La Voz del Interior (09/10/2022)
Villa Páez: el colapso que desnudó la crisis cloacal de la ciudad de Córdoba

El 11 de octubre del año pasado, se desmoronó un colector que transportaba los desechos de 250 mil personas. Cómo sigue la vida en ese sector de la Capital.
Omar Troncoso señala el concreto nuevo de calle Igualdad al 2050, de barrio Villa Páez de la ciudad de Córdoba. Hace un año, allí había un parche de alquitrán que por su color negro se diferenciaba del resto de la calzada, y del que empezaron a brotar líquidos cloacales como si fuera una fuente de aguas danzantes.
Era la siesta del lunes de octubre de 2021. Día feriado. Omar estaba festejando el cumpleaños de su esposa y volvió a su casa a buscar unas sillas. Los líquidos comenzaron a salir desde la base de dos postes ubicados a pocos metros.
En ese sitio, la calle Igualdad tiene una pendiente bastante pronunciada, por lo que el río que se formó de aguas negras y materia fecal bajó por dos cuadras hasta la intersección con Arturo Orgaz, donde se formó una laguna. Los líquidos también anegaron las casas de ese sector de la Capital. El personal de Redes Sanitarias no pudo hacer nada cuando llegó al lugar, la cañería no se pudo destapar y los líquidos seguían brotando.
Los vecinos se enteraron de que por Igualdad pasaba un tubo de 70 centímetros de diámetro que colectaba todos los líquidos de los barrios ubicados hacia el oeste, hasta Circunvalación.
No se podía hacer nada: era imposible que 250 mil personas dejaran de usar sus baños para poder secar el caño y repararlo. Encima, la calle Igualdad en ese sitio es muy angosta, por lo que no era fácil el accionar de la maquinaria pesada.
“Una trabajadora social de la Secretaría fue alertada por los equipos técnicos, y se dio con la situación. Arrancó todo el despliegue de equipos técnicos para dar contención”, recuerda Raúl La Cava, secretario de Políticas Sociales de la Municipalidad.
Esa noche, cinco familias tuvieron que se relocalizadas en hoteles, ya que tenían sus casas invadidas por los líquidos cloacales.
El secretario de Gobierno, Miguel Siciliano, cuenta que la orden del intendente Martín Llaryora fue no moverse del barrio. Por eso, se estableció una base operativa en el centro vecinal, ubicado a pocos metros del desastre el 12 de octubre. Ese mismo día, Llaryora estuvo con los vecinos.
“Era una emergencia, había que actuar y evacuar por la crisis sanitaria. Los vecinos no creían en nadie. Pero haber venido, poner la cara, permitió que esto se ordenara. La solución era una obra muy difícil, que llevaba tiempo”, dice el propio Llaryora.

Días complejos
Cinco días después del colapso cloacal, Villa Páez seguía bajo el hedor nauseabundo de las aguas servidas. Los primeros trabajos de emergencia para contener la infraestructura eran a cielo abierto y las lluvias que se sucedieron durante ese mes volvieron a provocar desbordes en algunas casas.
Las cuatro cuadras de la zona cero del desastre rápidamente se ampliaron. Por las obras, se abrió a más de 15 cuadras al oeste un baipás cloacal que desembocó directamente al río Suquía, causando daños ambientales al curso de agua.
La situación económica que ya se atravesaba por la pandemia de Covid - 19 se agravaba en un contexto sanitario adverso, que podría haber tenido consecuencias enormes para la salud pública.
Colchones, frazadas y ropa mojada. Todo el día en los contenedores que los vecinos que tuvieron que tirar sus pertenencias varias veces en pocos días.
El subsecretario de Infraestructura, Juan José Tuninetti, explicó que se tuvo la obra de emergencia demandó trabajos las 24 horas. Once días después, el 22 de octubre, se pudo acceder al caño, que producto del deterioro se desgranaba al tacto. Se reemplazaron 30 metros de cañería.
Incluso, en otro reemplazo, en calle Arturo Orgaz, se descubrió un arreglo de 2016: la tubería había sido cubierta con una chapa de zinc.
Luego, se ejecutaron nuevos colectores que cruzan el río y desvían los líquidos que provienen del oeste. Esa infraestructura se inaugurará en el corto plazo.
Recorrida barrial
El intendente Llaryora, junto a Siciliano, La Cava y Tuninetti, recorrió el jueves pasado las cuadras donde fue el desastre hace un año. Los vecinos sólo le pidieron que no se olviden de completar dos veredas que quedaron rotas.
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