2 sept 2008
Sin tregua, el fuego azota a las sierras
8:04 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Mañana de Córdoba (02/09/2008)
Sin tregua, el fuego azota a las sierras
En Ascochinga, las llamas arrasaron cerca de dos mil hectáreas de pastizales y anoche continuaban las tareas. En la comuna La Pampa, en el norte provincial, una mujer fue imputada por haber iniciado un foco.
El fuego no da tregua. En medio de una jornada de agobiante calor y fuertes ráfagas de viento, centenares de bomberos voluntarios de Córdoba trabajaron incesantemente ayer para controlar los incendios que se desataron en distintos puntos de la provincia y que produjeron la evacuación de decenas de familias, cortes de rutas y hasta la suspensión de clases en Ascochinga.
Alta Gracia, Despeñaderos, La Falda, Carlos Paz, La Calera y Jesús María son algunas de las localidades donde se registraron distintos focos, que se multiplicaron con el correr de las horas favorecidas por las condiciones climáticas. La temperatura que ascendió los 35 grados, los vientos de 35 kilómetros por hora y el bajo porcentaje de humedad constituyeron el peor de los escenarios en el que debieron desempeñarse más de 400 bomberos de toda la provincia. El trabajo se realizó con la asistencia de aviones hidrantes sólo en algunos sectores, ya que en otros fue imposible a raíz de la visibilidad nula que había. También colaboran agentes de Defensa Civil de Córdoba, la Cruz Roja y ambulancias de derivación.
Pese a las condiciones adversas, los efectivos trabajaron en el sofocamiento de las llamas que despertaron temor en familias ya que, en muchos casos, alcanzaron los patios y frentes de sus viviendas.
De hecho, en el paraje La Pampa -cercano a la localidad de Ascochinga, ubicada a 50 kilómetros al norte de la Capital cordobesa- una casa prefabricada fue consumida por el fuego, aunque no se registraron heridos, según informaron desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego. La vivienda pertenecía a los cuidadores de una de las estancias afectadas por las llamas. En la zona fueron evacuadas unas 50 personas y la Ruta 38 permaneció cortada al tránsito hasta las 19 aproximadamente, mientras el frente de incendio abarcaba unos 5 kilómetros y el fuego era combatido por unos 150 bomberos.
Según informó Diego Concha, subdirector del Plan Provincial: “En esa zona el fuego avanzó rápidamente consumiendo todo lo que tiene al paso. Allí esta muy complicada la situación por lo que los bomberos trabajarán durante toda la noche haciendo guardias”.
En tanto, el dictado de clases en la escuela de la zona de La Pampa fue suspendido. Se trata del establecimiento educativo Bernardino Rivadavia al que diariamente asisten unos 80 alumnos, quienes a modo preventivo fueron evacuados. En esa zona la Policía investiga si el incendio se inició por una quema de hojas realizada por una persona en su vivienda.
El coordinador del Plan de Manejo del Fuego de la provincia, Marcelo Colombatti, dijo: “La prioridad principal es el resguardo de vidas humanas, por lo que los infantes no están trabajando en línea directa, porque es imposible, y porque si ponemos bomberos vamos a tener alguien herido”.
Otros tres focos, cerca de La Calera, obligaron a clausurar el tránsito vehicular sobre la Ruta Provincial E-55, debido a que el humo reduce la visibilidad y torna peligrosa la circulación. De igual modo, el panorama se complicó en la zona de El Pueblito, Salsipuedes, y en Villa del Lago, cerca de Villa Carlos Paz, donde el domingo por la noche el fuego se reactivó y la Policía debió cerrar la Ruta Nacional 38, que lleva hacia las localidades del Valle de Punilla y a las provincias de La Rioja y Catamarca.
Según informó Concha, en la villa serrana se produjeron evacuaciones en 15 viviendas, trabajaron más de 150 efectivos y cinco aviones hidrantes para sofocar las llamas, “acá la situación es verdaderamente crítica, el panorama está complicado”.
El funcionario adelantó que ya se consumieron alrededor de dos mil hectáreas en lo que va del año.
En La Falda, el frente de fuego más importante se encontraba en el Peñón del Indio Enamorado, donde hasta anoche trabajaban tres dotaciones de Bomberos y dos aviones hidrantes. En Alta Gracia, en la zona de Rafael García, también se registraba otro incendio forestal, que era combatido por bomberos de la zona. Finalmente, fue controlado y reducido a guardia de cenizas.
Riesgo extremo
Ante este panorama, el propio gobernador Schiaretti pidió a la población cordobesa que colabore en la preservación de la naturaleza y que denuncien a los incendiarios. Además, adelantó que subsidiará a quienes sean víctimas de los incendios: “Queremos llevar tranquilidad a los cordobeses porque los bomberos están trabajando arduamente para preservar primero la vida de todos. Por eso también les pedimos a la gente que les haga caso si les piden evacuar las viviendas, la Policía se va a quedar en cada casa para garantizar la seguridad. Pero además, si hay daños personales y/o materiales, el gobierno los subsidiará”.
Cabe recordar que desde julio y hasta diciembre, el gobierno de Córdoba declaró la emergencia ambiental en 15 departamentos de la provincia. Mediante esta medida, quedó prohibido en las tierras públicas el encendido de cualquier tipo de fuego, la realización de campamentos y toda otra actividad que pueda dar lugar al inicio de incendios.
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La Voz del Interior (02/09/2008)
Tensión y evacuados en otro día con llamas en Villa Carlos Paz
Villa Carlos Paz. La imagen de una niña bajando los cortes de Furt con su osito de peluche aprisionado contra su pecho y su llanto inocente ante tanta devastación fue una síntesis de los momentos de extremo nerviosismo que se vivieron ayer, otra vez, en la zona de Villa de Lago de esta ciudad.
Luego de tres días de intenso trabajo de los Bomberos, alrededor del mediodía se reinició el fuego que había sido controlado durante la madrugada.
Y, pese a que se pusieron todos los medios con que dispone la Provincia, fue prácticamente imposible cortar el avance de las llamas que lograron atravesar la ruta 38 y alcanzaron a quemar algunos árboles del Castillo de Furt, una de las joyas arquitectónicas de la villa serrana, construido hace más de 60 años.
Ante la mirada desconcertada de los vecinos de la zona, el fuego coronó los árboles más altos de una hondonada en la que hoy sólo hay lotes y cruzó la ruta. La Policía tuvo que intervenir para que los habitantes del sector dejaran sus casas y no intentaran ayudar a apagar las llamas, ya que el siniestro fue de extrema peligrosidad.
Al mismo tiempo, la zona de la Bahía de los Mimbres también sufría las consecuencias de un foco que se habría reiniciado de la noche anterior.
Según informaron los Bomberos, la única consecuencia material fue un quincho quemado. Podría haber sido mucho más, dadas las dimensiones que adquirió el incendio.
Finalmente, al filo del atardecer el foco que quedaba activo terminó en la zona conocida como El Diquecito.
“Hoy fue muy grave lo que pasó. El riesgo es extremo para los días siguientes. Si no llueve, estamos complicados”, expresó de manera tajante Diego Concha, coordinador del Plan Provincial de Manejo del Fuego, quien afirmó que no hubo falta de efectivos y que se están regulando los relevos.
“En realidad, no queremos afectar gente de otros lugares, porque la situación está igual en todos lados”, enfatizó.
Concha insistió en que los últimos incendios de Carlos Paz fueron iniciados de manera intencional. “Los fuegos no empiezan solos, alguien los prende. En 98 por ciento de los casos está la mano del hombre”, señaló.
Al borde
Guillermo Bolognani es uno de los propietarios del Castillo de Furt, situado en lo alto de una pendiente desde la cual puede apreciarse buena parte del Valle de Punilla. Estaba tomando unos mates en la cocina y no se percató de lo cerca que estaban las llamas del lugar.
“Estaba adentro de la casa y de golpe en cinco minutos el fuego cruzó la ruta”, contó a este diario. “Estaba la guardia de los Bomberos, pero se nota que no lo pudieron parar”, dijo.
La Policía ingresó al predio y le avisó que tenía que irse cuando la casa ya había sido ganada por el humo y era casi imposible respirar. El inmueble no sufrió daños, pero sí se quemaron algunos viejos ejemplares de árboles.
Natacha, una vecina de la zona, alcanzó a sacar uno de los autos de su familia justo cuando el quincho de la casa se incendiaba. “Me fui apenas vi el fuego cerca, como vimos que venía lento, volvimos a buscar los autos”, dijo.
Desde el mediodía, la Policía cortó el tránsito vehicular en el Puente Negro, donde hubo momentos de mucho nerviosismo cuando personas que viven del otro lado querían pasar a ver sus casas o sus seres queridos.
