8 mar 2009
¿Qué hacer con los perros callejeros?
12:46 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (08/03/2009)
¿Qué hacer con los perros callejeros?
La situación de perros (y también gatos) abandonados se agrava día a día. Nunca hubo una política municipal seria para controlar la problemática. Especialistas dan su punto de vista y la mayoría pide la esterilización.
La problemática de los perros y gatos abandonados en la ciudad de Córdoba recrudece día tras día y no parece haber soluciones a la vista. Por la crisis económica, la falta de conciencia entre la población sobre la tenencia de animales domésticos y una cultura que los posterga, cada vez hay más mascotas expuestas a condiciones denigrantes de vida y a una reproducción descontrolada que los lleva a invadir las calles.
Desde hace años, la ciudad no tiene una política estatal adecuada para controlar la reproducción, pese a que hay muchos pedidos para fomentar campañas de esterilización. A esto se suma la insensibilidad de muchos vecinos que, en vez de cuidar a perros y gatos en sus hogares, los dejan librados a su suerte para que otro se haga cargo.
Para los gobiernos municipales de turno los animales callejeros no son prioridad y por eso no se destinan recursos suficientes para brindarles una vida digna. De hecho, no existen convenios con asociaciones protectoras y, aunque los hubo en su momento, no alcanzaron para contener a miles de mascotas desamparadas.
Las entidades proteccionistas de la Capital nunca se cansan de denunciar la falta de políticas de Estado en relación con los animales domésticos.
No hay cifras concretas de cuántos perros abandonados habría en las calles de Córdoba, pero serían unos 35 mil, según las consultas efectuadas por La Voz del Interior. Sobre gatos es aún más difícil hacer estimaciones.
La superpoblación de canes y gatos es tal que abundan los comentarios de que habría hospitales, escuelas y otras instituciones públicas que contratarían a empresas privadas (dedicadas al "control de plagas") para retirar y hacer desaparecer a estos animales.
Si bien aún quedan samaritanos que adoptan mascotas sin hogar o lastimadas cuando las encuentran o se las ofrecen, muchas más son las personas que las abandonan en la vía pública.
Los perros vagan sin rumbo no sólo en el área céntrica y barrios empobrecidos, sino también en sectores medios y altos. Por caso, el viernes a la madrugada, varios perros merodeaban avenida Rafael Núñez al 4800, cerca de la Mujer Urbana, en una zona de diversión nocturna.
En plazas, parques y paseos públicos cada vez está más extendida, desgraciadamente, la práctica de abandonar cachorros. En los últimos días circuló un rumor de que en la plaza Colón decenas de perritos recién nacidos habían sido abandonados en cajas de cartón. Algunos proteccionistas hasta sugieren dejar mascotas en esos lugares para que otros se sensibilicen y las adopten.
Asimismo, cada vez se conoce más cantidad de casos de hembras preñadas que tienen a sus crías en las calles. No sólo perros mestizos pueblan las calles, sino que está creciendo el número de canes de raza abandonados por familias que no los quieren ni pueden tener.
Sin techo ni amos, los perros pasan hambre, sed, frío y falta de cariño en las calles, al tiempo que su salud se va deteriorando. A veces, esto los vuelve agresivos.
Los refugios para mascotas a cargo de instituciones protectoras están en vías de extinción o, al menos, quedan pocos. Sin embargo, hay vecinos que eligen cuidar animales domésticos en los patios de sus casas. Tienen caniles que albergan a decenas de perros.
Muertes cotidianas. Los vehículos son un peligro mortal para los miles de perros y gatos que peregrinan de un lado a otro en el ejido urbano. A diario son atropellados en calles y avenidas (la Circunvalación es un caso típico) y sus cuerpos mutilados quedan tirados en el asfalto durante días.
Las matanzas de perros continúan siendo moneda corriente. La semana pasada trascendió que dos fueron salvajemente ahorcados en barrio Los Boulevares, un sector en el que ya hubo un episodio similar meses atrás y que mereció la condena de proteccionistas de todo el país.
La existencia de animales vagabundos en las calles también es un riesgo. Hay personas atacadas por perros o que sufrieron accidentes traumáticos mientras conducían motos y bicicletas, tras encontrarse de repente con canes que se interpusieron en el camino. Esto forma parte de una misma problemática histórica: la presencia desmedida de mascotas callejeras y que nadie se ocupe de ellas.
