5 jul 2023

Voluntarios por un Suquía más limpio

 


La Voz del Interior (05/07/2023)
Río Sustentable: los mejores aliados del Suquía que buscan recuperar el esplendor perdido

Son voluntarios que se juntan fin de semana de por medio para limpiar los desechos que se acumulan al costado del río. Ya recorrieron casi cinco mil metros.
Disfrutar de la naturaleza, respirar aire puro, estar rodeado de verde, es uno de los grandes privilegios que tiene cualquier habitante de la capital de Córdoba y que pueden disfrutarse a muy pocos kilómetros de la ciudad, en auto, en colectivo o hasta en bicicleta.
Sin embargo, existen sectores donde ese disfrute puede ser un gran problema, alejado de un simple placer mundano. Y la pregunta surge sola: ¿por qué se les hace tan difícil a los cordobeses conectar ese tipo de sensaciones en la reserva San Martín, pegada a la ladera del río Suquía?
En teoría, tiene todo los condimentos para eso; en la realidad, la basura brota del suelo, como si estuviera encarnada y formara parte de los cientos de árboles que hay en uno de los pocos pulmones verdes y naturales que se encuentran dentro de la Capital.

Voluntarios, al rescate del río perdido
En medio de un desolador paisaje de botellas, neumáticos, bolsas y partes de juguetes metidos en las entrañas del río, un grupo de personas intenta recuperar el esplendor que ese curso de agua debería tener y que todos deberíamos cuidar.
Son los voluntarios de Río Sustentable, una organización que limpia y cuida el río que atraviesa toda la ciudad de Córdoba. Comenzó a funcionar en 2020 entre un grupo de amigos que, para salir del encierro de la pandemia, iban a disfrutar el contacto con la naturaleza y el río.
Sin embargo, en una de esas visitas notaron que algo arruinaba el paisaje: había basura por todos lados. En ese momento, la necesidad de actuar para cambiar esa realidad se despertó en su interior, y ese mismo fin de semana se organizaron para ir a limpiar el lugar.
“Empezamos a publicar en nuestros Instagram personales para ver quién quería sumarse: un fin de semana éramos siete; el otro, 30, y así llegamos hasta 100 personas”, dijo a La Voz Hernán Magnien, uno de los fundadores de Río.
Actualmente, al grupo lo integran entre 10 y 15 personas de manera fija, más otros voluntarios que se suman esporádicamente.
Uno de ellos, llamado Gabriel Gutti, explicó que ir a limpiar “no es una carga o algo que se sufre”. “Lo que a mí me pasa es que vengo a distenderme, pasar un buen rato, compartir, hacerse amigos, tomar un mate; y cuando te diste cuenta, limpiaste gran parte de un río”, detalló.

Además de limpiar el río Suquía, también surgen otras actividades
No solo se trata de limpiar el río, los chicos realizan otras actividades como trekking, pintan murales a lo largo del arroyo para concientizar, dan charlas y talleres en colegios, y plantan árboles nativos.
Si bien estas actividades no solucionan el problema central del Suquía, que es la afluencia de vertidos cloacales, son las que están al alcance del grupo.
Berna Pascualini, bióloga y voluntaria, describió: “El problema ambiental que tiene el río Suquía es la contaminación con desechos cloacales, aguas no tratadas. La basura sería un problema secundario al lado de la contaminación que ejercen los desechos cloacales porque estos generan una contaminación directa que es más difícil de eliminar”.
Sin embargo, “lo único que nosotros como grupo podemos hacer es sacar y separar la basura”, agregó.

Cómo es un día de limpieza del río Suquía
Alrededor de las 10 de la mañana de un sábado, los voluntarios se encuentran en un punto y avanzan hacia el terreno acordado a limpiar. Después de una charla en la que organizan lo que harán en el día, se ponen los guantes y comienzan a caminar.
Entre mates y charlas, los integrantes de Río revuelven y juntan todo lo que no es parte del ecosistema: “Lo único que pertenece al río es lo natural y compostable, nada de plásticos ni de metales”, explicó Florencia Greising, una de las voluntarias.
La zona más crítica del Suquía está a la altura de la reserva San Martín, donde hay una gran cantidad de árboles caídos desde hace años, que no se retiran porque están ubicados en un lugar de difícil acceso.
“Con todas las crecidas, que son muy periódicas, se arrastra toda la basura y se forma como un sedimento que queda alojado y atrapado en todas las ramas de árboles caídos”, dijo Gastón Apont, uno de los voluntarios.
Si bien el grupo limpia la zona, con el paso del tiempo la basura se vuelve a enredar en las ramas porque los árboles siguen ahí.
Por otro lado, en cada encuentro utilizan las mismas bolsas para no seguir generando plástico, que son las de alimento para mascotas. Las dividen en dos: a algunas las llenan con todo lo que puede ser reciclado y a las otras con lo que es insalvable, que no hay forma de separarlo ni de limpiarlo.
Estas últimas se vacían en un contenedor, y a las que sí se pueden reciclar se las lleva a un punto verde. Este puede ser un centro de reciclaje o un punto que esté en la calle.

En la búsqueda de nuevos voluntarios
La organización ya lleva casi cinco mil metros de río limpios y aseguran que el éxito se debe al constante trabajo en grupo. Por más de que sean dos o 20 los voluntarios que puedan ir a limpiar, los encuentros se hacen.
Sin embargo, desde Río siempre esperan que cada vez sean más las personas que se sumen: “El gran desafío que tenemos ahora es lograr esa apropiación de toda la comunidad, no solamente de nosotros, que venimos acá y estamos enamorados de este lugar, sino de todas aquellas personas que no lo conocen”, dijo Martín Jones, uno de los fundadores.
Por eso, buscan que el mensaje se replique de boca en boca: “Queremos que ese mensajito pase a conquistar los corazones de las personas que hoy no están para que cada día seamos más, porque si somos más, es más fácil de cuidar”, concluyó Jones.
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