“Mis cuatro hijos están del otro lado del río y ya me hicieron caminar tres veces como 50 cuadras. Estoy acá y quiero pasar”, dijo una mujer en un estado de shock.
Vecinos y Caserio
El ministro de Gobierno, Carlos Caserio, llegó hasta el lugar donde se produjo la situación más dramática del siniestro, pasadas las 15. Allí tomó conocimiento del cuadro de situación junto a los jefes del operativo, Diego Concha y Marcelo Zornada.
A pocos metros, dos vecinos de la zona se acercaron para plantearle al ministro que faltan recursos para combatir este tipo de siniestros. Caserio los escuchó y manifestó que el Gobierno ha invertido mucho en el Plan de Manejo del Fuego.
El cruce duró sólo unos minutos y el ministro partió con una comitiva a recorrer el área afectada.
“La situación ha sido muy difícil. Se puso muy crítica fundamentalmente porque el incendio se exageró por el tremendo viento que hubo, que llegó a 60 kilómetros por hora”, dijo a este diario el funcionario.
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Incendio incontrolable en Ascochinga
Las llamas avanzan sin pausa. Ardieron miles de hectáreas y hubo unos 120 evacuados. Afirman que fue intencional.
Ascochinga, Jesús María. Cientos de bomberos combaten por estas horas el impresionante incendio que aqueja en varios parajes cercanos a la zona de Ascochinga, en el departamento Colón, y que ayer causó zozobra, luego de que las llamas se descontrolaran y devoraran una importante cantidad de hectáreas, afectaran viviendas y obligaran a la evacuación preventiva de más de 120 habitantes del sector. El fuego avanza y no hay forma de controlarlo. Muchos aguardan la lluvia como última salvación.
Las autoridades, quienes no tienen dudas de que el incendio es consecuencia de un fuego intencional, señalaron que la situación es crítica. Las principales zonas afectadas son Ongamira, San Jorge, Bajo de Olmos, La Paz, Santa Catalina y el poblado de La Pampa, a tres kilómetros de Ascochinga.
Este frente de fuego fue quizá el más grave del desarrollado ayer en Córdoba. Las cenizas y el humo emanados de esta zona llegaron a la ciudad de Córdoba. Teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas de hoy serían semejantes a las de ayer, se especula que el efecto del humo seguirá sintiéndose en gran parte de la capital provincial.
“No podemos dimensionar la magnitud del incendio porque las evaluaciones aéreas no pudieron efectuarse, a causa de que los helicópteros y los aviones no pudieron sobrevolar por la excesiva presencia de humo”, explicó Marcelo Colombatti, director del Plan Provincial del Fuego. “Cuantificar cuánto se quemó es un disparate. Sabemos que este año se habían quemado unas 1.800 hectáreas, pero esto cambió todo”, añadió Diego Concha, director del Plan.
Por su parte, desde el cuartel de Bomberos de La Granja, Manuel Sena, estimó que se habrían quemado de 10 mil hectáreas.
Llamas difíciles de frenar
En la zona de La Pampa (Ascochinga), el fuego adquirió una magnitud insospechada y generó infinidad de complicaciones a familias enteras que fueron evacuadas o que se autoevacuaron e, incluso, afectó a una numerosa fauna autóctona que huyó despavorida por las llamas.
El frente de fuego fue variando a lo largo de las horas, aunque en el momento más crítico llegó a tener 45 kilómetros de extensión e implicó el trabajo a destajo de más de 200 bomberos voluntarios. El principal inconveniente con que se toparon los hombres de naranja fue la dificultad de acercar los camiones cisterna en la zona de sierras, donde el acceso sólo se pudo hacer a pie y con mochilas con agua.
La gran cantidad de humo en el ambiente dificultó el trabajo de los aviones hidrantes.
Con una temperatura ambiente que alcanzó los 32 grados a las 14.30 de ayer, a la que se le sumó una fuerte ventisca del norte, la tarea de apagar el fuego fue casi imposible para los 200 bomberos voluntarios de 40 cuarteles de la provincia que llegaron al lugar a dar colaboración.
Daños y evacuaciones
En La Pampa, una casilla fue consumida por las llamas y dos casas se quemaron de manera parcial, en sus galpones, depósitos y dependencias exteriores. El jefe comunal del paraje, Daniel Funes, precisó que unos 120 vecinos se autoevacuaron. No hubo heridos, aunque algunos bomberos sufrieron los rigores del humo.
La Escuela Bernardino Rivadavia fue el centro de evacuación de la comuna local.
