5 mar 2018

El arbolado público y biodiversidad fue noticia en el día



La Voz del Interior (05/03/2018)
Falta de arbolado, una constante en el interior provincial

La carencia de forestación en calles se repite en las principales localidades. No hay planes relevantes para mitigar ese déficit, a pesar de las advertencias sobre su importancia.
Pueden diferir los porcentajes, pero entre las principales ciudades del interior cordobés no hay ninguna que pueda mostrar un arbolado urbano con alto desarrollo, que asegure la forestación adecuada sobre veredas y espacios verdes.
Es una materia pendiente y la carencia se agrava cuando los síntomas del cambio climático hacen imperiosa la necesidad de sumar verde a los radios urbanos.
Se repite la escena: los vecinos son los responsables de tener arboladas sus veredas, pero muchos no lo hacen. Los municipios dictan ordenanzas en ese sentido, que luego no hacen cumplir. En las áreas céntricas, los negocios argumentan (contra tendencias estéticas internacionales) que los árboles tapan sus carteles y vidrieras. Y en ninguna ciudad se observan planes masivos de forestación urbana, con visión estratégica. Un relevamiento sobre varias de las principales ciudades del interior muestra similares carencias.

Río Cuarto
En 2017, la Municipalidad encomendó un censo de arbolado urbano a la Universidad Nacional de Río Cuarto. Las primeras estimaciones apuntaron un alto déficit del 35 por ciento. En la zona central, las veredas angostas y los comercios que no quieren que el follaje tape sus carteles han sido habituales obstáculos. En los barrios también se observan desparejas carencias. Ahora, el Concejo Deliberante tiene consensuado un proyecto que obligará a los frentistas con veredas de dos o más metros de ancho a colocar árboles de determinadas especies y ser su “custodio directo”.
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Una necesidad ante el cambio climático

Villa María
Los porcentajes de arbolado urbano varían según los barrios, pero la mayor carencia se percibe en el centro. Desde la Secretaría de Ambiente municipal, estimaron que el déficit supera el 30 por ciento. En 2017 se presentó una iniciativa para apadrinar árboles en el centro, pero encontró cierta resistencia entre comerciantes.
Con la Universidad Nacional de Villa María, el municipio iniciará este mes un censo para precisar cuántos árboles hay, dónde y en qué estado. Y se anuncia un intento por plantar variedades autóctonas, que se adapten y sobrevivan.

San Francisco
Los adoquines y el arbolado daban un marco característico a sus principales calles, pero en los últimos años el verde se fue deteriorando y las reposiciones necesitarán años para retomar aquel esplendor. Veredas sin plantas, poda indiscriminada y extracción de árboles añejos sin control son problemas reiterados.
Ernestina Saravia, de la Asociación para el Medio Ambiente y su Dinámica (Amad), indicó que “se cumple solamente con el 10 por ciento de los árboles requeridos por metro cuadrado”. “Cada vez tenemos más cemento y edificios de altura y menos árboles para contrarrestar esa modificación del ambiente. Además, se colocan especies exóticas, a las que les cuesta más adaptarse”, agregó.
El municipio informó que en 2017 se plantaron mil ejemplares en los límites de la ciudad y en el parque industrial y que para este año se planifica una cifra similar. Para Amad, son números bajos para el déficit existente.

Alta Gracia
Hace 10 años rige una ordenanza que obliga a cada frentista a plantar árboles en sus veredas, pero el acatamiento es bajo y los controles no se acentúan. En las calles, la deforestación es evidente. La Municipalidad inició tiempo atrás una campaña de pulmones verdes y el más importante es el ubicado en el exbasural. Los principales espacios verdes son el parque del Sierras Hotel, el García Lorca y el predio Solares del Palmar. El último está en riesgo ya que se construye allí un colegio y planean instalar los tribunales y la sede de la Fiesta de Colectividades.

Río Tercero
Una estimación planteada por la Comisión de Arbolado Urbano (integrada por voluntarios y asesora del municipio) presume que faltan, sólo en veredas, unos 11 mil árboles. Hernán Fuensalida, su referente, explicó que ese número surgió de un relevamiento de 2008, que este año se actualizaría. Hace 20 años, otro estudio determinó que a la ciudad le faltaban 60 mil árboles, sumando espacios verdes y cortinas forestales, sobre todo para una ciudad con perfil industrial y producción química. No hubo planes intensivos de forestación y la necesidad se mantiene.
Fuensalida rescató que algunos loteos nuevos sumaron forestación adecuada. Y planteó que a esta carencia no sólo contribuyen los gobiernos sin programas, sino también “el desinterés de la gente”. El frentista está obligado a tener plantas en veredas, pero el incumplimiento es elevado.

