30 oct 2021

La vida en el mega desborde cloacal

 


La Voz del Interior (30/10/2021)
Cómo viven los vecinos donde explotó el “río cloacal”, en barrio Villa Páez

A más de 15 días del desborde, los vecinos de la calle Igualdad que habían sido evacuados volvieron a sus hogares. Muchos sufrieron problemas de salud. Son asistidos por la Municipalidad.
Un mural con el rostro de Rubén Américo Martí y la leyenda “el intendente de la gente” custodia desde la calle Igualdad al 1.900, en el barrio Villa Páez, los trabajos que se hacen a contrarreloj para remendar la catástrofe ambiental, sanitaria, social y económica que generó la rotura de un caño que traslada aguas servidas en esa zona de la ciudad de Córdoba.
Cuando la alcantarilla de la cloaca cedió sobre calle Remonda e Igualdad, automáticamente comenzó a crecer un “río de bosta” que trepó rápidamente hasta la calle Arturo Orgaz.
El olor intenso y sofocante hizo que muchos vecinos se cubran los rostros cuando salieron a la puerta de su casa.
Para algunos, la realidad superaba cualquier ficción. Para los más viejos, que viven desde hace décadas en ese barrio, no. Y la explicación que adujeron fue que los problemas de cloaca vienen de larga data en ese barrio, como ocurre con otros de la Capital.
Milagros Ríos nació en Rosario pero desde hace ocho años vive en Villa Páez junto a su pareja y sus cuatro hijos. Tiene 23 años. Cuando colapsó la cloaca hizo todo lo posible para que el agua servida no ingrese al patio de la humilde casa que comparte con otras cuatro familias.
Todos debieron ser evacuados. Una vez que las aguas bajaron y que integrantes del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) realizaron la desinfección, la joven pudo regresar a su hogar.
A 15 días de ese hecho, Milagros dice que está tratando de salir como se puede. “Nos ayudamos entre los vecinos y nos están asistiendo desde la Municipalidad con la comida”, contó a La Voz, y prosiguió: “El agua sucia había entrado hasta la pieza. Nos tapaba los pies. El olor feo aún persiste porque en la vereda de nuestra casa hay una alcantarilla que está sin tapa”.
Milagros usa litros de lavandina a diario para desinfectar su casa y el patio compartido donde juegan sus pequeños hijos.
A raíz de la contaminación ambiental, dos de sus hijos sufrieron gastroenteritis. El resto tuvo fiebre. “Mi bebé de nueve meses tuvo vómitos y diarrea. También mi hija más grande”, describió la joven
Soledad Mansilla tiene 39 años y nació y se crió en ese barrio. Al igual que los hijos de Milagros, ella y su familia tuvieron gastroenteritis. “A nosotros en ningún momento nos faltó comida. Ni medicación. Estamos contenidos y apoyados”, expuso.
La mujer dijo que en la casa de su madre, que está pegada a la suya sobre la calle Igualdad, sí le entró el agua servida. Perdió algunos electrodomésticos y el COE tuvo que desinfectar la vivienda.
“La primera semana el olor nauseabundo era insoportable. Ahora mermó. Con los vecinos de esta calle nos cuidamos entre nosotros. Siempre apoyándonos y tratando de tirar para el mismo lado”, sostuvo, y añadió: “Nosotros colaboramos con el comedor ´Pancitas llenas´. Siempre intentamos que a ningún vecino le falta la comida”.

Enojo entre los comerciantes
Otros de los damnificados por esta situación son los comerciantes. En la zona cero, donde se realizan los trabajos, una verdulería y un restaurante de comida peruana debieron cerrar sus puertas porque “no iba nadie”. Para ellos, abrir no tenía sentido y más con las altas temperaturas de los últimos días.
En un establecimiento que se dedica a la venta de carnes, ubicado sobre La Tablada y Arturo Orgaz, el jueves a las 11 de la mañana no tenían ventas. El local estaba sin movimiento.
Silvio Ramallo, uno de los carniceros que trabajan en el lugar, dijo que todo el barrio “está sufriendo esta situación”.
“Yo quisiera saber quiénes fueron los ingenieros y arquitectos que habilitaron todo esto. O los intendentes. Esa belleza de edificio –por el inmueble de la Antigua Cervecería- que hoy le tira toda la porquería a los vecinos de Villa Páez”, señaló, y argumentó: “Hoy perjudican a los inocentes. Tanto a comerciantes, como a familias y niños. Nadie tiene que enfermarse”.
El carnicero espera que con la obra que se está haciendo sobre la calle Arturo Orgaz se solucione el problema. Aunque tiene dudas. “No sé si se arregla con estos cañitos. Tres intendentes pasaron y todos los conocemos. Si dicen que quieren una Córdoba mejor, hagan las cosas bien”, cerró.

Operativo sanitario
Mientras los trabajos continúen en Villa Páez las carpas sanitarias para atender a los vecinos que tengan algún problema de salud seguirán instaladas en el centro vecinal.
Susana Luna, la presidenta, dijo a este diario que sabían que este desborde cloacal iba a traer algunos problemas de salud en los vecinos. No sólo gastroenteritis, sino también problemas respiratorios y problemas en la piel. “La asistencia en la vecinal es durante el día y la tarde. Luego hay un monitoreo 24 horas que lo hace el servicio de ambulancias 107″, dijo.
Luna reconoció que hace unos años que vienen denunciando la situación de las cloacas en el barrio y que en el marco de esta tragedia ambiental, sanitaria y social esperan tener una mesa de concertación con la Municipalidad y la Red Pueblo Alberdi para buscar una solución definitiva a la problemática.
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