5 sept 2009
100 mil hectáreas quemadas
11:36 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (05/09/2009)
Calculan que se quemaron 100 mil hectáreas
Son cifras oficiales, brindadas desde el Ministerio de Agricultura. Se suman zonas serranas y de campos en el interior. Aclaran que falta un relevamiento más preciso.
Unas 100 mil hectáreas –entre pastizales, bosques y campos con restos de la última cosecha– se habrían quemado en la provincia de Córdoba por los incendios registrados en las dos últimas semanas. La estimación fue hecha ayer por la Comisión de Emergencia Agropecuaria, que funciona en el ámbito del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia.
Sin embargo, tanto desde la Secretaría de Ambiente como desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego se dijo a este diario que sus relevamientos no estaban terminados y que les resultaba aún apresurado precisar la superficie dañada por el fuego. De todos modos, fuentes de ambas reparticiones no descartaron que la cifra pueda rondar las 100 mil hectáreas, con distinto grado de afectación.
En realidad, el mapa del fuego muestra que, ayudado por la extrema sequía y los fuertes vientos, hubo focos en casi todo el territorio provincial. Desde el Plan de Manejo de Fuego se apuntó una lista que supera los 50 sitios donde los bomberos debieron asistir. En algunos casos, se trató de incendios de pocas hectáreas que pudieron ser rápidamente controlados, pero en otros –los que resultaron más conocidos– fueron miles de hectáreas las arrasadas y demandaron varios días de trabajo para sofocarlos.
A la vez, en algunos puntos se produjeron varios focos cercanos casi en forma simultánea.
A los incendios serranos –más graves porque comprometen generalmente forestación, suelen ser más complejos de controlar y provocan un impacto ambiental superior– se suman los generados en zonas rurales. En esos casos, en esta época prácticamente no hay cultivos, pero el fuego toma los rastrojos y, si hay viento, avanza.
No sólo sierras. En varios campos del interior provincial se quemaron alambrados, pero también algunos inmuebles y hasta vehículos. El caso más dramático fue el incendio rural que terminó llevando el fuego hasta una empresa acopiadora de Charras (departamento Juárez Celman), que quedó destruida y cuyo maní acumulado en sus silos aún sigue ardiendo.
Bomberos calculan que, en el llano, un viento de 50 kilómetros por hora puede generar que el fuego avance sobre los rastrojos a unos 25 kilómetros por hora. Y eso sucedió durante varios días de las últimas semanas.
Por ejemplo, sólo en una zona de Tercero Arriba, entre Hernando, Tancacha, Las Isletillas, Pampayasta y Dalmacio Vélez, se estima que tomaron fuego unas 18 mil hectáreas de campos.
Por impacto ambiental y paisajístico, pero también por su dimensión, el más grave sería el registrado en Calamuchita, donde el fuego quemó gran parte del cordón de las Sierras Chicas, desde el dique Los Molinos hasta Embalse, dejando por kilómetros una imagen desoladora. También se suma a esa lista el ocurrido antes en la zona de Achiras, en el sur cordobés, y el que se desató en el norte de Punilla (entre Los Cocos y La Cumbre), porque ambos consumieron mucha forestación.
Áreas en emergencia. En el ámbito de la Comisión de Emergencia Agropecuaria, se indicó que en los próximos días el relevamiento de campos afectados estará terminado. A partir de ahí, se delimitarán las zonas a sugerir para incluir en un futuro decreto de emergencia o de desastre agropecuario que dicte el Ejecutivo provincial. "La prioridad son los productores ganaderos que han perdido pasturas y cabezas de ganado, a quienes ya estamos ayudando con la entrega de alimento balanceado para disminuir las pérdidas", dijo el secretario de Ganadería, Daniel Carignano.
Se estima que los suelos de los campos quemados perderían por una o dos temporadas algo de su fertilidad.
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Recuperar bosques
Desde sectores ambientalistas encendieron la luz de alarma y reclamaron a la Secretaría de Ambiente que extreme con urgencia los recaudos para que sobre la superficie de bosques nativos quemados haya inmediatos planes de remediación, a los fines de asegurar que esos sectores se recuperen como forestados y evitar que ese suelo pase a tener otro uso. De ese modo, la ya muy escasa superficie de bosques que tiene Córdoba se vería aún más reducida.
