1 oct 2008

Los perros de la UNVM

El Puntal de Villa María (01/10/2008)
“No es función de la Universidad hacer una protectora de animales”

A raíz de las declaraciones que ayer ayer formuló la docente Rosanna Nelli, la vicerrectora Cecilia Conci comentó cuál es la situación de los perros del Campus y qué medidas se han tomado
En la edición de ayer, este matutino publicaba un artículo referido a “la suerte tal vez aciaga que empiecen a correr a partir de esta semana los perros que desde hace años habitan en el Campus”, en la Universidad Nacional de Villa María. Dicha información, acercada a nuestra redacción por la licenciada Rosanna Nelli, profesora de la carrera de Ciencias Políticas.
Rosanna manifestaba que “la vicerectora quiere erradicar los perros porque no le parece que sean estéticos; y para tal fin ha dado un ultimátum. Ha dicho que de esta semana no se pasa y que los va a llevar a la Protectora. Y yo no confío en la Protectora. Allá hacinan a los perros”.
La opinión de la docente llevó a PUNTAL VILLA MARIA a hablar directamente con la vicerrectora de la UNVM. La licenciada Cecilia Conci recibió a los periodistas con mucha cordialidad y accedió a contestar algunas preguntas.
“Resulta que ahora yo soy una especie de Cruela de los perros de la Universidad”, declaró sonriendo. “Esta mañana me llamaron muchos amigos por teléfono para decirme que habían visto la nota de Rosanna Nelli. Yo estuve tan ocupada que apenas si le pude echar un vistazo”.

-Entonces ¿cuál es la realidad de los perros del Campus?
-Hay muchos perros porque hay gente que los deja tirados ahí, ya que suponen que habrá gente que los atienda. Todos tenemos afecto por los animales, así que hay quien les da de comer y quien les da agua. El tema es que a veces se les da de comer adentro de las instalaciones. El año pasado, cuando nosotros asumimos, no se podía caminar por los pasillos porque los perros andaban y ensuciaban adentro. A tal punto que cuando vino Tedesco (el ministro de Educación), andábamos saltando perros. Así que dijimos “esto no puede seguir así”.

-¿Y qué decidieron hacer?
-De común acuerdo entre todo el cuerpo docente, nos dijimos que los perros no pueden estar dentro de las aulas o en la cantina. Vos te sentás a tomar un café y tenés un perro al lado de tu mesa. Así que llamamos a la Protectora de Animales e hicimos con ellos un acuerdo. Nosotros le dábamos un subsidio mensual y ellos venían y se llevaban los perros. Y eso fue todo.

-¿Y la Protectora vino?
-Vino varias veces ya. Yo sé que en el Campus había y hay todavía un grupo de gente que juntaba dinero para comprarles la comida y vacunarlos. Pero lo hemos hablado con este grupo también. Estuvimos tres horas hablando con esta gente hasta que llegamos a un acuerdo.

-¿Y cuál fue ese acuerdo?
-Que la Protectora se iba a llevar los perros y nosotros le íbamos a dar un subsidio mensual para que los cuiden. Pero ellos querían que los perros “históricos” se quedaran. Así que hicimos un canil en la casa que está detrás de las instalaciones y ahí los llevamos a los “históricos”. El tema es que todos los días aparecen perros nuevos porque todos los días hay gente que los abandona. Lo único que nosotros hacemos es ponernos en contacto con la Protectora para que los venga a buscar. No queremos tener problemas con los alumnos tampoco.

-Nelli comentaba ayer que los perros no son agresivos...
-Nos han dicho que los perros en algunos casos han mordido o intentado morder a gente y alumnos. Muchos dicen que los perros se comportan así porque algunos los patean o los molestan. Sea como sea, no podemos permitir esto como institución. Es responsabilidad nuestra si alguna persona resulta lesionada. Y al fin y al cabo estos perros son de todos y de nadie. Nosotros no podemos “no hacer nada” con este asunto. Yo a los animales y a los perros les tengo mucho afecto. Y entiendo que tienen que tener un lugar; pero entiendo también que ese lugar no puede ser el Campus de la Universidad y menos que ellos anden sueltos o deambulando por todos lados. Nada más que eso. No vemos otra solución más que la Protectora.

-Sin embargo, Rosanna Nelli comentaba ayer que una vez los perros fueron llevados a un depósito municipal detrás del cementerio, y que cuando los fueron a ver estaban viviendo en condiciones deplorables, sin agua ni comida, enfermando, atacándose entre ellos. ¿Se puede confiar en la Protectora?
-Yo no he ido a ver cómo los tienen allá, pero confío que van a estar bien. Nosotros tratamos directamente con ellos y le damos el subsidio para que los tengan en el refugio. La Universidad no puede hacer un refugio para perros. No sólo no tenemos los elementos, sino que no es función de la Universidad hacer una protectora de animales. No podemos destinar recursos para eso. Sabemos que los perros no pueden andar deambulando por el Campus por una cuestión de higiene, de seguridad para la gente que transita entre los animales, y por una cuestión de estética si se quiere también...

-¿No son estéticos los perros?
-Ese es el aspecto menos importante pero que también tiene su peso. Como te contaba, cuando el ministro vino aquel día, andábamos saltando perros en el camino. Y alguna medida teníamos que tomar. Así que hablamos justamente con la institución que se ocupa de proteger a los perros que están en la calle.

-Pero no hicieron un seguimiento de cómo los tienen a esos animales...
-No, porque no podemos. Yo sé que la Protectora ha mejorado mucho porque contaban que había un lugar nuevo y que estaba en mejores condiciones.

-Justamente ayer, PUNTAL VILLA MARIA entrevistó a una mujer que siempre trabajó en defensa de los animales y contaba que la nueva perrera es desastrosa, que no deja entrar a nadie a ver cómo tienen a los animales ahí adentro, que los perros se comen entre ellos...
-Eso yo no lo sé. Pero te repito, las condiciones del Campus no eran buenas para nadie. Tenemos incluso un expediente de chicos que fueron mordidos, por eso tomamos esa medida. Me han dicho que algunos se logran escapar y vuelven, porque acá siempre hay gente que les da de comer. También habíamos quedado con este grupo de protectores docentes, que a los perros “históricos” no les dieran de comer en la entrada porque el perro se acostumbra. Pero no hicieron caso.

-¿Y qué puede decir acerca de las declaraciones de Rosanna Nelli sobre el ultimátum?
-Con Rosanna yo tengo una relación de toda la vida. Imaginate que ella empezó en la Universidad allá cuando nos iniciamos. Yo la conozco mucho y sé de su afecto por los animales. Pero la veo sentada dándole de comer a los perros en los bancos del ingreso, donde se da la mayor movida de la comunidad universitaria. Yo un día cargándola, le dije: “Rosanna, te dije que no le dieras de comer a los perros acá”. No hay ningún ultimátum. A los perros se los van a ir llevando a medida que aparezcan. Se trata de darles un marco de contención y no que tengamos una docena de perros en la puerta de la Universidad, ni adentro de las aulas, ni al lado de la gente que come en una cantina. No están dadas las condiciones de higiene para la gente. El año pasado había suciedad de perro por los pasillos. Y ésta no es la Universidad que queremos.

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