24 dic 2008

Imputados por el accidente de Río III

La Voz del Interior (24/12/2008)
Imputaron a dos ex empleados por el trágico escape en la Petroquímica

Río Tercero. A un año y medio de ocurrido el accidente fatal en Petroquímica Río Tercero, la Justicia terminó imputando de homicidio culposo a dos ex empleados de la industria. Lo conformó el fiscal Marcelo Ramognino.
Los imputados son Mario Matos, quien se desempeñaba como operador, y Carlos Frare, que era supervisor de la planta donde ocurrió el incidente. El 12 de junio del año pasado, a las 6.45, ocurrió el accidente en la planta de TDI (disocianato de tolueno). Por un escape de gas fosgeno, fallecieron Jorge Molina y Marcelo Martinelli. Ambos eran operarios de la firma Assi, contratista encargada de las tareas de mantenimiento en esa industria.
En la planta de TDI –según la investigación– una válvula abierta provocó la emanación de gas fosgeno, en muy escasa dimensión, pero justo en el lugar donde ambos operarios realizaban sus tareas. El fosgeno es un químico altamente tóxico.
El fiscal Ramognino se constituyó de oficio, sin que mediara denuncia penal tras el incidente. A partir de allí, ordenó una batería de medidas que concluyeron ahora con las imputaciones contra el operador y el supervisor que estaban de turno en la planta a la hora en que se registró el hecho.
Si bien las imputaciones alcanzan por ahora a los dos ex empleados, no se descarta en la Fiscalía que pueda haber otras.
La imputación sería porque se les endilga que tenían la responsabilidad de cerrar la válvula uno, y de supervisar que lo estuviera el otro. Con esa válvula cerrada, el escape no se habría producido.
Los dos imputados fueron despedidos por la empresa, tras ese incidente, pero junto a una decena más (incluido el entonces gerente de planta). Los cesanteados componían toda la línea que actuó en esa planta ese día.
Un dato que inquietó sobre todo a los familiares de las víctimas fue cómo se asistió a los accidentados y a su vez por qué razón se les habría indicado que se trasladaran a sus casas, en vez de ser derivados para una asistencia médica más compleja en forma urgente.
Molina y Martinelli fallecieron cuatro horas después del incidente en la planta industrial.
Sin embargo, Ramognino recibió un informe que desvirtuaría la mala praxis de los médicos que actuaron en ese momento.

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