4 feb 2019

Sobre políticas ambientales en Villa María

El Puntal de Villa María  (04/02/2019)
El Algarrobal, “mientras no se lo declare reserva, que sea zona roja”

“Generar una ordenanza de preservación de los árboles autóctonos de El Algarrobal está siendo nuestra prioridad. El intendente me pidió que trabajara rápido en este tema”, indicó también el director de Ambiente y Saneamiento, el geólogo Germán Tissera,
 Acaso el futuro ecológico de la ciudad tenga un nombre y una denominación: “Reserva Natural El Algarrobal”. De la concreción de ese proyecto que fuera presentado en noviembre al Concejo Deliberante (por la Asamblea Socioambiental “El Monte Nativo Vuelve” en conjunto con el Centro Vecinal del barrio Malvinas Argentinas) dependerá buena parte de las esperanzas de vida “ecológicamente apta” de Villa María. Por el contrario, la decadencia de esta ciudad, su certificado de defunción o muestra cabal de su especulación y su ignorancia, tendrá que ver con un preciado loteo que muchos particulares quieren hacer en el sector.
Sin embargo, amén de los miembros de la asamblea, muchos particulares se suman cada día y apoyan el proyecto.
La pregunta al director de Ambiente y Saneamiento, el geólogo Germán Tissera, es por la actualidad del último monte nativo urbano de la ciudad.
“Generar una ordenanza de preservación de los árboles autóctonos de El Algarrobal está siendo nuestra prioridad. El intendente me pidió que trabajara rápido en este tema”, indicó.

-Sin embargo, los privados amenazan con el loteo.
-Hoy nos vienen a presentar proyectos de loteo en el Malvinas de muchas partes y los estamos frenando. Y, en todo caso, lo primero que se pide es que el loteo privado se adapte al arbolado.

-¿Cómo es esto?
-Hace poco vino una cooperativa muy conocida y le dijimos que ningún algarrobo se tocaba. Así que, o hacen el lote con el algarrobo adentro o no lo hacen. Así de simple.

Un “Central Park” para la Villa

-¿Te gustaría que El Algarrobal fuera reserva natural?
-Por supuesto que me gustaría. Nosotros apuntamos a eso, a generar un espacio como el que pretenden los chicos de la asamblea. Pero el problema es que, del modo en que se presentó el proyecto, proponiendo la expropiación de las tierras, era inviable por los altísimos costos que implicaba para el Municipio.

-¿Saben el precio exacto?
-No, nunca tuvimos el número concreto pero sabemos que una expropiación de más de 30 hectáreas urbanas en Villa María implica una cifra millonaria.

-¿Y qué le propusieron como Municipio a los miembros de la asamblea?
-Les propusimos declarar El Algarrobal “zona roja”; es decir que no se puede tocar de acuerdo a la ley de bosques de la Provincia. Queremos traer a gente de Córdoba para que lo vea y para que se preserve; por más que la gran mayoría de “zona roja” está dada en las sierras, porque lamentablemente por este lado ya no queda casi nada de monte nativo.

-Córdoba fue una de las provincias con mayor deforestación del país. ¿Por qué no se cuidó el monte nativo de la Provincia?
-Porque son decisiones que se toman en el momento, producto de un modelo de matriz económica. O producís granos para exportar y generás riquezas o preservás árboles. A esto lo evalúan las gestiones políticas nacionales y provinciales de acuerdo al momento político.

-¿Y los demás ministerios?
-Los ministerios de Agricultura tendrían que hacer foco en esas decisiones. Hay una ley que dice que cualquier emprendimiento agrícola tiene que tener su parte de arbolado. Sin embargo, hubo campos enteros donde no los hay, o se incendiaron por motivos desconocidos. Hoy la Provincia está haciendo un relevamiento y exigiendo que eso se vuelva a plantar porque, si no, van a empezar las sanciones.

-¿Y a nivel nacional?
-Santa Fe, por ejemplo, está por sacar una ley para que los campos aumenten ese porcentaje, porque está a la luz de todos los problemas de las inundaciones. Estamos haciendo canales donde no los había y cambiando el uso del suelo, generando un nuevo problema.

-¿Qué viene en este último año de gestión?
-Seguir concientizando sobre el uso racional del agua y la tira de basura, arbolar la ciudad generando más espacios verdes y seguir trabajando para que El Algarrobal se convierta en nuestra reserva natural tan ansiada.