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Hoy Día (05/09/2009)
Unas 100 mil hectáreas se quemaron en Córdoba por los incendios en las dos últimas semanas
Son cifras oficiales brindadas desde el Ministerio de Agricultura provincial, aunque aclaran que falta un relevamiento más preciso. Se suman zonas serranas y de campos en el interior.
Las 100 mil hectáreas quemadas abarcan pastizales, bosques y campos con restos de la última cosecha. La estimación fue hecha ayer por la Comisión de Emergencia Agropecuaria, que funciona en el ámbito del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia.
Sin embargo, tanto desde la Secretaría de Ambiente como desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego se dijo que sus relevamientos no estaban terminados y que les resultaba aún apresurado precisar la superficie dañada por el fuego. De todos modos, fuentes de ambas reparticiones no descartaron que la cifra pueda rondar las 100 mil hectáreas, con distinto grado de afectación.
El mapa del fuego muestra que, ayudado por la extrema sequía y los fuertes vientos, hubo focos en casi todo el territorio provincial. Desde el Plan de Manejo de Fuego se apuntó una lista que supera los 50 sitios donde los bomberos debieron asistir. En algunos casos, se trató de incendios de pocas hectáreas que pudieron ser rápidamente controlados, pero en otros –los que resultaron más conocidos– fueron miles de hectáreas las arrasadas y demandaron varios días de trabajo para sofocarlos.
A la vez, en algunos puntos se produjeron varios focos cercanos casi en forma simultánea.
A los incendios serranos –más graves porque comprometen generalmente forestación, suelen ser más complejos de controlar y provocan un impacto ambiental superior– se suman los generados en zonas rurales. En esos casos, en esta época prácticamente no hay cultivos, pero el fuego toma los rastrojos y, si hay viento, avanza.
No sólo sierras. En varios campos del interior provincial se quemaron alambrados, pero también algunos inmuebles y hasta vehículos.
Se estima que los suelos de los campos quemados perderían por una o dos temporadas algo de su fertilidad.
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Calculan que se quemaron 100 mil hectáreas
Son cifras oficiales, brindadas desde el Ministerio de Agricultura. Se suman zonas serranas y de campos en el interior. Aclaran que falta un relevamiento más preciso.
Unas 100 mil hectáreas –entre pastizales, bosques y campos con restos de la última cosecha– se habrían quemado en la provincia de Córdoba por los incendios registrados en las dos últimas semanas. La estimación fue hecha ayer por la Comisión de Emergencia Agropecuaria, que funciona en el ámbito del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia.
Sin embargo, tanto desde la Secretaría de Ambiente como desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego se dijo a este diario que sus relevamientos no estaban terminados y que les resultaba aún apresurado precisar la superficie dañada por el fuego. De todos modos, fuentes de ambas reparticiones no descartaron que la cifra pueda rondar las 100 mil hectáreas, con distinto grado de afectación.
En realidad, el mapa del fuego muestra que, ayudado por la extrema sequía y los fuertes vientos, hubo focos en casi todo el territorio provincial. Desde el Plan de Manejo de Fuego se apuntó una lista que supera los 50 sitios donde los bomberos debieron asistir. En algunos casos, se trató de incendios de pocas hectáreas que pudieron ser rápidamente controlados, pero en otros –los que resultaron más conocidos– fueron miles de hectáreas las arrasadas y demandaron varios días de trabajo para sofocarlos.
A la vez, en algunos puntos se produjeron varios focos cercanos casi en forma simultánea.
A los incendios serranos –más graves porque comprometen generalmente forestación, suelen ser más complejos de controlar y provocan un impacto ambiental superior– se suman los generados en zonas rurales. En esos casos, en esta época prácticamente no hay cultivos, pero el fuego toma los rastrojos y, si hay viento, avanza.
No sólo sierras. En varios campos del interior provincial se quemaron alambrados, pero también algunos inmuebles y hasta vehículos. El caso más dramático fue el incendio rural que terminó llevando el fuego hasta una empresa acopiadora de Charras (departamento Juárez Celman), que quedó destruida y cuyo maní acumulado en sus silos aún sigue ardiendo.
