5 may 2011
Diques con menos agua que en 2010
9:02 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (05/05/2011)
Los diques, con menos agua que en 2010
Salvo el Pichanas, todos están por debajo del nivel que tenían en la misma fecha del año pasado. El San Roque está peor que en 2009, cuando se declaró la alerta amarilla.
Mientras las lluvias llegan a cuentagotas, el estado de los diques se agrava en la provincia. Ayer el nivel de siete de ocho embalses estaba por debajo de las mediciones de la misma fecha del año pasado.
Los dos más importantes para la ciudad de Córdoba son el San Roque y Los Molinos porque proveen agua potable y riego al cinturón verde.
El primero tiene 2,11 metros menos que en 2010 y 2,17 metros menos que en 2009, año en que la Provincia declaró alerta amarilla el 23 de julio.
En aquella fecha, la iniciativa tuvo como objetivo tomar medidas preventivas para evitar la falta de agua en el futuro. Se recortó la extracción de agua del San Roque de 7 a 6 metros cúbicos por segundo. La restricción impactó en el cinturón verde de la ciudad de Córdoba.
El plan tuvo buen efecto entre los usuarios del servicio de agua potable, ya que se logró reducir casi el 10 por ciento el consumo diario por persona entre 2009 y 2010.
Aunque sin el título de “alerta amarilla”, la ciudad de Córdoba vive hoy por hoy una situación similar.
La semana pasada, la Provincia les prometió a los quinteros del norte de la ciudad –que se proveen del San Roque– agua sólo por 10 días más.
Esta ventana permitirá a los productores “salvar” la cosecha de las verduras ya sembradas. Luego, el consejo del Gobierno fue que no siembren más.
Esto podría acarrear problemas en la provisión de verduras de la Capital, además de pérdidas económicas entre los quinteros calculadas en 20 millones de pesos.
En tanto, la situación de Los Molinos es menos grave pues la diferencia es de 0,15 metros respecto del año pasado. Mientras que el saldo es positivo en 1,45 metros en relación a 2009.
El estado del dique La Quebrada, con una bajante de 9,4 metros respecto del nivel de vertedero es todo un récord para este fecha. A su vez, tiene 4,39 metros menos que en 2010.
El único que tiene un mejor registro que en 2010 es el dique Pichanas, en el noroeste provincial, cuyo principal uso es proveer agua para riego.
De todas formas, los productores de la zona habían reclamado a la Provincia que declare al departamento Cruz del Eje como “zona de desastre”.
La Provincia emitió la emergencia agropecuaria para este distrito y para Ischilín por el período de septiembre 2010 a marzo 2011.
Los productores calculan pérdidas de hasta 90 por ciento de la cosecha y el ganado e indicaron que el aporte para riego del dique Pichanas y Cruz del Eje disminuyó en los últimos años, ya que nunca recuperaron su nivel histórico.
Lluvias, se esperan. El meteorólogo Mario Navarro aseguró que se sabía que en estos meses no iba a llover más de lo habitual.
“No obstante, tampoco ha llovido como se esperaba para esta fecha en las cuencas media y alta de Punilla y Sierras Chicas. Tenemos valores similares a los de 1995, un año muy seco”, indicó Navarro. Y precisó que en abril hubo buenas lluvias de hasta 100 milímetros en el sur y sudoeste de la provincia, pero no en el noroeste ni en las sierras. Sobre el pronóstico para el otoño, Navarro indicó que van a ser días neutrales, ni más ni menos lluvias.
“Caerán no más de 20 milímetros. Tendría que haber precipitaciones entre 90 y 100 para que se recuperen los diques. No creo que suceda en los próximos meses”, comentó el meteorólogo.
El promedio histórico de lluvias para marzo y abril es de 168 milímetros entre los dos meses, pero este año apenas cayeron 61, un tercio de lo habitual, según Infoclima.
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Se secó un arroyo que abastecía a La Quebrada
El lago de las Sierras Chicas está 9,4 metros por debajo de su vertedero. Temen superar la bajante histórica de 13,3 metros.