En la lucha contra el fuego, a la par de los bomberos, prácticamente toda la población apeló a cualquier herramienta para proteger sus viviendas y ayudar a sus vecinos. Es que el fuego se concentró en las márgenes del poblado, avanzó por las laderas montañosas y llegó a muy pocos metros de las viviendas, en donde el alerta vecinal fue una constante. “Desde ayer (por el domingo) estábamos esperando el fuego, pero el viento propagó con rapidez las llamas y sus rotaciones nos agarraron de sorpresa. Encima el humo hizo casi imposible que podamos combatirlo con fuerzas”, comentó Martín Pucheta, un bombero.
“Estamos muy preocupados porque si las llaman siguen hacia abajo pueden quemar nuestras casas y se va directo a Ascochinga”, comentó exhausto, Luis Villalba, vecino del lugar.
Y la lluvia aún no llega...
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El fuego no da tregua. En medio de una jornada de agobiante calor y fuertes ráfagas de viento, centenares de bomberos voluntarios de Córdoba trabajaron incesantemente ayer para controlar los incendios que se desataron en distintos puntos de la provincia y que produjeron la evacuación de decenas de familias, cortes de rutas y hasta la suspensión de clases en Ascochinga.
Alta Gracia, Despeñaderos, La Falda, Carlos Paz, La Calera y Jesús María son algunas de las localidades donde se registraron distintos focos, que se multiplicaron con el correr de las horas favorecidas por las condiciones climáticas. La temperatura que ascendió los 35 grados, los vientos de 35 kilómetros por hora y el bajo porcentaje de humedad constituyeron el peor de los escenarios en el que debieron desempeñarse más de 400 bomberos de toda la provincia. El trabajo se realizó con la asistencia de aviones hidrantes sólo en algunos sectores, ya que en otros fue imposible a raíz de la visibilidad nula que había. También colaboran agentes de Defensa Civil de Córdoba, la Cruz Roja y ambulancias de derivación.
Pese a las condiciones adversas, los efectivos trabajaron en el sofocamiento de las llamas que despertaron temor en familias ya que, en muchos casos, alcanzaron los patios y frentes de sus viviendas.
De hecho, en el paraje La Pampa -cercano a la localidad de Ascochinga, ubicada a 50 kilómetros al norte de la Capital cordobesa- una casa prefabricada fue consumida por el fuego, aunque no se registraron heridos, según informaron desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego. La vivienda pertenecía a los cuidadores de una de las estancias afectadas por las llamas. En la zona fueron evacuadas unas 50 personas y la Ruta 38 permaneció cortada al tránsito hasta las 19 aproximadamente, mientras el frente de incendio abarcaba unos 5 kilómetros y el fuego era combatido por unos 150 bomberos.
Según informó Diego Concha, subdirector del Plan Provincial: “En esa zona el fuego avanzó rápidamente consumiendo todo lo que tiene al paso. Allí esta muy complicada la situación por lo que los bomberos trabajarán durante toda la noche haciendo guardias”.
En tanto, el dictado de clases en la escuela de la zona de La Pampa fue suspendido. Se trata del establecimiento educativo Bernardino Rivadavia al que diariamente asisten unos 80 alumnos, quienes a modo preventivo fueron evacuados. En esa zona la Policía investiga si el incendio se inició por una quema de hojas realizada por una persona en su vivienda.
El coordinador del Plan de Manejo del Fuego de la provincia, Marcelo Colombatti, dijo: “La prioridad principal es el resguardo de vidas humanas, por lo que los infantes no están trabajando en línea directa, porque es imposible, y porque si ponemos bomberos vamos a tener alguien herido”.
Otros tres focos, cerca de La Calera, obligaron a clausurar el tránsito vehicular sobre la Ruta Provincial E-55, debido a que el humo reduce la visibilidad y torna peligrosa la circulación. De igual modo, el panorama se complicó en la zona de El Pueblito, Salsipuedes, y en Villa del Lago, cerca de Villa Carlos Paz, donde el domingo por la noche el fuego se reactivó y la Policía debió cerrar la Ruta Nacional 38, que lleva hacia las localidades del Valle de Punilla y a las provincias de La Rioja y Catamarca.
Según informó Concha, en la villa serrana se produjeron evacuaciones en 15 viviendas, trabajaron más de 150 efectivos y cinco aviones hidrantes para sofocar las llamas, “acá la situación es verdaderamente crítica, el panorama está complicado”.
El funcionario adelantó que ya se consumieron alrededor de dos mil hectáreas en lo que va del año.
