30 ene 2023

La sequía vista desde el agronegocio

 


La Voz del Interior (30/01/2023)
Lo que nos revela la sequía

La escasez de lluvias nos ha mostrado también que fuimos incapaces de generar una política de Estado que nos permita crecer en forma sustentable como país.
La prolongada y profunda sequía que venimos atravesando en estos últimos tres años ha puesto de manifiesto el resquebrajamiento de nuestras tierras y empresas rurales, pero especialmente ha permitido que aflore la gran magnitud de las distorsiones que el sector agroindustrial viene soportando en las últimas décadas.
Distorsiones y discriminaciones continuas que a través de sucesivos gobiernos han destruido y destruyen la sustentabilidad productiva, económica, social y ambiental de nuestra república.
La sequía, que nos permitió ver los lechos de las lagunas y ríos, nos ha mostrado también que fuimos incapaces de generar una política de Estado que nos permita crecer en forma sustentable como país.
Hemos desaprovechado hasta la oportunidad que nos dio la sequía, ya que no se avanzó en la realización de obras hidráulicas que nos brinden un uso más eficiente de nuestro recurso agua y que eviten inundaciones futuras. Estos últimos tres años podríamos haber realizado obras significativas.
Todas las actividades agropecuarias se han visto afectadas, en mayor o menor medida: la producción de granos, de carnes, leche y cientos de cultivos industriales que generan arraigo en todos los rincones del país, perdiéndose ingresos cercanos a los 15.000 millones de dólares durante el presente año.
Hoy afloran cambios, debemos transformarnos en un país confiable, para asumir nuestra responsabilidad moral interna y ante el mundo, mostrando que somos capaces de abastecernos y de abastecer a la aldea global con diversidad, calidad y cantidad de alimentos inocuos y energía alternativa, entre otros servicios y productos, que nos afiancen como potencia nuevamente.
Para lograrlo requerimos de un gran esfuerzo, visión de largo plazo y consenso político, debemos alcanzar políticas de Estado que nos brinden un mayor bienestar a toda la población, un futuro mejor para nuestros hijos.
El respeto a las instituciones y la estabilidad macroeconómica son el punto de partida para que la Argentina transite por un sendero de desarrollo y crecimiento sustentable.
Por ello debemos trabajar en propuestas que brinden soluciones de fondo; la experiencia y la historia nos indican que con políticas cortoplacistas y electoralistas no podemos progresar. Los indicadores de pobreza, indigencia, inversión, emisión, reservas, tasas, inflación y deuda externa e interna son más que elocuentes en mostrarnos que hemos errado el camino.

Temas para trabajar
Con este objetivo debemos trabajar en los siguientes temas:
En la macroeconomía nadie duda que requerimos previsibilidad y estabilidad económica, cuentas públicas ordenadas con una menor presión tributaria para la producción, combatir la inflación con inversión, tipo de cambio único y competitivo; alcanzar superávits gemelos tanto en lo fiscal, como en el comercio exterior.
El Estado debe ser eficiente y eficaz en el uso y asignación de recursos, y el presupuesto Nacional debe ser utilizado como verdadera herramienta de gestión, y que refleje la realidad económica.
Además, debemos avanzar en una apertura económica inteligente y eliminación de las restricciones para exportar e importar.
En cuanto a la reforma tributaria, tantas veces anunciada y postergada, debe implementarse. Una mayor simplificación del sistema tributario, la cuenta única tributaria, la eliminación progresiva y definitiva de los impuestos distorsivos, la adecuación de las bases imponibles a la realidad económica, ajuste por inflación, y definitivamente un esquema basado en el impuesto a las ganancias sin distorsiones, ya que los adelantos en el agro se pagan, aunque generen quebranto.
También se requiere un verdadero acuerdo fiscal Nación-provincias, que beneficie a los contribuyentes mediante una menor presión impositiva y la eliminación de impuestos superpuestos y/o que actúan como aduanas internas.
En cuanto a las leyes laborales, debemos adecuarlas a las nuevas realidades tecnológicas y dinámicas de la producción, reducir sus costos, como los aportes patronales en todas las actividades, para fomentar el empleo y su formalización.
Por otra parte, se tendría que establecer un tiempo de convivencia entre los planes y la inserción laboral de las personas, para permitir su reincorporación al trabajo, que es lo que dignifica.
Con respecto a la infraestructura y transporte, impulsar una política multimodal que reduzca los costos de transporte, le brindara mayor competitividad a los sectores productivos y mayor seguridad a toda la población. En el caso de los caminos rurales. Realizar acciones conjuntas, en el ámbito local, provincial y nacional para brindar transitabilidad permanente a caminos rurales prioritarios.
La electrificación rural es otro desafío. Las empresas requieren poder tener acceso a la red eléctrica de calidad y con bidireccionalidad. Asegurar la conectividad es prioritario para llevar adelante todas las acciones administrativas y comerciales.
A su vez Impulsar las energías renovables, en particular el sector agropecuario, el cual está llamado a ser un proveedor de energías limpias, colaborando en la transición hacia una nueva matriz energética más diversificada, eficiente y sustentable. Para ello proponemos desarrollar programas de impulso y financiamiento acordes en montos, plazos y tasa, para que los productores, grupos asociativos y cooperativas puedan transformar sus granos en biocombustible.
Lograr una política de Estado que nos brinde mayor competitividad a la producción, los servicios, la innovación tecnológica y el empleo nos permitirá la reducción de la pobreza, un salto cualitativo en la educación, un mejor acceso a la alimentación de nuestros consumidores y una vinculación e integración más inteligente con el mundo, aumentando el bienestar de la población toda.
El diálogo permanente y la interacción público-privada es la forma idónea e imprescindible para el consenso. De esta manera alcanzaremos la capacidad de acción concreta para dar respuestas a los problemas que afrontamos y que limitan nuestro desarrollo desde hace décadas. Debemos pasar del relato a la acción.

Por Alejandro Ferrero - Dirigente agrario
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