12 mar 2009

Presencia de arsénico en Villa María

El Diario de Villa María (12/03/2009)
Detectan peligrosa presencia de arsénico en el agua de la ciudad



El informe de la UNC indica que el nivel de arsénico encontrado en el agua local es altamente riesgoso para la salud de la población
Según los resultados obtenidos en una investigación realizada por un equipo de profesionales de la Universidad Nacional de Córdoba y publicado en sitio web de la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Secyt) de la UNC, el agua de Villa María presenta una "presencia excesiva de arsénico".
En el estudio realizado por la investigadora Marta Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, y las licenciadas de la Escuela de Nutrición de la UNC Carolina Roviera, Silvia Fanto y Erika Wenzel, se analizaron pozos subterráneos villamarienses, "encontrándose porcentajes de arsénico que superan largamente los límites establecidos", asegura el informe.
Las especialistas tomaron 24 muestras de 500 ml cada una, que corresponden a ocho pozos de abastecimientos con que cuenta la ciudad. El muestreo fue realizado en setiembre pasado, mediante la técnica de espectrofotometría de absorción atómica.
"La hipótesis planteada por las investigadoras de la UNC indicaba que el agua superaba los límites de arsénico permitidos y así se demostró en todas las muestras extraídas para el análisis: se encontró como mínimo cuatro veces el valor permitido (0,049 mg/l) y en algunos casos se octuplicó (0,080 mg/l)", señala la presentación del trabajo en el espacio digital de la Secyt.
Vale recordar que el arsénico es un químico semimetálico que forma compuestos venenosos.
Este químico se usa en variadas aplicaciones industriales, como en el tratamiento del vidrio y en la fabricación de gases, y es nocivo para la salud humana.
La ingesta crónica de este tóxico, a través del agua o en los alimentos, puede producir una amplia gama de enfermedades, desde lesiones cardíacas y vasculopatías hasta cáncer al pulmón, hígado, piel, vejiga y riñón.
El agua contaminada con arsénico puede producir una enfermedad denominada Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), luego de dosis variables durante largos períodos de tiempo. Para que sea potable, y apta para el consumo humano, el líquido vital no puede contener más de 0,01 mg/l de arsénico.
“Si bien existen métodos que están obligados a utilizar las plantas potabilizadoras, cooperativas y empresas de administradoras de agua potable, en los últimos años en nuestro país se detectó recurrentemente la presencia de este tóxico en pozos subterráneos desde donde se distribuye agua a distintas ciudades”, agrega el artículo que aborda la temática.
“En esta zona la intoxicación crónica con aguas arsenicales constituye un grave problema económico-sanitario, porque aparte de poder producir incapacidades relativas o permanentes en los habitantes, ocurre en una de las regiones agrícolo-ganadera más importante del país”, concluyeron las investigadoras.

Nada raro en Villa María
Consultado sobre esta situación, el presidente de la Cooperativa de Agua “15 de Mayo”, Mario Valenti, dijo no haber recibido ninguna información respecto a la posible contaminación.
“A nosotros nadie nos ha informado nada. De todos modos, semanalmente desde la Cooperativa tomamos muestras y mandamos a realizar análisis del agua que se consume en la ciudad, sin obtener hasta el momento ningún resultado raro”, señaló Valenti.
El titular de la Cooperativa informó que se estudia semanalmente el agua extraída en 18 puntos distintos de la ciudad.
Las muestras obtenidas se remiten a la Universidad Tecnológica Nacional y a la Municipalidad de Villa María que corroboran los índices de potabilidad del líquido elemento que consumen, a diario, miles de habitantes de la ciudad.
“El agua que se toma en Villa María proviene de pozos que se encuentran a 160 ó 170 metros de profundidad. Es probable que el estudio de la Universidad de Córdoba se haya realizado en un nivel menos profundo y que allí las napas si estén contaminadas”, estimó la voz consultada por EL DIARIO.
Valenti también agregó que el consumo del vital elemento se ha duplicado en los últimos años debido a que desde Villa María se abastece a San Francisco y otras localidades del interior provincial.
“Con tanta demanda, las napas se resienten y puede aparecer algo raro, aunque no es el caso de nuestra ciudad”, subrayó el entrevistado.
“Al nivel que nosotros nos manejamos nos permite afirmar, además de que no tenemos ningún indicio, de que no existe arsénico en el agua villamariense”, concluyó el líder cooperativo.
Vale destacar que se han hecho varios estudios sobre la presencia de arsénico en el subsuelo de la región.
Las investigaciones, algunas publicadas en nuestro medio, brindaron perspectivas de la problemática, aunque desde el punto de vista rural.
Como ejemplo se puede citar la tesis de grado presentada en la UTN por la licenciada en Ciencias Aplicadas Adriana Ferreira.
"Que hay arsénico en el agua, no es algo nuevo. Eso lo sabemos desde que tenemos uso de razón. Lo que quise conocer con la tesis fue si había aumentado la concentración", dijo Ferreira en una nota concedida a EL DIARIO Rural, meses atrás.
Para ello tomó un estudio que data de 1973 y realizó extracciones en los mismos lugares.
"El resultado fue que se registró en esos años un incremento del 370%", señaló.
"Creo que no hay que alarmar a la población, pero sí informarla", agregó.
Señala que el agua que consumen las personas que cuentan con el servicio de la cooperativa (tanto la de Ballesteros como la de Villa María), no tiene índices preocupantes, porque la extraen de napas más profundas.
"El problema se presenta con vecinos de la zona rural, a quienes no les llega el agua corriente y los de la zona urbana que no están conectados", dijo.

Un problema controlado
Graciela Marín, es una profesional que trabaja en el laboratorio de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), regional Villa María. Marín fue consultada en su momento por la presencia del tóxico en campos de la región. En la oportunidad Marín consideró “indispensable aclarar que estamos hablando de las aguas de pozo y no la de la red de la ciudad”.
“Los problemas en general están en las primeras napas; hablando genéricamente, en las más profundas ya se puede dar con agua de superior calidad”, explicó.
Aunque principalmente el tema del arsénico es relevante por su efecto cancerígeno, la profesional dijo que también “hay otras sales que pueden estar asociadas al agua y pueden ser igualmente o más nocivas que el arsénico, que deben ser controladas al igual que la calidad bacteriológica del agua, para que los niveles existentes no superen lo admitido, de esa manera no se perjudicará la salud humana ni animal”.
Cabe acotar que existen organismos nacionales y provinciales responsable de estos controles, el SENASA controla la calidad del agua usada en todos los productos de exportación y tránsito en el país y en la provincia, los organismos bromatológicos municipales, además de los provinciales que supervisan y habilitan a las fábricas.

Ver Noticia On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs