20 oct 2007
Cerraría el 10% de los tambos
11:27 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Mañana de Córdoba (20/10/2007)
A fin de año se cerraría el 10% de los tambos del departamento San Justo
Lo determinó un estudio realizado por el INTA. Es la principal cuenca lechera de la provincia. La razón esencial es la bajísima rentabilidad de la actividad en relación con la producción agrícola.
A fin de año se cerraría el 10 por ciento de los tambos que funcionan actualmente en el departamento San Justo, la principal cuenca lechera de Córdoba. Así lo aseguró a LA MAÑANA el ingeniero Alejandro Centeno, de la Unidad de Extensión que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) posee en San Francisco.
Puntualmente, el relevamiento realizado por el organismo arrojó que actualmente existen aproximadamente 1.500 tambos en la zona comprendida entre Morteros y Las Varillas, al límite con Santa Fe, de los cuales más de cien se rematarían a fin de año. De este modo, se agravaría un proceso que se viene dando en los últimos años, ya que en el 2002 la cifra de centros productores de lácteos era de 1.700, lo que significa que por año se clausuraron, en promedio, 60.
Esto es especialmente grave si se tiene en cuenta que Córdoba concentra el 35 por ciento de los tambos y que la mitad de los mismos está en el departamento San Justo. En tanto, el resto se encuentra ubicado en los alrededores de Villa María y de Río Cuarto, lugares donde también es una problemática por el momento sin solución. Una muestra de esto es que en el departamento General San Martín -cuya cabecera es Villa María- cada vez menos niños concurren a las escuelas rurales como consecuencia de la disminución de familias tamberas.
En este contexto, Centeno explicó que la razón esencial que explica esta situación es, tal como sucede con la ganadería, la baja rentabilidad con respecto a la agricultura. Específicamente, a nivel nacional los productores están recibiendo entre 78 y 82 centavos por litro, mientras que la leche en sachet en las góndolas trepa a 2,50 pesos, lo que ofrece una muestra clara de que hay intermediarios que están ganando mucho más que los propios tamberos.
No obstante, el principal inconveniente es el mercado internacional, al que no conviene acceder por el bajo precio de exportación impuesto por la administración nacional. “A nivel internacional la tonelada de leche en polvo se paga entre 4.800 y 5 mil dólares, mientras que los productores no pueden venderlo a más de 2.100. Estamos hablando entonces de un 120 por ciento de diferencia”, describió el investigador del INTA.
Cabe destacar que esto se está dando en un contexto en que la demanda externa de los productos argentinos es altísima, lo que desalienta aún más a los productores puesto que ven una excelente oportunidad para mejorar el negocio que no pueden aprovechar. “Antes, vender al exterior era difícil, pero ahora te vienen a golpear la puerta para comprarte. Lo que pasa es que al final no conviene, porque los costos de los insumos para obtener la calidad para poder exportar son muy altos y se termina perdiendo dinero”, señaló.
Así, muchos propietarios de los campos están analizando comenzar a cultivar soja o cualquier otro cultivo que arroja mayores dividendos, lo cual reviste de mayor gravedad aún si se tiene en cuenta que cada tambo le da de comer a cinco familias de forma directa y a diez de forma indirecta.
Futuro negro
Teniendo en cuenta todos estos datos, la posibilidad de que en el futuro la producción de leche caiga abruptamente y se resienta la provisión no es para nada irreal. Al menos así lo reconoció el presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), Lorenzo Bruera, quien señaló que si no se modifica el precio de corte incluso se podría llegar al extremo de tener que importar lácteos de otros países.
No obstante, es importante remarcar que en el transcurso de la semana Bruera aseguró a LA MAÑANA que esto podría darse recién en el invierno próximo y que la provisión a corto plazo está absolutamente garantizada puesto que en estos momentos la producción está un 20 por ciento por encima de la del año pasado.
Incluso mencionó que muchas empresas están haciendo stock con los excedentes puesto que si los volcaran al mercado interno la oferta sería tan alta que se derrumbarían los precios. En este marco, comentó que esperan que después de las elecciones el gobierno tome cartas en el asunto y determine subir el precio máximo de exportación de la tonelada de leche en polvo como mínimo a 2.900 dólares.
