2 oct 2009
Una “tasa ambiental” en Río Tercero
7:52 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (02/10/2009)
Insistirán en crear una “tasa ambiental” en Río Tercero
La pagarían 13 empresas, para sostener el costo operativo del sistema de control.
Río Tercero. El municipio riotercerense busca la forma de asegurar los fondos para que el sistema de monitoreo ambiental y de actuación ante emergencias industriales sea sostenible en el tiempo.
Para el equipo de técnicos y profesionales que contrató para esas tareas meses atrás tiene presupuesto hasta diciembre, por un subsidio de 360 mil pesos que aportó la Secretaría de Ambiente de la Nación. Ahora, se gestiona la continuidad de ese aporte nacional. El pedido que elevó el Gobierno municipal a Ambiente nacional es de un millón de pesos, para sostener ese grupo durante 2010 y 2011.
Pero sigue en análisis además la aplicación de una "tasa ambiental" desde 2010, que deberían abonar las 13 empresas que se considera representan algún riesgo de contaminación en la ciudad. Aunque ese tributo hace un par de años que está proyectado, hasta ahora no se ha aplicado.
El intendente Luis Brouwer de Koning anticipó que recibió la aprobación de Ambiente de la Nación al pedido de un subsidio para pagar durante los dos próximos años al equipo de 11 profesionales contratados (cuatro bomberos, un ingeniero químico, un licenciado en química, un abogado ambientalista y cuatro técnicos para inspectores). Ese expediente –dijo– pasará en los próximos días al Ministerio de Economía, del que dependerá que se concrete el desembolso.
Por otro lado, en el municipio dan por caída la promesa de un aporte por 4,5 millones de pesos que, tras los graves episodios por escapes químicos ocurridos en 2008, uno de ellos con dos muertos, había hecho el Ministerio de Planificación Federal. Esos fondos tenían por destino construir más infraestructura y dotar de mayor equipamiento a las áreas de control ambiental y de actuación ante emergencias.
Los fondos que sí llegaron meses atrás fueron 1.580.000 pesos que aportó Ambiente nacional, con los que se montó una estación móvil de monitoreo del aire y del agua, entre otros equipos. Mientras, con aportes municipales y de algunas empresas se monta aún el sistema de monitoreo permanente del área industrial, mediante sensores de productos químicos y cámaras que permitirán avisar de la ocurrencia en tiempo real de algún escape o incidente en el polo fabril.
La puesta en marcha de ese esquema está demorada y resta su implementación definitiva.
Mantener la estructura. Brouwer subrayó que "cuesta mucho mantener las importantes inversiones que tiene la ciudad en materia de medio ambiente", al confirmar que sigue en análisis crear una "tasa ambiental" que pagarían unas 13 firmas (y no sólo las tres más grandes químicas), aunque en diferentes escalas.
Ya para el presupuesto 2009 se había previsto una partida de 300 mil pesos anuales que ingresarían por esa vía, aunque luego el tributo no fue incluido en la ordenanza impositiva.
Por ahora, no están determinados los montos y modos de aplicación. El área técnica de Economía los está evaluando.
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¿Y a esto quién lo paga?
Las empresas químicas han expuesto reparos cada vez que se insinuó crear un tributo especial que las grave. Señalan, entre otros argumentos, que ya pagan la tasa al Comercio e Industria. Algunas advirtieron incluso sobre la potencial ilegalidad de una medida de ese tipo.
En este caso, la "tasa ambiental" que se discute tendría por destino solventar los gastos que al municipio le representan el control y monitoreo que debe hacer sobre esas empresas, ante los riesgos eventuales que implican. La población le exige al municipio, con razón, mayor y mejor control en materia de seguridad industrial y ambiental. Eso cuesta, ¿quién lo paga?
Si la tasa a imponer fuese razonable, con destino específico (que esos fondos no puedan usarse para otra cosa) y con rendiciones de cuentas periódicas de cómo se gastó, puede que el debate para su instrumentación se torne menos complicado.
Un aporte regulado y proporcional se prestaría a situaciones menos confusas y a evitar presiones, de uno u otro lado, cada vez que el municipio requiere dinero, y apela a la ayuda empresaria voluntaria a modo de favores, para sus proyectos.
Además, se supone que la Carta Orgánica, sancionada en 2007, está para ser cumplida. En su artículo 51, sobre la política ambiental municipal, establece: "Las erogaciones que demanden la puesta en marcha y el mantenimiento de todo el sistema controlador serán a cargo de las empresas industriales radicadas en la ciudad, sometidas a contralor, en forma proporcional".