Refuncionalización

Luego de la fundación del Campus de la UNVM, el traslado del Hospital Pasteur a la ruta 9,  la construcción del barrio Carrillo y la pronta ampliación del bulevar España, podría decirse que el Parque Pereyra y Domínguez ya es un “parque céntrico” y junto con el predio ferrourbano son los únicos pulmones del “down town” villamariense. Sin embargo, atravesarlo, en plena refuncionalización, es sinónimo de caminar por anchas veredas de adoquines e inmensos playones de concreto.

-¿Por qué hay tanto cemento en el Parque Pereyra y Domínguez siendo que hay tanta carencia de espacios verdes?
-Porque, además de reforestarlo, el proyecto contempla un área deportiva. Si bien nosotros, desde el área ambiental, queríamos convertirlo en un ejemplo de forestación nativa y con césped en su totalidad, el intendente lo pensó de otra manera.

-¿Cómo?
-Se evaluó que el Salón de los Deportes ha quedado chico, al igual que el Polideportivo, y se necesitan más espacios para practicar deportes. Lamentablemente para el parque, esos espacios necesitan de una superficie de cemento.

-Sin embargo, al Salón lo están licitando para la venta y no parece que el deporte sea prioridad. ¿El ejecutivo no tendría que haberse decidido por una posibilidad? O respetaba el parque o hacía canchas.
-Sí. Pero se han evaluado muchas variables, entre ellas las necesidades que plantean los vecinos. Se han puesto muchas cosas en la balanza y primó el mix entre el espacio verde y el Polideportivo que decís vos. Seguro que el parque tendrá mucha más vida, ya que sólo es utilizado por algunos vecinos y los jugadores de bochas.

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“Tiramos 2 kilos de basura cada día por persona y eso es un promedio altísimo”

El director de Ambiente y Saneamiento, Germán Tissera, habló de los desafíos ecológicos de la actual gestión. También se refirió a El Algarrobal como posible reserva natural y al agua “supuestamente contaminada” del río
 ¿Gris cemento o verde esperanza? ¿De qué color será la Villa del futuro? No hablamos dentro de cien años, sino en el futuro inmediato. Digamos, en la Villa del 2029. Porque a juzgar por cualquier plano turístico del presente, a los cuadraditos verdes hay que buscarlos con lupa. Como los raros pedazos de un barco que aún no fueron “averiados” en la “batalla naval” de los colores. En esta guerra “antiecológica” en la que la Provincia ya se cargó el 97% del monte nativo en favor del gris.
Por eso es que, desde la gestión municipal, la tarea del director de Ambiente y Saneamiento será clave para el futuro. Y el geólogo Germán Tissera tiene a sus espaldas, sin dudas, el cargo más decisivo de todos los que existen en la ciudad. De las mejores medidas de su gestión dependerá que, en los planos del futuro, los cascos verdes vuelvan a reflotar en ese mar de cemento y de ignorancia.

Ciudad con pocos árboles

-¿Hay una apuesta ecológica en esta gestión o tu cargo es “uno más”?
-Hay una apuesta muy fuerte. Y de hecho, cuando me convocó el intendente, nos planteamos las líneas de trabajo; no sólo reforzar las líneas en las que ya se venía trabajando, sino generar otras nuevas. Yo soy especialista en agua y hemos trabajado en conjunto con la cooperativa para ver su procedimiento y preservar el recurso. Te diría que esa es la prioridad.

-¿Concientizar al vecino para que preserve el recurso?
-Totalmente. Villa María es una de las ciudades de la provincia que captan agua del subsuelo, con lo cual la calidad es superior, ya que el acuífero está muy protegido. El agua viene de las sierras de Córdoba y tarda unos 80 años en llegar a este lugar. O sea que es vital preservarlo.

-¿Otra prioridad amén del agua?
-La forestación de la ciudad y la preservación de la arbolada. Cuando entramos, tuvimos muchos conflictos con vecinos que piden sacar árboles de gran tamaño de las veredas. Muchos no entienden que esos árboles son parte de un requerimiento de la Municipalidad, que son un bien público y una protección.

-¿Son quejas por roturas de veredas?
-Exacto. Pero, como yo siempre les explico, el árbol no te rompe la vereda de un día para el otro. Hay un largo proceso. Y si vos tenés un caño con pérdida, por ejemplo, la raíz de ese árbol se va a desarrollar en ese sentido. Hemos hablado mucho con los viveros para cuando recomienden qué especies plantar.

-¿Hay alguna medida en especial con respecto al arbolado?
-Sí, en este momento se está llevando a cabo un relevamiento de todos los árboles de la ciudad. Tenemos cubierto el 30 por ciento de la ciudad y hay barrios que tienen un 60 por ciento de déficit de árboles. La gente que saca un árbol por problemas con la cañería no lo vuelve a plantar, siendo que hay una ordenanza que los obliga.

