17 dic 2006
Se pueblan de perros
9:40 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (17/12/2006)
Las calles del interior se pueblan de perros
Mordeduras a chicos, basura suelta, enfermedades: la proliferación de perros callejeros afecta a casi todo el interior cordobés. El problema sigue sin solución.
El paisaje urbano en la mayoría de las ciudades cordobesas más pobladas muestra una desagradable imagen común: la de los perros callejeros. El problema del abandono de mascotas se agudiza generalmente en el último tramo del año y durante el verano, por diversas razones.
Muchas veces, algunos machos se escapan del hogar y se van detrás de una perra en celo. También, las hembras suelen ser echadas a la calle en estado de preñez, o bien los cachorros, cuando sus dueños no consiguen a quienes dárselos. Estas situaciones se dan más en los ejemplares que no son de raza.
Otro motivo del abandono canino suele tener relación con el factor económico. Es que sólo en comida balanceada, un perro adulto de tamaño mediano puede gastar 100 pesos o más por mes, y las vacunas, medicamentos y productos de uso veterinario tienen precios que escapan a las posibilidades de muchos presupuestos familiares.
La falta de políticas y programas específicos por parte de los estados municipales (lo mismo sucede a nivel provincial y nacional) para abordarlo, hacen de éste un problema cada vez más difícil de resolver, con todo lo que ello implica en términos de riesgos para la población.
Nos hay más lugar
En San Francisco, el municipio tiene un canil que alberga actualmente alrededor de 60 perros, capturados en su mayoría en la vía pública. En la cabecera del departamento San Justo también la Sociedad Protectora de Animales dispone de un predio para alojar a mascotas abandonadas. En ese lugar conviven unos 200 ejemplares de distintos tamaños y pelajes.
Ambos establecimientos se encuentran desbordados y no tienen lugar para más ejemplares.
El secretario de Salud y Medio Ambiente de San Francisco, Carlos Roffé, considera que la esterilización de las hembras "sería una medida importante para reducir la cantidad de animales que deambulan por las calles" de esa ciudad del este provincial y que se ven en un número importante en los alrededores de la Terminal de Ómnibus, donde hay muchos puestos ambulantes de comida al paso que suelen alimentarlos con las sobras del día.
Roffé comentó que el municipio tiene intenciones de instalar un quirófano para practicar esterilizaciones, aunque no dijo cuándo podría materializarse la idea.
Comerciantes preocupados
En Villa María, la presencia y vagabundeo de perros callejeros por el centro y los barrios de la ciudad es una seria preocupación para comerciantes y vecinos. Los riesgos de mordedura a niños, las corridas amenazantes a motociclistas y el desparramo de bolsas de basura son algunos de los aspectos inquietantes que deparan los canes sueltos y sin dueño en las calles villamarienses.
"Es todo un problema y lo vemos difícil de resolver. En el centro se amontonan muchos perros y a veces son un peligro. Corren a los autos y nunca se sabe cómo pueden reaccionar con los peatones", señaló Roberto Salomón, presidente de la Asociación de Comerciantes de Villa María.
Las zonas de comedores son las preferidas por los canes, que olfatean en esos residuos buenas raciones de alimentos. Entremedio queda el desparramo de basura en cualquier lugar. Es común ver grupos de perros que llegan por la tarde al centro, a veces acompañando los carros de cirujas que recogen cartones, cajas y papeles de comercios.
La Municipalidad había anunciado un plan de control de perros callejeros, con traslado de animales y esterilización de vientres, pero la persistencia de los canes habla de una situación inmanejable hasta ahora.
Los conflictos internos de la Protectora de Animales no le permiten tener un plan de acción en este sentido. Además, se encuentra desbordada por la cantidad de animales que alberga y no puede hacerse cargo de los que andan sueltos por el centro y los barrios.
