5 abr 2010

Costó, pero lo cerró

La Voz del Interior (05/04/2010)
Costó, pero lo cerró



Giacomino cerró de manera definitiva el predio en Bower.
Giacomino 2011. “No hay dudas: si me presento para intendente de Bouwer, seguro que gano”.
La frase, pronunciada entre risas por el intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, coronó el pasado jueves el acto en el que, junto al jefe comunal de esa localidad, Juan Lupi (foto), el mandatario cerró de manera definitiva el predio en donde la ciudad de Córdoba enterró durante años la basura que generaba.
La humorada de Giacomino apuntaba a destacar la gratitud que le expresan hoy los vecinos de Bouwer por haber cumplido con su compromiso de terminar con el basural.

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Sin reclamos, arrancó el nuevo relleno sanitario

No hubo protestas vecinales en la apertura del predio de la zona sur.
Alegría y alivio. Esas eran las palabras que sintetizaban los sentimientos de ayer por la mañana, cuando se puso en funcionamiento el nuevo enterramiento sanitario ubicado en la zona sur de la ciudad de Córdoba.
La alegría la pusieron los habitantes de Bouwer, ya que después de 28 años dejarán de recibir la basura que produce la capital provincial y otras 17 localidades. El cierre del enterramiento fue festejado con muchísima emoción por los residentes de la comuna ubicada 18 kilómetros al sur de la ciudad.
El alivio fue de los funcionarios de la Municipalidad de Córdoba y de los directivos de Crese, cuando el primer camión ingresó a la fosa excavada en el nuevo relleno y descargó las primeras 10 toneladas de residuos de las miles que se destinarán allí.
Pese a todo lo que se vivió en los últimos 45 días, no hubo ni un solo inconveniente en la operatoria de ayer. Los vecinos de la zona sur de la ciudad, que se oponían a la instalación del enterramiento, respetaron el acuerdo suscripto el martes con el municipio y no se registraron protestas.
Mañana movida. En la mañana de ayer se tenían que cumplir dos compromisos asumidos por el intendente, Daniel Giacomino. El primero fue el anunciado 12 meses atrás, y que consistía en cerrar el relleno sanitario de Potrero del Estado, a pedido de los habitantes de Bouwer. El otro, la puesta en marcha del nuevo predio para el destino final de la basura, anunciado a mediados de febrero.
La clausura de Bouwer fue primero. Giacomino llegó al predio acompañado del secretario de Ambiente, Fernando Cámara. Los esperaban en Potrero del Estado el presidente de Crese, Eduardo García, y el jefe comunal de la localidad, Juan Lupi.
También estaba un numeroso grupo de vecinos, todos identificados con remeras blancas con la leyenda “Bouwer sin basura”.
Apenas bajó del auto, el intendente fue saludado por Lupi y luego rodeado por los vecinos, con quienes se fundió en un largo abrazo que vino acompañado por aplausos. Detrás de él, Cámara y García también recibieron el afecto de los bouwerenses.
Acto seguido, ingresó al predio en el que hubo un pequeño acto. Lupi agradeció el compromiso y la lucha de los vecinos; mientras que Giacomino puso énfasis en su promesa cumplida y aseguró que se llevarán a cabo los procesos de remediación ambiental y clausura del enterramiento.
A las 11.11, ingresó el camión de Crese con las últimas toneladas de basura cordobesa que se destinaron a Bouwer. Los bouwerenses lo despidieron exaltados, mientras que Lupi y Giacomino clausuraron simbólicamente el predio con un candado.
Nuevo destino. Minutos después, el intendente tomó la ruta nacional 36 hacia la ciudad de Córdoba. El destino era el nuevo relleno, ubicado unos mil metros después de la estación de peaje de esa vía, dentro del ejido capitalino.
En el predio todavía trabajan cientos de operarios para concluir las obras civiles. Pero la primera celda de la fosa ya estaba lista, y cerca del mediodía recibió el primer camión con residuos. Giacomino destacó los trabajos realizados por Crese, que en pocos días concluyó con la infraestructura mínima para recibir la basura. También recordó que el predio iba a ser utilizado sólo por 12 meses, tiempo en el que se deberá poner en marcha el nuevo sistema de gestión de desechos.
Cuando terminó el acto, decenas de camiones de Crese ya esperaban por descargar la basura de la recorrida matutina. La fila era larga, y se extendía por varios metros al costado de la ruta 36. Sin embargo, no era tan grande como el alivio de los funcionarios municipales y la alegría de los habitantes de Bouwer.

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