13 may 2012

Parque de la Vida, agonizante en Capital

Día a Día (13/05/2012)
Parque de la Vida, agonizante

Tiene sectores muy descuidados. Hay basura, juegos, pérgolas y asadores rotos. La Muni dice que llamará a una licitación para que se hagan las obras de su reconstrucción.
Qué hermoso que es el Parque de la Vida durante las siestas otoñales, cuando el sol asienta aún más el dorado de las últimas hojas de la enorme cantidad de árboles que hay en el paseo. Proporcional a su belleza, es el descuido que destruye esa primera ilusión cuando uno se adentra en las interminables 65 hectáreas de ese espacio.
El alumbrado público del parque es escaso, hay focos que están reventados a pedradas, postes arrancados de cuajo y luces absurdamente encendidas durante el día. Las pérgolas de cemento y madera están destrozadas, colgando a la altura de la cabeza de los paseantes, y hay sectores con el pasto completamente quemado.
En el Parque de la Vida había asadores con mesas y bancos. Hoy tirar un “faldeado” a las brasas en esos sectores es un recuerdo de los primeros años del paseo: las mesas de cemento están partidas, hay basura por todos lados, montañas de ceniza, los bancos rotos y los lavaplatos son estructuras secas de cemento sin canillas.
Las hamacas y los miradores corrieron la misma suerte. Hay escaleras que llevan a la nada misma porque después del último escalón no hay barandas. Hay varios columpios que cuelgan al ras del piso y hay otros que directamente están arrancados.
Alrededor de la ciclovía que cruza todo el paseo se acumula mucha basura, desde escombros a pañales se puede encontrar cualquier cosa. Debajo de varias pérgolas, hay yuyos que tapan el camino, y las aspas de varios molinos ornamentales que están en el parque están destrozadas.
Parque Capital, Rosedal, Rosedal Anexo y Ampliación Matienzo son los barrios que rodean al Parque de la Vida, que por su tamaño está dividido en tres zonas. La última, sobre Matienzo, es la que está más descuidada.
El otro parque. Al fondo, en Ampliación Matienzo, en una zona más “despoblada”, está la parte más dañada del parque. Tanta es la diferencia de este sector con las otras dos etapas que los vecinos la marcan hablando de “otro parque”.
Y la gente está convencida de que las tres etapas no forman un conjunto. “En el otro Parque de la Vida yo tengo amigas y pueden salir a jugar con sus chicos. Acá está totalmente descuidado y hay más robos, yo a mis hijos no los dejo cruzar, y menos de noche porque es una boca de lobo”, asegura Natalia Corzo, de Ampliación Matienzo.
Para Darío Vivas, un almacenero del mismo barrio, también existe esta diferenciación: “Del otro lado se hacen muchas más actividades y está más cuidado. Hace unos meses estuvo Mestre y no vino para este parque, largó una bicicleteada y por acá no pasó”.
En Ampliación Matienzo, nadie duda en la potencialidad del Parque de la Vida si estuviera en buen estado, porque aún maltratado, todos los fines de semana desborda de gente.
“Acá no tenemos más alumbrado porque se lo robaron a todo. Hay postes de luz cortados, arrancados con amoladoras, y se han llevado todo el cableado del parque, por eso estamos a oscuras”, cuenta Karina Gómez, otra vecina.
El fútbol es una de las actividades que más se practica, pero a veces, por cómo crecen los yuyos, los chicos no pueden jugar. “Se organizan muchísimos campeonatos, el problema es que los yuyos crecen y son los mismo pibes los que andan con la máquina de cortar. A veces ellos queman para juntar más rápido”, aseguró Darío.
Inseguridad. El inicio del Parque de la Vida está en el puente Tronador, en barrio Parque Capital. Esta es la zona que los vecinos del fondo llaman “el otro parque”, y pese a estar en mejores condiciones, también sufre los robos.
Esquivando pedazos de madera que cuelgan de una destrozada pérgola, Sofía Lafata hace ejercicio todas las tardes en el primer tramo del paseo. Como asegura que la zona está muy insegura, sale acompañada de su perro: “el pichicho” está entrenado.
Ana Brunotto, integrante de la comisión normalizadora del centro vecinal de Parque Capital, cuenta que es necesario un destacamento policial. Y reclama las luminarias: “Se puede hacer ejercicio hasta las 18, después se hace de noche y no podés salir de tu casa. En el puente y en el parque se dan los arrebatos, nosotros estamos gestionando un destacamento, pero está demorado el tema”.
“Falta un poco de mantenimiento y no hay seguridad, falla la iluminación, entonces es un espacio que está desaprovechado porque la gente tiene miedo. Es un pulmón verde importantísimo, pero que hay cuidar y mantener”, sintetizó Ricardo Romero, presidente del centro vecinal de Rosedal Anexo.

La Muni licitará su reconstrucción
En la Dirección de Espacios Verdes de la Muni están al tanto de la situación por la que atraviesa hoy el Parque de la Vida y aseguran que no basta con mantenimiento para levantarlo, por eso proyectan llamar a una licitación pública dentro de dos meses para conseguir que una empresa se haga cargo de las obras necesarias para refuncionalizarlo.
Miguel Mongiano, quien está a cargo del área, aseguró en diálogo con Día a Día que el estado del parque se debe al descuido de la gente y al vandalismo al que está sometido. “La parte de atrás está en una zona peligrosa, allí había un puesto policial con baños y fue destruido”, contó el funcionario.
“Estamos trabajando en el llamado a licitación que creemos sacar en dos meses. Tenemos que trabajar en la recuperación de pérgolas, asadores, molinos y juegos”, reconoció Mongiano,
Para que las obras tengan sustento en el tiempo, la Muni asegura que está gestionando con la Provincia la posibilidad de volver a tener una posta policial en el parque.
En el pliego de la licitación también se incluirán las luminarias. Mongiano asegura que los postes que no están fueron vandalizados para robarse los cables y que la gestión Mestre recibió el parque “en esas condiciones”.
“Es un pulmón importantísimo para la zona y queremos ponerlo en valor para que la gente vuelva al parque. Planeamos abrir oficinas de deportes para tener más actividades y acompañar todo esto de más seguridad”, prometió el funcionario.

Un hijo, un árbol
El Parque de la Vida fue inaugurado en 1992, hace 20 años, en la gestión del intendente Rubén Martí, como un área de conservación ambiental para la ciudad.
La idea del parque giraba en torno a tener un espacio disponible para que los padres cordobeses pudieran plantar un árbol por el nacimiento de un hijo.
Con sus 65 hectáreas es uno de los cuatro parques más grandes que tiene la ciudad.

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