En el centro del valle de Punilla, en tanto, el comportamiento de los residentes en las localidades enhebradas por la ruta 38 y el de los turistas que eligen el principal corredor cordobés para disfrutar el verano, deja mucho que desear en relación con el cuidado del mejor amigo del hombre
Cada día se ven más perros merodeando los supermercados y casas de comida, destrozando las bolsas de polietileno y hurgando los tachos con basura en busca de alimento.
En los barrios de La Falda y localidades vecinas (como en la mayoría de los pueblos del interior) lo habitual es dejar a los perros sueltos. Es decir, los perros entran y salen de la casa de sus dueños cuando se les da la gana. De ese modo, en época de celo de las perras hay verdaderas jaurías paseándose de un lado a otro por el vecindario; lo mismo cuando cae la noche y se aplaca el ajetreo diurno.
La falta de controles municipales hace que el problema se agudice día a día, sobre todo en la temporada estival, cuando a la situación anterior muchos visitantes le suman el abandono de las mascotas que cumplieron con la misión de acompañar a sus hijos durante las vacaciones.
La imprevisión y desidia oficial hacen también que periódicamente aparezcan perros envenenados por todas partes, probablemente como respuesta cruel y desatinada a la inacción de los especialistas en el tema.
Cruz del Eje
En donde sí se dio un paso valorable para mitigar el problema de los perros vagabundos es en Cruz del Eje. El municipio local inauguró en setiembre último el denominado "Hogar de canes". El establecimiento está emplazado en barrio La Feria y alberga actualmente a unos 30 ejemplares, que son alimentados y atendidos por un veterinario.
Además del personal municipal colaboran en el lugar voluntarios dedicados a la protección de animales.
Bell Ville
En materia de perros vagabundos, en Bell Ville funciona desde hace años un albergue a cargo de la protectora Lorenzo Moroni. Esta entidad privada cuenta con un predio ubicado en la calle Chubut que actualmente alberga a unos 300 perros abandonados. Para su funcionamiento recibe un subsidio municipal.
La despreocupación oficial al respecto se pone de manifiesto en el hecho de que el Concejo Deliberante sancionó en 2004 una ordenanza que contemplaba la esterilización de ejemplares abandonados, pero el Ejecutivo nunca puso en práctica esa norma.
En Deán Funes, los perros callejeros han hecho suyos los paseos públicos. Lo mismo ocurre en Laboulaye, Villa Dolores y otras localidades.
Esterilización gratuita
Hace ocho años el Concejo Deliberante de Marcos Juárez sancionó una ordenanza para atender desde el municipio la problemática de los perros callejeros. La norma no cayó en letra muerta y su aplicación con cierta rigurosidad ha permitido controlar la situación que se había tornado afligente.
En la cabecera del departamento homónimo la intendencia colabora estrechamente con la Sociedad Protectora de Animales, con el pago del alquiler del predio en el que la entidad solidaria alberga actualmente a unos 500 perros, y con la entrega de un subsidio mensual para el funcionamiento. Ambas erogaciones están previstas en el presupuesto anual de esta ciudad, de unos 25 mil habitantes.
Además, la Municipalidad cuenta con un canil donde se alojan actualmente unos 450 mascotas capturadas en la calle. Veterinarios contratados practican un promedio de 40 esterilizaciones gratuitas por mes, aseguró el secretario de Salud de Marcos Juárez, Miguel Feraudo.
El funcionario atribuyó el origen del problema de los perros vagabundos a que "muchos vecinos utilizan la calles de la ciudad como patio para sus mascotas; las sueltan para que hagan sus necesidades o se entretengan", planteó.
Para determinar la magnitud de la situación, Feraudo hizo un cálculo simple: "En Marcos Juárez hay ocho mil casas. Supongamos que haya una mascota por familia y que el 10 por ciento de ellas deje suelto el perro a la noche. Entonces tenemos unos 800 perros deambulando por las calles todos los días, con todo lo que eso implica".
El funcionario aseguró que por ese motivo, periódicamente se registran accidentes por mordeduras caninas a vecinos o lesiones ocasionada por la caída de ciclistas o motociclistas que atropellan perros en la vía pública.
