17 feb 2019
El bosque del caldén abandonado a su suerte
9:00 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (17/02/2019)
El bosque del caldén del sur cordobés, sólo área protegida en los papeles
A pesar de las declaraciones y acuerdos, la falta de controles provocó que en reiteradas ocasiones este pulmón autóctono fuera flanco de desmontes. Hoy sólo subsisten escasos mojones en Villa Huidobro y Villa Sarmiento.
Pese a figurar como área protegida desde el 2003, el bosque del caldén, ubicado en el sur cordobés, ha sido diezmado por los desmontes y, según sostuvo a Puntal uno de los autores del proyecto del denominado Corredor, el gobierno provincial suele incluir estas superficies cuando habla del área bajo protección en Córdoba, pero en realidad no existen como tal.
Al sur del río Quinto y al oeste del Departamento General Roca figura un área protegida donde resiste aún una pequeña porción del ecosistema del Caldenal en buen estado de conservación. Puerta del Mamull Mapu (País de los Bosques), aquel que Mansilla atravesó y que era tierra de los ranqueles.
Hoy la subsistencia de la biodiversidad propia de la zona depende de que se tomen medidas urgentes de parte de los Estados provincial y nacional.
A pesar de la declaración de área protegida, el retroceso del bosque nativo no se detuvo. El 7 de julio de 2005, a dos años de la designación como Área Protegida del Corredor del Caldén por el entonces gobierno de José Manuel de la Sota, inspectores de la Agencia examinaron el campo "El Cuero" (ubicado al oeste de Villa Huidobro): se labró un acta por desmonte de aproximadamente 800 hectáreas de renoval de caldén.
El 7 de octubre de 2005 los inspectores de la Agencia constataron más desmonte, se procedió a labrar una nueva acta y se secuestró una máquina topadora por estar realizando movimientos de productos forestales. En esta oportunidad se estimó la cifra de 80 hectáreas desmontadas. Al igual que en el procedimiento anterior, el maquinista quedó detenido por resistencia a la autoridad.
A raíz de la problemática ambiental ya instalada en la región, en 2007 surgió con sede en Villa Huidobro una ONG ambientalista denominada “Mamull Mapu” cuyos integrantes comenzaron a desarrollar actividades de preservación y capacitación de estos recursos naturales y de ejemplares de caldenes que en algunos casos superan los 300 años de vida. Además en reiteradas oportunidades, ante la inacción del Estado en el control, se promovieron numerosas denuncias por desmontes en violación a la Ley Provincial de Bosques.
Mario Campos, actual coordinador de esta organización, sostiene que "el gobierno de Córdoba desde el 2004 ha tenido políticas acertadas en materia ambiental, pero ha fallado en el control. Así es la creación del área protegida del Corredor del Caldén, que como proyecto es muy bueno, pero hace agua por todos lados en cuanto al control o fiscalización que se ha realizado”. Al tiempo que resalta que lo mismo ocurre con la aplicación de la Ley de Agroquímicos.
Prueba sólida de lo que asegura Campos son alrededor de una decena de denuncias promovidas a la Justicia por desmontes en un período de una década, a lo cual hay que sumar otras tantas intervenciones del Estado provincial por desmonte. Una de las más recordadas por su trascendencia pública fue en el año 2009, cuando la ONG denunció el desmonte de especies autóctonas en el campo San Andrés, lo que más tarde sería constatado por la Provincia y de-sembocaría en un allanamiento a este predio rural ubicado a 25 kilómetros al norte de Villa Huidobro.
Acuerdo que subsiste
El Corredor Biogeográfico se halla emplazado en tierras de propiedad privada. A fin de acordar mecanismos de protección, la Provincia creó un modelo de convenio entre propietario y Estado.
Hoy el Corredor del Caldén se limita a un solo acuerdo que pende de la voluntad del productor de continuar protegiendo el último reducto de la biodiversidad del sur de Córdoba.