Río Ceballos. Uno de los arroyos que abastece al dique La Quebrada, en las Sierras Chicas, luce totalmente seco. Los otros apenas llevan un hilo de agua. El pequeño lago está a 9,4 metros de su vertedero, en su nivel más bajo para esta época, comparado con la última década.
En la región no descartan que cuando llegue el verano el lago supere su récord histórico de bajante, de 13,3 metros, registrado en febrero de 2010.
“Está muy bajo para esta altura del año. En el verano llovió poco sobre las Sierras Chicas y ahora vienen los meses de estación seca. Lo lógico es que llueva mucho menos, por lo que entonces seguiría en bajante hasta el próximo verano. En ese marco, es esperable, y preocupa, que pueda llegar a fin de año al nivel más bajo de su historia”, admitió Marcelo Fassi, presidente de la Cooperativa de Servicios de Río Ceballos, que toma de este dique el agua que provee a esa ciudad.
Los arroyos Colanchanga y Los Hornillos alimentan por estos días con muy poca agua al lago.
Otro, llamado Los Guindos, se ve seco.
Ricardo Suárez, ambientalista de Río Ceballos, mostró con números comparativos que nunca en la última década este lago estuvo tan bajo en mayo. “Lamentablemente, llegamos a una situación que se podría haber evitado, pero por falta de políticas adecuadas estamos viviendo otra crisis hídrica”, sostuvo.
Un alivio. Un punto de alivio tiene ese dique. Es que, desde hace unos meses, se abastece de su agua sólo la ciudad de Río Ceballos, que demanda entre 30 y 35 millones de litros de agua por semana, según la época.
Las ciudades de Unquillo y Mendiolaza –que juntas representaban una extracción similar– pasaron a tomarla ahora del río Suquía, desde la planta potabilizadora de La Calera.
“Eso reduce mucho la demanda, pero si la bajante profunda del lago se confirma, volverá a ser preocupante”, acotó Fassi desde la cooperativa.
En Río Ceballos, sigue vigente la “emergencia hídrica” desde hace más de dos años, con cortes del servicio que ahora son de 12 horas en dos días por semana.
“Esas restricciones no afectan la calidad de vida, porque cada vivienda tiene su tanque, pero ayudan a ahorrar el recurso”, señaló Fassi.
Reclamo. En Río Ceballos, se consumen ahora unos 220 litros diarios por persona. Según Fassi, es uno de los registros más bajos de la provincia.
La cooperativa local, en tanto, sigue reclamando a la Provincia más medidas de control y saneamiento sobre la zona serrana que representa la cuenca hídrica donde nacen los arroyos que nutren a este lago.
La situación es por demás preocupante.
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Tarea para los candidatos
La provisión de agua será para Córdoba un problema siempre. Sin embargo, no parece figurar en la agenda de los políticos. por Lucas Viano.
El pasado los condena. Los problemas hídricos de los últimos años se deben a la falta de una política en el tema. El trabajo ha sido discontinuo, al mismo ritmo en que se presentaban las crisis hídricas, directamente vinculadas con las variaciones climáticas.
Estamos atravesando una época de escasas lluvias. En los años anteriores poco se hizo para mitigar este problema. Dos ejemplos contundentes:
Medidores. La primera campaña para la colocación masiva de medidores en la ciudad de Córdoba ocurrió tras la crisis hídrica de 2009. Ni siquiera fue inmediata, pues los dispositivos recién comenzaron a instalarse un año después. En la actualidad, sólo el 22 por ciento de los usuarios medibles tiene el dispositivo.
Riego. Mejorar la eficiencia en el riego del cinturón verde es una medida clave, pero poco se hizo al respecto. En el esplendor del cinturón verde, las ocho mil hectáreas bajo riego consumían casi tanta agua como toda la ciudad de Córdoba. Otra vez, la Provincia activó los arreglos en el canal Los Molinos tras la crisis de 2009 y anunció una medida para incentivar el uso del riego por goteo a partir de la situación crítica que padecen los quinteros. Mientras no se diseñen políticas seguiremos a merced de los vaivenes de un clima cada vez más alocado.
