10 oct 2007

Agroquímicos peligrosos

La Voz del Interior (10/10/2007)
Los residuos de agroquímicos, sin destino en Elena y Berrotarán

Berrotarán, Elena. A las grandes cantidades de material de desecho contaminante que el ser humano genera, en esta región eminentemente agrícola se le suman los residuos de esa actividad, que no pasan inadvertidos y que generan riesgos. El caso más evidente son los bidones de agroquímicos vacíos, que una ley -muchas veces incumplida- obliga a que tengan cierto tratamiento para evitar contaminación.
Hasta el momento, ni en Berrotarán, ni en Elena se han tomado medidas oficiales al respecto, aunque las autoridades prometen ocuparse del tema.
En la mayoría de las localidades del área de Zona Centro el panorama es similar. Son pocas las que lo tienen más controlado.
En tanto, los productores agropecuarios que los generan se dividen entre los que envían los bidones a centros de reciclaje como corresponde, los que no saben qué hacer y los acumulan en sus campos y los que aun más desaprensivamente los tiran en arroyos, barracas o ríos, o los queman.
Aunque las acciones tendientes a controlar el destino de los residuos peligrosos depende del Estado, es evidente también que falta una verdadera toma de conciencia en un alto porcentaje de los productores agropecuarios, ante la contaminación que estos desechos provocan en el ambiente.

Adónde llevarlos

Desde la Cooperativa Agrícola de Berrotarán, el agrónomo Antonio Griffini sostuvo que el poder de policía para controlar "es competencia de la Municipalidad". Y acotó: "Desde acá permanentemente hacemos docencia explicando a los productores la nocividad de estos desechos".
El gerente de esa cooperativa, José Bosso, aportó que se debería disponer de un depósito que en estas localidades no hay, al que los ruralistas pudieran llevar los envases, para luego ser entregados a una planta de reciclado.
Griffini alertó que la publicidad de la compra de bidones vacíos puede llegar a tentar a los niños a juntarlos, advirtiendo que cualquier solución que se adopte debe estar debidamente controlada.
"Hace falta un proceso educativo, si no habrá problemas. Las personas deben conocer que están manipulado elementos nocivos", sostuvo Bosso.
José Miazzo es agrónomo y vendedor de agroquímicos en Berrotarán. Según comenta, desde su empresa "se trata de hacer una pequeña docencia explicándole a la gente qué es lo que tiene que hacer con los contenedores de agroquímicos una vez usados para que no contamine. Pero el problema fundamental, y lo digo también como usuario, es que no tenemos dónde depositar esos envases". Miazzo dio como ejemplo el centro de acopio primario que la Municipalidad de Alcira Gigena dispuso al norte de esta localidad de esa región. "Creo que eso habría que hacer acá, es una estructura muy sencilla, de bajo costo. Y ya con eso sería más fácil incentivar a los productores que lleven los envases para darles la salida que corresponde. Las municipalidades tienen el poder de policía y sería interesante que acá promuevan un lugar de acopio", estimó Miazzo.
En su campo, aseguró que los envases reciben el triple lavado que la norma reglamentaria dicta y se acumulan hasta el momento de juntar un volumen considerable para llevar al centro de acopio más cercano, en Alcira Gigena.

Nadie admite tirarlos

Al ser consultados otros productores, indicaron en algunos casos que juntan los bidones con los que luego Miazzo se encarga de transportar hasta el acopio y otros esperan que alguna empresa de reciclaje pase por sus campos a comprarlos. Otros los van acumulando en sus propiedades, sin definir su destino final. Y aunque nadie reconoce que los tira, hay evidencias de ello, por ejemplo en el basural de Berrotarán y en otro sitios. La ley, de ese modo, se cumple sólo parcialmente.
El basural de Berrotarán, por ejemplo, muestra una importante cantidad de envases de agroquímicos flotando en una, ya de por sí, contaminante laguna de aguas servidas, al igual que se ven otros en barrancas y laderas de ríos y arroyos de la zona.
Miazzo contó que en muchos casos los productores “le prenden fuego a los bidones y eso es terriblemente peor”. El agrónomo apuntó: “Es cuestión de conciencia; todos debemos aportar nuestro granito de arena porque todos contaminamos. Lamentablemente toda actividad que desarrollemos contribuye a contaminar. Pero con medidas sencillas se puede lograr que ese impacto sea lo menor posible”.

