1 sept 2013

Preocupa posible contaminación de Bio4

El Puntal de Río Cuarto (01/09/2013)
Preocupación por posibles efectos de Bio4 en la salud de los vecinos


Familias que viven cerca de la planta de etanol denuncian que se repiten casos de alergias, conjuntivitis, tos, dolores de cabeza y vómitos. La alarma creció luego de que un estudio revelara problemas similares en un barrio al sur de la ciudad de Córdoba, donde funciona una industria de las mismas características
Los vecinos de Bio4 denunciaron que desde que la planta de etanol empezó a funcionar aumentaron los casos de alergia, conjuntivitis, problemas en la piel, tos, vómitos y dolores de cabeza y señalaron que algunos síntomas se agravaron en las últimas semanas. La alarma se incrementó en Río Cuarto luego de que la Red Universitaria de Ambiente y Salud (Reduas) publicara un estudio sobre los efectos que la planta de etanol de Porta Hermanos, también accionista en Bio4, estaría provocando en el barrio San Antonio de la ciudad de Córdoba.
Los estudios epidemiológicos realizados por médicos y otros profesionales de la Universidad Nacional de Córdoba en la capital provincial dieron resultados similares a los que expresan los vecinos de la planta local: cefaleas persistentes, conjuntivitis, problemas respiratorios y digestivos, gastritis y dermatitis con “prevalencias varias veces superiores a la de las poblaciones sanas”.
Esta situación sanitaria determinó que la semana pasada los habitantes del barrio San Antonio denunciaran penalmente a la empresa Porta Hnos. S.A. por contaminación ambiental. Dicha industria comenzó a funcionar en febrero de 2012 y fue la primera en empezar a producir combustibles sobre la base de maíz en la provincia de Córdoba.
“Uno primero no se daba cuenta de qué era esta tos, picazón de garganta, alergia, que te lloraban los ojos, pero después empezamos a caer. Hay varios chicos con problemas”, afirmó Daniel Vivas, que vive a 1000 metros de la planta de etanol ubicada al sur de Río Cuarto. Y agregó que estos síntomas empezaron a aparecer desde que la empresa inició su funcionamiento en la zona.
Frente a las quejas de los vecinos, el presidente de Bio4 Manuel Ron negó que el proceso productivo pudiera ocasionar efectos en la salud y aseguró que en Estados Unidos estas industrias llevan diez años funcionando sin problemas.

Las coincidencias
Ya a fines del año pasado, los vecinos de la planta emplazada en el kilómetro 600 de ruta 8 comenzaron a denunciar públicamente a la empresa por los fuertes olores que emanaba y los efluentes que la misma vertía en lagunas, campos e incluso en una de las calles del sector. Los habitantes reconocen que en los últimos meses la situación mejoró parcialmente y los olores disminuyeron, aunque subrayan que el problema persiste.
“Están regando los campos del frente con un agua amarilla, últimamente se ve que sale un polvo amarillo de las tuberías donde están los silos y los gases son constantes”, dijo al respecto Stella Maris Silveyra, una vecina que vive a 400 metros de Bio4.
“Desde que están ellos hay un cambio en todo. Yo estoy cerca y los días de viento sur es un olor que no se aguanta”, afirmó Vivas, por su parte.
Pero lo que más preocupa a este grupo de habitantes del sur de la ciudad es el impacto que esta actividad podría tener en su salud. Al respecto, el vecino indicó: “He tenido la nena enferma, el médico dice que anda un virus pero no puede ser que una semana esté bien y a los 15, 20 días de nuevo lo mismo, ¿tan seguido va a andar un virus? Ella empezó con picazón de garganta, vómitos, fiebre”. Y agregó que estos síntomas se repiten en varias familias.
Así lo expresó también Silveyra, quien relató que durante las últimas semanas varios integrantes de su familia han padecido una alergia particular, a la que se suman los dolores de cabeza, la sinusitis y la tos que ella y sus hijos perciben con frecuencia.
Los dichos de los vecinos tienen importantes coincidencias con los resultados del estudio que Reduas realizó en barrio San Antonio, al sur de la ciudad de Córdoba para determinar posibles efectos en la salud de la planta de etanol de la empresa Porta Hnos.
Entre sus conclusiones, el informe revela que desde que comenzó a funcionar dicha industria a metros de sus casas “los vecinos manifiestan signos de toxicidad química ambiental”. Y detalla: “Se realizaron estudios epidemiológicos y se verificó que el 43,2% de los vecinos tiene cefaleas persistentes, el 34,8% sufre de conjuntivitis y congestión ocular, 33,1% de neumopatías obstructivas, 26,6% de gastritis y síntomas compatibles con la misma y 18,2% dermatitis por irritación química. Todas las prevalencias son varias veces superiores a la de las poblaciones sanas”.
En base a las encuestas realizadas por profesionales de la UNC, se relevó que más de la mitad de los vecinos del barrio cordobés declara por lo menos una afección de agravamiento después de que comenzó a funcionar la planta y 7 de las 12 manzanas tienen a todos sus hogares afectados.
Además, el estudio de Reduas comprobó a través de distintas mediciones que en el barrio la concentración de oxígeno en el aire es menor a los valores normales, debido a las emisiones de dióxido de carbono de la planta de etanol. En relación con este dato, el informe destaca que los vecinos denuncian típicos síntomas de apunamiento o mal de las alturas.
En cuanto a la magnitud de ambas plantas, cabe destacar que la industria radicada en la capital provincial produce 36 millones de litros de etanol al año frente a los 50 millones que produce Bio4.
Consultado por esta situación, el presidente de la empresa local negó cualquier impacto en la salud y aseguró: “En Estados Unidos hay 250 plantas de esas funcionando desde hace diez años, si bien es una industria nueva en esos países llevan diez años funcionando en el cinturón maicero y conviven con los pueblos, las comunidades rurales. Son plantas que están en el radio de los 2, 3 kilómetros de la población como nosotros y no generan ningún riesgo para la salud”.
Además, sostuvo que la principal actividad de la planta de etanol consiste en la fermentación de mostos de maíz: “Se hace a escala industrial pero el proceso en sí es totalmente inocuo para la salud”.

Zona industrial pero poblada
Aunque el predio donde se ubica Bio4 fue declarado zona industrial, los vecinos indican que alrededor de 70 familias viven en ese sector de la ciudad. Incluso, sus habitantes destacan que cada vez más personas se instalan en el lugar, por lo que actualmente se está gestionando la creación de una vecinal para obtener el reconocimiento de la Municipalidad y los servicios en el barrio.
Al respecto, Lorena Audisio, una de las vecinas que está gestionando la creación de la vecinal, indicó que las familias más cercanas a la empresa son alrededor de 10, y son quienes vienen percibiendo ciertos síntomas en su salud. Para el resto, añadió, los olores son la principal consecuencia que la planta genera.
“Hoy lamentablemente Bio4 ya está, lo que queda por hacer es presionar para que ellos cumplan con lo que tienen que cumplir, los que tienen que controlar que los controlen y empezar a convivir”, sostuvo Audisio.
Por su parte, Vivas comentó que varios vecinos están vendiendo sus casas o terrenos justamente por el impacto de la planta en el barrio. “Venden y se echan a mudar, el tema es con el pobre y el obrero”, dijo con relación a la imposibilidad de muchos habitantes de abandonar la zona.

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