3 dic 2008

Se creo la Crese

La Voz del Interior (03/12/2008)
Crese recibió un fuerte apoyo del Concejo



Ayer consiguió la aprobación definitiva. Comenzará a prestar servicio el 1º de febrero de 2009. Eduardo García será su presidente.
Lejos de los sobresaltos que precedieron su tratamiento en primera lectura, el Concejo Deliberante dio aprobación definitiva a la creación de la firma municipal Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese). La flamante empresa tomará a su cargo el tratamiento de la basura y la recolección en un sector de la ciudad de Córdoba a partir de febrero próximo.
El tratamiento en segunda lectura se realizó en la última sesión ordinaria del año. El proyecto se aprobó con 23 votos positivos y siete negativos, por lo que obtuvo holgadamente el apoyo de los dos tercios de los ediles presentes.
La sesión fue seguida por parte del gabinete municipal. Estuvieron presentes el subsecretario de Ambiente, Fernando Cámara, el secretario de Comunicaciones, Roberto Avilia, el secretario de Participación Vecinal, Guillermo Luque, y el secretario de Coordinación, Álvaro Ruiz Moreno.
Los 16 concejales del Frente Cívico y Social, los cuatro de Unión por Córdoba, los radicales Guillermo Farías y Eduardo Conrad, y el independiente Fernando Massuci votaron a favor. En contra, votó el resto del radicalismo y el bloque Eva Duarte, liderado por Olga Riutort.
Los estatutos de Crese aprobados ayer tuvieron algunas modificaciones luego de la audiencia pública realizada en noviembre. La más significativa fue que la empresa deberá presentar informes trimestrales a las Juntas de Participación Vecinal sobre su desempeño.
La defensa de la creación de la empresa estuvo a cargo de los ediles oficialistas Gustavo Barrionuevo, Virginia Pagnanini, Marta Juárez y Graciela Treber. Barrionuevo argumentó que Crese dotará al municipio de una herramienta para "evitar la cartelización" del servicio, mientras que Pagnanini y Juárez destacaron "el sentido social de la empresa". Finalmente, Treber sostuvo que Crese permitirá "transparentar los verdaderos costos del servicio de recolección de residuos".
Por su parte, los ediles opositores Olga Riutort y Ramón Mestre criticaron duramente la creación de la empresa. Riutort afirmó que no solucionará el problema de la basura en la ciudad, mientras que Mestre se quejó por el rápido tratamiento y por los pocos controles establecidos en los estatutos.
Pero el dato más curioso surgió cuando el edil juecista Fernando Machado pidió la palabra y dijo que "votaba afirmativo para sostener la unidad del bloque". Cabe recordar que Machado había puesto en duda su apoyo en primera lectura, provocando una tormenta política dentro del Frente Cívico.
García presidente. El intendente Daniel Giacomino confirmó ayer que el dirigente socialista Eduardo García será el presidente de Crese. El anuncio lo realizó en el acto de inauguración de las reformas en el Parque de las Naciones.
Por su parte, el subsecretario de Ambiente del municipio, Fernando Cámara, aseguró que la empresa municipal comenzará a prestar servicio a partir del 1º de febrero. También indicó que se adquirirán 39 camiones a la fábrica Iveco y que se está trabajando con el gremio de los recolectores de residuos en la transición hacia Crese.

Cómo votaron
Dos tercios. Para la creación de la empresa, eran necesarios los votos afirmativos de los dos tercios de los 29 ediles presentes.
Resultado final. El proyecto obtuvo 23 votos a favor y siete en contra. En primera lectura el resultado había sido 23 a 8.
A favor. Marta Juárez, Gustavo Barrionuevo, Oscar Arias, Mónica Cid, Alejandra Del Boca, Marcela Ibáñez, Susana Frossi, Virginia Pagnanini, Teresa Saravia, Juan Rodríguez, Jorge Stabio, Graciela Treber, Sandra Trigo, Laura Ortiz, Graciela Villata y Fernando Machado (Frente Cívico). Graciela Nicolás, Elvio Sahaspe, Juan Rufeil y Pablo Canedo (UPC); y Eduardo Conrad y Guillermo Farías (UCR).
En contra. Bloque Eva Duarte y el resto de la UCR.

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Una empresa "comodín"

Ayer, tras la aprobación de Crese, los funcionarios municipales respiraron aliviados. La flamante empresa estatal de la basura es, hasta ahora, el proyecto más ambicioso que presentó el intendente Daniel Giacomino en el primer año de su gestión al frente del Palacio 6 de Julio.
Se trata de una herramienta con la que intentará subsanar el complicadísimo panorama de la recolección de residuos en la ciudad, luego de la fallida licitación del servicio y de los conflictos con la actual prestataria, Cliba.
Desde el municipio sostienen, una y otra vez, que Crese dotará a Córdoba de la posibilidad de abaratar los costos del servicio mediante la operación del enterramiento sanitario de Potrero del Estado, ya que Cliba cobra por tonelada de basura enterrada.
Aseguran que también permitirá llevar adelante algunas de las medidas que contemplaban los fallidos pliegos, como la recolección diferenciada de residuos, la creación de puntos verdes, escombreras y, de manera progresiva, la instalación de contenedores en los barrios.
Otro de los servicios que seguramente tomará, ya que es muy rentable, es la recolección y tratamiento final de los residuos patógenos.
Pero los estatutos además incluyen la posibilidad de que Crese pueda tomar otro servicio complicado de la ciudad: la limpieza y desmalezamiento de espacios verdes. O pueda hacerse cargo de otro de los anuncios realizados por Giacomino: la explotación del biogás que se genera en el relleno sanitario.
El intendente cuenta ahora con una empresa "comodín" que le permitirá al municipio prestar otros de los servicios conflictivos de la ciudad, como lo es la recolección de residuos. Ya tiene a su cargo un sector del transporte urbano, con la estatal Tamse y su millonario déficit. Prometen que no será lo mismo, el tiempo lo dirá.

