14 oct 2007

Contaminación en los canales

La Voz del Interior (14/10/2007)
La contaminación domina los canales

El estado de los canales de riego que atraviesan la ciudad de Córdoba muestra los signos de una pelea entre la Municipalidad y la Provincia que ya está a punto de cumplir cuatro años, provocando que el vecino que tiene su casa junto a estos cursos de agua deba convivir -en la mayoría de los casos- con basurales, contaminación, riesgo de inundación y todo tipo de alimañas.
El sistema de canales de la ciudad, construido hace más de 100 años, nace en el dique Mal Paso, cercano a La Calera. Desde allí, los canales maestros Norte y Sur comienzan a envolver a Córdoba, ramificándose en canales secundarios. Su función es esencial, ya que proveen el riego para el cinturón verde de la ciudad, de donde sale la mayor parte de las verduras que consumen día a día los cordobeses.
Sólo los tramos que atraviesan barrios privados fueron embellecidos y parquizados. En el resto de la ciudad constituyen un lugar que favorece los asentamientos marginales que conectan cloacas clandestinas al curso, o la proliferación de basurales que contaminan no sólo el entorno sino también el agua con que se riega las verduras que consumen los cordobeses.
La mayoría de los vecinos de los barrios atravesados por algún canal reclama por el estado que presentan. Sólo basta recorrerlos para recoger pedidos coincidentes: limpieza y control de los cauces.
Sin embargo, es la propia acción de los vecinos la que contamina los canales, y son ellos mismos los que terminan sufriendo las consecuencias de sus acciones, favorecidas por la falta de control por parte del Estado.
Un ejemplo más que claro del peligro que acarrea esa desidia son los frecuentes desbordes que sufren los canales, taponados con basura, en temporada de lluvia. En marzo pasado, el canal maestro Norte desbordó y varias familias de barrio Granja de Funes, Argüello, Los Boulevares, Ameghino y Ameghino Norte debieron ser evacuadas.

Responsabilidad compartida

Los canales de riego se encuentran bajo jurisdicción de la Dirección Provincial de Aguas y Saneamiento (Dipas). El mantenimiento está a cargo de dos consorcios de regantes y, de acuerdo a lo establecido en el convenio, la limpieza se debe realizar durante dos épocas del año: febrero-marzo y julio-agosto.
La Dipas reconoce que la tarea que realizan los consorcios no es suficiente, pero responsabiliza al municipio por esta situación. "Evidentemente se ven sobrepasados en su capacidad por el gran arrastre de residuos sólidos que se produce en los momentos de lluvias, por la falta de un buen aseo de calles y recolección de basura por parte del municipio", afirma en un documento enviado por la dependencia a La Voz del Interior.
"Cabe recordar que las dos gestiones municipales anteriores (de Rubén Martí y Germán Kammerath) trabajaron en forma conjunta con la Provincia, participando la Dipas y los CPC de Villa Libertador y Argüello. Con la presente gestión comunal no se pudo conseguir aporte alguno de la Municipalidad de Córdoba, debiendo ser afrontados todos los esfuerzos solamente por la Provincia", agrega Dipas.
Pero la Municipalidad desmintió esas afirmaciones. "Hay un buen trato con los mandos medios de Dipas, se hacen acuerdos para trabajar: enviamos las maquinarias, pero luego ellos no disponen de fondos para cumplir con su parte", declaró el subsecretario de Obras Públicas municipal, Guillermo Assandri.
La Dipas también responsabiliza al municipio por la contaminación del agua que provocan las conexiones clandestinas de cloacas. "En zonas donde no hay red colectora, algunos vecinos que viven frente a canales de riego, descargan sus efluentes, complicando aun más el panorama existente. Esto se debe al gran atraso de obras que tiene el sistema cloacal en la ciudad", sostiene.
"Hacemos razias, pero son tantas las conexiones que no damos abasto", afirmó Assandri, quien marcó como las áreas con más conexiones ilegales a las que se encuentran en asentamientos marginales.
"Lo poco que se hace en los canales, se hace en conjunto entre los Consorcios y la Municipalidad", aseguró Assandri. "Así limpiamos el canal que pasa por Villa Rivera Indarte, pero la Provincia siempre pone la excusa de que no tiene medios. Es al revés de lo que dicen ellos", concluyó.
Fuentes de Dipas y del municipio se mostraron confiados en que la situación cambie con las nuevas autoridades.