Ver Nota On Line (el link pudo haber cambiado)
Las calles del interior se pueblan de perros
Mordeduras a chicos, basura suelta, enfermedades: la proliferación de perros callejeros afecta a casi todo el interior cordobés. El problema sigue sin solución.
El paisaje urbano en la mayoría de las ciudades cordobesas más pobladas muestra una desagradable imagen común: la de los perros callejeros. El problema del abandono de mascotas se agudiza generalmente en el último tramo del año y durante el verano, por diversas razones.
Muchas veces, algunos machos se escapan del hogar y se van detrás de una perra en celo. También, las hembras suelen ser echadas a la calle en estado de preñez, o bien los cachorros, cuando sus dueños no consiguen a quienes dárselos. Estas situaciones se dan más en los ejemplares que no son de raza.
Otro motivo del abandono canino suele tener relación con el factor económico. Es que sólo en comida balanceada, un perro adulto de tamaño mediano puede gastar 100 pesos o más por mes, y las vacunas, medicamentos y productos de uso veterinario tienen precios que escapan a las posibilidades de muchos presupuestos familiares.
La falta de políticas y programas específicos por parte de los estados municipales (lo mismo sucede a nivel provincial y nacional) para abordarlo, hacen de éste un problema cada vez más difícil de resolver, con todo lo que ello implica en términos de riesgos para la población.
Nos hay más lugar
En San Francisco, el municipio tiene un canil que alberga actualmente alrededor de 60 perros, capturados en su mayoría en la vía pública. En la cabecera del departamento San Justo también la Sociedad Protectora de Animales dispone de un predio para alojar a mascotas abandonadas. En ese lugar conviven unos 200 ejemplares de distintos tamaños y pelajes.
Ambos establecimientos se encuentran desbordados y no tienen lugar para más ejemplares.
El secretario de Salud y Medio Ambiente de San Francisco, Carlos Roffé, considera que la esterilización de las hembras "sería una medida importante para reducir la cantidad de animales que deambulan por las calles" de esa ciudad del este provincial y que se ven en un número importante en los alrededores de la Terminal de Ómnibus, donde hay muchos puestos ambulantes de comida al paso que suelen alimentarlos con las sobras del día.
Roffé comentó que el municipio tiene intenciones de instalar un quirófano para practicar esterilizaciones, aunque no dijo cuándo podría materializarse la idea.
Comerciantes preocupados
En Villa María, la presencia y vagabundeo de perros callejeros por el centro y los barrios de la ciudad es una seria preocupación para comerciantes y vecinos. Los riesgos de mordedura a niños, las corridas amenazantes a motociclistas y el desparramo de bolsas de basura son algunos de los aspectos inquietantes que deparan los canes sueltos y sin dueño en las calles villamarienses.
"Es todo un problema y lo vemos difícil de resolver. En el centro se amontonan muchos perros y a veces son un peligro. Corren a los autos y nunca se sabe cómo pueden reaccionar con los peatones", señaló Roberto Salomón, presidente de la Asociación de Comerciantes de Villa María.
Las zonas de comedores son las preferidas por los canes, que olfatean en esos residuos buenas raciones de alimentos. Entremedio queda el desparramo de basura en cualquier lugar. Es común ver grupos de perros que llegan por la tarde al centro, a veces acompañando los carros de cirujas que recogen cartones, cajas y papeles de comercios.
La Municipalidad había anunciado un plan de control de perros callejeros, con traslado de animales y esterilización de vientres, pero la persistencia de los canes habla de una situación inmanejable hasta ahora.
Los conflictos internos de la Protectora de Animales no le permiten tener un plan de acción en este sentido. Además, se encuentra desbordada por la cantidad de animales que alberga y no puede hacerse cargo de los que andan sueltos por el centro y los barrios.