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La Mañana de Córdoba (03/12/2008)
CRESE cubrirá el servicio en toda la ciudad



Cliba replegaría el total de su servicio el último día de enero de 2009, dando lugar a Córdoba Recicla SE. Sin la presencia de Giacomino en el recinto, el Concejo aprobó con 23 votos la nueva empresa.
A partir del 1 de febrero de 2009 Cliba abandonará el servicio que hoy presta en toda la ciudad, tras un «repliegue acordado» con la Municipalidad dentro de un marco que no prevé conflictos entre ambas partes. La empresa del Grupo Roggio y el municipio ya habrían tenido conversaciones acerca de la locación de estructura y equipamiento que Cliba estaría dispuesta a ofrecer a las autoridades del Palacio 6 de Julio, pago de canon mediante, para que éstas puedan hacer uso del servicio a partir de febrero del año venidero.
Entre los equipamientos a alquilar se encuentran 20 camiones modelo 2008 y otros 15 de modelos recientes que se hallan en buenas condiciones para realizar las tareas de limpieza.
Los motivos de Cliba para retirarse completamente del servicio, que hoy lo tiene como único ejecutante en la ciudad, tendrían sus razones en la decisión del municipio de que sólo CRESE estará a cargo del enterramiento de residuos. Por lo tanto, a los empresarios de Cliba el negocio de seguir trabajando a partir de febrero sólo en el centro y sur de la ciudad parece no convencerles. Habrá que esperar ahora lo que surja de las conversaciones que el municipio lleva adelante con otras prestatarias del servicio en cuestión. No era la idea de Giacomino, en principio, hacerse cargo de la totalidad de la ciudad en lo que respecta a la recolección de residuos. Sin embargo, todo indica que por ahora no hay quien se sume a realizar las tareas que hasta el último día de enero de 2009 llevará adelante la saliente Cliba.
Pero ya está. Una nueva empresa del Estado municipal (existe la TAMSE) vio la luz ayer luego de ser aprobada en segunda lectura en el Concejo Deliberante. Esta vez se trata de Córdoba Recicla SE, empresa encargada de la limpieza de la ciudad a partir del 1 de febrero de 2009. Por el nacimiento de la nueva criatura estatal, el municipio y sus concejales, conformes. Airosos políticamente. Nada más. ¿Por qué? Si los complicados sucesos ocurridos en estos últimos tiempos, con una Córdoba desbordada de basura, no hubiesen jaqueado la endeble salud del gobierno municipal al punto que lo hicieron, a Giacomino difícilmente se le hubiera ocurrido hacerse cargo de la recolección y enterramiento de residuos. Lo hará ahora porque la salida al problema no ofrece alternativas. Cliba se va de toda la ciudad y además la licitación de este servicio de higiene urbana propuesta en su momento por la Municipalidad quedó desierta. De lo contrario, las flacas arcas municipales actuales están muy lejos de funcionar como soporte suficiente para embarcarse en tan osada empresa.
Pero el alineamiento del intendente con la presidenta de la Nación le dio al primero una idea (desesperada) y a esta última la posibilidad de hacer algo para asistir a uno de sus aliados más leales. Y así se pensó CRESE, con dinero prometido de Cristina mientras un apurado esbozo de la conformación legal de la nueva empresa llegaba al Concejo el 13 de noviembre pasado. Allí, en el recinto deliberativo, aún persisten y se apagan de a poco las voces opositoras del bloque radical (a excepción de Farías y Conrad) y del bloque olguista. Enardecidos discursos de Mestre y Riutort en primera lectura y apenas gestos de una inconformidad ya vencida, por la inminente aprobación de CRESE, durante la sesión que tuvo lugar ayer. Sin embargo, más allá de la desidia que envuelve las causas que determinaron este conflicto de la basura, si la única empresa encargada de recoger los residuos a los vecinos no lo hace, o lo hace mal, que es lo mismo, el Estado es el responsable de tocar la puerta de cada casa y retirar de allí la basura. Esto como deber básico del municipio, que debería aceptar su propia ineficiencia para resolver a tiempo este problema. Pero quizá tampoco se deba olvidar, por supuesto, que las administraciones de Kammerath y Juez delegaron esta desagradable situación que hoy Giacomino sufre en un silencio de espinosas reservas. En consecuencia, deberá demostrar Giacomino que CRESE no se prepara para encolumnarse en los mismos caminos que la
TAMSE. Concejales oficialistas ayer remarcaron en sus discursos “la necesidad de recuperar el rol del Estado” en temas tan sensibles a la sociedad como la higiene urbana, y además se ilusionaron con la inmejorable posibilidad de “demostrar que una empresa estatal también puede ser eficiente”. Ojalá, por bien de muchos, así sea.

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