El único acuerdo existente se concretó con la Estancia Ralicó, de 15.000 hectáreas, 11.500 de ellas de caldén: 6.000 hectáreas con régimen de intangibilidad y 5.500 de uso regulado.
Un estudio realizado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (SA y DS) informó que los bosques de caldén ocupaban 3.000.0000 de hectáreas en el sur de la provincia de Córdoba, pero en el año 2000 sólo quedaban 40.000 hectáreas, hoy esta cifra es mucho menor.
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“El Corredor Biogeográfico no funciona para lo que fue creado”
Lo aseguró Marcelo Cabido, investigador del Conicet y biólogo que trabajó en el proyecto.
El investigador del Conicet, biólogo y docente de la UNC Marcelo Cabido dijo estar decepcionado ante el naufragio de un proyecto que apuntaba a la conservación de un sistema endémico que existe en Córdoba y es único en el mundo.
Este profesional trabajó, junto a Conrado Rosacher a principios del año 2000, en la creación de esta área protegida.
"Consideramos que era conveniente instalar algún tipo de área o estructura de protección ahí y nos pareció buena la idea de un Corredor Biogeográfico inspirado en el Corredor verde de Misiones. Entonces, a través de la Agencia Córdoba Ambiente, propusimos un modelo de Corredor y el gobierno mediante un decreto sancionó su creación junto a otro en el oeste de Córdoba", señaló el investigador.
Sobre el desarrollo del proyecto, agregó: “Lamentablemente, después de creados los corredores los procesos de desmontes han seguido y el gobierno provincial no ejecutó el decreto que había originado creando este tipo de sistemas de protección tanto en los bosques de caldén como al oeste de Córdoba. Ha seguido la deforestación y una pérdida notable de bosques", concluyó.
Ambientalistas aseguran que, cuando uno compara las imágenes satelitales del Caldenal de 20 o 30 años atrás, evidentemente se observa una retracción notable de estos bosques y, como están en territorio llano, son suelos que se prestan para la agricultura, entonces corren una suerte incierta.
"La imagen satelital delata con claridad que lo que queda del bosque de caldén son parcelas aisladas rodeadas de un océano de tierra cultivadas. El caso del Caldenal es paradigmático y es un sistema que debe ser sí o sí protegido, si no, en pocos años desaparecerá completamente de la faz del territorio cordobés”, subrayó Cabido.
Y enfatizó que si se pierde el bosque nativo también se perderá la fauna que habita en él y los recursos que este bosque da para el desarrollo humano: "No sólo es una pérdida desde el punto de vista ambiental, sino también del productivo; estos bosques ayudan a la fertilidad del suelo, controlan las erosiones eólicas y los niveles de agua, pero además generan ámbitos propicios para la ganadería cuando hay épocas de sequía, por lo cual prescindir de ellos traería consecuencias nefastas en todo sentido", remarcó.
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Sobre la Ley Agroforestal
La nueva Ley Agroforestal generó reticencias desde diferentes sectores: entidades ruralistas que solicitaron un plazo por entender que el programa provincial careció de información para su aplicación y no haber tenido en cuenta ciertos factores para su ejecución en la zona, como por ejemplo la mala calidad de agua para riego, la provisión de plantines y el efecto de los agroquímicos, entre otros.
Además se solicitó la incorporación del olmo como especie permitida.
En este caso, Mario Campos aseguró que se le están "poniendo palos en la rueda al proyecto".
“Ha quedado prácticamente muy poco del ecosistema natural y Córdoba no ha sido una excepción. A partir de esto es que se implementa esta Ley Agroforestal, prevé especies exóticas y naturales, pinos fresnos eucaliptus y la mayoría de las especies nativas. Lo curioso es la postura que han tomado las entidades civiles agropecuarias que plantean que van a tener demasiado trabajo en regar las plantas o va ser muy complicado, o ahora advierten que se hace uso de agroquímicos y que esto puede dañar las plantaciones o que no van a conseguir los plantines. Pero lo más curioso de todo es que han pedido la plantación de olmos, cuando todos sabemos que es muy invasivo y está catalogado como casi una plaga", sostuvo.
