1 jul 2015
Río Cuarto: reclaman mejoras en tratamiento de RSU
9:00 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (01/07/2015)
Organizaciones piden que se controle el tratamiento de residuos urbanos
Coordinado por la asociación civil Educación y Acción Ciudadana, con colaboración de la Iglesia Católica, se hizo un análisis de la encíclica ecologista del papa Francisco con anclaje en la realidad de Río Cuarto
Organizado por la asociación civil Educación y Acción Ciudadana, se realizó una presentación de la encíclica del papa Francisco sobre el cuidado del medio ambiente.
Con el acompañamiento del sacerdote Carlos Juncos, que realizó una charla para numerosas instituciones locales, se analizó el anclaje local a las definiciones de Jorge Bergoglio. El cuidado del agua, el tratamiento de los suelos y, fundamentalmente, la recolección de los residuos urbanos fueron los principales ejes de debate.
Ricardo Gianni, referente de la ONG organizadora, destacó que el Papa lanzó el 18 de junio la encíclica “Alabado Seas”, “donde vuelca el contenido sobre medio ambiente desde una investigación científica como de un punto de vista teológico y espiritual”.
Gianni indicó: “Aquí define que no se pueden abordar las cuestiones espirituales o las ecológicas sin anclarlas a la realidad. Por esto, cuenta cuáles son a su criterio los principales problemas ambientales del mundo, y manifiesta que nuestra casa ‘común’ está en peligro, por lo que no es deber de sólo una religión cuestionarlo. Hace un llamado ecuménico a toda la humanidad, para responsabilizarse por esto”.
Señaló que desde la asociación civil Educación y Acción Ciudadana y la cooperativa de Recuperadores Urbanos Río4 convocaron a la Iglesia Católica para presentar la encíclica en conjunto, “porque consideramos que es muy valioso lo que dice el Papa, y creemos que habla de lo que estamos haciendo”, indicó.
-¿Qué puntos se pueden analizar de la encíclica para Río Cuarto?
-La idea es presentarla en el contexto de nuestra planta de reciclado, en una realidad donde se discute el contrato de la basura con Cotreco, con una pelea entre los legisladores y sin diálogo, mientras 500 familias viven excluidas de los pliegos de licitación del servicio de higiene urbana. En febrero presentamos un proyecto de ordenanza, para incorporar al servicio de algún modo a estas familias en clave de reciclado. Es necesario pensar en una política ambiental integral con inclusión social y desde un esquema de valor agregado.
-¿El objetivo es hacer algún tipo de presentación ante el Ejecutivo o el Legislativo?
-Nosotros avanzamos en el trabajo, hay una red constituida como el Consejo de Medio Ambiente en el Concejo Deliberante que declaró de interés municipal esta presentación y que está generando resonancia. De todas formas, falta un compromiso ciudadano y uno político. El Papa habla de la responsabilidad de los grandes funcionarios, pero también de una eco-conversión, hacer un examen de conciencia de cuánto dañamos nosotros a la Tierra y tratar de repararlo. Lo rico de de presentar la encíclica con un grupo de acción apunta a generar conciencia sobre el cambio de hábito y reciclar. Plantar un árbol no hace a una gestión verde, se necesitan políticas integrales e inclusivas, no se puede dejar de lado a los recuperadores y que lo único que se debata sea el contrato con una empresa privada.
-Los recuperadores plantearon en notas previas las dificultades para generar conciencia en cosas simples como el horario para sacar la basura.
-Por eso esta iniciativa trata de brindar consejos ambientales y generar conciencia del cambio de hábitos, junto a los vecinos. Cuando armamos la planta de reciclado se formó un vínculo con la comunidad, con la idea de cambiar el contexto.
De la actividad también participaron integrantes del Consejo de Medio Ambiente del Concejo Delinerante, alumnos y docentes del Colegio Nuestra Señora del Carmen, el grupo de oración de la capilla Inmaculado Corazón de María, referentes de la cooperativa Todo Sirve y del Consejo Económico y Social.
Cambio de hábitos
Por su parte, el sacerdote Carlos Juncos destacó que “el documento de Francisco plantea una cuestión ecológica como disparador para hablar de la realidad humana. El Papa plantea que no hay sólo un problema de desequilibrios ecológicos, sino que en el centro de la cuestión está el problema relacional, cómo el hombre se relaciona con los otros, con el entorno, con las generaciones que vendrán y con Dios”.
El párroco Espíritu Santo consideró que “es importante lo que se puede ir haciendo desde la toma de decisiones y el paso a la acción”. En este sentido, aseguró que el tono del documento de Jorge Bergoglio “habla desde la urgencia que nos ocupa en recuperar nuestra casa común, a la que tenemos que tratar como hermana y madre, siguiendo las palabras de San Francisco de Asís”.
Y completó: “Dada la situación actual, es claro que no nos sobra mucho tiempo para ir cambiando las conductas y de ir definiendo un nuevo estilo de vida, que no esté basado en el consumo, sino en el respeto, la preocupación por el presente y el futuro”.
-¿La encíclica apunta a sectores con mayores índices de contaminación? ¿Qué se debe tomar desde ciudades como Río Cuarto?
-En el diagnóstico que hace el Papa, además de los síntomas que manifiesta la Tierra en cuestión de desequilibrio, también se habla de las “tibias reacciones”, porque parece que al no ser nosotros los mayores contaminantes en el mundo nos fuera ajena la cuestión ecológica, pero deberíamos entre todos generar el cambio. Hay cuestiones que nos afectan más cercanamente, como el uso de agua o la producción de la comida, cuánto se consume y cuánto se tira. Se busca mostrar que la producción de alimentos no es insuficiente y que la solución no es que haya menos hombres, sino que haya una mejor distribución y otras formas. En este sentido, estamos involucrados, porque somos grandes productores de alimentos.
Finalmente, el sacerdote destacó que en el documento la mirada está enfocada en las personas de menores recursos, “quienes quizás son los que menos contaminan pero que más padecen los cambios climáticos”, sostiene. Y concluye: “Así, llama a la sensibilidad para con los prójimos, incluso desde la figura de San Francisco, que plantea como visión profunda de la realidad donde el corazón debe inclinarse para proteger a lo más frágil”.
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Organizaciones piden que se controle el tratamiento de residuos urbanos
Coordinado por la asociación civil Educación y Acción Ciudadana, con colaboración de la Iglesia Católica, se hizo un análisis de la encíclica ecologista del papa Francisco con anclaje en la realidad de Río Cuarto
Organizado por la asociación civil Educación y Acción Ciudadana, se realizó una presentación de la encíclica del papa Francisco sobre el cuidado del medio ambiente.
Con el acompañamiento del sacerdote Carlos Juncos, que realizó una charla para numerosas instituciones locales, se analizó el anclaje local a las definiciones de Jorge Bergoglio. El cuidado del agua, el tratamiento de los suelos y, fundamentalmente, la recolección de los residuos urbanos fueron los principales ejes de debate.
Ricardo Gianni, referente de la ONG organizadora, destacó que el Papa lanzó el 18 de junio la encíclica “Alabado Seas”, “donde vuelca el contenido sobre medio ambiente desde una investigación científica como de un punto de vista teológico y espiritual”.
Gianni indicó: “Aquí define que no se pueden abordar las cuestiones espirituales o las ecológicas sin anclarlas a la realidad. Por esto, cuenta cuáles son a su criterio los principales problemas ambientales del mundo, y manifiesta que nuestra casa ‘común’ está en peligro, por lo que no es deber de sólo una religión cuestionarlo. Hace un llamado ecuménico a toda la humanidad, para responsabilizarse por esto”.
Señaló que desde la asociación civil Educación y Acción Ciudadana y la cooperativa de Recuperadores Urbanos Río4 convocaron a la Iglesia Católica para presentar la encíclica en conjunto, “porque consideramos que es muy valioso lo que dice el Papa, y creemos que habla de lo que estamos haciendo”, indicó.
-¿Qué puntos se pueden analizar de la encíclica para Río Cuarto?