En La Falda, el frente de fuego más importante se encontraba en el Peñón del Indio Enamorado, donde hasta anoche trabajaban tres dotaciones de Bomberos y dos aviones hidrantes. En Alta Gracia, en la zona de Rafael García, también se registraba otro incendio forestal, que era combatido por bomberos de la zona. Finalmente, fue controlado y reducido a guardia de cenizas.
Riesgo extremo
Ante este panorama, el propio gobernador Schiaretti pidió a la población cordobesa que colabore en la preservación de la naturaleza y que denuncien a los incendiarios. Además, adelantó que subsidiará a quienes sean víctimas de los incendios: “Queremos llevar tranquilidad a los cordobeses porque los bomberos están trabajando arduamente para preservar primero la vida de todos. Por eso también les pedimos a la gente que les haga caso si les piden evacuar las viviendas, la Policía se va a quedar en cada casa para garantizar la seguridad. Pero además, si hay daños personales y/o materiales, el gobierno los subsidiará”.
Cabe recordar que desde julio y hasta diciembre, el gobierno de Córdoba declaró la emergencia ambiental en 15 departamentos de la provincia. Mediante esta medida, quedó prohibido en las tierras públicas el encendido de cualquier tipo de fuego, la realización de campamentos y toda otra actividad que pueda dar lugar al inicio de incendios.
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Luego de tres días de intenso trabajo de los Bomberos, alrededor del mediodía se reinició el fuego que había sido controlado durante la madrugada.
Y, pese a que se pusieron todos los medios con que dispone la Provincia, fue prácticamente imposible cortar el avance de las llamas que lograron atravesar la ruta 38 y alcanzaron a quemar algunos árboles del Castillo de Furt, una de las joyas arquitectónicas de la villa serrana, construido hace más de 60 años.
Ante la mirada desconcertada de los vecinos de la zona, el fuego coronó los árboles más altos de una hondonada en la que hoy sólo hay lotes y cruzó la ruta. La Policía tuvo que intervenir para que los habitantes del sector dejaran sus casas y no intentaran ayudar a apagar las llamas, ya que el siniestro fue de extrema peligrosidad.
Al mismo tiempo, la zona de la Bahía de los Mimbres también sufría las consecuencias de un foco que se habría reiniciado de la noche anterior.
Según informaron los Bomberos, la única consecuencia material fue un quincho quemado. Podría haber sido mucho más, dadas las dimensiones que adquirió el incendio.
Finalmente, al filo del atardecer el foco que quedaba activo terminó en la zona conocida como El Diquecito.
“Hoy fue muy grave lo que pasó. El riesgo es extremo para los días siguientes. Si no llueve, estamos complicados”, expresó de manera tajante Diego Concha, coordinador del Plan Provincial de Manejo del Fuego, quien afirmó que no hubo falta de efectivos y que se están regulando los relevos.
“En realidad, no queremos afectar gente de otros lugares, porque la situación está igual en todos lados”, enfatizó.
Concha insistió en que los últimos incendios de Carlos Paz fueron iniciados de manera intencional. “Los fuegos no empiezan solos, alguien los prende. En 98 por ciento de los casos está la mano del hombre”, señaló.
Al borde
Guillermo Bolognani es uno de los propietarios del Castillo de Furt, situado en lo alto de una pendiente desde la cual puede apreciarse buena parte del Valle de Punilla. Estaba tomando unos mates en la cocina y no se percató de lo cerca que estaban las llamas del lugar.
“Estaba adentro de la casa y de golpe en cinco minutos el fuego cruzó la ruta”, contó a este diario. “Estaba la guardia de los Bomberos, pero se nota que no lo pudieron parar”, dijo.
La Policía ingresó al predio y le avisó que tenía que irse cuando la casa ya había sido ganada por el humo y era casi imposible respirar. El inmueble no sufrió daños, pero sí se quemaron algunos viejos ejemplares de árboles.
Natacha, una vecina de la zona, alcanzó a sacar uno de los autos de su familia justo cuando el quincho de la casa se incendiaba. “Me fui apenas vi el fuego cerca, como vimos que venía lento, volvimos a buscar los autos”, dijo.
Desde el mediodía, la Policía cortó el tránsito vehicular en el Puente Negro, donde hubo momentos de mucho nerviosismo cuando personas que viven del otro lado querían pasar a ver sus casas o sus seres queridos.