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El bosque del caldén del sur cordobés, sólo área protegida en los papeles
A pesar de las declaraciones y acuerdos, la falta de controles provocó que en reiteradas ocasiones este pulmón autóctono fuera flanco de desmontes. Hoy sólo subsisten escasos mojones en Villa Huidobro y Villa Sarmiento.
Pese a figurar como área protegida desde el 2003, el bosque del caldén, ubicado en el sur cordobés, ha sido diezmado por los desmontes y, según sostuvo a Puntal uno de los autores del proyecto del denominado Corredor, el gobierno provincial suele incluir estas superficies cuando habla del área bajo protección en Córdoba, pero en realidad no existen como tal.
Al sur del río Quinto y al oeste del Departamento General Roca figura un área protegida donde resiste aún una pequeña porción del ecosistema del Caldenal en buen estado de conservación. Puerta del Mamull Mapu (País de los Bosques), aquel que Mansilla atravesó y que era tierra de los ranqueles.
Hoy la subsistencia de la biodiversidad propia de la zona depende de que se tomen medidas urgentes de parte de los Estados provincial y nacional.
A pesar de la declaración de área protegida, el retroceso del bosque nativo no se detuvo. El 7 de julio de 2005, a dos años de la designación como Área Protegida del Corredor del Caldén por el entonces gobierno de José Manuel de la Sota, inspectores de la Agencia examinaron el campo "El Cuero" (ubicado al oeste de Villa Huidobro): se labró un acta por desmonte de aproximadamente 800 hectáreas de renoval de caldén.
El 7 de octubre de 2005 los inspectores de la Agencia constataron más desmonte, se procedió a labrar una nueva acta y se secuestró una máquina topadora por estar realizando movimientos de productos forestales. En esta oportunidad se estimó la cifra de 80 hectáreas desmontadas. Al igual que en el procedimiento anterior, el maquinista quedó detenido por resistencia a la autoridad.
A raíz de la problemática ambiental ya instalada en la región, en 2007 surgió con sede en Villa Huidobro una ONG ambientalista denominada “Mamull Mapu” cuyos integrantes comenzaron a desarrollar actividades de preservación y capacitación de estos recursos naturales y de ejemplares de caldenes que en algunos casos superan los 300 años de vida. Además en reiteradas oportunidades, ante la inacción del Estado en el control, se promovieron numerosas denuncias por desmontes en violación a la Ley Provincial de Bosques.
Mario Campos, actual coordinador de esta organización, sostiene que "el gobierno de Córdoba desde el 2004 ha tenido políticas acertadas en materia ambiental, pero ha fallado en el control. Así es la creación del área protegida del Corredor del Caldén, que como proyecto es muy bueno, pero hace agua por todos lados en cuanto al control o fiscalización que se ha realizado”. Al tiempo que resalta que lo mismo ocurre con la aplicación de la Ley de Agroquímicos.
Prueba sólida de lo que asegura Campos son alrededor de una decena de denuncias promovidas a la Justicia por desmontes en un período de una década, a lo cual hay que sumar otras tantas intervenciones del Estado provincial por desmonte. Una de las más recordadas por su trascendencia pública fue en el año 2009, cuando la ONG denunció el desmonte de especies autóctonas en el campo San Andrés, lo que más tarde sería constatado por la Provincia y de-sembocaría en un allanamiento a este predio rural ubicado a 25 kilómetros al norte de Villa Huidobro.
Acuerdo que subsiste
El Corredor Biogeográfico se halla emplazado en tierras de propiedad privada. A fin de acordar mecanismos de protección, la Provincia creó un modelo de convenio entre propietario y Estado.
Hoy el Corredor del Caldén se limita a un solo acuerdo que pende de la voluntad del productor de continuar protegiendo el último reducto de la biodiversidad del sur de Córdoba.
El único acuerdo existente se concretó con la Estancia Ralicó, de 15.000 hectáreas, 11.500 de ellas de caldén: 6.000 hectáreas con régimen de intangibilidad y 5.500 de uso regulado.
