7 ago 2009

Flamencos rosados en Villa María

9:28 p.m. | Publicado por Eco Sitio | | Editar entrada
La Voz del Interior (07/08/2009)
Una rareza natural: aparecieron flamencos rosados en Villa María

Villa María. La costanera del río en esta ciudad sumó un inesperado atractivo que se transformó en el objetivo preferido de las cámaras de fotos y en la curiosidad de quienes salen a disfrutar del paseo. El lecho del lago artificial que se forma con las aguas del río Ctalamochita comenzó a verse poblado de flamencos rosados, una rareza para este lugar, de aguas dulces.
Habitualmente, cuando se elevan las compuertas y el agua del pequeño lago comienza a desagotarse, algunas aves –principalmente gaviotas cocineras y capucho café– bajan al lecho para alimentarse de lo que deja el río en su retirada. Pero esta semana, la sorpresa la dieron los flamencos rosados. Algunos días se vieron sólo tres, en otros el grupo se duplicaba.
Las explicaciones sobre la presencia de estas aves propias de agua salada no llegaron a una conclusión definitiva, pero la principal sospecha es que se originan por un tema ambiental.
La bióloga Leticia Martí, funcionaria de la Subsecretaría de Ambiente y Calidad de Vida municipal, se vio también sorprendida. “Deben estar bastante necesitados de hábitat para terminar acá en el río”, estimó. La profesional opinó que estos flamencos pueden haber perdido su hábitat original y “buscan un ojo de agua donde vivir o se perdieron en una migración”, agregó.
Una especulación es que los flamencos provendrían de la laguna Mar Chiquita, cuyo nivel de agua está en baja.
También suelen verse estos atractivos plumíferos en algunas lagunas del sur provincial, con alto contenido de sal.
La sequía y los desmontes conspiran contra la conservación de hábitats para las aves. Esto es así porque los flamencos rosados se alimentan de un invertebrado llamado artemia salina, que es el que le da el color a su plumaje. “Si siguen acá, van a perder el color de sus plumas”, explicó Martí, debido a que en aguas dulces no se encuentra el crustáceo que es la base de su alimentación. Por eso, cree que no se quedarían mucho tiempo en esta ciudad.
Otras especies de aves como biguás, garzas y gallaretas se sumaron a la fauna circunstancial del balneario villamariense, pero los flamencos rosados se transformaron en “la” atracción.

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