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A fin de año se cerraría el 10% de los tambos del departamento San Justo
Lo determinó un estudio realizado por el INTA. Es la principal cuenca lechera de la provincia. La razón esencial es la bajísima rentabilidad de la actividad en relación con la producción agrícola.
A fin de año se cerraría el 10 por ciento de los tambos que funcionan actualmente en el departamento San Justo, la principal cuenca lechera de Córdoba. Así lo aseguró a LA MAÑANA el ingeniero Alejandro Centeno, de la Unidad de Extensión que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) posee en San Francisco.
Puntualmente, el relevamiento realizado por el organismo arrojó que actualmente existen aproximadamente 1.500 tambos en la zona comprendida entre Morteros y Las Varillas, al límite con Santa Fe, de los cuales más de cien se rematarían a fin de año. De este modo, se agravaría un proceso que se viene dando en los últimos años, ya que en el 2002 la cifra de centros productores de lácteos era de 1.700, lo que significa que por año se clausuraron, en promedio, 60.
Esto es especialmente grave si se tiene en cuenta que Córdoba concentra el 35 por ciento de los tambos y que la mitad de los mismos está en el departamento San Justo. En tanto, el resto se encuentra ubicado en los alrededores de Villa María y de Río Cuarto, lugares donde también es una problemática por el momento sin solución. Una muestra de esto es que en el departamento General San Martín -cuya cabecera es Villa María- cada vez menos niños concurren a las escuelas rurales como consecuencia de la disminución de familias tamberas.
En este contexto, Centeno explicó que la razón esencial que explica esta situación es, tal como sucede con la ganadería, la baja rentabilidad con respecto a la agricultura. Específicamente, a nivel nacional los productores están recibiendo entre 78 y 82 centavos por litro, mientras que la leche en sachet en las góndolas trepa a 2,50 pesos, lo que ofrece una muestra clara de que hay intermediarios que están ganando mucho más que los propios tamberos.
No obstante, el principal inconveniente es el mercado internacional, al que no conviene acceder por el bajo precio de exportación impuesto por la administración nacional. “A nivel internacional la tonelada de leche en polvo se paga entre 4.800 y 5 mil dólares, mientras que los productores no pueden venderlo a más de 2.100. Estamos hablando entonces de un 120 por ciento de diferencia”, describió el investigador del INTA.
Cabe destacar que esto se está dando en un contexto en que la demanda externa de los productos argentinos es altísima, lo que desalienta aún más a los productores puesto que ven una excelente oportunidad para mejorar el negocio que no pueden aprovechar. “Antes, vender al exterior era difícil, pero ahora te vienen a golpear la puerta para comprarte. Lo que pasa es que al final no conviene, porque los costos de los insumos para obtener la calidad para poder exportar son muy altos y se termina perdiendo dinero”, señaló.
Así, muchos propietarios de los campos están analizando comenzar a cultivar soja o cualquier otro cultivo que arroja mayores dividendos, lo cual reviste de mayor gravedad aún si se tiene en cuenta que cada tambo le da de comer a cinco familias de forma directa y a diez de forma indirecta.
Futuro negro
Teniendo en cuenta todos estos datos, la posibilidad de que en el futuro la producción de leche caiga abruptamente y se resienta la provisión no es para nada irreal. Al menos así lo reconoció el presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), Lorenzo Bruera, quien señaló que si no se modifica el precio de corte incluso se podría llegar al extremo de tener que importar lácteos de otros países.
No obstante, es importante remarcar que en el transcurso de la semana Bruera aseguró a LA MAÑANA que esto podría darse recién en el invierno próximo y que la provisión a corto plazo está absolutamente garantizada puesto que en estos momentos la producción está un 20 por ciento por encima de la del año pasado.
Incluso mencionó que muchas empresas están haciendo stock con los excedentes puesto que si los volcaran al mercado interno la oferta sería tan alta que se derrumbarían los precios. En este marco, comentó que esperan que después de las elecciones el gobierno tome cartas en el asunto y determine subir el precio máximo de exportación de la tonelada de leche en polvo como mínimo a 2.900 dólares.
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