11 may 2012

Capital: El Parque Autóctono agoniza

La Voz del Interior (11/05/2012)
El Parque Autóctono agoniza y nadie se ocupa de atenderlo

 
Un relevamiento realizado por La Voz del Interior en 2000 y 2004 había reflejado una preocupante situación de abandono. El estado del paseo de la subida del Cerro de las Rosas empeoró.
El corazón del Parque Autóctono de la ciudad de Córdoba late a ritmo de agonía. El paseo tradicional del Cerro de las Rosas es una postal del abandono y territorio arrasado por el vandalismo y la desidia.
El mobiliario de esa terraza natural, desde la que se tiene una vista panorámica del perfil urbano de la ciudad, testimonia de manera contundente los efectos de la devastación: los típicos bancos de plaza están completamente destruidos y el óxido ha convertido en retazos herrumbrados los cestos de basura y la tranquera metálica del acceso por calle Giménez Pastor. Lo mismo pasa con la base de las luminarias y otros ornamentos.
El estado del monumento de granito donde está encumbrada la escultura ecuestre de José María Paz sintetiza el proceso de decadencia. Prácticamente no queda espacio sin lucir una inscripción hecha con pintura en aerosol o pincel. Propuestas políticas, declaraciones de amor o manifestaciones de idolatría motivan la gran variedad de grafitis. “Agüero gobernador 2007”, “Lo que ayer fue extraño, hoy es verdad y se llama amor”; “Mona, sos el más grande”, son algunas frases que se pueden leer completas en el enchastre.
De las ocho placas amuradas originalmente a la obra pública de valor histórico, se conserva una. Del resto, sólo quedan rastros rancios y roídos.
También desaparecieron los ángeles de bronce que pendían del copón emplazado frente al tributo al vencedor de La Tablada y el cañón de época que custodiaba la composición, entre otros elementos.
Las luminarias de la parte alta del predio funcionan a medias y el empedrado del mirador, que convoca a muchos adoradores de la Luna en las noches de plenilunio, al parecer, es el lugar perfecto para hacer estallar las botellas luego de las rondas etílicas nocturnas.
Del otro lado de la cerca perimetral de ese solario, se acumulan envases plásticos y tetrabriks, pañales descartables, cajas de cartón, envoltorios de golosinas, latas y preservativos, entre otros desperdicios. También hay basura y restos de árboles –probablemente por tormentas y vientos–, en el fondo del cañadón que atraviesa transversalmente el parque desde la desembocadura de la calle Gregorio Vélez hasta el lado opuesto.
La noche en “Villa Cariño”. “Desde la caída del sol y durante toda la noche, este lugar se convierte en ‘Villa Cariño’; se llena de autos y de parejas que buscan un lugar propicio para la intimidad”, comenta Efraín Ambasch.
El hombre trabaja en una empresa constructora que tiene oficinas en Pastor al 1800, frente al pórtico del paseo.
También los alumnos de los colegios de la zona se juntan durante el día a chacotear en el mirador, sobre todo cuando el tiempo está lindo”, agrega.
Fabricio Geoninali es habitué del Autóctono. Practica footing casi todas las mañanas y prefiere la tranquilidad del espacio verde al ajetreo del vecino Parque de las Naciones, en la otra vereda de Nicanor Carranza.
“Los bancos, los cestos y las luminarias están rotas desde que me acuerdo, lo mismo que los grafitis hasta en el tronco de los árboles más grandes”, afirma mientras señala un palo borracho cubierto con declaraciones de amor perpetuadas sobre la corteza con pintura al látex.
“Por lo menos, ahora cortan el pasto y recogen la basura de vez en cuando”, se consuela.
La observación del joven deportista parece cierta. Algo es algo.

Ver Noticia On Line


Más Información:

- Un monumento maltratado
.

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs