3 dic 2007

Reivindican posesión ancestral

La Voz del Interior (03/12/2007)
Acusados de dañar alambrados reivindican posesión ancestral

Cruz del Eje. La segunda audiencia, en la Cámara Criminal y Correccional de esta ciudad, en el juicio que se instrumenta contra 11 personas imputadas por daño calificado, en el conflicto de tierras de Cañada Larga en la comuna de Tuclame, levantó temperatura el viernes, cuando dos de los acusados se allanaron a declarar y reconocieron el supuesto ilícito del que se los acusa.
Carlos Nicolás Loyola y Juan Carlos Loyola, poseedores ancestrales de tierras en el lugar, coincidieron en sus declaraciones en que, ante la decisión de Ramón Mazzeo de continuar alambrando 1.993 hectáreas del campo El Barrayaco, tomaron la decisión de cortar 3.600 metros de alambres y de hachar 400 postes.
Los hombres aseguraron que lo hicieron acompañados por vecinos de la comunidad de Cañada Larga, todos militantes de la Asociación de Productores del Noroeste Cordobés (Apenoc), el 5 de febrero de 2005, en el momento en que esa organización no gubernamental realizaba una de sus habituales reuniones generales, junto a integrantes de otras comunidades de la región.
Tanto Carlos como Juan Loyola enfatizaron que lo hicieron en defensa de sus campos abiertos ante lo que consideraron indiferencia policial en tomar denuncias al respecto, la lentitud judicial de definir el conflicto y la imposibilidad de dar agua a sus animales. “Son campos que habitaron nuestros bisabuelos, abuelos y padres”, dijeron.
En este juicio, además de los imputados que declararon el viernes, se encuentran acusados de daño calificado el cura de Serrezuela, Carlos Julio Sánchez, Juan Medardo Allende, Lorena del Valle Capdevila, Juan Camilo Herrero, Juan Ramón Maldonado, Dominga del Carmen Mercado, Ceferino Darío Romero, María Cecilia Suau y Javier Scheibengraf. Los 11 visten remeras verdes, con la inscripción “¡Ni un metro más, la tierra es nuestra!”.
En la primera audiencia, los imputados Herrero, Allende y Maldonado también se allanaron a declarar y negaron haber estado en el lugar de los hechos. En esa instancia, tres fueron identificados como poseedores y ocho como militantes de Apenoc.
El viernes también compareció Ramón Mazzeo, en calidad de testigo. El hombre ratificó haber comprado los campos de El Barrayaco al Banco Central de la República Argentina, haberlos pagado y contar con escritura. Mazzeo calificó de “banda” el accionar de Apenoc y dijo que debió apelar a atención médica psicológica para él y su esposa, pues lo habían “encerrado” en su propiedad. Dijo tener buenas relaciones con sus vecinos, pero que desconocía al grupo de gente que había cortado los alambres y hachado los postes. “Son un grupo de extraños al lugar”, dijo.
La continuidad de este juicio fue fijada para el 12 y 13 de este mes. El litigio pone otra vez sobre el tapete el grave problema en los campos del noroeste y el norte provincial por la falta de títulos registrales que garanticen a los poseedores ancestrales su continuidad en los predios.
Días atrás, el obispo Omar Félix Colomé remarcó que había “una situación de conflicto desde hace muchos años que no se soluciona y se agrava cada vez más”.

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