Bomberos calculan que, en el llano, un viento de 50 kilómetros por hora puede generar que el fuego avance sobre los rastrojos a unos 25 kilómetros por hora. Y eso sucedió durante varios días de las últimas semanas.
Por ejemplo, sólo en una zona de Tercero Arriba, entre Hernando, Tancacha, Las Isletillas, Pampayasta y Dalmacio Vélez, se estima que tomaron fuego unas 18 mil hectáreas de campos.
Por impacto ambiental y paisajístico, pero también por su dimensión, el más grave sería el registrado en Calamuchita, donde el fuego quemó gran parte del cordón de las Sierras Chicas, desde el dique Los Molinos hasta Embalse, dejando por kilómetros una imagen desoladora. También se suma a esa lista el ocurrido antes en la zona de Achiras, en el sur cordobés, y el que se desató en el norte de Punilla (entre Los Cocos y La Cumbre), porque ambos consumieron mucha forestación.
Áreas en emergencia. En el ámbito de la Comisión de Emergencia Agropecuaria, se indicó que en los próximos días el relevamiento de campos afectados estará terminado. A partir de ahí, se delimitarán las zonas a sugerir para incluir en un futuro decreto de emergencia o de desastre agropecuario que dicte el Ejecutivo provincial. "La prioridad son los productores ganaderos que han perdido pasturas y cabezas de ganado, a quienes ya estamos ayudando con la entrega de alimento balanceado para disminuir las pérdidas", dijo el secretario de Ganadería, Daniel Carignano.
Se estima que los suelos de los campos quemados perderían por una o dos temporadas algo de su fertilidad.
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Recuperar bosques
Desde sectores ambientalistas encendieron la luz de alarma y reclamaron a la Secretaría de Ambiente que extreme con urgencia los recaudos para que sobre la superficie de bosques nativos quemados haya inmediatos planes de remediación, a los fines de asegurar que esos sectores se recuperen como forestados y evitar que ese suelo pase a tener otro uso. De ese modo, la ya muy escasa superficie de bosques que tiene Córdoba se vería aún más reducida.
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Hoy Día (05/09/2009)
Unas 100 mil hectáreas se quemaron en Córdoba por los incendios en las dos últimas semanas
Son cifras oficiales brindadas desde el Ministerio de Agricultura provincial, aunque aclaran que falta un relevamiento más preciso. Se suman zonas serranas y de campos en el interior.
Las 100 mil hectáreas quemadas abarcan pastizales, bosques y campos con restos de la última cosecha. La estimación fue hecha ayer por la Comisión de Emergencia Agropecuaria, que funciona en el ámbito del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia.
Sin embargo, tanto desde la Secretaría de Ambiente como desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego se dijo que sus relevamientos no estaban terminados y que les resultaba aún apresurado precisar la superficie dañada por el fuego. De todos modos, fuentes de ambas reparticiones no descartaron que la cifra pueda rondar las 100 mil hectáreas, con distinto grado de afectación.
El mapa del fuego muestra que, ayudado por la extrema sequía y los fuertes vientos, hubo focos en casi todo el territorio provincial. Desde el Plan de Manejo de Fuego se apuntó una lista que supera los 50 sitios donde los bomberos debieron asistir. En algunos casos, se trató de incendios de pocas hectáreas que pudieron ser rápidamente controlados, pero en otros –los que resultaron más conocidos– fueron miles de hectáreas las arrasadas y demandaron varios días de trabajo para sofocarlos.
A la vez, en algunos puntos se produjeron varios focos cercanos casi en forma simultánea.
A los incendios serranos –más graves porque comprometen generalmente forestación, suelen ser más complejos de controlar y provocan un impacto ambiental superior– se suman los generados en zonas rurales. En esos casos, en esta época prácticamente no hay cultivos, pero el fuego toma los rastrojos y, si hay viento, avanza.
No sólo sierras. En varios campos del interior provincial se quemaron alambrados, pero también algunos inmuebles y hasta vehículos.
Se estima que los suelos de los campos quemados perderían por una o dos temporadas algo de su fertilidad.
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