Un estudio realizado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (SA y DS) informó que los bosques de caldén ocupaban 3.000.0000 de hectáreas en el sur de la provincia de Córdoba, pero en el año 2000 sólo quedaban 40.000 hectáreas, hoy esta cifra es mucho menor.
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“El Corredor Biogeográfico no funciona para lo que fue creado”
Lo aseguró Marcelo Cabido, investigador del Conicet y biólogo que trabajó en el proyecto.
El investigador del Conicet, biólogo y docente de la UNC Marcelo Cabido dijo estar decepcionado ante el naufragio de un proyecto que apuntaba a la conservación de un sistema endémico que existe en Córdoba y es único en el mundo.
Este profesional trabajó, junto a Conrado Rosacher a principios del año 2000, en la creación de esta área protegida.
"Consideramos que era conveniente instalar algún tipo de área o estructura de protección ahí y nos pareció buena la idea de un Corredor Biogeográfico inspirado en el Corredor verde de Misiones. Entonces, a través de la Agencia Córdoba Ambiente, propusimos un modelo de Corredor y el gobierno mediante un decreto sancionó su creación junto a otro en el oeste de Córdoba", señaló el investigador.
Sobre el desarrollo del proyecto, agregó: “Lamentablemente, después de creados los corredores los procesos de desmontes han seguido y el gobierno provincial no ejecutó el decreto que había originado creando este tipo de sistemas de protección tanto en los bosques de caldén como al oeste de Córdoba. Ha seguido la deforestación y una pérdida notable de bosques", concluyó.
Ambientalistas aseguran que, cuando uno compara las imágenes satelitales del Caldenal de 20 o 30 años atrás, evidentemente se observa una retracción notable de estos bosques y, como están en territorio llano, son suelos que se prestan para la agricultura, entonces corren una suerte incierta.
"La imagen satelital delata con claridad que lo que queda del bosque de caldén son parcelas aisladas rodeadas de un océano de tierra cultivadas. El caso del Caldenal es paradigmático y es un sistema que debe ser sí o sí protegido, si no, en pocos años desaparecerá completamente de la faz del territorio cordobés”, subrayó Cabido.
Y enfatizó que si se pierde el bosque nativo también se perderá la fauna que habita en él y los recursos que este bosque da para el desarrollo humano: "No sólo es una pérdida desde el punto de vista ambiental, sino también del productivo; estos bosques ayudan a la fertilidad del suelo, controlan las erosiones eólicas y los niveles de agua, pero además generan ámbitos propicios para la ganadería cuando hay épocas de sequía, por lo cual prescindir de ellos traería consecuencias nefastas en todo sentido", remarcó.
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Sobre la Ley Agroforestal
La nueva Ley Agroforestal generó reticencias desde diferentes sectores: entidades ruralistas que solicitaron un plazo por entender que el programa provincial careció de información para su aplicación y no haber tenido en cuenta ciertos factores para su ejecución en la zona, como por ejemplo la mala calidad de agua para riego, la provisión de plantines y el efecto de los agroquímicos, entre otros.
Además se solicitó la incorporación del olmo como especie permitida.
En este caso, Mario Campos aseguró que se le están "poniendo palos en la rueda al proyecto".
“Ha quedado prácticamente muy poco del ecosistema natural y Córdoba no ha sido una excepción. A partir de esto es que se implementa esta Ley Agroforestal, prevé especies exóticas y naturales, pinos fresnos eucaliptus y la mayoría de las especies nativas. Lo curioso es la postura que han tomado las entidades civiles agropecuarias que plantean que van a tener demasiado trabajo en regar las plantas o va ser muy complicado, o ahora advierten que se hace uso de agroquímicos y que esto puede dañar las plantaciones o que no van a conseguir los plantines. Pero lo más curioso de todo es que han pedido la plantación de olmos, cuando todos sabemos que es muy invasivo y está catalogado como casi una plaga", sostuvo.
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