15 may 2011

Crisis Hídrica: Si lo querés más claro, echale agua

Día a Día (15/05/2011)
Si lo querés más claro, echale agua

Tal como lo remarcó este diario hace dos semanas, los diques de Córdoba largaron la temporada seca con niveles de agua bastante menores a los de los años anteriores. Y, para colmo, lo que se avecina es un invierno particularmente seco, según coinciden varios especialistas en la materia.
Con ello, todo indica que varias regiones de Córdoba volverán a tener serios problemas de provisión de agua potable en los próximos meses, una situación que se viene repitiendo en los últimos años y que con el paso del tiempo tiende a agravarse. La interrupción temprana de la provisión de agua para los canales de riego del Cinturón Verde de la capital volvió a encender la luz de alarma, esta vez antes que nunca.
Ya hay muchas localidades, particularmente del Gran Córdoba, que han puesto en marcha esquemas de cortes preventivos del servicio de agua, en un intento por preservar el recurso, mientras que otras, como por ejemplo Salsipuedes, directamente han tenido a que interrumpir la provisión domiciliaria por el sencillo hecho de que sus pozos de captación han quedado totalmente secos.
¿Y qué han hecho las autoridades provinciales para lograr revertir este cuadro situación? Realmente muy poco, para no decir casi nada. También este diario dio cuenta a comienzos de año del escasísimo peso que tienen las obras hídricas en el actual presupuesto diseñado por la administración de Juan Schiaretti: apenas un 7 por ciento de los recursos provinciales están destinadas a obras de infraestructura que permitan mantener, renovar y, sobre todo, ampliar las fuentes de agua que necesitan muchas ciudades.
Mientras tanto, en una decisión cuanto menos polémica, el Gobierno de la Provincia está destinando casi 1.200 millones de pesos para la construcción de edificios públicos de escasa prioridad pública y social, monto que cuadruplica los fondos orientados a sostener y recuperar el casi desbastado “parque” hídrico de Córdoba.
A todo esto, el gasto en infraestructura hídrica se concentra en obras importantes pero de poca envergadura, como por ejemplo la recuperación de las márgenes de algunos cursos de agua o la iluminación de la mayoría de las represas. En cambio, no están previstas obras de magnitud, como nuevas represas o el saneamiento de las principales cuencas. Sólo la históricamente demorada refuncionalización del canal Los Molinos-Córdoba entraría en la categoría de obra “imprescindible” para asegurar a mediano y largo plazo la provisión del elemental líquido.
A todo esto, cuando el tema vuelve a las tapas de los diarios reflejando el padecimiento de miles de cordobeses que tienen sus gargantas cada vez más secas, el gobernador Schiaretti apenas si vuelve a insistir con su propuesta de construir un canal que traiga agua desde el río Paraná, en la provincia de Santa Fe, obra que por compleja y faraónica difícilmente algún día logre concretarse.
Gobernar es administrar con determinado sentido político los recursos, escasos o abundantes, que tenga en cierto momento un Estado y una sociedad, privilegiando las necesidades más urgentes de la mayoría. A juzgar por las decisiones tomadas por el actual el Gobierno, un Centro Cívico de 400 millones de pesos encaja a la perfección en esa definición, mientras que la posibilidad de asegurar que cientos de miles de cordobeses puedan llenar sus vasos con agua potable puede esperar un tiempo más. Vaya uno a saber cuánto.

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