14 sept 2009

Villa Huidobro: denuncian nuevo desmonte

El Puntal de Río Cuarto (14/09/2009)
Villa Huidobro: denuncian nuevo desmonte en el corredor del caldén

Fue detectado en un campo ubicado al norte de esta población. Ambientalistas aseguraron que estos hechos vienen repitiéndose y que el control en la zona es escaso. Solicitaron la intervención judicial.
Una agrupación ambientalista (ONG) denunció un desmonte de bosque nativo en una zona ubicada al norte de Villa Huidobro.
El desmonte puede verse sobre la zona rural transitando por un camino que une esta población con Del Campillo.
En el establecimiento denominado “San Andrés”, propiedad de la firma Cavigliasso -según consta en la denuncia policial-, a pocos metros del alambrado se pueden divisar árboles caídos (chañares y caldenes), apilados en distintos montículos; en otro sector se perciben claros rastros de que una topadora o pala mecánica estuvieron trabajando en el sector aparentemente en la tarea de desmonte.
Este panorama fue detectado por integrantes de la organización ambientalista Mamuell Mapu, quienes a diario realizan recorridos en la zona y el día 12 del corriente efectuaron en la dependencia policial de Huidobro una denuncia formulada con conocimiento e intervención del fiscal de Instrucción de Huinca Renancó, doctor Marcelo Saragusti.
En uno de sus párrafos la denuncia indica textualmente: “Se ha detectado desmonte de bosque nativo en la estancia San Andrés, perteneciente a la firma Cavigliasso, sita a 25 kilómetros al norte de Huidobro, observando que dicho desmonte se encuentra sobre la calle que une a esta localidad con Del Campillo, quedando en el lugar restos de desmonte, no lográndose observar indicio del o de los autores del hecho”.

Falta de control
Este medio dialogó con integrantes de la agrupación ambientalista que llevaron adelante la denuncia.
“Nosotros tenemos una ONG y estamos tratando de frenar el desmonte nativo y hoy realizamos una denuncia para tratar de parar un poco todo esto. Hasta ahora hemos tenido buena respuesta esperemos que esta vez también sea así”, afirma Juan Cañada.
Y reiteró que todo desmonte está prohibido por ley, y más aún en zona protegida.
Cabe destacar que tiempo atrás otro productor fue sancionado por cortar parte del bosque de caldén, y ahora se repite esta nueva acción, pero en otra propiedad.
Anteriormente también fue allanada por procedimientos similares, explicó Mario Campos, quien también integra la agrupación ambientalista.
Admitió que al productor económicamente le conviene pagar la multa y después aprovechar el suelo desmontado con la siembra.
Con respecto al funcionamiento de la organización, Juan agregó: “Los gastos los bancamos nosotros. Lamentablemente somos testigos de que no solamente se depreda el monte sino que hay animales que quedan sin hábitat. Esa zona era zona de pumas, animal que ya prácticamente ha sido eliminado, por eso tratamos en lo posible de que se haga algo. Hemos hecho denuncias en Ambiente y la respuesta es ‘ya te llamo, mañana vengo’; pasan las épocas de elecciones y se terminó todo”.
Recordó que meses atrás el gobierno provincial se hizo presente y nombró una guardaparques pero hoy no cumple su tarea por que no cuenta con los elementos necesarios para hacerlo, como podría ser un móvil para recorrer la zona.
“Eso quedó en la nada y mientras tanto siguen depredando y desmontando”, señala.
Tras un recorrido por la zona, PUNTAL pudo observar gran cantidad de árboles arrancados en la zona comprendida dentro del corredor del calén, el cual se extiende al oeste del Departamento General Roca, entre los límites de la ruta 34, límite con San Luis, La Pampa y río Quinto. Es en este pequeño rincón donde queda el último reservorio de esta especie nativa.

Es hora de actuar
La agricultura intensiva y la falta de control ambiental han jugado en contra de la preservación de esta reserva forestal tan importante que hoy se ve reducida y amenazada en el sur de Córdoba.
Hay convenios de preservación del bosque nativo entre la provincia y productores del lugar que lamentablemente son contados con los dedos de una mano; sin embargo, la falta de control sobre estos lugares es uno de los factores tendientes a la desaparición paulatina de las especies nativas, no solamente la flora sino por ende de la fauna de la región que hoy se ve seriamente acorralada.
Ante este crudo panorama se infiere que ya está perdido el tiempo de prevenir y llegó el tiempo de actuar antes de que los últimos montes sean definitivamente parte de una triste historia, cuya irreparable pérdida terminará por afectar el patrimonio ambiental, cuya su preservación o destrucción no debería pasar por exclusiva decisión irresponsable o no de propietarios de la tierra, sino por una toma de acción de quienes hoy representan políticamente a los habitantes de este suelo, éstos, principales perjudicados en una provincia que tiene el abrumante récord nacional en tasa de desforestación de bosques nativos.

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