En el centro del valle de Punilla, en tanto, el comportamiento de los residentes en las localidades enhebradas por la ruta 38 y el de los turistas que eligen el principal corredor cordobés para disfrutar el verano, deja mucho que desear en relación con el cuidado del mejor amigo del hombre
Cada día se ven más perros merodeando los supermercados y casas de comida, destrozando las bolsas de polietileno y hurgando los tachos con basura en busca de alimento.
En los barrios de La Falda y localidades vecinas (como en la mayoría de los pueblos del interior) lo habitual es dejar a los perros sueltos. Es decir, los perros entran y salen de la casa de sus dueños cuando se les da la gana. De ese modo, en época de celo de las perras hay verdaderas jaurías paseándose de un lado a otro por el vecindario; lo mismo cuando cae la noche y se aplaca el ajetreo diurno.
La falta de controles municipales hace que el problema se agudice día a día, sobre todo en la temporada estival, cuando a la situación anterior muchos visitantes le suman el abandono de las mascotas que cumplieron con la misión de acompañar a sus hijos durante las vacaciones.
La imprevisión y desidia oficial hacen también que periódicamente aparezcan perros envenenados por todas partes, probablemente como respuesta cruel y desatinada a la inacción de los especialistas en el tema.
Cruz del Eje
En donde sí se dio un paso valorable para mitigar el problema de los perros vagabundos es en Cruz del Eje. El municipio local inauguró en setiembre último el denominado "Hogar de canes". El establecimiento está emplazado en barrio La Feria y alberga actualmente a unos 30 ejemplares, que son alimentados y atendidos por un veterinario.
Además del personal municipal colaboran en el lugar voluntarios dedicados a la protección de animales.
Bell Ville
En materia de perros vagabundos, en Bell Ville funciona desde hace años un albergue a cargo de la protectora Lorenzo Moroni. Esta entidad privada cuenta con un predio ubicado en la calle Chubut que actualmente alberga a unos 300 perros abandonados. Para su funcionamiento recibe un subsidio municipal.
La despreocupación oficial al respecto se pone de manifiesto en el hecho de que el Concejo Deliberante sancionó en 2004 una ordenanza que contemplaba la esterilización de ejemplares abandonados, pero el Ejecutivo nunca puso en práctica esa norma.
En Deán Funes, los perros callejeros han hecho suyos los paseos públicos. Lo mismo ocurre en Laboulaye, Villa Dolores y otras localidades.
Esterilización gratuita
Hace ocho años el Concejo Deliberante de Marcos Juárez sancionó una ordenanza para atender desde el municipio la problemática de los perros callejeros. La norma no cayó en letra muerta y su aplicación con cierta rigurosidad ha permitido controlar la situación que se había tornado afligente.
En la cabecera del departamento homónimo la intendencia colabora estrechamente con la Sociedad Protectora de Animales, con el pago del alquiler del predio en el que la entidad solidaria alberga actualmente a unos 500 perros, y con la entrega de un subsidio mensual para el funcionamiento. Ambas erogaciones están previstas en el presupuesto anual de esta ciudad, de unos 25 mil habitantes.
Además, la Municipalidad cuenta con un canil donde se alojan actualmente unos 450 mascotas capturadas en la calle. Veterinarios contratados practican un promedio de 40 esterilizaciones gratuitas por mes, aseguró el secretario de Salud de Marcos Juárez, Miguel Feraudo.
El funcionario atribuyó el origen del problema de los perros vagabundos a que "muchos vecinos utilizan la calles de la ciudad como patio para sus mascotas; las sueltan para que hagan sus necesidades o se entretengan", planteó.
Para determinar la magnitud de la situación, Feraudo hizo un cálculo simple: "En Marcos Juárez hay ocho mil casas. Supongamos que haya una mascota por familia y que el 10 por ciento de ellas deje suelto el perro a la noche. Entonces tenemos unos 800 perros deambulando por las calles todos los días, con todo lo que eso implica".
El funcionario aseguró que por ese motivo, periódicamente se registran accidentes por mordeduras caninas a vecinos o lesiones ocasionada por la caída de ciclistas o motociclistas que atropellan perros en la vía pública.
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