13 jun 2011

El frío llega junto al problema energético

La Voz del Interior (13/06/2011)
El frío llega junto al problema energético



Los subsidios a la energía aumentaron un 545 por ciento en cuatro años. Falta exploración y crece el uso de combustibles líquidos.
La cercanía del invierno viene acompañada del fantasma de la crisis energética, que golpea a industrias y hogares en los últimos años.
Según un informe del área de Estudios Económicos del Banco Ciudad de Buenos Aires, “los subsidios a la energía pasaron de 4.000 millones de pesos en 2006 a 26.000 millones de pesos en 2010, con un sideral incremento del 545 por ciento, el cual fue responsable (junto con el mayor gasto en subsidios al transporte) de todo el deterioro del superávit primario de los últimos dos años (-1,6 puntos del Producto Interno Bruto)”.
El documento indica además que, en términos de la balanza comercial, se advierte una “progresiva desaparición del histórico superávit comercial de combustibles y energía, el cual pasó de un pico de 6.000 millones de dólares en 2006 a 2.000 millones de dólares en 2010, fruto de un alza de 156 por ciento en las importaciones y una caída de 17 por ciento en las exportaciones”.
Tendencia que se profundiza. Los datos relevados señalan que durante el primer trimestre de 2011, los subsidios del sector energético llegaron a 6.717 millones de pesos, lo que se traduce en un incremento de 151 por ciento año a año. En tanto, el superávit comercial energético registró una caída del 32 por ciento, sumando 808 millones de dólares.
“El efecto de la política energética sobre los superávits gemelos, de por si preocupante, se vuelve más relevante si se considera que, al mismo tiempo que genera mayores necesidades de financiamiento para el Tesoro, también ‘seca’ (vía su efecto sobre el superávit comercial) una de las fuentes de financiamiento empleadas durante los dos últimos años: las reservas del BCRA (Banco Central de la República Argentina)”, apunta el estudio.
En ese sentido, se alerta que el impacto que tendrá la política energética actual sobre el costo que deberán pagar los consumidores, de quitarse el sistema de subsidios, será el doble del valor actual, por el defasaje tarifario del gas y la energía.
“El impacto inflacionario de primera ronda de la eliminación de todos los subsidios y regulaciones sería cercano a los 20 puntos porcentuales, aunque el impacto final sobre el IPC (Índice de Precios al Consumidor) sería aun mayor considerando los reacomodamientos que se generarían en otros bienes y servicios”, explica el documento.
Así se llega a la conclusión de que el ajuste de precios deberá ser gradual y que tendrá que sumarse de modo obligado a la agenda política.
Exploración y combustibles. La investigación señala que la problemática energética ya es “estructural”, porque abarca a toda la cadena sectorial.
Por ello, postula que las dificultades de abastecimiento de petróleo y gas son consecuencia de un envejecimiento natural de los pozos en producción y de una retracción de las inversiones en exploración, lo que genera una insignificante incorporación de nuevas reservas. “La producción de gas natural acumuló una caída del 10 por ciento desde su pico del año 2004, mientras que la producción de petróleo registró una merma del 13 por ciento en el mismo lapso”, a lo que se le debe sumar un aumento en la demanda de los hogares del 33 por ciento.
Paralelamente, entre 2004 y 2010, el gas entregado a la industria aumentó sólo 7 por ciento, aunque la actividad se expandió cerca de 30 por ciento. La consecuencia de estas decisiones se traduce en cortes energéticos por picos de consumo y la necesidad de “utilizar combustibles líquidos, más caros, ineficientes y contaminantes”.

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