-La idea es presentarla en el contexto de nuestra planta de reciclado, en una realidad donde se discute el contrato de la basura con Cotreco, con una pelea entre los legisladores y sin diálogo, mientras 500 familias viven excluidas de los pliegos de licitación del servicio de higiene urbana. En febrero presentamos un proyecto de ordenanza, para incorporar al servicio de algún modo a estas familias en clave de reciclado. Es necesario pensar en una política ambiental integral con inclusión social y desde un esquema de valor agregado.
-¿El objetivo es hacer algún tipo de presentación ante el Ejecutivo o el Legislativo?
-Nosotros avanzamos en el trabajo, hay una red constituida como el Consejo de Medio Ambiente en el Concejo Deliberante que declaró de interés municipal esta presentación y que está generando resonancia. De todas formas, falta un compromiso ciudadano y uno político. El Papa habla de la responsabilidad de los grandes funcionarios, pero también de una eco-conversión, hacer un examen de conciencia de cuánto dañamos nosotros a la Tierra y tratar de repararlo. Lo rico de de presentar la encíclica con un grupo de acción apunta a generar conciencia sobre el cambio de hábito y reciclar. Plantar un árbol no hace a una gestión verde, se necesitan políticas integrales e inclusivas, no se puede dejar de lado a los recuperadores y que lo único que se debata sea el contrato con una empresa privada.
-Los recuperadores plantearon en notas previas las dificultades para generar conciencia en cosas simples como el horario para sacar la basura.
-Por eso esta iniciativa trata de brindar consejos ambientales y generar conciencia del cambio de hábitos, junto a los vecinos. Cuando armamos la planta de reciclado se formó un vínculo con la comunidad, con la idea de cambiar el contexto.
De la actividad también participaron integrantes del Consejo de Medio Ambiente del Concejo Delinerante, alumnos y docentes del Colegio Nuestra Señora del Carmen, el grupo de oración de la capilla Inmaculado Corazón de María, referentes de la cooperativa Todo Sirve y del Consejo Económico y Social.
Cambio de hábitos
Por su parte, el sacerdote Carlos Juncos destacó que “el documento de Francisco plantea una cuestión ecológica como disparador para hablar de la realidad humana. El Papa plantea que no hay sólo un problema de desequilibrios ecológicos, sino que en el centro de la cuestión está el problema relacional, cómo el hombre se relaciona con los otros, con el entorno, con las generaciones que vendrán y con Dios”.
El párroco Espíritu Santo consideró que “es importante lo que se puede ir haciendo desde la toma de decisiones y el paso a la acción”. En este sentido, aseguró que el tono del documento de Jorge Bergoglio “habla desde la urgencia que nos ocupa en recuperar nuestra casa común, a la que tenemos que tratar como hermana y madre, siguiendo las palabras de San Francisco de Asís”.
Y completó: “Dada la situación actual, es claro que no nos sobra mucho tiempo para ir cambiando las conductas y de ir definiendo un nuevo estilo de vida, que no esté basado en el consumo, sino en el respeto, la preocupación por el presente y el futuro”.
-¿La encíclica apunta a sectores con mayores índices de contaminación? ¿Qué se debe tomar desde ciudades como Río Cuarto?
-En el diagnóstico que hace el Papa, además de los síntomas que manifiesta la Tierra en cuestión de desequilibrio, también se habla de las “tibias reacciones”, porque parece que al no ser nosotros los mayores contaminantes en el mundo nos fuera ajena la cuestión ecológica, pero deberíamos entre todos generar el cambio. Hay cuestiones que nos afectan más cercanamente, como el uso de agua o la producción de la comida, cuánto se consume y cuánto se tira. Se busca mostrar que la producción de alimentos no es insuficiente y que la solución no es que haya menos hombres, sino que haya una mejor distribución y otras formas. En este sentido, estamos involucrados, porque somos grandes productores de alimentos.
Finalmente, el sacerdote destacó que en el documento la mirada está enfocada en las personas de menores recursos, “quienes quizás son los que menos contaminan pero que más padecen los cambios climáticos”, sostiene. Y concluye: “Así, llama a la sensibilidad para con los prójimos, incluso desde la figura de San Francisco, que plantea como visión profunda de la realidad donde el corazón debe inclinarse para proteger a lo más frágil”.
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