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Herencia de un grande

Transcurría la última década del siglo XIX. El empuje creativo, la vocación de progreso y la capacidad técnica de un grupo de pioneros, entre los que se destacaba el ingeniero Casaffousth, habían superado las trabas burocráticas y las limitaciones de recursos materiales y tecnológicos propias de la época. El paredón de roca granítica, cal hidráulica y arena de la "junta de los ríos", se levantaba como un coloso de 37 metros de altura y embalsaba 260 millones de metros cúbicos. Era el dique más grande del mundo. Y se había construido con tecnología y recursos disponibles en la región.
Algunos hombres de la época con responsabilidades públicas conjugaron sus atributos de ignorancia, temor y malicia, remunerando la solvencia, la laboriosidad y la nobleza de Carlos Casaffousth con un sinnúmero de agravios y calumnias que lo llevaron a la cárcel. El tiempo puso las cosas en claro, pero fue después de su muerte.
La obra respondía a una visión integrada en cuanto al manejo de recursos. Agua potable, regadío, electricidad y desarrollo turístico serían los beneficios que permitían a la pequeña ciudad de 70 mil habitantes, proyectarse hacia un extenso horizonte futuro. ¡Qué diferencia de actitud con tantos ejemplos actuales! Se hace necesario confrontar la actitud generosa de quien piensa y planifica a largo plazo, con el egoísmo de quien busca el rédito inmediato.
Posiblemente es éste el punto principal a discutir al momento de establecer lineamientos para el futuro de nuestra ciudad y nuestra región. Si pudiéramos entre todos superar el oportunismo del corto plazo, habremos retomado el camino señalado por aquellos pioneros.
El desprecio por la herencia del pasado nos llevó al abandono del extenso sistema de riego que nace en dique Mal Paso, construido con la misma tecnología que el viejo paredón del San Roque. Los canales maestros Norte y Sur, se separan progresivamente del fondo de la cuenca del Suquía y abrazan un vergel de quintas y huertas que aún hoy ubican a Córdoba capital como el principal productor de frutas y hortalizas en el contexto provincial. Si bien las consecuencias del abandono son evidentes, es posible y necesario revertir este proceso de decadencia. Las acciones a desarrollar se deben orientar al mejoramiento hidráulico, a la integración del sistema con el tejido urbano y al mantenimiento programado. Una política sostenida, traerá consecuencias positivas en aspectos productivos, urbanísticos, paisajísticos y ambientales.
La toma de conciencia sobre la importancia del tema, la voluntad política y la concertación de acciones entre el Estado municipal y provincial pueden brindar a los cordobeses una verdadera sorpresa al redescubrir hermosos paisajes ocultados en repliegues urbanos, en donde reina la basura y la degradación ambiental.
La concreción de estas acciones será un buen homenaje para aquellos que concibieron esta gran obra y una herencia justa para las generaciones futuras.

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Agua para 10 mil hectáreas

Dipas indicó que los canales maestros Norte y Sur riegan en conjunto aproximadamente seis mil hectáreas del cinturón verde de la ciudad de Córdoba. Esa tarea beneficia unos 1.300 productores frutihortícolas en forma directa.
Además, son una alternativa para otros 700 usuarios más, que ocupan cuatro mil hectáreas y utilizan el agua del canal Los Molinos-Córdoba, llegando la influencia de riego de estos canales a 10 mil hectáreas productivas.
"El sector frutihortícola si no tiene agua no puede trabajar", comentó el titular de la Federación Agraria Argentina, Agustín Pizzichini. Pese a esa necesidad, el dirigente aseguró que hay en la actualidad una pérdida de agua por infiltración de 50 por ciento.
"Lo que reclamamos es que se canalicen, como en Mendoza, para que no se siga perdiendo el agua", concluyó.
Dipas anunció obras de impermeabilización en el canal maestro Sur para junio y julio del año que viene, en el sector de barrio los Granados.
Además indicó que se están limpiando sus márgenes, "para lo cual se han firmado convenios con centros vecinales como en el caso de Barrio Mirizzi y Villa el Libertador, donde los propios vecinos se encargan de la limpieza y la Dipas, junto con la Agencia Córdoba Ambiente, están abriendo calles en los laterales del canal".
La repartición explicó que esa metodología se proyecta trasladar a otros barrios de la ciudad de Córdoba.





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