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Insistirán en crear una “tasa ambiental” en Río Tercero
La pagarían 13 empresas, para sostener el costo operativo del sistema de control.
Río Tercero. El municipio riotercerense busca la forma de asegurar los fondos para que el sistema de monitoreo ambiental y de actuación ante emergencias industriales sea sostenible en el tiempo.
Para el equipo de técnicos y profesionales que contrató para esas tareas meses atrás tiene presupuesto hasta diciembre, por un subsidio de 360 mil pesos que aportó la Secretaría de Ambiente de la Nación. Ahora, se gestiona la continuidad de ese aporte nacional. El pedido que elevó el Gobierno municipal a Ambiente nacional es de un millón de pesos, para sostener ese grupo durante 2010 y 2011.
Pero sigue en análisis además la aplicación de una "tasa ambiental" desde 2010, que deberían abonar las 13 empresas que se considera representan algún riesgo de contaminación en la ciudad. Aunque ese tributo hace un par de años que está proyectado, hasta ahora no se ha aplicado.
El intendente Luis Brouwer de Koning anticipó que recibió la aprobación de Ambiente de la Nación al pedido de un subsidio para pagar durante los dos próximos años al equipo de 11 profesionales contratados (cuatro bomberos, un ingeniero químico, un licenciado en química, un abogado ambientalista y cuatro técnicos para inspectores). Ese expediente –dijo– pasará en los próximos días al Ministerio de Economía, del que dependerá que se concrete el desembolso.
Por otro lado, en el municipio dan por caída la promesa de un aporte por 4,5 millones de pesos que, tras los graves episodios por escapes químicos ocurridos en 2008, uno de ellos con dos muertos, había hecho el Ministerio de Planificación Federal. Esos fondos tenían por destino construir más infraestructura y dotar de mayor equipamiento a las áreas de control ambiental y de actuación ante emergencias.
Los fondos que sí llegaron meses atrás fueron 1.580.000 pesos que aportó Ambiente nacional, con los que se montó una estación móvil de monitoreo del aire y del agua, entre otros equipos. Mientras, con aportes municipales y de algunas empresas se monta aún el sistema de monitoreo permanente del área industrial, mediante sensores de productos químicos y cámaras que permitirán avisar de la ocurrencia en tiempo real de algún escape o incidente en el polo fabril.
La puesta en marcha de ese esquema está demorada y resta su implementación definitiva.
Mantener la estructura. Brouwer subrayó que "cuesta mucho mantener las importantes inversiones que tiene la ciudad en materia de medio ambiente", al confirmar que sigue en análisis crear una "tasa ambiental" que pagarían unas 13 firmas (y no sólo las tres más grandes químicas), aunque en diferentes escalas.
Ya para el presupuesto 2009 se había previsto una partida de 300 mil pesos anuales que ingresarían por esa vía, aunque luego el tributo no fue incluido en la ordenanza impositiva.
Por ahora, no están determinados los montos y modos de aplicación. El área técnica de Economía los está evaluando.
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¿Y a esto quién lo paga?
Las empresas químicas han expuesto reparos cada vez que se insinuó crear un tributo especial que las grave. Señalan, entre otros argumentos, que ya pagan la tasa al Comercio e Industria. Algunas advirtieron incluso sobre la potencial ilegalidad de una medida de ese tipo.
En este caso, la "tasa ambiental" que se discute tendría por destino solventar los gastos que al municipio le representan el control y monitoreo que debe hacer sobre esas empresas, ante los riesgos eventuales que implican. La población le exige al municipio, con razón, mayor y mejor control en materia de seguridad industrial y ambiental. Eso cuesta, ¿quién lo paga?
Si la tasa a imponer fuese razonable, con destino específico (que esos fondos no puedan usarse para otra cosa) y con rendiciones de cuentas periódicas de cómo se gastó, puede que el debate para su instrumentación se torne menos complicado.
Un aporte regulado y proporcional se prestaría a situaciones menos confusas y a evitar presiones, de uno u otro lado, cada vez que el municipio requiere dinero, y apela a la ayuda empresaria voluntaria a modo de favores, para sus proyectos.
Además, se supone que la Carta Orgánica, sancionada en 2007, está para ser cumplida. En su artículo 51, sobre la política ambiental municipal, establece: "Las erogaciones que demanden la puesta en marcha y el mantenimiento de todo el sistema controlador serán a cargo de las empresas industriales radicadas en la ciudad, sometidas a contralor, en forma proporcional".
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