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Los diques, con menos agua que en 2010
Salvo el Pichanas, todos están por debajo del nivel que tenían en la misma fecha del año pasado. El San Roque está peor que en 2009, cuando se declaró la alerta amarilla.
Mientras las lluvias llegan a cuentagotas, el estado de los diques se agrava en la provincia. Ayer el nivel de siete de ocho embalses estaba por debajo de las mediciones de la misma fecha del año pasado.
Los dos más importantes para la ciudad de Córdoba son el San Roque y Los Molinos porque proveen agua potable y riego al cinturón verde.
El primero tiene 2,11 metros menos que en 2010 y 2,17 metros menos que en 2009, año en que la Provincia declaró alerta amarilla el 23 de julio.
En aquella fecha, la iniciativa tuvo como objetivo tomar medidas preventivas para evitar la falta de agua en el futuro. Se recortó la extracción de agua del San Roque de 7 a 6 metros cúbicos por segundo. La restricción impactó en el cinturón verde de la ciudad de Córdoba.
El plan tuvo buen efecto entre los usuarios del servicio de agua potable, ya que se logró reducir casi el 10 por ciento el consumo diario por persona entre 2009 y 2010.
Aunque sin el título de “alerta amarilla”, la ciudad de Córdoba vive hoy por hoy una situación similar.
La semana pasada, la Provincia les prometió a los quinteros del norte de la ciudad –que se proveen del San Roque– agua sólo por 10 días más.
Esta ventana permitirá a los productores “salvar” la cosecha de las verduras ya sembradas. Luego, el consejo del Gobierno fue que no siembren más.
Esto podría acarrear problemas en la provisión de verduras de la Capital, además de pérdidas económicas entre los quinteros calculadas en 20 millones de pesos.
En tanto, la situación de Los Molinos es menos grave pues la diferencia es de 0,15 metros respecto del año pasado. Mientras que el saldo es positivo en 1,45 metros en relación a 2009.
El estado del dique La Quebrada, con una bajante de 9,4 metros respecto del nivel de vertedero es todo un récord para este fecha. A su vez, tiene 4,39 metros menos que en 2010.
El único que tiene un mejor registro que en 2010 es el dique Pichanas, en el noroeste provincial, cuyo principal uso es proveer agua para riego.
De todas formas, los productores de la zona habían reclamado a la Provincia que declare al departamento Cruz del Eje como “zona de desastre”.
La Provincia emitió la emergencia agropecuaria para este distrito y para Ischilín por el período de septiembre 2010 a marzo 2011.
Los productores calculan pérdidas de hasta 90 por ciento de la cosecha y el ganado e indicaron que el aporte para riego del dique Pichanas y Cruz del Eje disminuyó en los últimos años, ya que nunca recuperaron su nivel histórico.
Lluvias, se esperan. El meteorólogo Mario Navarro aseguró que se sabía que en estos meses no iba a llover más de lo habitual.
“No obstante, tampoco ha llovido como se esperaba para esta fecha en las cuencas media y alta de Punilla y Sierras Chicas. Tenemos valores similares a los de 1995, un año muy seco”, indicó Navarro. Y precisó que en abril hubo buenas lluvias de hasta 100 milímetros en el sur y sudoeste de la provincia, pero no en el noroeste ni en las sierras. Sobre el pronóstico para el otoño, Navarro indicó que van a ser días neutrales, ni más ni menos lluvias.
“Caerán no más de 20 milímetros. Tendría que haber precipitaciones entre 90 y 100 para que se recuperen los diques. No creo que suceda en los próximos meses”, comentó el meteorólogo.
El promedio histórico de lluvias para marzo y abril es de 168 milímetros entre los dos meses, pero este año apenas cayeron 61, un tercio de lo habitual, según Infoclima.
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Se secó un arroyo que abastecía a La Quebrada
El lago de las Sierras Chicas está 9,4 metros por debajo de su vertedero. Temen superar la bajante histórica de 13,3 metros.
