10 abr 2023

Prometen recuperar el Observatorio Ambiental

 


La Voz del Interior (10/04/2023)
Ciudad de Córdoba: prometen recuperar el Observatorio Ambiental

Fue creado en 1997 por Rubén Martí. Está casi abandonado, fruto de años de desinversión. La Municipalidad tiene previstas obras por 60 millones de pesos para recuperar las instalaciones.
El Observatorio Ambiental de Córdoba fue uno de los hitos de la gestión de Rubén Américo Martí como intendente. Fue inaugurado en 1997 y se lo dotó de infraestructura y tecnología de punta para medir distintos parámetros ambientales. La idea es que esa información fuera utilizada como insumo a la hora de llevar adelante políticas urbanas.
Sin embargo, en 2001 cayó en un proceso de desinversión que lentamente y sin pausa fue horadando sus capacidades. El edificio, ubicado en Laprida al 800, en el mismo predio del Observatorio Astronómico, apenas funciona.
El año pasado, la Municipalidad comenzó un proceso de reparaciones por lo más básico: frenar las filtraciones en el techo que arruinaban los pocos equipos que aún funcionan. Y ahora tiene planeado invertir 60 millones de pesos, provenientes de fondos no reintegrables de la Unión Europea, para devolverle funcionalidad y capacidad de acción al edificio.
Es que más allá de esa reparación urgente, el Observatorio se parece más a un depósito de equipamiento vetusto que a un laboratorio de análisis de parámetros ambientales. Por todos lados se acumulan aparatos que se compraron a finales de la década de 1990 y que ya no funcionan, junto a papeles y mobiliario viejo.
En los techos, las huellas de la humedad están visibles. “Entraba agua por las luminarias, con el riesgo de salud laboral que eso significaba, la membrana tenía huecos de dos metros por dos metros, o sea, nunca se había hecho nada”, sintetiza la directora de Evaluación de Impacto Ambiental y Cambio Climático del municipio, Laura Rovetto.
Ahora, se viene una refuncionalización más profunda. El presupuesto es de 60 millones de pesos, las obras salieron a subasta a mediados de marzo pero no hubo interesados. Ante esa circunstancia, se avanzará en la contratación directa para reparar el edificio.

Qué se va a hacer
La obra está destinada a recuperar capacidades. Hoy se hacen análisis básicos de calidad de agua. Pero por ejemplo, los análisis bacteriológicos que se realizan periódicamente sobre la calidad del río Suquía, se tienen que tercerizar en otros laboratorios.
La obra es para volver a dotar al observatorio de gas natural, renovar la instalación eléctrica y dotar de conectividad. También se cambiará la distribución interna, creando nuevos espacios y laboratorios que permitirán poner en marcha equipos tecnológicos nuevos y otros que se adquirieron hace años y que nunca se instalaron.
Por ejemplo, un espectrofotógrafo de absorción atómica, que sirve para determinar la presencia de metales pesados en suelos.
Ya se compraron equipos nuevos, como autoclaves de esterilización, estufas de secado y un destilador de agua, que están embalados esperando que se arregle el edificio.
Entre la devolución de capacidad, se espera la llegada de 10 estaciones de monitoreo de aire que se repartirán en la ciudad para obtener esos datos de contaminación, que hoy se obtienen a través de una estación de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El director General de Ambiente, Guillermo Díaz Cornejo, comentó que el plazo de obra es de cuatro meses, aunque puede demorar más.
Hoy en el observatorio trabajan tres personas en laboratorio, uno en monitoreo de aire y dos técnicos inspectores.

Primero en su tipo
El Observatorio fue el primero de su tipo en América Latina. A finales de la década del ‘90, ofrecía diariamente las mediciones sobre contaminación del aire a través de los medios de comunicación y un pronóstico de lo que iba a suceder al día siguiente.
El gobierno de Martí había comenzado a invertir en equipamiento de control de la contaminación atmosférica unos años antes. Desde 1994 se adquirieron equipos fijos y móviles que finalmente conformaron el Sistema de Monitoreo Ambiental (Sima), que funcionaba en el Observatorio.
Entre los equipos estaban dos camiones equipados con tecnología de punta que medían la contaminación en diferentes puntos de la ciudad, por lo que el Observatorio fue calificado por la Organización Mundial de la Salud como “uno de los más avanzados del mundo”. Cuando se inauguró, se llevaban invertidos más de seis millones de dólares.
Sin embargo, la gestión de Germán Kammerath al frente de la intendencia de la ciudad prácticamente arrasó con el Sima y con gran parte del Observatorio Ambiental. Se redujo drásticamente el presupuesto del área, que bajó de 800 mil pesos / dólares a sólo 50 mil, se dejaron de comprar los insumos y los equipos lentamente fueron quedando inutilizables.
Finalmente, a mediados de 2001 se abandonó el Sima y nunca más volvió a ponerse en marcha. Durante la intendencia de Daniel Giacomino se recuperaron los camiones por un tiempo, y se colocó una estación fija en el techo del edificio del Correo, en Colón y General Paz.
Pero nuevamente quedaron inutilizadas.
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