10 nov 2006

Areneros en discordia

El Diario de Villa María (10/11/2006)
La extracción indiscriminada de áridos, un flagelo para el río

Cae la tarde en las cercanías del puente Andino. Más de veinte camiones de gran porte se bambolean por los irregulares senderos que bordean a la costa del río, yendo o viniendo de lugares en donde se extraen cantidades industriales de arena que sirven para abastecer la creciente demanda de materiales proveniente del auge en la construcción que experimenta la ciudad.
Mientras los edificios crecen a ritmo acelerado en distintos lugares de Villa María y la región, la naturaleza circundante a la vera del Ctalamochita, se resienten de manera peligrosa tras el paso de estos verdaderos depredadores de recursos, que transforman a la extracción indiscriminada de áridos en un gran negocio, carente de controles a los verdaderos explotadores y pródigo en la homologación de “zonas liberadas” que aseguran, no generarán ningún impacto al vital trazado hídrico que atraviesa con calma a Villa María.
Días atrás, la detención de un “carrero”, generó la indignación de un grupo de personas que, con justa razón, reclamaron por los derechos de un trabajador, pero también removieron los basamentos legales de una actividad que desde la óptica de la fría letra de la Ley, es considerada ilegal y pasible de importantes sanciones para los infractores.
Luego del impacto de los controles, por parte de la DIPAS, los acuerdos logrados en torno a los límites que no deberán ser sobrepasados y la promesa de orden y seguimiento, las cosas no cambiaron demasiado en los socavones, diseminados a lo largo de la costa ribereña.
El tránsito de las unidades de transporte, algunas en un estado de deterioro avanzado, y la aparición en escena de numerosos clientes que buscan arena a buen precio, conforman una cadena que se completa con el esfuerzo y sacrificio de hombres necesitados de trabajo para subsistir.
El deterioro del medio ambiente, la búsqueda de dignidad de personas a través de una labor cuestionada y la visión comercial de aquellos que se aprovechan del momento y extienden sus tentáculos alrededor de este negocio, no hacen más que generar confusión a la hora de posicionarse para defender una posición razonable.
“Habrá que usar el ingenio”, afirmaba el defensor del Pueblo José Carignano, tratando de esbozar un atisbo de solución a la problemática pensando en los intereses de todos los involucrados en el asunto, es decir los trabajadores, vecinos, instituciones y fundamentalmente los factores naturales presentes en el lugar que ciertamente se ven castigados diariamente y que necesitarán de un vasto espacio de tiempo para recuperarse.
Paradójicamente, las fuerzas del orden hicieron sentir el peso de la ley a un septuagenario que forma parte de una realidad que trasciende a su modestísimo carro tirado por viejos caballos.
La oportunidad es buena para el análisis real de políticas ambientales, la creación de fuentes laborales dignas y la contención de familias villamarienses que necesitan del río para vivir.

Las leyes dicen...
A partir de principios de 2005, la Dirección de Agua y Saneamiento resolvió declarar la caducidad de la totalidad de los permisos o autorizaciones para extraer áridos dentro de la línea de ribera de ríos, arroyos y lagos de la provincia de Córdoba. Paralelamente ordenó un nuevo empadronamiento de aquellos titulares de los derechos de extracción de áridos que decidieran continuar con esa tarea, a los fines de constatar el real cumplimiento de las disposiciones contenidas en el Código de Agua. La acción se enmarca en el Plan de Ordenamiento Territorial instrumentado por el Ministerio de Obras y Servicios Públicos a mediados de 2004, con el objetivo de detectar a las inescrupulosas personas que extraen áridos sin el permiso correspondiente y sin reparar en el consecuente daño irreversible que ocasionan en el medio ambiente.
Para tal fin, la DIPAS habilitó la línea gratuita 0800-888-3888, para que la población denuncie este tipo de acciones clandestinas la extracción de áridos.

Preocupación y culpas
Yo le pregunto a la señora Nora Bedano si ella puede vivir con 500 pesos por mes, siendo que cuando ella dijo, una vez que vino a una reunión al barrio Las Acacias en donde se sentó a tomar mates con los vecinos antes de ser intendenta, en aquel entonces, prometió trabajo, ¿que pasó... se olvidó de la promesa?, claro, como ya asumió, no le importan los pobres. Sólo quiere hacer presentación para seguir en su carrera política teniendo en cuenta que a la gente que trabaja en el río para alimentar a su familia no la deja trabajar, sabiendo que hay muchos que tienen más de cinco hijos. ¿Qué quiere, que salgan a robar?
O no sabrá ella lo que es trabajar en el río, claro qué puede saber, si ella vive a costillas. Yo la traería para que sepa el sacrificio de los carreros.

L. A. R.
DNI 25289645


Llevaron preso a un hombre de 75 años por estar trabajando sentado dentro del río, porque así trabaja, qué podemos esperar de la Justicia y de la señora, si se le puede decir señora Nora Bedano.
Tal vez quiere que seamos todos unos choros como los son ellos que se ganan la plata mientras nosotros trabajamos. ¿Qué pasa, estamos todos locos o ahora tenemos que andar de traje y corbata para que nos den una mano?

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