17 dic 2010

Invernadero con botellas en Villa Nueva

La Voz del Interior (17/12/2010)
Los premian por construir un invernadero con botellas



Son chicos con discapacidades, de la escuela especial Pablo VI de Villa Nueva.
Villa Nueva. De un terreno convertido en basural por la desidia, el abandono y el arrojo irresponsable de residuos, los chicos de la escuela recuperadora Pablo VI hicieron nacer un proyecto que combinó preocupación por el medio ambiente, ingenio en el uso de materiales y un aprovechamiento útil para la huerta escolar.
Tan bien lo hicieron que ganaron la competencia provincial de ciencias frente a escuelas “comunes” y también obtuvieron el primer premio a nivel nacional en el certamen realizado en Tucumán.
“La casita de la vida” fue el nombre que le pusieron a un invernadero construido con botellas de plástico descartadas y que terminó dando inesperadas satisfacciones para alumnos, docentes y directivos de esta escuela especial que tiene unos 70 chicos de primaria y nivel medio que presentan algún tipo de retraso mental, además de un anexo para hipoacúsicos.
De los mismos chicos surgió la idea el invernadero y los docentes los guiaron en el manejo del material con la coordinación de Carina Martínez, maestra de enseñanza práctica.
“Se sintieron muy enganchados con el trabajo de las botellas por todas las cosas que vieron que podían hacer. Con el invernadero reciclaban la basura y podían dar respuesta a la materia de huerta. Allí se pusieron las plantas aromáticas y medicinales que no pueden estar a la intemperie”, contó al directora Lara Ayassa.
“Acá se trabaja en función de las capacidades de cada uno. Todo es colaborativo. Algunos lavaron botellas, otros les sacaron las etiquetas, otros las entrelazaron y los que pueden expresarse mejor desde la oralidad fueron a exponer a las ferias”, agregó.
La primera sorpresa la dieron en la feria provincial de Santa María de Punilla. Obtuvieron 98 puntos sobre 100 compitiendo de igual a igual con las escuelas comunes. “Para nosotros, ver lo felices que estaban era todo un logro. Compartían a la par de cualquier otro chico y no tenían un logo de escuela especial como pasó muchos años. Ahora se integraron en el mismo nivel que el resto”.
A nivel nacional tuvieron que especificar que son especiales. “No estábamos muy de acuerdo”, admite la directora. Igual, está feliz con el primer lugar entre 40 escuelas del país. Después del premio, el desafío está en desarrollar un sistema de riego para el invernadero.

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