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Vecinos y Caserio
El ministro de Gobierno, Carlos Caserio, llegó hasta el lugar donde se produjo la situación más dramática del siniestro, pasadas las 15. Allí tomó conocimiento del cuadro de situación junto a los jefes del operativo, Diego Concha y Marcelo Zornada.
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El cruce duró sólo unos minutos y el ministro partió con una comitiva a recorrer el área afectada.
“La situación ha sido muy difícil. Se puso muy crítica fundamentalmente porque el incendio se exageró por el tremendo viento que hubo, que llegó a 60 kilómetros por hora”, dijo a este diario el funcionario.
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Incendio incontrolable en Ascochinga
Las llamas avanzan sin pausa. Ardieron miles de hectáreas y hubo unos 120 evacuados. Afirman que fue intencional.
Ascochinga, Jesús María. Cientos de bomberos combaten por estas horas el impresionante incendio que aqueja en varios parajes cercanos a la zona de Ascochinga, en el departamento Colón, y que ayer causó zozobra, luego de que las llamas se descontrolaran y devoraran una importante cantidad de hectáreas, afectaran viviendas y obligaran a la evacuación preventiva de más de 120 habitantes del sector. El fuego avanza y no hay forma de controlarlo. Muchos aguardan la lluvia como última salvación.
Las autoridades, quienes no tienen dudas de que el incendio es consecuencia de un fuego intencional, señalaron que la situación es crítica. Las principales zonas afectadas son Ongamira, San Jorge, Bajo de Olmos, La Paz, Santa Catalina y el poblado de La Pampa, a tres kilómetros de Ascochinga.
Este frente de fuego fue quizá el más grave del desarrollado ayer en Córdoba. Las cenizas y el humo emanados de esta zona llegaron a la ciudad de Córdoba. Teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas de hoy serían semejantes a las de ayer, se especula que el efecto del humo seguirá sintiéndose en gran parte de la capital provincial.
“No podemos dimensionar la magnitud del incendio porque las evaluaciones aéreas no pudieron efectuarse, a causa de que los helicópteros y los aviones no pudieron sobrevolar por la excesiva presencia de humo”, explicó Marcelo Colombatti, director del Plan Provincial del Fuego. “Cuantificar cuánto se quemó es un disparate. Sabemos que este año se habían quemado unas 1.800 hectáreas, pero esto cambió todo”, añadió Diego Concha, director del Plan.
Por su parte, desde el cuartel de Bomberos de La Granja, Manuel Sena, estimó que se habrían quemado de 10 mil hectáreas.
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El frente de fuego fue variando a lo largo de las horas, aunque en el momento más crítico llegó a tener 45 kilómetros de extensión e implicó el trabajo a destajo de más de 200 bomberos voluntarios. El principal inconveniente con que se toparon los hombres de naranja fue la dificultad de acercar los camiones cisterna en la zona de sierras, donde el acceso sólo se pudo hacer a pie y con mochilas con agua.
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Con una temperatura ambiente que alcanzó los 32 grados a las 14.30 de ayer, a la que se le sumó una fuerte ventisca del norte, la tarea de apagar el fuego fue casi imposible para los 200 bomberos voluntarios de 40 cuarteles de la provincia que llegaron al lugar a dar colaboración.
Daños y evacuaciones
En La Pampa, una casilla fue consumida por las llamas y dos casas se quemaron de manera parcial, en sus galpones, depósitos y dependencias exteriores. El jefe comunal del paraje, Daniel Funes, precisó que unos 120 vecinos se autoevacuaron. No hubo heridos, aunque algunos bomberos sufrieron los rigores del humo.
La Escuela Bernardino Rivadavia fue el centro de evacuación de la comuna local.
En la lucha contra el fuego, a la par de los bomberos, prácticamente toda la población apeló a cualquier herramienta para proteger sus viviendas y ayudar a sus vecinos. Es que el fuego se concentró en las márgenes del poblado, avanzó por las laderas montañosas y llegó a muy pocos metros de las viviendas, en donde el alerta vecinal fue una constante. “Desde ayer (por el domingo) estábamos esperando el fuego, pero el viento propagó con rapidez las llamas y sus rotaciones nos agarraron de sorpresa. Encima el humo hizo casi imposible que podamos combatirlo con fuerzas”, comentó Martín Pucheta, un bombero.
“Estamos muy preocupados porque si las llaman siguen hacia abajo pueden quemar nuestras casas y se va directo a Ascochinga”, comentó exhausto, Luis Villalba, vecino del lugar.
Y la lluvia aún no llega...
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