con el cuartel de bomberos de La Granja.
Hugo Manzur, integrante de la Colibrí, reconoce la “voluntad” de las comunidades para organizarse ante urgencias, pero advierte que “no los van a habilitar para ingresar a los incendios si no tienen capacitación reconocida y habilitación”.

Brigadas en red
El año pasado nació “Creando Brigadas Córdoba”, una red que reúne a brigadistas de toda la provincia.
“La gente vio cómo se incendiaba Córdoba y decidió ir sin preparación y sin herramientas. Esto no puede suceder más. Por eso armamos esta red”, asevera Laura Gómez Silveira, militante ambiental y brigadista capacitada en Sierras Chicas.
“Nuestra premisa ahora es la capacitación. Pero ahora no hay capacitación certificada; y la pedimos para 300 brigadistas”, relata.
Si bien hay brigadas que están formándose con algunos cuarteles de bomberos, necesitan que el Plan Provincial de Manejo del Fuego los certifique.
“En cada ciudad tiene que existir una brigada porque los bomberos no dan abasto. Pero tener articulación con ellos es fundamental”, destaca Gómez Silveira.
En Córdoba, no hay una legislación sobre las brigadas forestales comunitarias. Por eso, desde Creando Brigadas están proponer un proyecto de ley en esa línea.

Actores en los incendios
Cásar Dapia, bombero del cuartel de La Granja, destaca que la mayoría de quienes integran brigadas fueron actores de la temporada pasada de incendios y lo serán de las que vienen.
“Es su derecho social el de participar. No hay que negar lo que sucede sino abrir el diálogo y ver de qué manera llegar a un mismo lugar todos juntos”, remarca. Y admite que en algunas semanas de 2020 “el sistema en Córdoba quedó desbordado”.
Días atrás, el cuartel de La Granja hizo una práctica en Ascochinga con brigadistas capacitados de varias regiones. El 80 por ciento de ellos ya había participado en incendios.
“Es controversial lo de las brigadas, pero lo que no se puede discutir es su efecto social”, sostiene Dapia.
De hecho, entre los propios bomberos hay diferentes matices de opiniones sobre si aportan o complican la tarea la suma de vecinos sin capacitación especializada. Algunos dirigentes de bomberos marcan que, en todo caso, un vecino interesado tiene las puertas abiertas de cada cuartel para sumarse como voluntario.
Otros, admiten que hay que canalizar esa vocación de participación y marcan que puede resultar de utilidad, siempre que esas personas se capaciten antes, cuenten con equipamiento básico de protección y que trabajen de forma coordinada con los cuarteles de bomberos, y no de manera aislada o inconsulta.

Qué dice la Provincia
Claudio Vignetta, secretario de Gestión del Riesgo de la Provincia, señala que las brigadas en general “están en una situación irregular, primero porque no están tipificadas por una ley”, y marcó que “deberá revisarse el aspecto legal, porque en Córdoba no existe la figura de brigadista forestal”.
Aunque afirma que es bueno contar con recursos voluntarios, Vignetta considera que ese voluntariado “debe ser organizado y con formación”. Y sugirió que quienes quieran ser brigadistas “se lleguen a los cuarteles de bomberos voluntarios locales”.
De esa manera –considera el funcionario– “se podría brindarles una capacitación entre bomberos y la Provincia y así organizar esos recursos para ser utilizados ante catástrofes de magnitud”.
Vignetta también hizo referencia a la creación, en marcha, de las cinco unidades Etac (Equipos Técnicos de Acción ante Catástrofes), para las áreas de mayor riesgo de incendios y de crecidas de ríos.
La mayoría de sus integrantes –dijo– serán bomberos voluntarios. Ahora, está el proceso de selección. “Hubo aceptación y tuvimos más de 1.500 inscriptos”, precisa. El curso arrancaría el 3 de mayo.
En las Etac, la Provincia designaría como empleados públicos rentados a 350 agentes. Según se asegura, se hará hincapié con ellos en tareas de prevención de siniestros mientras que para el combate al fuego el trabajo de los bomberos voluntarios seguirá siendo clave.

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