-¿Y están haciendo cumplir esa ordenanza?
-Estamos intimando y estamos infraccionando. Pero hay que revertir una situación difícil, no sólo a nivel local sino mundial y que tiene que ver con la tala indiscriminada o con la ignorancia acerca del servicio que te presta un árbol. Los dos o tres grados que el árbol te baja de temperatura son fundamentales. Ni hablar del oxígeno y la sombra.

Tala y basurales

-Hace poco hubo una tala de eucaliptus a orillas de la Avenida Savio. ¿Qué hicieron?
-La persona que la hizo fue un privado y fue sumamente irresponsable. Tuve la oportunidad de hablar con él y, cuando le pregunté por qué lo hizo, me dijo: “En mi casa tengo veinte árboles más”. Me pareció una falta tremenda de sentido común de su parte, pese a que era el dueño. Fue una acción muy egoísta.

-¿No se pudo hacer ni siquiera una multa?
-No, porque, al ser el eucaliptus una especie que no es nativa, no está protegida. Pero el beneficio que te dan esos árboles de 30 metros de alto y copa frondosa sigue siendo enorme, amén de la peligrosidad de una especie que se autopoda. De todos modos, es un recurso muy lento de reponer.

-Otro tema urticante es la basura. ¿Cómo están hoy por hoy?
-Estamos haciendo campañas de concientización para que los vecinos bajen la cantidad de residuos. Acá tiramos 2 kilos de basura cada día por persona y eso es un promedio altísimo. ¡Son 20 toneladas de basura por día!

-Hay lugares que se convierten en basurales en muy poco tiempo.
-Sí, y el mejor ejemplo es Barrancas del Río. Habían llenado la costa de basura y nos tomó seis meses limpiarla y reforestarla. Pero terminamos en agosto y ahora está llena de basura otra vez.

Espacios verdes y agua clara

-En cualquier mapa de la ciudad se ven sólo dos espacios verdes céntricos: el Parque Pereyra y el predio Ferrourbano.
-Sí, es cierto. Y estamos trabajando, precisamente, en generar más espacios verdes en la ciudad, buscando los sectores apropiados. Pero esos espacios tienen un costo muy elevado.

-¿Harán plazas en espacios públicos o comprarán terrenos privados?
-Estamos evaluando las dos opciones. Sin embargo, hoy tenemos otras prioridades, ya que las necesidades de los vecinos pasan por otro lado. Si bien la demanda de vivir en un entorno verde y agradable debiera ser prioritaria, la situación del país es muy distinta. Y tenés que salir a socorrer otras urgencias, como la gente con necesidad de viviendas. Hoy estamos experimentando un proceso de retroceso.

-¿Y qué opinás de la imagen satelital de Villa María?
-Es tremenda, porque es casi un manchón gris. Y mirá la paradoja: Ameghino, que es el barrio más grande de la ciudad, no tiene una sola plaza. Y estamos trabajando fuertemente para que eso cambie.

-¿Con qué acciones?
-Hicimos un mapa del periurbano con la universidad para proteger a los microproductores y que la frontera agrícola no invada la ciudad. Hicimos la ordenanza de prohibición del uso de glifosato y ahora queremos plantar cortinas forestales contra el viento.

-Pasemos al agua, que es tu especialidad. Muchos papás no dejan que sus hijos se metan al río porque dicen que está contaminado. ¿Qué decís?
-No es así. Yo trabajé en 2016 y 2017 haciendo mediciones de caudal y calidad de agua. Y la calidad del agua supuestamente contaminada es buena, porque el río tiene un poder de depuración muy importante. Pensá que hay más de 300 mil personas viviendo en la ribera. Y tanto Río Tercero como Villa Ascasubi, Pampayasta, Villa María, Ballesteros Sud, Morrison y Bell Ville tiran sus afluentes industriales, pero igual el agua es buena.

-Hace poco un estudio de la UTN decía lo contrario.
-Esos chicos hicieron un estudio donde decían que había bacterias. Pero era un estudio de agua superficial, donde hay materia fecal o animales que se arriman al agua. Si te tomás un litro de esa agua, te puede agarrar una diarrea, pero no más que eso. El río es oscuro y cambia de color porque es uno de los que mayor poder de transporte de sedimento tiene. Pero para potabilizarla hay que hacer un gran tratamiento, como el que hace Bell Ville. Pero nuestro río está bien.

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