7 sept 2009

Córdoba ante un gravísimo pasivo ambiental

Diario Democracia de Villa Dolores (06/09/2009)
Córdoba ante un gravísimo pasivo ambiental

Alrededor de unas 100 mil hectáreas de pastizales, bosques y campos con restos de la última cosecha se quemaron en la Provincia de Córdoba debido a los incendios registrados en las dos últimas semanas. La estimación fue hecha por la Comisión de Emergencia Agropecuaria, que funciona en el ámbito del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia.
En un marco de extrema sequía y de fuertes vientos, hubo focos en casi todo el territorio provincial, tanto en zonas serranas como en campos del interior. Desde el Gobierno de Córdoba, a través del Plan de Manejo de Fuego, se indica que los bomberos voluntarios debieron asistir a unos 50 lugares para combatir focos ígneos.
La Provincia contempla que hubo incendios que pudieron ser controlados al producirse en pocas hectáreas y otros que afectaron miles de hectáreas, arrasando con lo que encontraban a su paso y demandando varios días de trabajo para ser sofocados. En unos u otros casos, se destruyeron alambrados, inmuebles, vehículos y hubo graves pérdidas ambientales.
La Comisión de Emergencia Agropecuaria está trabajando en el relevamiento de campos afectados. Una vez terminado, se delimitarán las zonas a sugerir para incluir en un futuro decreto de emergencia o de desastre agropecuario que dicte el Ejecutivo provincial. El objetivo número uno son los productores, entre ellos los ganaderos que han perdido pasturas y cabezas de ganado.
Por otro lado, se registra un triste impacto ambiental y paisajístico de gran dimensión. El bosque nativo de Córdoba ha sufrido una notoria pérdida. Al respecto, sectores ambientalistas reclaman con buen tino a la Secretaría de Ambiente que extreme con urgencia los recaudos y que se implementen programas de recuperación de la superficie del suelo y la forestación autóctona.
Pero en esta realidad desoladora aparecen ejemplos abnegados que propenden al bien común de manera activa. En toda calamidad, por más contundente que sea, siempre hay fenómenos de virtuosismo, tal es el caso de los bomberos voluntarios cordobeses que desinteresadamente entregaron todo de si mismos para mitigar en la manera de sus posibilidades el abrumador avance de las llamas.
Como dos caras de una misma moneda, Córdoba se encuentra hoy, por un lado, con un devastador pasivo ambiental y, por otro lado, con el orgullo y satisfacción de contar con hombres, mujeres y hasta niños que están dispuestos a empeñar todo en su afán de preservar y promover la vida.
El fuego, cuando desata su voracidad, es superior al hombre en su capacidad de reacción y control, por lo que debe ser una responsabilidad de todos evitar que se creen las condiciones adecuadas para su aparición e insaciable desarrollo. Preservar el patrimonio ambiental y promover conductas tendientes al desarrollo sostenible de los recursos naturales, es una obligación a cumplir con el mismo grado de integridad que caracteriza a nuestros bomberos voluntarios.

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