17 jul 2023

“Punto Lombriz”: referente nacional de la lombricultura

 


La Voz del Interior (17/07/2023)
El cordobés que creó “Punto Lombriz”: un referente nacional de la lombricultura

Se dedica a la transformación de residuos para crear compost orgánico con lombrices. Además, su proyecto funciona como un laboratorio educativo para universidades y estudiantes.
“Las lombrices son fabulosas”, apunta Daniel Blando (56), el ingeniero agrónomo que fundó “Punto Lombriz” en la cordobesa Villa Allende, y ya es un referente de la lombricultura a nivel nacional.
Comenzó a trabajar en 2011 de lleno con la lombricultura, el arte u oficio del manejo de lombrices en cautiverio, para transformar en enmiendas orgánicas, compost y lombricompuesto los residuos desechados. En vez de basura, son nuevos recursos para otro fin. Entonces, en el país, no estaba tan difundida esta práctica como lo está ahora.
Por esos años, Blando trabajaba en relación de dependencia y realizaba asesoramientos, de manera particular, a distintos campos de la provincia de Córdoba.
El proyecto se remonta a 2006, cuando de forma paralela con su otro trabajo armó un criadero de lombrices pequeño, porque contaba con poco tiempo y poca plata.
La primera pileta (le llaman cuna) la hizo con el estiércol de las vacas mediante el bombeo de agua. “En esas cunas, las lombrices tienen que tener un 80% de humedad. Como no tienen dientes para alimentarse necesitan que el residuo se disuelva, el alimento crudo”, afirma.
Por eso, cuando el desecho comienza a compostarse, levanta temperatura y cambia las condiciones químicas del PH (medida del grado de acidez o alcalinidad de una sustancia), y hay que esperar un tiempo para que la lombriz vaya y coma, dice el ingeniero.
Blando contó que empezó a interiorizarse más del tema, a estudiar y analizar haciendo pruebas como en un laboratorio, y creó un lombrifiltro. Y se convirtió en un referente en la materia.
Hoy es consultado a nivel nacional por pequeñas y grandes industrias, municipios y campos. Y “Punto Lombriz” se convirtió en un laboratorio educativo para universidades, estudiantes y vecinos. A la vez, usa sus redes sociales para llegar a más personas y difundir esta práctica sustentable, amigable con el ambiente.

De qué se trata el lombricompostaje
El compostaje es un proceso de transformación de la materia orgánica a través de organismos (hongos, insectos) y microorganismos (las más importantes son bacterias).
En el caso del lombricompostaje, la lombriz pasa a ser un actor importante en el proceso. Y le da al compost una maduración mayor por sus aportes de antibióticos naturales y microorganismos específicos para que trabaje esa materia orgánica- explica Blando.
El lombricompuesto se puede utilizar como un importante abono “100% natural” para las plantas. Su aporte mejora la calidad de la tierra de forma notable.

La importancia de la lombriz
“La lombriz es importante para el planeta porque es uno de los agentes de transformación maravillosos que existen por su capacidad transformadora, en este caso de los residuos en algo útil como es un abono”, resalta el agrónomo.
Además, son consideradas “ingenieras de los ecosistemas”, ya que con su actividad son capaces de modificar el suelo y crear nuevos hábitats para otros animales.
Y no tiene ni transmite enfermedades como otros organismos, por ejemplo, las moscas. “Es fácil de criarlas y lo podemos hacer en nuestro hogar. Las plantas abonadas con ‘lombricompost’ se ponen fuertes y hermosas. Tiene mucha disponibilidad de nutrientes”, afirma.
Asimismo plantea que la lombriz genera un medio en el que todos pueden vivir armoniosamente y se regulan como en cualquier población en la medida que hay comida y espacio. “Generan nutrientes para otras especies, oxigenan ese medio”, expresa.
Hay más de 1.600 tipos de lombrices, segpún destaca Blando. Estas son hermafroditas, no tienen enfermedades propias. Se reproducen en un ambiente fresco y necesitan la humedad para transportarse.
“Además son transformadoras de residuos a un abono orgánico, y eso es lo maravilloso”, resalta.

La trayectoria de “Punto Lombriz”
Blando comenzó con los desechos de animales y luego presentó un proyecto al Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación para sanear aguas grises en la Cooperativa de agua de Alta Gracia.
“Para que tenga validez tenía que hacerlo con un laboratorio y lo hice junto a la Universidad Católica de Córdoba”, relató. Cuando estuvieron los primeros resultados los demás “abrieron los ojos”, al ver cómo un sistema biológico natural sustentable remediaba el agua “en tres minutos”.
Y una vez que las lombrices comenzaban “a trabajar”, las aguas grises se recuperaban para riego.
Ese trabajó duro más de un año y a raíz de ello comenzaron a llamarlo desde las industrias alimenticias: la primera fue una de licores radicada en San Luis, y luego le siguieron las de mermeladas, para producir abono de restos de frutas.
“Paré con la agricultura convencional. De pronto era un investigador. Estaba en un proyecto sustentable y haciendo economía circular, y todavía no lo sabía. Era 2011″, afirma Blando.
Tiene una gran trayectoria en la materia: pasó del predio del ex frigorífico Estancias del Sur, en Unquillo, donde armó el criadero de lombrices con estiércol que duró seis años, a otro campo cercano hasta recalar donde hoy funciona Punto Lombriz, sobre avenida Padre Luchesse.
Afirma que el objetivo de las industrias es gestionar los desechos que generan: en vez llevar al predio de enterramiento lo trasladan al criadero, que recibe, entre otros desechos, polvillo de yerba, hierba de fernet, restos de manzanilla, chipiado, guano y restos de frutas.
En tanto, explica que con el criadero logra impactos ambientales positivos: evita olores, moscas, costos de disposición. Y además se obtienen lombrices, compost y lombricompost.
Y resalta que esta práctica por suerte “hoy es una moda que va a durar, porque el problema está manifiesto y hay mucha gente que está tomando conciencia aunque es un porcentaje muy pequeñito”.
A la vez, relata que las lombrices “lo hicieron viajar mucho”. Y reveló que actualmente trabaja, además, con un proyecto de planta de biogás en Zárate, Buenos Aires.

Concientización y educación
Blando hace una tarea de concientización y educación ambiental, tanto en sus redes sociales como personalmente.
“Dedico mucho esfuerzo en concientizar, pero sobre todo con la educación. Lo disfruto y es la forma que también otro lo haga. Eso me contagia para seguir”, afirma.
Y admite que este proyecto le abrió muchas puertas y el nombre del criadero está pensado para que sea un “punto de encuentro” para la producción de lombrices, compost y asesoramiento.
A la vez, relata que es un modelo replicable porque trabaja con la comunidad, con el municipio, con las universidades. Recibe a estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) para hacer sus prácticas de investigación. Y a quienes quieran participar “siempre que sea con seriedad y responsabilidad”, formula.
Además de ser un centro compost y lombricultura, las personas pueden llevar a “Punto Lombriz” sus desechos ya que hay cunas comunitarias.
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