29 ene 2011

Secretaría de Ambiente y su trabajo con la fauna

La Voz del Interior (29/01/2011)
Rescatan y liberan unos 600 animales por año



Ese fue el promedio en los operativos de Ambiente de la Provincia durante 2009 y 2010.
En las escasas hectáreas de ecosistemas nativos que hay en Córdoba, la fauna nativa secuestrada a traficantes y particulares puede tener una segunda oportunidad.
En 2010, la Secretaría de Ambiente rescató y liberó más de 600 animales autóctonos que fueron secuestrados. En 2009 se alcanzó una cifra menor. Sin embargo, desde el área entienden que no ha aumentado el tráfico ilegal de fauna.
La mayoría son aves como cardenales, corbatitas u otras muy demandadas en el mercado negro nacional e internacional. Pero también hay pumas, gatos montés, maras y especies casi extintas en Córdoba como el aguará guazú y el oso melero.
Las leyes 22.421 y 4.046 prohíben la tenencia, captura y comercialización de especies silvestres protegidas. Las sanciones son multas, arrestos y reclusión. El procedimiento empieza con una denuncia. Con una orden de allanamiento, inspectores de Ambiente incautan los animales. Las jaulas y tramperos son destruidos.
Primero, los ejemplares van a un centro de rehabilitación, en donde se los revisa y cura para luego liberarlos. A algunos animales muy domesticados se los aísla por un tiempo antes de soltarlos.
Alejandro Girardín, director de Fiscalización y Control Ambiental, asegura que las actividades ilegales se mantienen estables. “Las nuevas generaciones tienen más conciencia ambiental y no les gusta tener mascotas raras. Y con los desmontes, cada vez hay menos hábitat y menos animales”, explica.
La mayoría de los secuestros son de aves. “Dejan mucho dinero. Un cardenal en el mercado negro cuesta entre 150 y 200 pesos. Hay especies, como el rey del bosque, que no bajan de 400 pesos”, cuenta Girardín.
Salvo el mascotismo particular, el grueso de las aves que se trafican termina en ferias de Buenos Aires y en el exterior. “Las narcotizan y meten en tubitos para poder esconderlas y pasar los controles aduaneros”, comenta el funcionario.
En este grupo de aves se encuentran cardenales, reyes del bosque, jilgueros, reinas mora, siete colores, calandrias, cabecitas negra, corbatitas, entre otras. Son más del 90 por ciento de las liberaciones.
El puma también es muy buscado como mascota. En 2009 se liberaron dos ejemplares en la zona de Mar Chiquita. “Es un problema liberarlo porque necesita mucho territorio y cada vez hay menos. Por eso se producen ataques al ganado. Además, los zoológicos están saturados”, comenta Girardín.
Mar Chiquita es el sitio que más animales recibe. En 2010 se liberaron 50 chanchos pecaríes, dos gatos montés, un carancho y un aguará guazú.
Otro sitio elegido es la Reserva Hídrica La Quebrada que el año pasado recibió un gato montés, tres pecaríes y cinco zorros grises. Además, se soltaron más de 200 aves secuestradas en una vivienda de Las Varillas que funcionaba como un punto clandestino de comercialización.
La pampa también ha recibido fauna. En 2009, se liberaron águilas escudadas, patos, lechuzas y chimangos en Las Mojarras, a 10 kilómetros al nordeste de Villa María.
Ese año se reintrodujo la mara o liebre patagónica en los caldenales del sur cordobés. Esta especie sólo habitaba en las Salinas Grandes y Mar Chiquita. Se liberaron unos 30 ejemplares que estaban en zoológicos o colecciones particulares.
Otros sitios son las Salinas Grande (15 lampalaguas), La Rancherita (150 aves de 18 especies), Los Arbolitos (20 aves silvestres en 2009).
Antes de retornar a su hábitat, varios animales residen un tiempo en un centro de rehabilitación. Uno de ellos es el Zoológico de Córdoba. En otro sitio en Yacanto de Calamuchita se recuperan ocho ñandúes, siete corzuelas y 10 coipos a la espera de una segunda oportunidad.

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Dos casos especiales

El aguará guazú y el oso melero son dos especies en franco retroceso en el territorio cordobés. En 2010, el primero pudo volver, pero el?segundo tuvo que mudarse.
Ambiente liberó un aguará guazú en Mar Chiquita, único sitio de Córdoba donde se han visto algunos ejemplares. Se trata de un macho de seis años. El animal tiene un collar con el que puede ser monitoreado. El decomiso del ejemplar se realizó en septiembre de 2009. Se llevó al centro de rehabilitación de Temaikén (Buenos Aires), donde se le realizaron estudios sanitarios y genéticos. Luego se lo aisló para liberarlo en octubre pasado.
Conocido como el zorro de crin y vinculado a la leyenda del lobizón, el aguará guazú está en peligro de extinción en el país. En 2005 se calculó que sólo había 800 individuos en Argentina. Es propio de América del Sur y es el cánido más grande de este subcontinente. Se caracteriza por sus patas largas, su pelaje tupido y rojizo con machas negras. Cerca de la zona de Mar Chiquita se han visto ejemplares hembras. Los biólogos esperan que se produzca un encuentro con el macho liberado.

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