1 ago 2009

Arsénico: “El tema debe ser cuestión de Estado“

El Diario de Villa María (01/08/2009)
“El tema debe ser cuestión de Estado“






Formado en el Instituto Bernardino Rivadavia de Villa María y en la Universidad Nacional de Córdoba, el químico industrial y geólogo Juan Carlos Ferrero sumó su valioso punto de vista al debate sobre la contaminación del agua
“Aquí lo fundamental es preguntar por qué, de dónde viene, cómo se produce la contaminación del agua con arsénico. Puede haber varios motivos y resulta indispensable establecer cuál es.” Las primeras palabras de Juan Carlos Ferrero sirven para comprender que tiene una mirada distinta sobre el tema.
El químico industrial y geólogo, que asesora a la legisladora provincial Norma Poncio, consideró que “a este tema hay que despolitizarlo inmediatamente”.
“Aquí se trata de tomarlo como una cuestión de Estado, de ubicarlo más allá de cualquier partidismo. Debemos preguntar por qué si antes no había estos niveles de arsénico en el agua, ahora los tenemos. Y, en cuanto a los motivos, puede haber varios: existen sedimentos en toda esta zona que pueden tener influencia, la minería contamina con arsénico, la industria contamina con arsénico, los líquidos que se usan para fumigar contaminan igual... Otro elemento que puede tener influencia son las perforaciones, ya que sabemos que en las napas altas hay más concentración de arsénico. Y si no se sella bien el paso de una napa a la otra, se filtra el agua contaminada hacia abajo.” El especialista abre el libro de sus conocimientos y descubre otra parte de la realidad en el problema que viene preocupando seriamente a los villamarienses, a partir de la difusión de todo tipo de análisis que evidencian contenidos de arsénicos en el agua de red, superiores a los sugeridos por la Organización Mundial de la Salud y el Código Alimentario Nacional (0,01 ml/por litro).
Ferrero reconoce que los efectos en el cuerpo humano son disímiles, porque no hay dos personas que tomen la misma cantidad de agua cada jornada y, además, porque no todos los organismos reaccionan de la misma manera.

“Cómplice”
Más adelante, asegura que “si el Estado sigue estando ausente, si no estudia el agua de las napas, si no analiza las causas, si tampoco controla el agua envasada que se vende, es cómplice de toda esta situación”.
“No podemos seguir vendiendo agua sin saber cuál es la reserva de los acuíferos provinciales, y además desconociendo el por qué del nivel de contaminación”, concluyó.

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El Puntal de Villa María (01/08/2009)
Juan Carlos Ferrero: “El valor máximo es 0,01 y no es discutible”

El profesional, experto en suelos y agua, se puso a disposición de la ciudad para estudiar los motivos que hicieron que las napas registren presencia de arsénico, sostiene que es necesario el trabajo conjunto
La Asociación de Amigos del Río San Antonio (ADARSA) es una organización no gubernamental, ambientalista, sin fines de lucro, que trabaja en todo lo relacionado con el cuidado y protección de la Cuenca del Río San Antonio, para un buen uso de este recurso vital. Está formada por vecinos de las cinco comunas del Sur de Punilla: San Antonio de Arredondo, Mayú Sumaj, Icho Cruz, Tala Huasi y Cuesta Blanca y abierta a todas aquellas personas e instituciones interesadas. Inicia sus actividades en 1998, y cuenta con Personería Jurídica Nº 42/A/99. Su presidente, es el villamariense Juan Carlos Ferrero, geólogo, especialista en suelos y agua, fue jefe de geoquímica del laboratorio central de agua y energía, integrante del Foro Argentino Del Agua (FADA, parte de la Global Water Partneship), de dilatada trayectoria y abultado currículum.
En un diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, junto a la legiladora Norma Poncio, hizo un aporte sobre la problemática del arsénico en el agua en la ciudad de Villa María. Hace 11 años que la organización que preside estudia el agua de la provincia, sobre este tiempo evolutivo (o invlolutivo) sostiene que el análisis global “es difícil, porque la crítica es muy fácil, pero cada vez la vemos peor... No es ninguna novedad que la provincia de Córdoba no tiene agua, y si aparte buscamos contaminar la poca que hay y desecharla como se hizo en 13 barrios de Córdoba que utilizaban agua subterránea que estaba contaminada con Nitrato y se cerró el grifo y se trajo agua de otro lugar... Eso es gravísimo porque estamos desechando un recurso natural importantísimo que no es renovable...”
Para el experto es necesaria la concientización para evitar que el líquido vital se convierta en un elemento escaso. “No nos hemos organizado, ni hemos planificado. Acá se habló de hacer un reordenamiento territorial con recursos hídricos y nosotros preguntamos dónde está el ordenamiento... Nunca hubo. Estamos mal, pero si no se hace algo vamos a ir peor”.
Sobre el tema preciso de la contaminación del agua local con arsénico expresó: “Me apena que se esté manejando de esta manera, no es lo correcto. Venimos a hacer propuestas, creemos que ha llegado la hora de dejar las banderas y ponernos de acuerdo, porque es un problema de estado no de gobierno”. Ferrero separa los conceptos: Estado=Nación; Gobierno=poder transitorio. Poncio agrega que “hay políticas de estado donde no tiene que influir la partidaria, en educación y salud jamás tiene que influir la política partidaria”.
Ferrero fue becario de la Unesco en el Instituto Internacional de Riqueza Geotérmica de Pisa (Italia), y en su extensa actividad se dedicó a estudiar los recursos hídricos.
JCF-No sé si este problema es más o menos grave, pero es un problema que creemos que podemos solucionar y venimos a proponerlo.

-Que no es fácil, advierto por si no lo notó, porque cualquier palabra que se dice hoy sobre el tema arsénico en Villa María es tomado como una maniobra contra el Gobierno...
JCF-Y nada más alejado. Queremos colaborar...

-También los medios, sin embargo el intendente dice que armamos una campaña política en contra.
NP-Bueno, él lo politiza...

-¿Qué han estudiado sobre el caso Villa María?
JCF-No hemos trabajado en la parte técnica pura, porque creemos que es un problema que debe encararse en conjunto y tiene sus riesgos. Primero decimos que nadie le puede discutir a la Organización Mundial de la Salud (OMS) los límites...

-Acá hay muchos...
JCF-Es una aberración total, yo soy becado de Naciones Unidas y le puedo asegurar que es gente muy seria, no están en la tontera y si ponen un límite es por algo. No es un límite exacto, es tentativo, porque no es lo mismo una persona que consume un vaso de agua por día que otra que consume dos litros.
El arsénico es malo. Es un veneno, tal vez uno de los más viejos venenos. No mata de un día para el otro, no es un tiro, va acumulándose y dañando a la persona. Pero hacemos el siguiente planteo: El problema está en que apareció y que viene de una contaminación, entonces el Estado tiene la obligación por el artículo 41 de la Constitución Nacional de proteger el derecho a vivir una naturaleza sana. Hay que hacer una evaluación, buscar las fuentes de contaminación. El arsénico es común en la provincia...

-Tal es así que el primer caso de Hacre se dió en Bell Ville
JCF-Así es, y hace muchos años, en la década del ‘30 cuando un médico lo descubrió...
NP-Ayerza
JCF-Exactamente. Entonces, tiene su problema pero no es inmediato. Tenemos que actuar de dos formas: Buscando que se cumpla lo que piden a nivel internacional y el Código Alimentario Argentino; y diagnosticar para saber cómo curarlo. Tenemos que juntarnos, ser muchos...

-Primero asumir que hay un problema, lo que no hace el estado municipal. La legislación provincial es contraria a la OMS, la excede en un 500%, y se basan es eso.
NP-Eso me motivó a presentar el proyecto, porque hice un pedido de informe y fue muy ligth la respuesta.

-De todas maneras Argentina tiene tiempo hasta 2012 para acogerse a los valores de la OMS, pero lo que no se quiso asumir en la discusión que se planteó en una conferencia de prensa donde no quisieron dar los valores de los análisis, es que si los resultados exceden el 0,01 ya tenemos un problema.
JCF-Si seguimos así vamos a llegar a 2012 sin poder bajar el nivel.
NP-Hay que adecuar las normas legales (provinciales) a lo que corresponde.
JCF-Estamos dispuestos a trabajar. Ahora viene una comisión española para trabajar con nuestra institución en formación de formadores.
NP-Otra cosa es que en la provincia no sabemos cuánta agua hay.
JCF-Eso es grave, pedimos un plan director porque estamos llevando la urbanización aguas arriba, donde se genera el recurso en lugar de cuidarla.

-¿Por qué está el arsénico?
JCF-Hay una diversidad de posibilidades. Normalmente el primer nivel de agua tiene arsénico producto del vulcanismo cuaternario, hay una capa impermeable que no permite que pase a otros niveles... Pero se han hecho perforaciones y el temor es que no se hayan sellado bien y estén contaminando, si fuera así la solución es fácil.
Otra razón puede ser la minería, que es contaminante. Otra, las industrias. O las fumigaciones...

-Parece una tarea sencilla salir a investigar las fuentes de contaminación, pero no de poner en práctica
JCF-Es difícil. Pero el Estado provincial tiene muy buenos profesionales, bien capacitados, pero en niveles intermedios y hay que evitar que se sientan presionados por los niveles políticos que dan la solución del interés político y si intervienen no vamos a encontrar soluciones.

-¿De qué manera colaborarían desde su institución para que ésto se lleve adelante?
JCF-Tenemos un grupo que está trabajando, incluso hidrólogos, gente del Instituto Nacional de Agua... No cobramos, no tenemos intereses económicos, tampoco el tiempo del mundo pero en lo que podamos ayudar estamos dispuestos porque es un tema grave.

-No soy técnico y según algún funcionario no podría hablar del tema, pero el Ceprocor arrojó 0,046, Cequimap llegó a 0,07 y la UTN 0,026, que es el valor que toman como real... ¿Hay posibilidad de que ese valor que dicen que es normal no sea noscivo?
JCF-No, si supera el 0,01 es una barbaridad pretender decir que no está bien lo que dice la OMS, el valor máximo es 0,01 y no es discutible.

-¿Que valoración tiene de los laboratorios Ceprocor y Cequimap?
JCF-Son buenos. El problema no son los números, sino el arsénico.

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