19 ago 2007

Industrias y gremios

La Voz del Interior (19/08/2007)
Los gremios que trabajan en las químicas se defienden

El reclamo por más seguridad en las industrias químicas inundó a Río Tercero en las última semanas, tras la sucesión de varios incidentes que generaron intranquilidad y uno que, por primera vez, dejó el saldo de dos operarios muertos. A varios sectores se les ha cuestionado hasta qué punto hicieron lo que les competía para prevenir estos hechos. En esa nómina aparecen también los sindicatos, sobre todo porque son los trabajadores que representan los primeros en resultar afectados si ocurre un accidente.
¿No se concentraron demasiado en reclamos salariales y similares sin agudizar las exigencias sobre las condiciones de seguridad en el trabajo?, ¿no se acomodaron a la lógica empresaria de que exigir más inversiones en seguridad podía poner en riesgo las fuentes laborales?
Los gremialistas del sindicato de los químicos, de ATE y de Uocra (los tres con afiliados en las industrias químicas) se esmeran en asegurar que siempre han reclamado en materia de seguridad e higiene y lejos de reconocer alguna falencia exponen que después de tanto ruido social tras los recientes sucesos, las empresas son las que dan ahora respuestas más rápidas.
En los tres gremios admiten que hay un antes y un después del accidente con dos muertos en Petroquímica, del 12 de junio.
Este diario consultó a dirigentes sindicales de ATE, que nuclea a los empleados de la Fábrica Militar; del gremio de los químicos, que representa a los empleados de Atanor y Petroquímica, y de la Uocra cuyos afiliados pertenecen a las empresas contratistas que prestan servicios en las dos industrias químicas privadas.
Los tres admiten también que a la hora de reclamar se mezcla esta cuestión con la necesidad de preservar la fuente laboral. Una visión que, hasta ahora, la ciudad pareció compartir.
Para el secretario general de Uocra, Rodolfo Ortiz, después del accidente con los dos muertos "es como que la sociedad se sacó la máscara en cuanto a seguridad y ambiente".
Mientras, el secretario adjunto de los químicos, Gabriel Rincónez, insiste en que hay que lograr los mecanismos para que la población conozca las industrias: "Nuestras familias saben qué riesgos hay. Pero el 80 por ciento de la población no sabe qué se produce, cuáles son los riesgos, pueden confundir nube tóxica con una de vapor. Esa parte falta para que funcione mejor esto. Eso le advertimos por nota al Ministerio de Trabajo. Petroquímica por ejemplo tiene que abrir más las puertas, si está en condiciones no sé por qué no abre más las puertas hacia la comunidad. Y la gente se tiene que involucrar, tal vez a través de los centros vecinales, por ejemplo, que empiecen a visitar las plantas. Petroquímica y Atanor dicen que están de acuerdo con mostrar las plantas y hay que avanzar más en eso".

Los químicos

Un dato nuevo, tras esta bisagra que marcaron los últimos accidentes industriales, es que el sindicato de los químicos solicitará nuevos estudios médicos especializados –que se sumarán a los periódicos que hacen las ART (Aseguradoras de Riesgo de Trabajo)–, para saber si hay alguna incidencia para la salud en los trabajadores en las dos industrias privadas. "Queremos saber si son suficientes o no los estudios que hoy se realizan a los empleados", apuntó Rincónez. El gremialista contó que golpearon desde el año pasado varias puertas para que estos estudios se hicieran en algún organismo público y que sólo encontraron un servicio privado. Allí –contó– elevaron un protocolo de sustancias que se manipulan y pretenden saber qué riesgos para la salud de los operarios pueden existir, en qué casos y en qué medida de tiempo de exposición a esos productos. Rincónez contó que el 22 de agosto el sindicato acudirá a una audiencia en la Secretaría de Trabajo, en la que esperan que las empresas manifiesten que se harán cargo de estos estudios. "Son bastante caros y somos más de 400 compañeros afiliados entre Atanor y Petroquímica. No hay antecedentes de hacer estos estudios, al menos desde este sindicato", puntualizó.
Rincónez defendió a su gremio al plantear que “siempre hizo reclamos” a las empresas en materia de higiene y seguridad. “A partir de estos sucesos se han acelerado los tiempos del mantenimiento. Antes se realizaban cosas, pero por ahí no en el tiempo que queríamos”, apuntó. El sindicalista apuntó que tanto Atanor como Petroquímica “tienen falencias y deben seguir mejorando siempre”, pero estableció alguna diferencia: “Atanor cuenta con más plantas nuevas, modernas, con tecnología de punta. En Petroquímica se hicieron algunas innovaciones, pero lamentablemente algunas inversiones que se deberían haber hecho no se hacían”.
Rincónez planteó que es imperioso “asegurar que se trabaje con la mejor tecnología y el mayor nivel de seguridad y elaborar a la vez un programa con las autoridades para que la comunidad conozca cómo están las plantas”.

Uocra

El gremio Uocra representa a unos 200 trabajadores que están empleados en las firmas contratistas que realizan tareas de montaje y mantenimiento para Petroquímica y Atanor. Su secretario general, Rodolfo Ortiz, reconoció la falta de información profunda que tenía el sindicato y muchos de sus afiliados respecto a los riesgos reales de trabajar en las plantas químicas. “No sabíamos los efectos letales de los productos, menos del fosgeno. La gente nuestra allí no son empleados químicos. La mayoría lo desconocía, como nosotros y como gran parte de la población que se enteró por los medios”, se sinceró.
Ortiz se quejó de ciertas limitaciones del gremio ante las industrias para verificar la seguridad. “En las plantas químicas estamos imposibilitados de acceder, porque no se trata de una obra de construcción común en la que vemos una falla y podemos paralizar un frente de obra, con una denuncia en el Ministerio de Trabajo. Acá no tenemos poder de policía, entonces nos limitamos a realizar pedidos al Ministerio, luego van a inspeccionar, pero estos técnicos especialistas no están obligados a informarnos, según los convenios vigentes”, relató, mientras muestra las actas con los pedidos que fue haciendo su gremio.
“Han ocurrido muchas cosas, que a veces ni nos hemos enterado”, se quejó Ortiz. “Los responsables de la industria tienen que mandar a la gente a trabajar a lugares seguros; la supervisión ha fallado, al menos en Petroquímica donde el único fin parece la producción. Seguridad significa eliminar todos los riesgos, y no sólo darles a los operarios los elementos de seguridad. Los propios trabajadores dicen que Atanor tiene una planta nueva y Petroquímica una más vieja”, acotó.
Los dos operarios muertos en Petroquímica el 12 de junio correspondían a este sindicato. El dirigente de Uocra señaló que el gremio “está viendo ahora la figura legal” para saber qué protección tienen sus afiliados .
Ortiz insistió que a los eventuales accidentes laborales, que puedan afectar a los trabajadores de las plantas, deberá prestarse más atención a que no sean también “accidentes ambientales”, que puedan afectar a la población.
El gremialista dijo que exigirán a las empresas contratistas un supervisor capacitado en materia de seguridad y precisó que los reclamos de Uocra siempre fueron primero a las empresas contratistas de las que efectivamente dependen y en última instancia a las empresas químicas.
Además, Ortiz remarcó que antes del accidente fatal de junio los afiliados no se quejaban de escapes o incidentes. “Después de eso vinieron y nos contaron que los escapes en Petroquímica era frecuentes”.

ATE

El gremio ATE nuclea a los empleados de estatal Fábrica Militar. A ellos, además se les achaca que hicieron una ruidosa movilización por los incidentes en Petroquímica, pero no por los sucesos en su propia planta y que no profundizaron antes los reclamos sobre las faltas de inversiones para mantenimiento en su empresa. Ante alguna inspección o por clausuras que decidió el municipio tiempo atrás, el gremio más bien ponía de manifiesto su temor por el riesgo de la fuente laboral. Aunque, cuando apuraban reclamos salariales aparecían reclamos sindicales para advertir que las plantas estaban “atadas con alambre”.
Ahora, ante este nuevo escenario, también ATE aparece con una posición más firme respecto al tema seguridad. En el gremio admiten que hay un atraso de años en inversiones en las plantas de Fábrica Militar, pero aseguran que siempre reclamaron por ello y dicen que recién este año se logró el compromiso del Estado de invertir 60 millones de pesos para mejorar la seguridad de su sector químico.
El nuevo secretario general de ATE, Cristian Colman, expresó: “Estamos contentos con las inversiones que se anunciaron y empezaron a hacer. El Estado después de 15 años de olvido venía poniéndose los pantalones largos desde el año pasado, pero en este último tiempo vimos que se avanzó aún más. Como gremio siempre dijimos que luchamos por los puestos de trabajo y por la seguridad”. Respecto a la falta de inversiones en mantenimiento y a los riesgos que ello implica en primer lugar a los empleados y luego al resto de la población, Colman deslizó: “El interventor Arturo Puricelli ratificó acá esta semana las inversiones ya sabidas. Ahora hay predisposición del Estado. Pero vamos a seguir exigiendo, vamos a estar observando de cerca que se haga lo que se promete. Por eso conformamos el comité de seguridad del gremio, que antes no existía”.
Desde ATE sostienen que “quizá el Estado termine quedándose corto con los 60 millones de pesos que anunció” de inversiones para mejorar en tres años la seguridad y el impacto ambiental de sus plantas. “Quizá se necesiten más aportes; de eso estamos conversando”, dijo Colman.

Capacitación, clave.

La capacitación permanente de todo el personal que trabaja en las químicas aparece como un punto clave. El informe que hizo la consultora contratada por el municipio para inspeccionar Petroquímica planteó entre las primeras necesidades ese aspecto, sobre todo para el personal, a veces temporario, que las empresas contratistas destinan para trabajar en las químicas.

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Relaciones

Una evidencia salta a la luz: aunque los tres gremios tienen personal en industrias químicas, no hay trabajo en común entre ellos. La relación parece más bien de lejanía y hasta de competencia. Algunos plantean que si la posición fuera conjunta, podrían lograrse mejores resultados integrales. Sin embargo, los gremios de ATE y el Sindicato de los Químicos parecen no encontrar la reconciliación, tal vez por algunos enfrentamientos que han marcado hitos en su relación. Otro tanto ocurre entre Uocra y los químicos, aunque sus trabajadores se crucen en las mismas empresas. Públicamente nadie lo reconoce, pero hoy aparece como lejana la posibilidad de juntar los tres gremios en una misma mesa para unificar criterios.

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