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La problemática de los perros y gatos abandonados en la ciudad de Córdoba recrudece día tras día y no parece haber soluciones a la vista. Por la crisis económica, la falta de conciencia entre la población sobre la tenencia de animales domésticos y una cultura que los posterga, cada vez hay más mascotas expuestas a condiciones denigrantes de vida y a una reproducción descontrolada que los lleva a invadir las calles.
Desde hace años, la ciudad no tiene una política estatal adecuada para controlar la reproducción, pese a que hay muchos pedidos para fomentar campañas de esterilización. A esto se suma la insensibilidad de muchos vecinos que, en vez de cuidar a perros y gatos en sus hogares, los dejan librados a su suerte para que otro se haga cargo.
Para los gobiernos municipales de turno los animales callejeros no son prioridad y por eso no se destinan recursos suficientes para brindarles una vida digna. De hecho, no existen convenios con asociaciones protectoras y, aunque los hubo en su momento, no alcanzaron para contener a miles de mascotas desamparadas.
Las entidades proteccionistas de la Capital nunca se cansan de denunciar la falta de políticas de Estado en relación con los animales domésticos.
No hay cifras concretas de cuántos perros abandonados habría en las calles de Córdoba, pero serían unos 35 mil, según las consultas efectuadas por La Voz del Interior. Sobre gatos es aún más difícil hacer estimaciones.
La superpoblación de canes y gatos es tal que abundan los comentarios de que habría hospitales, escuelas y otras instituciones públicas que contratarían a empresas privadas (dedicadas al "control de plagas") para retirar y hacer desaparecer a estos animales.
Si bien aún quedan samaritanos que adoptan mascotas sin hogar o lastimadas cuando las encuentran o se las ofrecen, muchas más son las personas que las abandonan en la vía pública.
Los perros vagan sin rumbo no sólo en el área céntrica y barrios empobrecidos, sino también en sectores medios y altos. Por caso, el viernes a la madrugada, varios perros merodeaban avenida Rafael Núñez al 4800, cerca de la Mujer Urbana, en una zona de diversión nocturna.
En plazas, parques y paseos públicos cada vez está más extendida, desgraciadamente, la práctica de abandonar cachorros. En los últimos días circuló un rumor de que en la plaza Colón decenas de perritos recién nacidos habían sido abandonados en cajas de cartón. Algunos proteccionistas hasta sugieren dejar mascotas en esos lugares para que otros se sensibilicen y las adopten.
Asimismo, cada vez se conoce más cantidad de casos de hembras preñadas que tienen a sus crías en las calles. No sólo perros mestizos pueblan las calles, sino que está creciendo el número de canes de raza abandonados por familias que no los quieren ni pueden tener.
Sin techo ni amos, los perros pasan hambre, sed, frío y falta de cariño en las calles, al tiempo que su salud se va deteriorando. A veces, esto los vuelve agresivos.
Los refugios para mascotas a cargo de instituciones protectoras están en vías de extinción o, al menos, quedan pocos. Sin embargo, hay vecinos que eligen cuidar animales domésticos en los patios de sus casas. Tienen caniles que albergan a decenas de perros.
Muertes cotidianas. Los vehículos son un peligro mortal para los miles de perros y gatos que peregrinan de un lado a otro en el ejido urbano. A diario son atropellados en calles y avenidas (la Circunvalación es un caso típico) y sus cuerpos mutilados quedan tirados en el asfalto durante días.
Las matanzas de perros continúan siendo moneda corriente. La semana pasada trascendió que dos fueron salvajemente ahorcados en barrio Los Boulevares, un sector en el que ya hubo un episodio similar meses atrás y que mereció la condena de proteccionistas de todo el país.
La existencia de animales vagabundos en las calles también es un riesgo. Hay personas atacadas por perros o que sufrieron accidentes traumáticos mientras conducían motos y bicicletas, tras encontrarse de repente con canes que se interpusieron en el camino. Esto forma parte de una misma problemática histórica: la presencia desmedida de mascotas callejeras y que nadie se ocupe de ellas.
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