Jesús María
Años atrás, el Inta, la Sociedad Rural, el municipio y el Colegio Pío León hicieron un relevamiento del arbolado urbano.
El trabajo arrojó un faltante de unos 900 ejemplares en veredas. Las crecientes de 2015 provocaron la desaparición de cientos de ejemplares en los barrios pegados al río. El municipio dice contar ahora con un mapa que muestra la importante falta de arbolado en la periferia, en las costas del río y en los nuevos loteos porque los ejemplares son muy jóvenes. Anunció un plan para 2018 de plantación de dos mil árboles en espacios verdes, que produce el vivero municipal.

Villa Dolores
El arbolado público urbano es una asignatura pendiente, acentuada por su ubicación en una región árida. En el centro, las veredas antiguas y angostas hacen que casi no prospere la forestación. En algunos barrios más nuevos la planificación previó plantaciones.
“Desde hace décadas, no hay un área municipal que se encargue específicamente del arbolado como política pública, existe una ordenanza, pero no se cumple, no hay un inventario de árboles y no hay personal capacitado”, señaló Marcela Ledesma, agrónoma especializada en forestación.
El biólogo Gerardo Coria, de la ONG Prevenir, coincide: “Es grande la carencia y no se cuida lo que ya se tiene. Tampoco se involucra a los vecinos”. Otro cuestionamiento es que lo poco que se foresta no suma especies adecuadas.

Río Segundo
Según relevó la ONG local Coamxa, falta el 45 por ciento de los árboles en la zona urbana. “El déficit se nota más en la periferia. Hay que plantar más árboles, especialmente nativos”, señaló Edgardo Cánepa, de esa organización. Cánepa dijo que pese al esfuerzo de Coamxa, del municipio y de algunas instituciones, en la zona urbana hay menos árboles que hace 10 años.
Desde el municipio reconocieron que faltan árboles, aunque destacaron que en los últimos cinco años se plantaron más de 1.500. También aseguran que se están jerarquizando espacios verdes: “Tenemos 14 hectáreas de ferrocarriles en el centro, un pulmón. Y llevamos hechas 22 plazas”.

La Calera
El acelerado crecimiento urbano de la última década no fue acompañado por planes de arbolado al mismo ritmo. En las principales arterias se han refuncionalizado espacios y se sumaron complejos comerciales, pero no se avanzó en una mejora del verde en las veredas. El municipio aseguró que trabaja ahora en varias plazas para mejorar esos espacios.
En Sierras Chicas, uno de los pocos casos de intervención en el arbolado urbano fue en Río Ceballos, que una década atrás desarrolló un proyecto de plantación de especies autóctonas al menos en varias cuadras de la principal avenida, que hoy ofrecen una postal armónica entre cemento y vegetación. En el resto de las ciudades del corredor, el arbolado urbano no parece ocupar una prioridad.

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Más Información:

La Nueva Mañana  - Edición Electrónica (05/03/2018)
- Sierras Chicas: invasión de siempreverdes pone en riesgo la diversidad de aves. Investigadores de la UNC estiman que el 20% de bosque nativo de esa zona está cubierto con esta especie de árboles, cuya penetración genera pérdida de biodiversidad.

El Despertador de Jesús María (05/03/2018)
- La invasión de siempreverdes pone en riesgo la diversidad de aves. En las áreas no invadidas se detectaron 24 especies de aves más que en los siempreverdales. Entre 1983 y 2009, el área dominada por siempreverdes en las Sierras Chicas aumentó 76 veces.

La Voz del Interior (05/03/2018)
- Una necesidad ante el cambio climático. Está probado que, las zonas urbanas más arboladas llegan a tener de día hasta dos grados menos de temperatura en verano que las áreas, generalmente céntricas, con menos densidad verde. Los árboles, además, bloquean los vientos y mejoran la calidad del aire.

El Puntal de Villa María (05/03/2018)
- Desde el área de Ambiente destacaron la importancia de las semillas nativas
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