Río Ceballos. Uno de los arroyos que abastece al dique La Quebrada, en las Sierras Chicas, luce totalmente seco. Los otros apenas llevan un hilo de agua. El pequeño lago está a 9,4 metros de su vertedero, en su nivel más bajo para esta época, comparado con la última década.
En la región no descartan que cuando llegue el verano el lago supere su récord histórico de bajante, de 13,3 metros, registrado en febrero de 2010.
“Está muy bajo para esta altura del año. En el verano llovió poco sobre las Sierras Chicas y ahora vienen los meses de estación seca. Lo lógico es que llueva mucho menos, por lo que entonces seguiría en bajante hasta el próximo verano. En ese marco, es esperable, y preocupa, que pueda llegar a fin de año al nivel más bajo de su historia”, admitió Marcelo Fassi, presidente de la Cooperativa de Servicios de Río Ceballos, que toma de este dique el agua que provee a esa ciudad.
Los arroyos Colanchanga y Los Hornillos alimentan por estos días con muy poca agua al lago.
Otro, llamado Los Guindos, se ve seco.
Ricardo Suárez, ambientalista de Río Ceballos, mostró con números comparativos que nunca en la última década este lago estuvo tan bajo en mayo. “Lamentablemente, llegamos a una situación que se podría haber evitado, pero por falta de políticas adecuadas estamos viviendo otra crisis hídrica”, sostuvo.
Un alivio. Un punto de alivio tiene ese dique. Es que, desde hace unos meses, se abastece de su agua sólo la ciudad de Río Ceballos, que demanda entre 30 y 35 millones de litros de agua por semana, según la época.
Las ciudades de Unquillo y Mendiolaza –que juntas representaban una extracción similar– pasaron a tomarla ahora del río Suquía, desde la planta potabilizadora de La Calera.
“Eso reduce mucho la demanda, pero si la bajante profunda del lago se confirma, volverá a ser preocupante”, acotó Fassi desde la cooperativa.
En Río Ceballos, sigue vigente la “emergencia hídrica” desde hace más de dos años, con cortes del servicio que ahora son de 12 horas en dos días por semana.
“Esas restricciones no afectan la calidad de vida, porque cada vivienda tiene su tanque, pero ayudan a ahorrar el recurso”, señaló Fassi.
Reclamo. En Río Ceballos, se consumen ahora unos 220 litros diarios por persona. Según Fassi, es uno de los registros más bajos de la provincia.
La cooperativa local, en tanto, sigue reclamando a la Provincia más medidas de control y saneamiento sobre la zona serrana que representa la cuenca hídrica donde nacen los arroyos que nutren a este lago.
La situación es por demás preocupante.
Ver Noticia On Line
Tarea para los candidatos
La provisión de agua será para Córdoba un problema siempre. Sin embargo, no parece figurar en la agenda de los políticos. por Lucas Viano.
El pasado los condena. Los problemas hídricos de los últimos años se deben a la falta de una política en el tema. El trabajo ha sido discontinuo, al mismo ritmo en que se presentaban las crisis hídricas, directamente vinculadas con las variaciones climáticas.
Estamos atravesando una época de escasas lluvias. En los años anteriores poco se hizo para mitigar este problema. Dos ejemplos contundentes:
Medidores. La primera campaña para la colocación masiva de medidores en la ciudad de Córdoba ocurrió tras la crisis hídrica de 2009. Ni siquiera fue inmediata, pues los dispositivos recién comenzaron a instalarse un año después. En la actualidad, sólo el 22 por ciento de los usuarios medibles tiene el dispositivo.
Riego. Mejorar la eficiencia en el riego del cinturón verde es una medida clave, pero poco se hizo al respecto. En el esplendor del cinturón verde, las ocho mil hectáreas bajo riego consumían casi tanta agua como toda la ciudad de Córdoba. Otra vez, la Provincia activó los arreglos en el canal Los Molinos tras la crisis de 2009 y anunció una medida para incentivar el uso del riego por goteo a partir de la situación crítica que padecen los quinteros. Mientras no se diseñen políticas seguiremos a merced de los vaivenes de un clima cada vez más alocado.
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