16 ene 2015

Dioxitek renovó licencia pero solo ante la CNEA



Comercio y Justicia (16/01/2015)
Dioxitek renovó licencia para operar en Córdoba, aun cerrada

Mediante una resolución fechada el 22 de diciembre, la empresa logró la autorización para seguir operando bajo los parámetros exigidos por las normas regulatorias vigentes. El municipio ratificó que rige una clausura definitiva y que la firma debe trasladarse. Ésta sólo realiza mantenimiento aunque aúntiene stock de combustible para las centrales nucleares. En Formosa, todavía no comenzó la construcción de nueva planta.
La empresa Dioxitek SA obtuvo la renovación de la “licencia de operación”  para la “Planta de Producción de UO2 de la ciudad de Córdoba” aunque  la compañía sigue clausurada por orden de la Municipalidad de Córdoba.
El aval figura en la resolución 722/2014 de la Autoridad Regulatoria Nuclear, dependiente de la Presidencia de la Nación, y está fechada el 22 de diciembre pasado.
La autorización es un paso formal necesario para poder seguir operando conforme las normas vigentes en el orden nacional, entre ellas las emanadas de la Gerencia de Seguridad Radiológica, Física y de Salvaguardias.
La decisión se conoce en momentos en que la planta se encuentra sin actividad luego de la clausura que le impuso el municipio el 10 de noviembre pasado.
“La planta sigue sin poder operar por tiempo indefinido por no haber cumplido con los requisitos exigidos”, indicó a Comercio y Justicia José Fernández, secretario de Control y Fiscalización de la comuna.
El funcionario dijo desconocer la autorización obtenida por Dioxitek.
“A nosotros nadie nos dijo nada. No hubo gestiones para que vuelva a operar”, reveló.
En rigor, este medio no pudo comunicarse con las autoridades de la empresa para conocer los alcances de la renovación de licencia respecto a posibles gestiones para que la empresa con sede en Alta Córdoba vuelva a operar.
Con todo, fuentes consultadas admitieron que en la planta, en la que trabajan 150 operarios,  por ahora se realiza mantenimiento aunque quedaría un stock de combustible aún sin transportar.
Dioxitek, sociedad anónima estatal cuyo 99 por ciento del capital accionario pertenece a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), produce dióxido de uranio que se utiliza en la fabricación de los elementos combustibles para las centrales nucleares de Embalse y Atucha.
La clausura impuesta por el municipio causó que la planta dejara de producir aunque aún tenía stock suficiente para que las plantas nucleares puedan operar al menos por otros seis meses.
En el caso de Embalse, la parada obligada prevista para el corto plazo, sería funcional a la falta de provisión de combustible desde Dioxitek.
No así en el caso de las centrales de Atucha. Es que, según las fuentes consultadas, esas plantas requieren de un tipo de combustible específico, más concentrado que en el caso de los reactores Candu que dispone Embalse, y cuya producción hoy sólo realiza Dioxitek.
“Debería importarse de Alemania pero en la planta en ese país también deberían adecuar sus procesos para poder concentrar el combustible tal como lo requiere Atucha y eso evidentemente tendrá un costo muy superior”, explicó el informante.
En ese marco, la parada de Dioxitek  constituye un importante escollo en la continuidad del proceso de producción de combustible para esas centrales. Mas aún si se considera que el traslado de la planta a Formosa, tal como lo mencionó y como aparece reflejado en la web de Dioxitek, aún aparece muy lejana.
“No han puesto ni un ladrillo. Sólo se ha avanzado con la parte del polo tecnológico”, señaló otra fuente.
En ese marco, la renovación de la licencia para que la planta siga operando en Córdoba, aunque tramitada con antelación a la decisión de la clausura, es un elemento ineludible respecto a la posibilidad de gestiones desde la Nación para que la compañía instalada en Córdoba pueda seguir operando.
Párrafo aparte para la remediación del “chichón” donde se acumulan residuos generados por la planta.
Según trascendió, se convocaría a una licitación para remediar el predio aunque aún no hay detalles sobre esa determinación.
La clausura de la planta de Dioxitek se produjo el lunes 10 de noviembre.
Encabezada por Fernández, la comitiva de funcionarios municipales labró las actas correspondientes en el predio ubicado en Rodríguez Peña 3250, a sólo tres cuadras del depósito de Raponi Industrial Química, la empresa en la que se había producido el trágico estallido cuatro días antes, que causó una víctima fatal y numerosos heridos.
En el texto de la clausura se sostiene que la medida tendrá efecto “hasta tanto obtenga la autorización, permiso o habilitación que pudiera corresponder”.
El municipio insistió entonces en que la decisión de cerrar Dioxitek nada tenía que ver con el estallido en Alta Córdoba y que la determinación se vinculaba a que ese día vencía la prórroga del permiso que tenía la empresa para permanecer en el lugar.
Entonces, la CNEA emitió un comunicado en el que expresa que la compañía “nunca sufrió un incidente que afectara a terceros, ni causó ningún tipo de perjuicio ni a sus trabajadores ni a sus vecinos”.
Manifestó la necesidad de “llevar tranquilidad a la comunidad de la localidad de Alta Córdoba (sic) en particular y de la Ciudad de Córdoba en general, respecto del correcto funcionamiento de la planta de purificación de uranio de la empresa estatal Dioxitek”.

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