Muchos los queman

Efre Giordano, ingeniero agrónomo de la Cooperativa Agrícola de Elena, planteó: “No le corresponde a la Cooperativa buscarle un destino a los bidones. Desde mi experiencia y por lo que veo, en el mejor de los casos los productores dejan los envases en los campos. Pero muchos los tiran en barrancas, donde no se ven, y luego los bidones son arrastrados por los torrentes de agua que por allí corren”, se lamentó, al plantear que eso genera riesgos de contaminación en agua y suelos.
Consultados algunos productores de Elena, admitieron que es un problema a resolver. Algunos indicaron que lo resuelven entregándolos a lugares de reciclaje. Uno de ellos, Gerardo Busilli, manifestó que “la mayoría los quema, pero eso es altamente contaminante”. Y acotó: “En mi caso cuando junto una cantidad considerable llamamos a una empresa de Córdoba que se dedica a reciclar y los vienen a buscar al campo”.

En Elena

El arroyo que cruza por el paraje El Cano, ubicado al oeste entre Elena y Alpa Corral, periódicamente presenta bidones de agroquímicos vacíos tirados en sus márgenes. La Municipalidad de Elena recibió reclamos de vecinos. Desde el municipio admitieron el problema e indicaron que solicitarán ayuda a la Agencia Córdoba Ambiente para colocar cartelería prohibiendo esta práctica. En todo caso, con esa medida sólo se cambiará el lugar donde terminarán arrojados.
Ante la consulta, en el municipio de Elena empiezan a admitir que deberían promover la existencia de un depósito para que los productores tengan dónde llevar los envases de riesgo contaminante. Desde el municipio de Elena, Gerardo Arias informó que están empezando a buscar un predio donde se pueda instalar un centro de acopio primario de bidones.

En Berrotarán

La Municipalidad de Berrotarán, en tanto, no tiene una política de acción relativa a los desechos peligrosos de agroquímicos. El secretario de Gobierno e intendente electo Eduardo Martínez dijo a este diario que “desde el municipio sólo se está trabajando con la basura domiciliaria que se genera dentro del ejido urbano, que se lleva a un enterramiento a Río Cuarto. En cuanto a los residuos que generan los productores agropecuarios, el municipio no está haciendo nada en este momento”, reconoció.
Martínez, que asumirá como intendente en diciembre, admitió: “Tendríamos hacer un depósito, pero trabajando en conjunto con la Cooperativa Agrícola y los comercios que están en relación con estos productos”.

Qué dice la ley

La Ley nacional 24.051 trata sobre los residuos peligrosos. En el artículo 67 “invita a las provincias y a sus respectivos municipios, en el área de su competencia, a dictar normas de igual naturaleza que la presente”. En el caso de Córdoba, la Ley provincial 8.973 adhirió a la nacional y estableció la regulación del destino de envases de agroquímicos, entendiendo que son residuos de riesgo,por los que estableció las normas para su tratamiento final. Su control depende luego de cada municipio.

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Los plásticos de los silos-bolsa: ¿se reciclan?

Una problemática similar a la de los envases de agroquímicos surge para el destino de los silos-bolsa después que fueron vaciados. Éstos son de material plástico y algunos colonos indicaron que cuando ya nos les sirven los venden para ser reciclados. Estas bolsas-depósitos, que es cada vez más común ver en los campos, son fabricados con un resistente plástico y abiertos miden 9 metros de ancho por 75 de largo. Como residuo, aunque no peligroso, son un problema. Nuevos cuestan algo más de mil pesos y usados se venden para reciclar a alrededor de 250 pesos.

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