21 jul 2012

Cloaca va a la Cañada

Día a Día (21/07/2012)
El asqueroso afluente de La Cañada

Es el desagüe Anisacate. Materia fecal y aguas grises nutren al arroyo que atraviesa la ciudad.
El sonido del agua cayendo desde una cascadita inmediatamente traslada a la imaginación a un río dorado de las sierras, fresquito, transparente. Viernes casi de primavera en la ciudad, como para tirar un faldeado en la orilla. El agua no se ve, sólo se escucha, suave. Mejor no mirarla, y mucho menos olerla. La realidad, a través de las fosas nasales, despabila al cerebro de una trompada. Se ve caca, huele horrible, tiene espuma y es un líquido verde tirando a gris que desemboca en La Cañada.
La catarata nace del desagüe Anisacate, que está pegadito al country Manantiales, del grupo Edisur, al suroeste de la ciudad, detrás de barrio Smata, muy cerca del Molino Minetti y la Circunvalación.
En ese punto, La Cañada es apenas un manso hilo de agua al que se puede bajar caminando porque ni quebradas tiene alrededor. Perpendicular al arroyo, a unos 100 metros hacia arriba del cauce, cruzando la calle San Antonio, está el nacimiento visible de este afluente maloliente. Una desembocadura de cemento es la cascada principal. Después, tres saltos más completan el recorrido de este curso hasta que se mezcla con las aguas más claras.
Rogelio Moroni, director ejecutivo de Edisur, explicó que la empresa está trabajando en el lugar en conjunto con la Municipalidad para mejorar la calidad del ambiente y destacó que el entubamiento de ese desagüe es una de los obras que la empresa está desarrollando en el sector.
“El agua que se ve que sale viene desde la planta de tratamiento de Inaudi, por lo que no se trataría de líquidos crudos. Nosotros hacemos un control físico, químico y bacteriológico de eso. El aspecto está relacionado con las características organolépticas del agua, lo que no implica que se trata de un fluido contaminado”, indicó Moroni.
Por otro lado, el ingeniero explicó que en el desagüe puede haber conexiones cloacales clandestinas que viertan líquidos sin tratar, y por eso se ven restos de jabones o materia fecal en el agua.
Los empleados de la Dirección de Redes Sanitarias de la Municipalidad indicaron que hay muchas fábricas del sector que no se controlan, por lo que es difícil indicar el origen de los líquidos.
José Páez, jefe de la división técnica del área, explicó: “Es una zona que está rodeada de fábricas grandes que por recursos no las podemos controlar. Así, es imposible aseverar el origen de lo que llega a La Cañada. Las plantas depuradoras de las grandes plantas no tienen ningún control”.
Juan Maineri, presidente del centro vecinal de Altos de Vélez Sarsfield, contó que hasta hace unos meses estuvieron renegando en su barrio con los desbordes producidos en la planta de barrio Smata. Después de varias idas y vueltas con el municipio, el dirigente barrial contó que la solución llegó porque intercedió un concejal.
Estos líquidos grises se mezclan con las aguas casi claras de La Cañada. Muy cerquita del punto de desagüe está el Parque de la Vida, al que el arroyo lo atraviesa antes de meterse al Centro para morir definitivamente en el cauce del Río Suquía.
Sin escalas, hasta la ciudad. El navegador GPS indica la posición exacta donde desemboca el desagüe Anisacate, justo encima de La Cañada. Después el arroyo pasa por el Parque de la Vida y atraviesa el centro de la ciudad.

Ver Noticia On Line
.

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs